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ACIMED

versión impresa ISSN 1024-9435

ACIMED v.14 n.6 Ciudad de La Habana nov.-dic. 2006

 

Conocimiento científico e información científica

Dr. Enrique González Suárez1

Resumen

Se establece la inconsistencia metodológica de la concepción “piramidal” de la correlación entre la información científica y el conocimiento científico. Se examinan los conceptos reflejo e información, conocimiento científico e información científica. De manera general, la información se define como aquella parte del reflejo que puede transmitirse, objetivarse (variedad reflejada). Sobre esta base, se examina la diferencia entre los conceptos “conocimiento científico” e “información científica”. El conocimiento científico se define como el reflejo adecuado de la realidad que toma forma lingüística (lo que también constituye una definición de la información científica en un sentido amplio). Se expone también, la definición de información científica, como conocimiento científico transmitido, en el sentido que se emplea en la Ciencia de la Información y la actividad científico-informativa.

Palabras clave: Reflejo, modelo, información, conocimiento, conocimiento científico, información científica.

The methodological inconsistency of the pyramidal conception of the correlation between scientific information and scientific knowledge is established. The concepts reflex and information, scientific knowledge and scientific information are analysed. Generally, the information is defined as that part of reflex that may be transmitted and objetivized (reflected variety). On this basis, the difference between the concepts “scientific knowledge” and “scientific information” is examined.The scientific knowledge is defined as the adequate reflex of reality taking a linguistic form (it is also a definition of scientific information in a wide sense). The definition of scientific information is exposed as the transmitted scientific knowledge, since it is used in Information Science and in the scientific-informative activity.

Key words: Reflex, model, information, knowledge, scientific knowledge, scientific information.

Copyright: © ECIMED. Contribución de acceso abierto, distribuida bajo los términos de la Licencia Creative Commons Reconocimiento-No Comercial-Compartir Igual 2.0, que permite consultar, reproducir, distribuir, comunicar públicamente y utilizar los resultados del trabajo en la práctica, así como todos sus derivados, sin propósitos comerciales y con licencia idéntica, siempre que se cite adecuadamente el autor o los autores y su fuente original.

Cita (Vancouver): González Suárez E. Conocimiento científico e información científica. Acimed 2006;14(6). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol14_6_06/aci03606.htm [Consultado: día/mes/año].

Actualmente, es común considerar la información como estructuración de datos y el conocimiento como el sistema interconectado de datos e información, a pesar de que desde los años sesenta del pasado siglo xx, se criticó la falta de sustentación metodológica de esta concepción “piramidal”.

Según A. Ursul, autores como L. Brilliuen, F. Mahlup y G. A. Lajtin, entre otros, examinan la información científica no como teoría (o hipótesis), sino como material en bruto, principalmente como datos, mensajes que suministran las ciencias teóricas y empíricas,1 es decir, existe el criterio de que el término información se relaciona con fenómenos y hechos aislados; y que el término conocimiento se utiliza para designar el sistema interconcatenado de ellos.

Según esta idea, G. A. Lajtin señala que “la información no son teorías ni hipótesis, sino sólo material en bruto. La acumulación de información, es decir, de datos primarios, conduce a saltos cualitativos: descubrimientos, nuevas leyes, etcétera. Por ejemplo, los resultados de las observaciones astronómicas de Tycho Brahe constituyen la información sobre la base de la cual Kappler dedujo las leyes del movimiento de los planetas, que no son información, sino el producto de su generalización?2 Al igual que F. Mahlup,3 G. A. Lajtin considera el conocimiento como la “información ordenada?

