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Educación Médica Superior

versión impresa ISSN 0864-2141

Educ Med Super v.10 n.1 Ciudad de la Habana ene.-dic. 1996

 

Ministerio de Salud Pública. Centro Nacional de Perfeccionamiento Médico y Medios de Enseñanza

La evaluación de la competencia clínica de los educandos mediante las inspecciones integrales en la Educación Médica Superior

Dr. Ramón S. Salas Perea,1 Dr. Ramón Aneiros Riba2 y Dr. Alberto Hatim Ricardo3
  1. Trabajo presentado en el Congreso Pedagogía'95, celebrado en La Habana, Cuba del 6 al 10 de febrero, 1995.
  2. Profesor Titular. Especialista de II Grado en Administración y Organización de Salud Pública. Vicedirector del CENAPEM.
  3. Profesor Auxiliar. Especialista de II Grado en Fisiología Normal y Patológica. MINSAP.
  4. Profesor Titular. Doctor en Ciencias Médicas. Especialista de II Grado en Medicina Interna. Vicedirector del CENAPEM.

RESUMEN

Se analiza el valor que tienen las inspeccciones integrales que el Ministerio de Salud Pública realiza a los Centros de Educación Médica Superior como método para verificar el nivel de competencia clínica alcanzado por los estudiantes en las asignaturas y disciplinas esenciales de los ciclos básico, clínico y la práctica preprofesional de las diferentes carreras de Ciencias Médicas, así como por los residentes de diferentes especialidades. Se evalúan los resultados alcanzados en los exámenes teóricos y/o prácticos realizados a 3 344 estudiantes y 373 residentes. Se comparan algunos de los resultados con otros estudios realizados para ratificar el valor certificativo de los exámenes que se realizan por tribunales externos nacionales. Se aprecia la validez y confiabilidad de los exámenes realizados y la efectividad del método empleado, lo que nos permite inferir que nuestros educandos alcanzan un buen nivel de competencia clínica, que los capacita para prestar sus servicios a la sociedad.

Palabras clave: COMPETENCIA CLINICA; EDUCACION MEDICA; REVISION INSPECTIVA DE ATENCION DE LA SALUD; PRACTICA PROFESIONAL.

INTRODUCCION

La evaluación del aprendizaje es un componente esencial del proceso docente-educativo que nos posibilita su propia dirección, al verificar el grado con que se van alcanzando los objetivos generales de estudio propuestos.

La evaluación, para que sea eficaz, tiene que estar comprometida con la competencia de los educandos, la efectividad de los profesores y de los métodos y medios empleados, así como con la calidad del currículo.1

Durante años el área de Docencia del Ministerio de Salud Pública ha venido trabajando en la identificación de las invariantes de habilidades intelectuales, psicomotoras y afectivas a nivel de cada disciplina, estancia y rotación en las diferentes carreras de la educación médica superior.

Por competencia entendemos2 la aptitud o capacidad para desarrollar de forma idónea una actividad o tarea: es lo que el educando sabe y sabe hacer. La competencia profesional está presente en los procesos formativos del pregrado y posgrado, como también en su etapa laboral.

Por desempeño entendemos3 la aptitud o capacidad para desarrollar competentemente los deberes u obligaciones inherentes a un cargo o responsabilidad; es lo que el candidato realmente hace durante la realización de una actividad o tarea durante el ejercicio de su profesión.

Las inspecciones integrales que el Ministerio de Salud Pública realiza a los Centros de Educación Médica Superior (CEMS) a partir de 1992 tiene como eje conductor la verificación del desempeño profesoral y el nivel de competencia profesional alcanzado por los estudiantes en las asignaturas y disciplinas esenciales, y durante el desarrollo de su práctica preprofesional (internado); así como por lo residentes en las diferentes especialidades básicas. Ello nos permite analizar la calidad con que formamos a nuestros profesionales, lo que a su vez determina la calidad de los servicios de salud que se brindan a la población.

