Mi SciELO
Servicios Personalizados
Articulo
Indicadores
- Citado por SciELO
Links relacionados
- Similares en SciELO
Compartir
Educación Médica Superior
versión impresa ISSN 0864-2141
Educ Med Super v.25 n.2 Ciudad de la Habana abr.-jun. 2011
ARTÍCULO DE REVISIÓN
La alfabetización en información en los Policlínicos Universitarios
Information literacy in the university polyclinics
Amílcar Duquesne Alderete
Máster en Educación Médica. Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Instructor. Policlínico Universitario 19 de Abril. La Habana, Cuba.
RESUMEN
Un concepto que influye determinantemente en el proceso de aprendizaje en los Policlínicos Universitarios es el concepto de la alfabetización en información (ALFIN). La ALFIN no es más que el conjunto de habilidades que requieren las personas para reconocer cuándo necesitan información, cómo localizarla, evaluarla y utilizarla eficazmente. Enfatiza en el contenido, la comunicación, el análisis, la búsqueda, evaluación y uso de la información. Las personas alfabetizadas en información son aquellas que han aprendido cómo aprender. Lograr ciudadanos educados, alfabetizados en información, se ha convertido rápidamente en un objetivo importante para muchos países. Los nuevos Policlínicos Universitarios no escapan a esta realidad.
Palabras clave: Alfabetización en información, Policlínicos Universitarios, información, gestión de la información, gestión del conocimiento.
ABSTRACT
One concept that decisively influences over the learning process in the university polyclinics is the information literacy, which is the set of skills required by people to realize when information is needed and how to locate, assess and use it efficiently. It makes emphasis on the contents, the communication, the analysis, the search, the evaluation and the use of information. The literate people in information are those who have learned the way of getting knowledge. Attaining skilled and information literate students is rapidly becoming a fundamental objective for many counties. The new University Polyclinics do not ignore this reality.
Key words: Information literacy, university polyclinics, information, information management, knowledge management.
INTRODUCCIÓN
El conocimiento histórico sobre la enseñanza médica en Cuba, desde sus inicios hasta nuestros tiempos permite advertir que los planes de estudio han estado encaminados a la formación de un profesional acorde con la estructura social de cada momento histórico en sus etapas: la colonial, la neocolonial y la revolucionaria. Y es desde este referente que puede comprenderse la dinámica de sus concepciones; si bien la enseñanza médica fue por mucho tiempo teórica, formal, memorística, con cada nuevo plan de estudios se iban mejorando deficiencias de los anteriores, formando un médico mucho más acorde con el desarrollo de las ciencias y de cierta forma contribuyeron al mejoramiento de la asistencia médica.1
La universalización de la Enseñanza Superior forma parte de los planes priorizados que se han comenzado a implementar en las condiciones de la III revolución educacional que desarrolla Cuba en estos momentos. Por su contenido, este programa exige un espacio mayor de aprendizaje de los estudiantes en relación con el proyecto curricular. Se amplían los escenarios docentes incorporando aquellos propios de la atención primaria en salud, teniendo en cuenta la necesidad de desarrollar habilidades, hábitos y convicciones acerca del quehacer en este nivel del sistema que es el fundamental escenario futuro de trabajo y de su acción en salud. Es esta una de las condiciones que convierte el proyecto formativo en renovador y le atribuye un valor pedagógico adicional a partir del proyecto social cubano, pues la trascendencia de este proceso rebasa lo político para centrar su alcance en las concepciones de formación para una práctica social y profesional que forma parte de la batalla por la cultura general del pueblo.2
Es en este contexto que se rediseña el modelo pedagógico de Educación Médica inspirado en las ideas formuladas por nuestro Comandante en Jefe en el discurso de clausura del IV Congreso de Educación Médica Superior,3 de aprovechar los recursos humanos y materiales desarrollados por la Revolución en la formación de los nuevos profesionales. Su implementación responde a las acciones por concretar esas ideas y recoge las más actuales tendencias mundiales, a las que Cuba aporta su concepción de formación práctica al materializar el proceso de enseñanza aprendizaje en las condiciones de cada territorio.