Este punto de vista con respecto a la correlación de los conceptos de información científica y conocimiento científico es discutible y la ciencia de la información no lo acepta, porque considera los hechos, leyes, hipótesis y teorías en calidad de información científica de diverso grado de organización, información de niveles y formas distintas.4

Detengámonos un momento en la manera en que se contradice en dos momentos distintos L. Brilliuen. En un momento, este autor plantea que “… la información es material en bruto y está compuesta de una simple recolección de datos, mientras que el conocimiento supone determinado razonamiento o juicio que organiza los datos mediante su comparación y clasificación. El siguiente paso conduce al conocimiento científico y la formulación de leyes científicas.5 Es evidente que esta comprensión de la información nada tiene que ver con lo que este autor escribe en su libro dedicado al análisis informacional teórico, donde examina este concepto como “ función de la relación del número de respuestas posibles antes y después (de obtener información), y nosotros elegimos una ley logarítmica para denotar la propiedad aditiva de la información que está contenida en situaciones independientes?.6

Al respecto, coincidimos con A. Ursul y K. V. Kazantsieva,5 que afirman que el concepto probabilístico teórico al que se refiere L. Brilliuen, si el mismo se relaciona con los procesos de comunicación entre las personas, necesariamente supone determinado razonamiento, la construcción de variantes alternativas, hipótesis, suposiciones, etcétera. Sin hipótesis no hay transmisión de información entre las personas, según la interpretación estadística probabilística de la información -evidentemente esta es una interpretación estrecha. El material en bruto, los datos, no constituyen información en el sentido apuntado, si antes no se formula una hipótesis sobre ellos, en base a una teoría. Por supuesto que la transmisión de información en dispositivos técnicos, en los biosistemas puede ocurrir sin la construcción de hipótesis previas, pero, en este trabajo, no se examinarán estos procesos probabilísticos por cuanto el discurso versa sobre los procesos de comunicación social.

A pesar de que, en la comunicación social, ocurren procesos no estadísticos de transmisión de información, que se representan por las variantes no probabilísticas de la teoría de la información, L. Brilliuen no se ocupa de ellos. Sin embargo, es necesario aclarar que su concepción de la información como material en bruto no tiene sustentación científica, aunque actualmente es frecuente el empleo de esta concepción en forma piramidal (dato­información­conocimiento).

Si se sigue el ciclo del movimiento de los conocimientos que se han originado en un investigador teórico en base a la información factográfica, estos conocimientos deben transmitirse a otro individuo involucrado en la investigación científica, a la comunidad científica, que debe percibirlos, verificarlos y valorarlo, es decir, el investigador teórico debe transmitirlos, objetivar sus conocimientos por medio del lenguaje oral o escrito, los medios masivos de comunicación, y otros. Pero él, en este momento, no transmite datos, sino teoría, y para los medios de comunicación científica o masiva no es de interés qué es lo que se transmite La propia idea de la transmisión de mensajes, de donde surgió el concepto científico de información, es invariante respecto al tipo de conocimiento que se transmite, sean hechos científicos, teorías, hipótesis, etc.

Aunque no es el único, el objetivo principal de la actividad cognoscitiva es la obtención de conocimiento veraz -en correspondencia con esto, transmisión de información fidedigna para los procesos de comunicación científica. Y a pesar de que en el proceso de actividad cognoscitiva tiene lugar la obtención de información científica en un sentido amplio, incluidos hechos y teorías, no es menos cierto que existen cantidades diferentes en la obtención de ellos.

En la ciencia, lo más frecuente es el examen de las comunicaciones científicas en las que se transmite información empírica, en particular, factográfica. De mayor valor es la información sistematizada transformada en teoría, a pesar de que ocupa una parte menor de los procesos de comunicación científica. Además, lo que más se conserva en los archivos científicos es el conocimiento científico generalizado y sistematizado.

¿Significa esto que la información ocupa el lugar del conocimiento? ¿Es posible basarse en el criterio de L. Brilliuen de que el conocimiento se diferencia de la información por el grado de su sistematización, de su generalización? Coincidimos con A. Ursul, cuando plantea que el criterio de este autor no es definitorio y, por tanto, a pesar de la autoridad del gran científico francés, no debe ser el fundamento para diferenciar la información del conocimiento.

L. Brilliuen brinda diferentes definiciones del concepto información, propone diferentes juicios para diferenciarla del conocimiento, pero, a pesar de que la propia idea de que existen diferencias entre ambos conceptos es correcta, los fundamentos en que se basa no lo son, debido a que ignoró las propuestas de la metodología del materialismo dialéctico relacionadas con este tema, y empleó la teoría de la información.

El propósito de la presente contribución es mostrar que la comprensión correcta de la correlación entre el conocimiento científico y la información científica es posible sólo desde la posición de la filosofía marxista-leninista como metodología general de la Ciencia de la Información.

Necesidad del análisis de los aspectos epistemológicos y ontológico (Científico Concreto) de la Información

Desde hace mucho tiempo, los especialistas estudian el concepto “información”. De la concepción inicial de la información como transmisión de datos se pasó a los intentos de medir la información (1920-30); pero es hasta 1948, cuando se publica el artículo de K. E. Shannon, titulado: “Teoría matemática de la comunicación”, que comienza la verdadera historia de la teoría de la información.

En el análisis del uso actual del término información, se constatan cuatro significados básicos:

  1. Novedad, comunicación sobre el estado de algo, es decir, mensaje sobre algo que se transmite a los demás.
  2. Incertidumbre disminuida como resultado de recibir un mensaje.
  3. Comunicación relacionada de forma inseparable con la dirección; señales unidas a características sintácticas, semánticas y pragmáticas.
  4. Reflejo de la variedad en cualquier objeto o proceso de naturaleza viva o no.

Sin embargo, a pesar de los diversos enfoques científicos del concepto información, no se ha abordado con suficiencia su aspecto ontológico.

El tratamiento poco preciso del principio de la dualidad de los aspectos en el contexto de la información ha conducido a serias dificultades teóricas cuando se intenta responder preguntas como: ¿es la información un fenómeno ideal o material? ¿Cómo puede ser un fenómeno ideal y, al mismo tiempo, no considerarse como sustancia ideal? Si es material, ¿cuál es su fundamento? ¿Es la información una propiedad de todos los objetos materiales, o sólo de los seres vivos y autorregulados?, etcétera.

Estas dificultades se constatan en los enfoques de autores como Emilia Currás , que, según N. Angulo Marcial: “sostiene que la información no existe por si misma y que sólo se produce en nuestro cerebro cuando la percibimos, analizamos y enjuiciamos, según la intencionalidad que captamos en ella” . 6 Currás sugiere considerar la información desde dos enfoques diferentes:

  1. “La información como fenómeno, que se genera en el entorno, con independencia de nosotros, y es susceptible de captarse en forma consciente.
  2. La información como proceso, elaborada por nosotros mismos, a partir de documentos”.6

Las respuestas a estas preguntas y otras relacionadas con ellas serían de gran ayuda para el análisis de la información como una categoría científica general, y ello tiene una significación particular en las condiciones actuales de revolución científica y técnica, que presenta como una de sus características, la transmisión de las funciones informacionales del hombre a la máquina en amplias proporciones.

La categoría interacción

Esta categoría denota los procesos de influencia que ocurren entre distintos objetos, su mutua condicionalidad, el cambio de estado, el paso mutuo de los objetos (fenómenos o cosas), así como el impacto de un objeto en otro.

La interacción es un tipo de nexo directo o indirecto (mediatizador), externo o interno entre realidades.

En los procesos de interacción de unos objetos con otros es que se manifiestan sus propiedades y pueden conocerse.

El concepto interacción se vincula profundamente con el de estructura. La interacción actúa como factor integrador por cuyo intermedio ocurre la unión de las partes en determinado tipo de integración (totalidad única).

La interacción posee un carácter objetivo y universal. En su universalidad se expresa el nexo mutuo de todos los niveles estructurales del ser (todo lo que existe), la unidad material del mundo.

El principio de la interacción se concreta en el estudio de la causalidad, al determinar la relación causa efecto. Cada ángulo o lado interactuante funge como causa del otro y como consecuencia de la influencia o acción simultánea inversa del lado o ángulo opuesto.

La interacción condiciona el desarrollo de los objetos y fenómenos. Precisamente, la interacción de los contrarios constituye la fuente más profunda, la causa básica y final del surgimiento, automovimiento y desarrollo de los objetos y fenómenos. Cada forma de movimiento de la materia posee en su base, determinados tipos de interacción de los elementos estructurales.