DESARROLLO

En los cursos académicos 1992/93 y 1993/94 se inspeccionaron 7 de los 13 CEMS, para el 53,8 % del total. Cada comisión estuvo presidida por el Viceministro a cargo de la Docencia del Ministerio de Salud Pública e integrada por un promedio de 20,8 inspectores que eran dirigentes y funcionarios del Organismo Central, así como dirigentes, profesores principales y profesores de diferentes CEMS, de las asignaturas, estancias, rotaciones y especialidades objeto de examen.

Se consideró como matrícula ponderada en el pregrado a la totalidad de los estudiantes físicos que estaban cursando las asignaturas, estancias y rotaciones objeto de exámenes, mientras que en la especialidad nos referimos a los educandos que se encontraban cursando el último año de las residencias objeto de exámenes.

Se definieron 4 categorías de calidad: excelente (5), bien (4), regular (3) y mal (2).

Durante el desarrollo de estas inspecciones integrales se examinaron 3 344 estudiantes de las carreras de Medicina, Licenciatura en Enfermería y Estomatología, para el 55,4 % de la matrícula ponderada, así como 373 residentes el último año de especialidades básicas de Medicina y Estomatología, para el 69,7 % de la matrícula ponderada.

Los exámenes teóricos y sus claves de calificación fueron elaborados por expertos del Organismo Central y del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana, y se basaron en problemas claves de salud contenidos en los programas analíticos, cuyos conocimientos se habían impartido como mínimo una semana antes de la fecha de la inspección, de acuerdo con el plan calendario correspondiente.

Los instrumentos evaluativos confeccionados fueron mixtos, o sea, contaban con preguntas objetivas y de ensayo de respuestas cortas. Cada examen se analizó en primera instancia con los propios inspectores y posteriormente con el jefe del departamento docente o el profesor principal inspeccionado y se realizaron los ajustes pertinentes de mutuo acuerdo.

Los exámenes prácticos y sus escalas de calificación se ejecutaron -salvo una sola excepción- en las asignaturas, estancias, rotaciones y especialidades clínico-epidemiológicas, y se confeccionaron por los propios inspectores, sobre la base del sistema de habilidades establecido para cada uno de ellas.

Estos resultados no tuvieron repercusión en los índices académicos de los educandos, aunque sí retroalimentaron a la institución. A los residentes que obtuvieron calificación de mal se les pospuso la realización de su examen estatal.

RESULTADOS

Al analizar los resultados globales de las evaluaciones teóricas de los estudiantes por carrera, observamos que en Medicina la mayor cantidad de estudiantes obtuvo calificación de regular (38,5 %), seguido de bien (35,3 %). En Licenciatura en Enfermería el volumen mayor obtuvo calificación de regular (38,8 %), seguido de mal (34,7 %); mientras que en Estomatología el mayor número de estudiantes obtuvo calificación de bien (33,0 %), seguido de regular (30,0 %). En todos estos resultados globales influyeron de manera decisiva los exámenes realizados a los estudiantes del ciclo básico.

En relación con los resultados globales de las evaluaciones prácticas de los estudiantes por carrera, vemos que en todas predominó la calificación de bien, seguida de excelente.

En la carrera de Medicina, el 46,2 % de la matrícula ponderada se examinó teóricamente, mientras que el 10,8 % efectuó el examen práctico. Los estudiantes obtuvieron mejores resultados en los exámenes prácticos que en los teóricos.

Al analizar los resultados del ciclo básico, donde sólo se efectuaron exámenes teóricos, observamos el predominio de las calificaciones de regular y mal. Los mejores resultados fueron los de Anatomía y los peores los de Bioquímica y Fisiología.

En el ciclo clínico observamos que tanto en los exámenes teóricos como en los prácticos predominaron las calificaciones de bien y regular (figuras 1 y 2). Los mejores resultados se obtuvieron en MGI, Propedéutica Clínica y Medicina Interna, mientras que los peores fueron los de Ginecoobstetricia y Pediatría. En el internado también fueron mejores los resultados de los exámenes prácticos, y por rotaciones los resultados coincidieron con los del ciclo clínico.