Pero, la nueva propuesta busca centrar de manera particular la actividad formativa en la atención primaria de salud como principal escenario docente para los estudiantes de medicina, al tiempo de dar a la Medicina General Integral (MGI) el verdadero papel de columna vertebral o asignatura rectora del proceso formativo del médico en Cuba, como lo recoge incluso el actual plan de estudios. A partir de esta idea no se excluye la participación en el proceso docente educativo, en su momento, del hospital y otras instituciones de salud del nivel secundario y terciario, pero se otorga mayor prioridad a la conversión de los policlínicos comunitarios en sedes universitarias donde se geste la docencia y la investigación, integradas a la asistencia médica. Todo ello partiendo de una concepción estructural y organizativa que dispondrá de las aulas multipropósitos, además de utilizar todos los recursos tecnológicos para una asistencia médica de calidad ahora incorporados también a la docencia bajo el concepto de Policlínico Universitario.4
DESARROLLO
Un concepto que influye determinantemente en el proceso de aprendizaje en el Policlínico Universitario y sobre todo en el aprender a aprender es el concepto de la ALFIN, término creado por la Asociación de Bibliotecas Americanas y que no es más que el conjunto de habilidades que requieren las personas para reconocer cuándo necesitan información, cómo localizarla, evaluarla y utilizarla eficazmente. Enfatiza en el contenido, la comunicación, el análisis, la búsqueda, evaluación y uso de la información.5
En dicha conceptualización se plantea además que la gran abundancia de información, por sí sola, no creará un ciudadano más informado, si no existe un grupo de habilidades necesarias para usar la información con efectividad. La ALFIN forma las bases para el aprendizaje a lo largo de la vida y es común a todas las disciplinas, ambientes de enseñanza y a todos los niveles de la educación. Para que una persona se considere alfabetizada en información debe ser capaz de:5
1. Determinar la magnitud de la información que necesita.
2. Acceder a la información que requiere efectiva y eficientemente.
3. Evaluar la información y sus recursos críticamente.
4. Incorporar información seleccionada dentro de su base de conocimientos.
5. Usar la información con efectividad para lograr un propósito específico.
6. Comprender los aspectos económicos, legales y sociales relacionados con el uso y el acceso a la información.
Todos estos aspectos revisten una gran importancia tanto para estudiantes como para profesores con ánimos de lograr una autosuperación eficiente a través de la búsqueda de información. En el caso de la educación superior, se señala que la alfabetización en información incrementa la competencia de los estudiantes para evaluar, administrar y emplear información; por esta razón, varias asociaciones de acreditación, regionales o de especialidades, la consideren como un resultado clave para los estudios universitarios.
Los orígenes de la ALFIN en Cuba se sitúan en los estudios dedicados a la cultura de la información, publicados en la revista Ciencias de la Información en el año 2000, la ponencia presentada por la Dra Gloria Ponjuán Dante en el congreso INFO´02, la tesis de licenciatura de Yohannis Martí Lahera realizada en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y la monografía publicada por el Dr. Mario Nodarse Rodríguez en el Web de Infomed.
La arista que con mayor frecuencia se ha tratado por la comunidad cubana de investigadores en ALFIN es el diseño de programas para su ejecución. En este caso los sectores con mayor presencia son la educación superior y la salud pública cubanas.
La ALFIN en Cuba se encuentra tal vez en una fase de iniciación y familiarización, las líneas de investigación futuras podrán ser muchas. En concordancia con el escenario internacional, se imponen la estandarización de normas nacionales, la evaluación del proceso y la iniciación de esta actividad en otros sectores como las bibliotecas públicas, la enseñanza primaria y secundaria, así como las empresas cubanas.6
El programa de la ALFIN para el Sistema Nacional de Salud plantea como problemática que a pesar de las inversiones y los recursos tecnológicos que se han dedicado a mejorar el acceso a la información y al conocimiento, estos no son suficientes si los recursos humanos no cuentan con los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias; por esta razón el programa establece como primer objetivo definir las competencias núcleo de ALFIN para los trabajadores del Sistema Nacional de Salud. Por otra parte los alcances que el programa se propone para los profesionales de la salud se enmarcan en el reconocimiento de la importancia de la información, el conocimiento de las principales fuentes y recursos de información disponibles en la Biblioteca Virtual de Salud en Infomed e Internet, la toma de decisiones informadas y la identificación de brechas en el conocimiento para proponerse investigaciones y acciones de superación.7
En Cuba se condujo una investigación que aborda algunas de las facetas de la alfabetización de la información relacionado con la salud precisamente y en el año 1994, López, JA y Santovenia JR,8 publicaron un trabajo, centrado en el médico de la familia como usuario de la información. En este artículo, se expusieron los resultados de un estudio realizado con los residentes de medicina general integral en un policlínico de Ciudad de La Habana. Los autores determinaron las necesidades informativas de la población estudiada como base del establecimiento de un servicio de diseminación selectiva de la información, a partir de una encuesta elaborada previamente. Paralelamente, se sostuvieron varios encuentros con los médicos, con la finalidad de brindarles instrucción teórico-práctica acerca de las posibilidades que ofrecían las fuentes y servicios de información disponibles; con ello, se pretendía crear ciertos hábitos y habilidades necesarios para un consumo productivo de la información. Los resultados de la encuesta revelaron diferentes niveles de conocimiento sobre los servicios de información existentes entre los médicos de la familia. Al preguntárseles sobre la frecuencia con que utilizaban hasta entonces los servicios y fuentes informativas, solo 1 (8, 33 %) respondió que mucho; mientras 5 (41, 66 %) dijeron que regular, 4 (33, 33 %) que poco y 2 (16, 66 %) que muy poco.
A pesar de las acciones antes referidas, los médicos de la familia no han recibido, en general, un adiestramiento que les permita acceder y utilizar adecuadamente los recursos informativos puestos a su disposición. La atención prestada a su educación y formación como usuarios ha sido inestable y dispersa. Además, es escasa la retroalimentación que comúnmente existe entre estos y las bibliotecarias de los policlínicos correspondientes a las áreas de salud donde brindan sus servicios. Estos mismos médicos de familia son los profesores de los Policlínicos Universitarios. Se impone entonces una interrogante. ¿Están lo suficientemente alfabetizados en información nuestros profesionales para alfabetizar a los estudiantes de medicina? Queda aún bastante por hacer en este sentido.
En otros países la situación no es muy diferente y es así como por ejemplo, en Estados Unidos, DaRosa DA y otros publicaron, en 1983, el articulo titulado: "Estudio de las habilidades para la búsqueda de información entre los estudiantes de medicina y docentes médicos". Su objetivo fundamental fue comparar las habilidades de los estudiantes de tercer y cuarto años de medicina y de los médicos para resolver los problemas que requieren de una revisión de la literatura actualizada, así como determinar los procedimientos de búsqueda de los tres grupos. Los temas giraron alrededor de una pregunta sobre el cuidado de un paciente y se realizaron las anotaciones pertinentes para registrar sus procesos de búsqueda de la información. Los resultados no indicaron diferencias, entre los tres grupos, sobre cómo resolver exactamente los problemas del cuidado del paciente; hubo una diferencia en los procesos de la búsqueda entre los estudiantes de tercer año y los médicos y no entre los estudiantes de tercer y cuarto años o entre los médicos y los estudiantes de cuarto año en sus métodos de búsqueda de la información. Los resultados promedios indicaron que los tres grupos necesitaban entrenamiento adicional en el acceso a la literatura para la toma de decisiones en el cuidado del paciente.9
Se plantea además, que la incorporación de la alfabetización en información por medio del currículum de estudios, en los programas, servicios y en la vida administrativa de la universidad, requiere los esfuerzos conjuntos de docentes, bibliotecarios y administradores. La obtención de las habilidades para una alfabetización en información multiplica las posibilidades del estudio individual de los estudiantes, los compromete a utilizar una variedad de recursos de información para expandir sus conocimientos, hacer preguntas bien informadas y perfeccionar su pensamiento crítico. La integración curricular de estas habilidades favorece la aplicación de métodos de enseñanza centrados en el estudiante como en el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje basado en evidencias y el aprendizaje en investigaciones.5
Las personas alfabetizadas en información son aquellas que han aprendido cómo aprender. Ellas conocen cómo aprender, porque ellas conocen cómo se organiza el conocimiento, cómo encontrar y utilizar la información de forma que otros puedan aprender de ellos. Ellas son personas preparadas para aprender a lo largo de la vida, porque ellas pueden siempre encontrar, al alcance de sus manos, la información que necesitan para alguna tarea o toma de decisión. Las personas necesitan educación y esto incluye entrenamiento en información para convertirse en usuarios productivos y efectivos de la información. Lograr ciudadanos educados, alfabetizados en información, se ha convertido rápidamente en un objetivo importante para muchos países. Una forma de dirigir el tema de la información es asegurar que las personas se alfabeticen en información.10
Este es un tema muy importante hoy día sobre todo en asignaturas integradoras como las que forman parte de este nuevo programa de estudios. Es además un acicate para profesores y estudiantes mantenerse actualizados y saber cómo hacerlo.
A este respecto Pablo Peña aboga por distintos métodos de localización de la información a través de una ruta crítica o cartografía del conocimiento tradicional o digital que permita conocer el contenido, en qué formatos, en qué lugares y cómo acceder, que debe ser resuelto por los servicios de búsquedas, recuperación, acceso y navegación en la web y otras nuevas tecnologías como trazado de mapas, etc. Son los buscadores que brindan INTERNET, y el localizador de información de la salud (LIS), que permite hacer búsquedas y recuperación de información sobre los temas de salud para cualquier región de las Américas. Estas herramientas permiten el acceso rápido e inmediato a todo el caudal del conocimiento humano.11
Bill Gates, por su parte plantea un nuevo enfoque de esta problemática y define el comportamiento de las personas y cómo esta cultura les concede mayor autonomía y les permite extraer más provecho de su mente, transitando desde el estilo de trabajo de la red, hacia un estilo de vida de la red, hasta llegar al enfoque del Sistema Nervioso Digital donde no existiría el papel y se eliminan un conjunto de trámites burocráticos que brindará más autonomía a los usuarios, de manera que los empleados utilicen las herramientas que resuelvan estos problemas engorrosos y se dediquen a ocuparse de aspectos más complejos de su trabajo.12
Después de haber revisado todos estos estudios sobre la alfabetización en información el autor considera que las personas necesitan educación y esto incluye entrenamiento en información para convertirse en usuarios productivos y efectivos de la información.