Las formas complejas de interacción caracterizan la vida de la sociedad, porque ésta es el “producto de la interacción entre las personas”.7

La categoría interacción constituye un principio metodológico fundamental del conocimiento de los fenómenos naturales y sociales. Para la ciencia, es una verdad incuestionable que cada interacción, vinculada con polos materiales, se acompaña de transferencia de materia, movimiento e información. Cualquier objeto o fenómeno puede comprenderse y definirse sólo en el sistema de relaciones e interacción con otros fenómenos circundantes, sus partes, lados (o ángulos) y propiedades. El conocimiento de las cosas significa el conocimiento de sus interacciones, al tiempo que es un resultado de la interacción entre el sujeto y el objeto.

La categoría reflejo

El reflejo es la reacción (cambio, huella o trazo) de cualquier cosa (fenómeno) que interactúa con otra. Esta reacción siempre se encuentra en determinada correspondencia o semejanza con algún lado de la cosa que actúa sobre la otra. En la base de esta correspondencia, se encuentran las leyes de interacción entre las cosas.

A consecuencia de la interacción entre las cosas, la relación entre ellas porta carácter de reflejo mutuo. Cualquiera de las cosas, objetivamente, son simultáneamente reflejada y reflectora respecto a la otra. En determinadas condiciones, surgen reacciones de un tipo particular - no a la magnitud absoluta del ángulo energético de la interacción, sino a su magnitud relativa y orden (organización, estructura). Entonces, aparece en un primer plano, la relación unilateral de una cosa -como primaria, inicial, independiente- respecto a la otra -secundaria, derivada, dependiente de la primera. Esto constituye el fenómeno que se nombra por el término reflejo.

Los fenómenos reflejos se realizan en los altos niveles de organización de los sistemas materiales capaces de conservar sus propiedades esenciales, su integridad en el entorno cambiante. En las condiciones de la Tierra, entre esos sistemas se encuentra las sustancias vivas.

El reflejo puede estudiarse o investigarse:8

  • En los límites de un acto aislado de interacción del cuerpo reflejado y el que lo refleja.
  • En un sistema de actos de interacción, que en realidad constituye una u otra etapa del desarrollo.

En ambos casos, el reflejo puede examinarse desde un ángulo procesal o en un plano de resultado.

Relación original-copia

En los procesos de interacción, se distingue la relación original-copia que puede presentar dos tipos de nexos: los nexos potenciales y los nexos actuales.

El nexo potencial original-copia es un efecto material de la mutua interacción de los objetos materiales O y O', que tiene como resultado que algunas propiedades del objeto O se reflejen en la estructura del objeto O'.

El nexo potencial original-copia puede representarse de una manera muy simple mediante el esquema siguiente:

O O'

Nexo potencial original (O) copia (O')

Lo esencial de la interacción potencial original-copia es que la acción de un objeto sobre otro modifique la estructura de este último, al tiempo que fije o grabe en dicha modificación elementos de su propia estructura.

El nexo potencial original-copia tiene lugar cuando (O) y (O') no se comparan entre ellas; por ejemplo, una fotografía que nadie la utiliza, el texto de un documento y su fotocopia que ninguna persona lo relaciona.

En las condiciones anteriores, ambos objetos, (O) y (O'), son materiales, existen independientemente de un sujeto. Las cualidades de O contenidas en O', esto es, la copia de O, existe potencialmente en O' hasta tanto no se utilice.

¿Cuál es el fundamento de este nexo potencial original-copia? Puede ser uno sólo: la interacción que antecedió entre ambos objetos.

La interacción que sirve de base al nexo potencial original-copia puede ser de cualquier forma. Lo indispensable es que la acción de un objeto, de una manera u otra, cambie la estructura del otro, al tiempo que fija en este último, elementos de su propia estructura. Por ejemplo, la captación de la imagen de una persona mediante una fotografía transforma, por medio de procesos físico-químicos correspondientes, la película donde se graba la imagen. Este cambio de estructura es un proceso material.

Como se ha señalado, el nexo original-copia también puede ser actual. Esto ocurre cuando por una fotografía, se identifica a una persona desconocida, cuando se compara el texto de un documento y su fotocopia. Es decir, cuando existe un sujeto que compara el original con la copia, es decir, realiza una abstracción.

El nexo actual original-copia, no es material, es decir, no es una realidad objetiva que existe fuera de la conciencia. Lo material es sólo la forma en que se manifiesta, la forma de su objetivación, sea esta verbal o gráfica.