Figs. 1 y 2

En la carrera de Licenciatura en Enfermería el 43,6 % de la matrícula ponderada se examinó teóricamente y el 16,6 % mediante exámenes prácticos. También en esta carrera fueron superiores los resultados de los exámenes prácticos.

En el ciclo básico (figura 3) los peores resultados se obtuvieron en Fisiología y Bioquímica, y llamaron la atención los resultados obtenidos en las asignaturas de Enfermería General II y IV.

Fig. 3

En el ciclo clínico se detectaron deficiencias importantes en las evaluaciones teóricas de casi todas las asignaturas (figura 4), a diferencia de los resultados de los exámenes prácticos que podemos calificar de buenos.

Fig. 4

En la carrera de Estomatología se le realizó el examen teórico al 73,2 % de la matrícula ponderada y el práctico al 23,1 %. Aquí también los resultados de los exámenes prácticos fueron superiores a los teóricos.

En el ciclo básico, los resultados de los exámenes teóricos fueron deficientes en Fisiología y Morfología, con el 64,1 % y el 40,0 %, respectivamente, así como en el examen práctico de Morfología, donde el 23,0 % obtuvo calificación de mal. No se examinó en esta carrera a ningún estudiante en Bioquímica.

En el ciclo clínico los resultados fueron buenos tanto en los exámenes teóricos como prácticos, y superiores en la práctica preprofesional.

En el régimen de residencias el 51,9 % de la matrícula ponderada se examinó teóricamente, mientras que el 21,3 % realizó el práctico.

En las especialidades médicas el 55,0 % de los residentes que examinó teóricamente obtuvo calificación de bien, seguida de regular (22,7 %); mientras que en el práctico el 38,3 % obtuvo calificación de bien y el 34,0 % de excelente. Los mejores resultados se obtuvieron en los exámenes teóricos y prácticos de MGI, Cirugía y Ginecoobstetricia, y los peores en Medicina Interna (figuras 5 y 6).

Figs. 5 y 6

En las especialidades estomatológicas predominaron las calificaciones de excelente tanto en los exámenes teóricos como en los prácticos (74,1 % y 100,0 %, respectivamente).

COMENTARIOS

Las inspecciones integrales son un buen escenario para verificar el nivel de competencia profesional alcanzado por los educandos.

Los resultados generales obtenidos por los alumnos en Medicina y Estomatología fueron buenos, y nos permiten inferir que poseen un buen nivel de competencia profesional que les posibilita prestar un buen servicio a la sociedad, lo cual no ocurre con los estudiantes de Licenciatura en Enfermería, cuyo nivel de competencia verificado es deficiente. En esto último influye:

  • La carrera es de reciente creación y requiere de tiempo para su consolidación.
  • El claustro es muy joven, con poca experiencia en la educación superior, incompleto en el área de los servicios y que requiere capacitación.
  • La poca motivación e interés de un número importante de estudiantes por esta carrera.
Si comparamos los resultados obtenidos en el examen práctico de Propedéutica Clínica con un estudio efectuado en el curso 1989/90,4 podemos observar que fueron prácticamente iguales (tabla 1). De igual forma, si analizamos los resultados del examen práctico de los internos de Medicina con otro estudio que hicimos en el curso 1990/91,5 observamos que fueron bastante similares (tabla 2).

TABLA 1. Comparación de los resultados de los exámenes prácticos de Propedética Clínica. Carrera de Medicina

Calificación 
Curso 1989/90
Cursos 1992/94
Excelente
22,0
23,7
Bien
43,9
42,1
Regular
29,2
28,9
Mal
4,9
5,3
 
TABLA 2. Comparación de los resultados de los exámenes prácticos del internado de Medicina
 
Total
Medicina
Interna
Pediatría
Cirugía
Gineco-
-obstetricia
MGI
Calificaciones 
90/91
92/94
90/91
92/94
90/91
92/94
90/91
92/94
90/91
92/94
90/91
92/94
Excelente
35,5
33,3
32,2
17,8
21,1
48,2
47,5
22,2
32,6
25,0
44,7
73,3
Bien
41,4
35,8
39,0
37,8
48,1
25,9
32,2
44,5
53,5
45,8
36,8
26,7
Regular
17,9
26,7
23,7
35,5
17,3
25,9
16,9
33,3
14,0
25,0
15,8
8,0
Mal
5,2
4,2
5,1
8,9
13,5
21,7
3,4
3,1
0,0
4,2
2,6
0,0
De lo anterior podemos inferir que los resultados de los exámenes prácticos efectuados durante la inspección tienen consistencia, y es un indicador que permite certificar el nivel de calidad de la competencia profesional alcanzado.