Sobre el tema José Ma. Sánchez Nistal expresó, "los documentalistas saben cómo fabricar y distribuir los ladrillos, pero que su problema es cómo construir una estructura con ellos".13 Esta reflexión se alude al paso necesario que media desde la alfabetización de la información a la gestión del de la información y de esta última a la gestión del conocimiento, elementos también imprescindibles para un eficaz proceso enseñanza aprendizaje en el contexto actual del Policlínico Universitario.
CONCLUSIONES
Se ha abordado de manera sucinta el impacto de alfabetización de la información para estudiantes y profesores de los Policlínicos Universitarios. Nada ni nadie en este sector queda al margen de su influencia. Conocer en qué consiste y la manera de dominarla es el primer paso para lograr la excelencia del proceso enseñanza aprendizaje. Las ventajas que supone estar alfabetizado en información son cuantiosas y ya visibles. Mucho se ha avanzado, pero es precisamente en los Policlínicos Universitarios donde todavía queda mucho por hacer en este sentido.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Piña Loyola CN, López del Rey Rodríguez M. La formación del médico en Cuba: una perspectiva crítica de su historia. Pre-Congreso Provincial de Historia. Facultad de Ciencias Médicas de Cienfuegos; 2005.
2. Piña Loyola CN, López del Rey Rodríguez M. La Universalización de la Enseñanza de la Educación Médica Superior en Cienfuegos. VI Taller Provincial de Ciencias Sociales. Facultad de Ciencias Médicas de Cienfuegos; 2005.
3. Castro F. Las ideas creadas y probadas por nuestro pueblo no podrán ser destruidas. Discurso pronunciado en la clausura del IV Congreso de Educación Superior, La Habana 6 de febrero de 2004. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado; 2004.
4. Ministerio de Salud Pública. Estrategias de implementación del nuevo modelo pedagógico para la formación de médicos en la atención primaria de Salud, Ciudad de la Habana, mayo de 2004. La Habana: Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas «Victoria de Girón»; 2004.
5. Association of College and Research Libraries. Information Literacy Competency: Standards for Higher Education [sitio en Internet]. [citado 8 Nov 2002]. Disponible en: http://eprints.rclis.org/handle/10760/7963
6. Meneses Placeres G. Evolución y estado actual de la alfabetización en información en Cuba. Acimed [serie en Internet] 2009. [citado 19 Sep 2010];19(5). Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1024-94352009000500006&lng=es
7. Programa de Alfabetización Informacional para el Sistema Nacional de Salud. Consejo de Dirección del MINSAP, 14 de Nov, 1997. La Habana: CNICM-Infomed; 1997.
8. López JA, Santovenia JR. El médico de la familia como usuario de la información. ACIMED [serie en Internet]. 1994 [citado 10 Ago 2005];2(1):14-6. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1024-94351994000100004&lng=es
9. DaRosa DA, Mast TA, Dawson-Saunders B, Mazur J, Ramsey DE, Folse JR. A study of the information-seeking skills of medical students and physician faculty. J Med Educ. 1983;58(1):45-50.
10. Rader HB. Educating students for the information age: the role of the librarian. The first China-United States library conference. August 21-23, 1996. National Library of Medicine, Beijing. China [sitio en Internet]. [citado 11 Ago 2005]. Disponible en: http://darkwing.uoregon.edu/~felsing/ala/rader.html
11. Peña Vendrell P. To know or not to be, Conocimiento, Capítulos I-IV. La Habana: Ediciones DINTEL; 2001.
12. Gates B. Empresa a la velocidad del pensamiento. Las mejores ideas de los Gurús. Técnicas de Gestión Empresarial. Barcelona: Ed. Planeta; 2001.
13. Nistal Sánchez JM. Mesa redonda sobre gestión del conocimiento. Feria Internacional de las tecnologías de la información. SIMO TCI. Madrid, 1998. El profesional de la información. 1999;8(3):43-6.
Recibido: 3 de enero de 2011.
Aprobado: 18 de enero de 2011.
Dr. Amílcar Duquesne Alderete. Policlínico Universitario 19 de Abril. Calle Tulipán, esquina Panorama. Nuevo Vedado, Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. Teléf: 8819131. 8810631. Correo electrónico: alduque@infomed.sld.cu