Se debe prestar atención a que, por ejemplo, la representación gráfica de O y de O' se corresponde con la realidad. Esto es así en estas condiciones, porque O y O' se conectan potencialmente en el nexo original-copia, lo cual es posible, porque anteriormente ocurrió la interacción entre O y O'. En el ejemplo de la fotografía, el encuentro de los fotones reflejados desde la cara del hombre con la emulsión de la película, fue lo que permitió, mediante una serie de transformaciones, obtener el retrato correspondiente.

Ilustremos esta idea con más precisión. El retrato obtenido mediante la fotografía de determinada persona es una copia material compuesta esencialmente por formas y colores. Mediante la abstracción, identificamos en ese fondo de formas y colores, la figura de una persona conocida. Es decir, la tarea principal del análisis cognoscitivo, al conformarse el nexo actual es la liberación de la huella contenida en O' de la propia naturaleza de este objeto. En caso contrario, no se percibe la huella de O en O´ sino el propio objeto O. Lo importante no son las particularidades del material donde se impregnó la representación, lo que interesa en la solución de esta tarea cognoscitiva es la semejanza entre el original y la copia.

Por otra parte, en realidad, es imposible separar la huella de O en O'. La “liberación” de la huella del objeto portador sólo es posible en la imaginación, en la abstracción. Por consiguiente, el nexo actual original–copia supone la abstracción de la huella, de la propia naturaleza de su portador. Con esta operación, la naturaleza del portador de la huella no sufre cambio alguno. Fuera de la conciencia del sujeto cognoscente, O´ (digamos, la fotografía) es un objeto material. Sin embargo, para el sujeto cognoscente, O´ respecto a O, se presenta como copia, como algo ideal, como imagen.

Por consiguiente, el nexo potencial original-copia se convierte en un nexo actual sólo en la conciencia de la persona cognoscente. Fuera de su conciencia, ese nexo se transforma nuevamente en un nexo potencial. El nexo actual original-copia, se efectúa mediante la actividad de abstracción que realiza el hombre.

Desde el punto de vista científico y materialista, lo ideal no puede ser una substancia. El concepto ideal es necesario para nombrar determinadas nexos entre las realidades materiales como las de homomorfismo, isomorfismo, semejanza, analogía, en fin, para hacer referencia a los nexos original-copia.

Fuera de los límites de los estudios epistemológicos, el concepto “ideal” pierde su sentido, porque no existe como sustancia opuesta a la materia. Más allá de esos límites, sólo se encuentran fenómenos materiales, a pesar de que, al tratar de conocerlos constantemente, se emplean medios de abstracción formadores de estructuras idealizadoras. El conocimiento que tiene el hombre, relativo al mundo material, en su aspecto epistemológico, siempre es ideal. La abstracción que separa el nexo ideal original-copia resulta adecuada a la realidad sólo si en las cosas reales, existen bases verdaderas para la abstracción; si en los conocimientos sobre las cosas reales que sirvieron de base para la abstracción, se encierran nexos de semejanza. Estas bases se originan en el curso de la interacción de las realidades materiales, desde las formas más elementales hasta las de mayor desarrollo.

Cuando lo ideal es una copia del original siempre está duplicado en estructuras materiales que se desarrollan en el curso de la interacción de los sistemas materiales. Lo ideal es un concepto indispensable para revelar, expresar y describir la semejanza, la correspondencia. Un ejemplo lo constituye la posibilidad que tiene el hombre de emplear en calidad de señal los signos. El significado de lo ideal para el conocimiento del hombre no se puede disminuir, porque gracias a la abstracción idealizadora, este posee la capacidad de establecer semejanza, porque tal tipo de abstracción idealizadora se encuentra esparcida en los actos cognoscitivos.9

¿Es la información un ángulo o una forma del reflejo?

La base de la comprensión del concepto reflejo según los razonamientos anteriores es la capacidad de transferencia mutua y transformación de estructuras de cuerpos interactuantes. El reflejo, como propiedad general de los cuerpos materiales es un ángulo de la interacción, la reacción de cualquier cosa (fenómeno) que interactúa con otra cosa; esta reacción siempre se encuentra en determinada correspondencia, semejanza con algún lado de las cosas que interactúan. A consecuencia de la mutua interacción de las cosas, las relaciones entre ellas tienen un carácter de reflejo mutuo, cualquiera de ellas en forma objetiva, es simultáneamente reflejada y reflectora respecto a la otra.