En relación con los exámenes teóricos, al comparar los resultados de los internos de Medicina con los del estudio antes señalado, encontramos correspondencia sólo en la calificación de bien. Por otra parte, los resultados deficientes observados en las asignatu-ras del ciclo básico de las 3 carreras, se corresponden con los obtenidos en los últimos cursos académicos en los exámenes finales en la convocatoria ordinaria.

Es necesario continuar trabajando en la validación de los resultados de los exámenes teóricos y qué valor tiene como indicador del nivel de competencia profesional por si sólo o en combinación con los exámenes prácticos, clínicos.

Los resultados de los residentes fueron buenos y se corresponden, en general, con los observados en los exámenes estatales de estas especialidades.

Los exámenes de competencia profesional retroalimentan a los diferentes actores del proceso docente-educativo, y es un indicador importante para evaluar y predecir la calidad de los profesionales y especialistas que estamos formando.

Es necesario continuar el perfeccionamiento de los instrumentos evaluativos para incrementar su validez y confiabilidad, y en la profundización del proceso de evaluación de la competencia profesional de los estudiantes y residentes de los CEMS. Es el momento de la inspección integral oportuno para controlar la calidad del trabajo que al respecto realizan nuestras instituciones docente-atencionales.

SUMMARY

The value of the integral audits that the Public Health Ministry carries out in Superior Medical Education centers, is analyzed, as a method to verify the clinical competence level achieved by the students in the essential subjects and disciplines of the basic and clinic cycles, and in the pre-professional practice of the different Medical Sciences careers, as well as by the residents of the different specialties. The outcomes of the theoretical and/or practical tests carried out by 3 344 students and 373 residents, are assessed. Some outcomes are compared with other studies, to ratify the certifying value of the tests, realized by national external tribunals. The validity and reliability of the tests done, and the effectiveness of the method used, are appreciated, and that allow the authors to infer that their pupils reach a good level of clinical competence, which enables them to offer their services to society.

Key words: CLINICAL COMPETENCE; EDUCATION, MEDICAL; PEER REVIEW; HEALTH CARE; PROFESSIONAL PRACTICE.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  1. Downie NM. Fundamentals of measurement: techniques and practices. New York: Oxford University, 1967.
  2. Salas Perea RS, Santos T, Cabrera J. Consideraciones sobre la competencia y el desempeño profesional y su evaluación. Trabajo presentado en el Taller Nacional sobre Evaluación del Desempeño de los Recursos Humanos en Salud. La Habana, Mayo 26-29, 1992.
  3. Sierra E, Luna N. Evaluación del desempeño profesional. Una experiencia en la especialidad de enfermería. Trabajo presentado en el Taller Nacional sobre Evaluación del Desempeño de los Recursos Humanos en Salud. La Habana, Mayo 26-29, 1992.
  4. Salas Perea RS, O'Farrill E, Méndez G, Colunga C. Evaluación en los servicios de salud de las habilidades clínicas en los estudiantes del tercer año de medicina. Educ Med Sup 1993,(1):39-50.
  5. Salas Perea RS, Méndez G, Aneiros-Riba R. Evaluación de la competencia clínica de los internos en la atención primaria y otros servicios de salud. Educ Med Sup 1993;7(2):85-96.

Recibido: 12 de dicembre de 1995. Aprobado: 5 de enero de 1996.
Dr. Ramón S. Salas Perea. Centro Nacional de Perfeccionamiento Médico y Medios de Enseñanza. Línea e I, Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba.