INTRODUCCION
La declaración de Bolonia inició un proceso de reforma educativa que cambió el enfoque de la educación superior. Las universidades del Espacio Europeo de Educación Superior supeditaron la obtención del grado a la formación por competencias.1) Esta adquisición de competencias resulta de la integración de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores,2) las cuales, si son comunes a todos los grados, se clasifican en genéricas, y en específicas, si difieren en cuanto a titulaciones. Dentro de las genéricas se encuentran los bloques de competencias instrumentales, sistémicas, y personales o interpersonales.3) El diseño de contenidos para cada grado permite adiestrar y habilitar al alumno en el correcto desempeño profesional, y lo capacita para la adquisición de dichas competencias.4
El título de grado en Podología consta de 240 créditos ECTS (European Credit Transfer System), estructurados en cuatro años.4) Durante el segundo, los alumnos cursan la asignatura Quiropodología I (6 créditos ECTS de carácter obligatorio), enmarcada en el bloque de Quiropodología y Cirugía Podológica).4,5) En el tercer y cuarto años, los alumnos cursan las asignaturas Practicum Podológico I y II, englobadas en el bloque Practicum Clínico Integrado, con un total de 24 créditos ECTS, todos de carácter obligatorio.4
La onicomicosis es la infección más frecuente entre las patologías infecciosas que afectan a las uñas, con una prevalencia mundial del 5,5 %.6 Para su correcto diagnóstico no es suficiente la realización de una exploración física, sino que tiene vital importancia efectuar pruebas de laboratorio complementarias que confirmen el diagnóstico y permitan establecer un tratamiento adecuado.6,7) La contaminación de la muestra durante el proceso de obtención resulta frecuente,8) con el consecuente retraso en el establecimiento del tratamiento y el incremento del gasto sanitario. Por ello, entre los contenidos de la asignatura Quiropodología I se encuentran la capacidad de manejar correctamente el instrumental específico y conocer los métodos de esterilización, así como realizar correctamente los procedimientos de toma de muestras para su posterior envío al laboratorio. En esta asignatura los alumnos adquieren una experiencia de tipo preclínica, sin acceso a pacientes reales. Sin embargo, en las asignaturas Practicum Podológico I y II, los estudiantes integran los conocimientos adquiridos a lo largo de su formación y los aplican durante la realización de prácticas clínicas supervisadas, con pacientes reales y bajo la tutela de docentes competentes.4
El principal objetivo del presente estudio es evaluar la competencia de los alumnos del grado en Podología en la realización de la toma de muestra ungueal (TMU) como experiencia preclínica y clínica.
METODOS
Permisos y muestra
El estudio se llevó a cabo de acuerdo con los principios de la Declaración de Helsinki y fue aprobado por el comité de bioética de la Universidad (Referencia: 8/2017). Todos los participantes firmaron el consentimiento informado correspondiente.
Un total de 75 alumnos del grado en Podología participaron en el estudio, de los cuales, 45 estaban en segundo curso y 30 en cuarto. La muestra de segundo curso quedó compuesta por 33 mujeres y 13 hombres, con una edad media de 22,6 ± 5,5 años. En cuarto curso participaron 16 mujeres y 14 hombres, y la edad media fue de 24,5 ± 4,5 años. Los alumnos de segundo curso realizaron por primera vez el procedimiento de toma de muestras ungueales (TMU) como parte de su entrenamiento preclínico (Quiropodología I), mientras que los alumnos del cuarto tenían experiencia clínica previa (Practicum I y II).
Criterios de inclusión
Los criterios de inclusión fueron: cursar el segundo curso y realizar por primera vez la práctica preclínica de toma de TMU, y pertenecer al cuarto curso con la práctica preclínica de TMU de segundo curso superada, además de dos semestres de prácticas clínicas. Para los participantes con rol de pacientes, los criterios de inclusión fueron: estar en segundo o cuarto curso, y no seguir tratamiento antimicótico.
Protocolo para la realización de la toma de muestras
Una vez finalizada la formación teórica, los alumnos realizaron el procedimiento de TMU según el protocolo de actuación descrito en la tabla 1. Todos los alumnos dispusieron de las instalaciones, los materiales y los equipos de protección individual necesarios para el correcto desempeño de la tarea: alcohol 70º, alicates y fresas para uñas, mango y hojas de bisturí, torundas, placas de Petri, gafas, mascarilla y guantes. El docente supervisó el procedimiento de TMU realizado por cada estudiante y anotó las desviaciones con respecto al protocolo. Finalmente, las muestras fueron remitidas al laboratorio de microbiología de referencia y procesadas por personal cualificado.
Variables analizadas y pruebas estadísticas
Todas las variables estudiadas fueron cualitativas y dicotómicas, con excepción de la edad, que se transformó en una variable cualitativa de 3 categorías (tabla 2). Los datos se trataron mediante el programa estadístico SPSS, versión 22.0. Las técnicas utilizadas fueron: estudio y depuración de datos, análisis descriptivo de las variables, distribución de frecuencias, cálculo de medias, Test Chi cuadrado y Test exacto de Fisher, con un nivel de significación α = 0,05.
RESULTADOS
Características de los alumnos según el curso
De los 45 alumnos de segundo curso, ninguno tenía experiencia previa en TMU ni en la realización de quiropodias; por ello, la media de TMU y de quiropodias en estos fue de 1 por alumno, correspondiente a la práctica realizada. Sin embargo, de los 30 de cuarto curso solo 8 habían realizado menos de 4 TMU y todos tenían experiencia previa en quiropodias, adquirida durante el entrenamiento práctico clínico. En concreto, para el cuarto curso, la media de TMU por alumno resultó de 4,7 y la media de quiropodias por alumno se situó en 68,8 (Tabla 3).