En el análisis del problema de la relación de las categorías reflejo e información, se distinguen dos enfoques principales:10

  1. El reflejo se define con la ayuda de la información.
  2. El concepto de información se fundamenta mediante la categoría reflejo.

Sin embargo, las concepciones que más se han difundido son:

  • La concepción que considera que la información se presenta como un aspecto, un ángulo de cualquier tipo de reflejo sea en la naturaleza o la sociedad.
  • La concepción que define la información como un tipo de reflejo, como un reflejo activo, útil; como plantean algunos autores, 11 cuando afirman que la utilidad se refiere al empleo del reflejo para fines de dirección.

Coincidimos con la concepción de autores como A.D. Ursul y K.V. Kazantsieva que mantienen el criterio de que la información actúa como determinado invariante del reflejo, específicamente aquél que puede objetivarse en la transmisión del reflejo.11

La información no abarca toda la representación, sino a aquel ángulo de ella que se objetiva, transmite y que constituye la parte invariante del reflejo.

Los estudios realizados sobre el reflejo confirman que la información es independiente de su portador, mientras que el reflejo no. El reflejo no se puede recodificar, transferir a otro portador material -por ejemplo, la música al color, o una pintura a la música. Sin embargo, la información se recodifica, se transfiere para dar lugar a imágenes en las cuáles la información es la invariante.

En la transferencia de información de un ser humano a otro, ocurre su objetivación (codificación, transformación), el reflejo se reduce, se integra. La imagen que existe en la conciencia del hombre como transmisor de información, es la base para su transmisión, y aquello que se transmite es sólo una parte de la imagen, el ángulo que puede existir en otro portador material. Esta información, obtenida por el receptor, le sirve de base para formarse una imagen, y esta imagen es más rica que la información recibida, porque es el resultado de la interacción entre el sujeto emisor y el receptor del nuevo portador de la información (el cerebro), el resultado es la formación de una nueva imagen a partir de lo inicial, desde la imagen del transmisor.

La mutua transferencia y transformación de las estructuras de los objetos o cosas que interactúan en la materia inorgánica constituyen, por su esencia, características internas de las propias interacciones físicas que carecen de alguna función complementaria -en la naturaleza viva ocurre lo contrario. Es por esto, que los resultados de las interacciones físicas internas y externas coinciden con los productos del reflejo en la naturaleza carente de vida.

Antes que surgiera la vida, las estructuras de unos objetos, reflejadas en forma de huellas en otros objetos, constituían fenómenos potenciales. De ahí que los reflejos en la naturaleza inorgánica, excluidos de la actividad cognoscitiva del hombre, pueden denominarse reflejos, modelos, sólo de una manera convencional. Ellos carecen de la función específica del reflejo humano, la “subjetividad”, es decir, su pertenencia al sujeto activo.12

En consideración a esto, los modelos, a nivel de la materia inorgánica, son los antecesores de los auténticos modelos, es decir, son protomodelos

Al mismo tiempo, todo modelo (incluso los protomodelos) que se originan en la materia inorgánica y que carece de la actividad cognoscitiva como la que posee el hombre, potencialmente contiene cierta estructura informativa sobre el objeto-original, es decir, contiene la copia del original.

Cualquier protomodelo se convierte en modelo en el sentido propio de esta palabra cuando la información potencial contenida en este, se separa, procesa y emplea en un sentido determinado. El principio de este tipo de reflejo caracteriza la esencia del reflejo psíquico -el psiquismo es el sistema de modelos (modelos internos) que refleja, impulsa, dirige y regula el camino de vida de la sustancia viva.

¿Cómo llegar a un concepto de información suficientemente general que incluya sus diferentes tipos y propiedades?

Para esto, es necesario, no sólo generalizar los conocimientos contemporáneos existentes en materia de información, sino también revelar las tendencias históricas y lógicas del desarrollo de este concepto.

En tal sentido, es indispensable separar los rasgos más generales y esenciales de la información. Uno de ellos es la diferencia, la variedad.

A mediados de los años cincuenta, el neurofisiólogo inglés y uno de los fundadores de la cibernética R. Ashby desarrolló la concepción de la diversidad a partir de la teoría de la información.13

Sostenía el autor de “Introducción a la cibernética” que por diversidad debe entenderse la característica de los elementos de un conjunto consistente en la no coincidencia de sus componentes.

Así, en un conjunto conformado por elementos iguales -por ejemplo, la sucesión a, a, a...) no existe ninguna diversidad. Si se mide su diversidad logarítmicamente, se obtiene que el logaritmo de la variedad -la unidad denota la identidad de los elementos- es nula.

Según el autor mencionado, la esencia de la concepción de la diversidad consiste en afirmar que la teoría de la información estudia los procesos de “transmisión de la diversidad” por los canales de comunicación, por lo que “la información no se puede transmitir en una cantidad mayor de lo que posibilita la cantidad de diversidad ”.13

A partir de las ideas de N. Wiener y los resultados obtenidos por K. E. Shannon, R. Ashby descubrió la ley de la diversidad necesaria. Para dirigir el estado de un sistema cibernético es necesario un regulador que limite la diversidad de la perturbación que puede alterar el sistema. Para esto, el regulado admite la diversidad que es necesaria y útil para el sistema.

Como se expresó, la condición básica que da derecho para afirmar que una cosa (sistema) es un modelo de otra, es la existencia entre ambas cosas (sistemas) de una relación de semejanza o correspondencia. Esta relación es un resultado de la interacción, en la que un ángulo de un objeto O se refleja en el del otro, O'. Este reflejo o representación en O' puede interpretarse como modelo según el sentido amplio de este concepto, porque responde a la condición básica de este concepto.

Por consiguiente, la información puede interpretarse como variedad modelada y esto no significa un simple cambio de términos. Sabemos que el reflejo es un concepto referido al aspecto gnoseológico de la realidad, mientras que el modelo apunta a su lado ontológico. Como se ha expresado, de esta manera, el reflejo psíquico y la modelación técnica pueden integrarse conceptualmente, al tiempo que es posible estudiar la información a partir de la teoría de la semejanza, de la comunicación, de la modelación y otros aspectos ontológicos, científico-concretos de la información como variedad.

Desde esta perspectiva, puede afirmarse que la información es variedad no solo reflejada (aspecto gnoseológico) y por tanto ideal (producto de la abstracción), sino también es variedad modelada -aspecto ontológico, científico-concreto- y por consiguiente, material. La fotografía de una persona es el resultado de un proceso de interacción material (físico y químico), donde se “encapsula” la imagen de la persona en un modelo que siempre es material. Esa imagen se abstrae por alguien y entonces, se reconoce que hay una persona en la fotografía. La arista del reflejo, constituida por la variedad, es modelada como retrato, y esta variedad, modelada objetivamente, que contiene la copia del original, se abstrae por una persona y representa psíquicamente por su cerebro. De esta manera, la variedad modelada se convierte en variedad reflejada psíquicamente. Por supuesto, que este ejemplo se justifica de una manera muy simple y no se ajusta totalmente a la realidad, pero destaca los aspectos gnoseológico y ontológico de la información como variedad reflejada y modelada.

Por otra parte, la interpretación de la información como variedad modelada permite plantear la información como propiedad de la materia en cualquiera de sus niveles estructurales de organización: prepsíquico, psíquico y social.

En este sentido, debe subrayarse que la información a nivel prepsíquico existe en forma potencial, porque no se puede actualizar hasta que no se utilice. La huella de un animal en el bosque es un modelo de variedad con relación, por ejemplo, a lo que le circunda. Pero la información contenida en ese modelo solo se hace real si alguien la emplea. Por ejemplo, un perro que olfatea y recibe la señal del olor y lo identifica -decodifica la información de la señal olfatoria- según su programa de acciones instintivas.

En conclusión, puede afirmarse que en la relación original-modelo, la variedad de un objeto se reproduce en otro como modelo que contiene la copia del original. Este modelo de la variedad es objetivo, material. El mismo es la forma de existencia objetiva de la información como variedad modelada.