Adquisición de la competencia
Durante su primera práctica preclínica, casi la mitad de los alumnos de segundo curso consiguieron realizar correctamente una TMU y no se observaron cultivos contaminados tras el período de incubación en el laboratorio. En relación con los alumnos de cuarto curso, la mayoría demostró haber adquirido la competencia durante la realización de la práctica preclínica y/o durante las prácticas clínicas. Se observaron diferencias estadísticamente significativas en la adquisición de la competencia entre alumnos de segundo y cuarto curso (Tabla 3).
Los alumnos que no adquirieron la competencia representaron el 51,1 % de aquellos de segundo curso y el 23,3 % de los de cuarto. Las desviaciones con respecto al protocolo de TMU que con más frecuencia se observaron en el caso de los estudiantes de segundo fueron un exceso de apertura de la placa de Petri (28,9 %) y la posible pérdida de esterilidad del instrumental (17,8 %). Por otra parte, en los alumnos de cuarto curso, se detectó que no aplicaban alcohol de 70º en el área de trabajo (10 %) y que no usaban la mascarilla (2,2 %).
Al analizar las variables que pudieran influir en la adquisición de la competencia, se observó que ni el sexo ni la edad constituyeron factores determinantes en el proceso de TMU (p-valor = 0,490 y 0,173, respectivamente). Sin embargo, el tipo de prácticas que realizó el alumno y la experiencia que poseía, tanto en TMU como en quiropodias previas, resultaron factores que influyeron decisivamente en que los alumnos realizaran correctamente el proceso de TMU (p-valores = 0,018, 0,027 y 0,016, respectivamente) (Tabla 3).
DISCUSION
La bibliografía consultada no aportó evidencias concluyentes con respecto a la influencia del sexo en el aprendizaje.9,10,11) Tampoco hay consenso al analizar el efecto de la edad como condicionante para tener éxito en el estudio,10 aunque algunos autores defienden que la edad es un factor influyente en el desarrollo de las habilidades pro sociales para el aprendizaje del alumno universitario.10 En este sentido, tampoco el presente trabajo puede establecer la influencia de la edad y el sexo en el proceso de adquisición de la competencia TMU, a pesar de que la horquilla de edad de los participantes fue amplia.
La asignatura Quiropodología I permite al alumno familiarizarse con los equipos, el instrumental y el mobiliario, al desarrollar conocimientos, habilidades y competencias relacionadas con su profesión.2,12Además, las competencias en Quiropodología están entre las mejor adquiridas durante el grado en Podología y muestran muy buenos resultados de aprendizaje.2) Sin embargo, la mayoría de los alumnos que efectúan por primera vez la práctica preclínica de TMU, no realizan correctamente el procedimiento, lo que da lugar a muestras contaminadas. Esto concuerda con la idea de que el estudiante no consigue desarrollar todas las competencias en el período formativo inicial, sin ninguna experiencia práctica previa.13,14
Para lograr un aprendizaje significativo se requiere no solo de entrenamiento práctico, sino de un trabajo simultáneo de ejercicios, resolución de dudas y orientación por parte del docente.9) Es por ello que pensamos que la mayoría de los alumnos de cuarto curso, que han superado las asignaturas Practicum I y II, han demostrado haber adquirido la competencia satisfactoriamente, a pesar de descuidar la importancia del uso del alcohol y de las mascarillas. El entrenamiento práctico y la experiencia previa en realizar TMU y quiropodias son factores influyentes para realizar correctamente el proceso. La experiencia necesaria para el manejo instrumental que se requiere en la realización de quiropodias, facilita la correcta adquisición de la competencia TMU. Esta experiencia también se pone de manifiesto en la capacidad de los alumnos de cuarto curso para revisar las condiciones de trabajo necesarias para llevar a cabo el proceso, organizar y supervisar el equipamiento necesario, la destreza manual en el manejo de la placa de Petri y del instrumental manteniendo las condiciones de esterilidad. Son alumnos capaces de identificar y resolver problemas más eficientemente.2) En definitiva, han tenido tiempo para integrar los conocimientos, experimentarlos profesionalmente y desarrollar de forma adecuada la competencia.
Consideramos, por tanto, que el entrenamiento práctico tutelado determina la correcta adquisición de competencias y, en última instancia, favorece un diagnóstico acertado de onicomicosis y la prescripción del tratamiento correcto. No obstante, con el objetivo de reducir al máximo el porcentaje de alumnos que no consiguen adquirir correctamente la competencia de TMU en sus prácticas programadas habituales, proponemos la realización de prácticas de refuerzo antes o durante la asignatura Practicum III.
Según los resultados obtenidos, la mayoría de los alumnos del Grado en Podología han adquirido competencia en el proceso de TMU tras finalizar la asignatura Practicum II. Por otra parte, la práctica preclínica realizada en la asignatura Quiropodología I permite al alumno conocer el procedimiento correcto para la TMU y desarrollar la capacidad para realizar este proceso; si bien el principal factor que determina la adquisición de la competencia es la experiencia clínica, que supone la realización del Practicum I y II completos. Por tanto, sería deseable repetir la experiencia en cursos posteriores, con el objeto de incrementar el tamaño muestral e incluir algunas variables que no se analizaron, entre ellas, valorar la experiencia clínica en TMU de los alumnos al finalizar la asignatura Practicum III.