Cuando se examina la variedad modelada en el plano gnoseológico, la relación original-modelo aparece en forma de abstracción de un ángulo. La copia del modelo que representa la realidad objetiva de su original y que contiene de modo implícito sus propiedades, entre ellas, la variedad.

En este sentido la información, como variedad modelada, se presenta como copia (imagen, representación) como algo ideal, no material, que se contrapone en el plano gnoseológico a lo material. La información como variedad reflejada es su forma de existencia subjetiva.

Información y conocimiento

La variedad es un resultado del movimiento de la materia, de la interacción de los objetos y fenómenos. Pero los objetos y fenómenos tienen su propia identidad, además de variedad. Desde nuestro punto de vista, en la representación o modelación, están presentes la unidad y la variedad de la realidad. Sin embargo, la información se diferencia del conocimiento en que ésta enfatiza en el aspecto de la variedad, tanto en lo que respecta a la forma como en lo que se refiere al contenido del conocimiento, es por esto que se puede medir, transmitir, almacenar. Por otra parte, en el conocimiento, se refleja o modela la variedad y la identidad de la realidad objetiva, pero su énfasis es representar la unidad de los objetos y fenómenos (sistemas) en forma de conceptos, ideas, proposiciones, hipótesis, leyes, teorías, etcétera.

Como se sabe, desde el punto de vista del materialismo dialéctico, la actividad práctica es el fundamento del conocimiento y criterio de la veracidad del saber.

En el “ Diccionario de filosofía ” de I.T. Frolova , se afirma que, en el proceso sociohistórico de la actividad creadora del hombre, se forma su saber, surgen así los fines y motivos de las acciones humanas.14 El saber es una expresión ideal, sígnica de las propiedades y concatenaciones objetivas del mundo natural y humano. El saber puede ser precientífico (cotidiano) y científico (empírico y teórico). Además, existen los tipos mitológicos, artísticos, religiosos y otros del saber.

En otra parte de este diccionario, se expresa que en el saber, las representaciones aisladas cobran forma teóricamente sistematizada y valedera para todos y se mantiene aquello que puede conservarse, transmitirse y sucesivamente desarrollarse como puntal estable de la actividad humana posterior.

Como se ha visto, el concepto de reflejo es más amplio que los de conocimiento e información que son aspectos del reflejo. El reflejo psíquico y anticipado es fundamento del conocimiento.

Anteriormente, se hizo referencia a que el proceso de reflejar la realidad por un sujeto consiste en crear determinados modelos en el cerebro, portadores de copias o imágenes ideales de los objetos y fenómenos correspondientes de la realidad. Sobre la base de estos modelos primarios que son cerebrales, pueden construirse modelos de diferentes órdenes -secundarios, terciarios y otros órdenes superiores. Es decir, sobre la base del reflejo de la realidad, el hombre es capaz de efectuar construcciones ideales de significación para la actividad práctica.

El mundo, además de ser variado, posee unidad. En concordancia con lo expuesto, cuando en la copia contenida en un modelo, el énfasis se hace en la variedad, decimos que ese contenido es información modelada. Si por el contrario, el énfasis es en la unidad, estamos en presencia de conocimiento.

El conocimiento tácito como modelo significante

En el ángulo gnoseológico, el conocimiento se considera que es un proceso en virtud del cual la realidad se refleja y reproduce en el pensamiento humano. En el plano científico concreto (psicológico), se presenta como modelos dinámicos cerebrales de los objetos y fenómenos, de sus cualidades, es decir, como elementos que componen la psiquis, como aquello en lo que se transforma el pensamiento, su producto.

La psiquis tiene una composición heterogénea. Si se considera como punto de partida el primer y segundo sistema de señales según I. P. Pavlov, pueden identificarse dos tipos de modelos psíquicos: unos conformados por representaciones o figuras y otros por signos. A los primeros, se les denominan modelos figurativos y a los segundos sígnicos.

Entre los modelos sígnicos, se distinguen los modelos significantes. Estos modelos se originan en situaciones de comunicación directa entre las personas o mediante su forma interiorizada.

Los modelos significantes poseen una formación inferior y otra superior. La inferior está compuesta por “modelos psíquicos figurativos”, mientras que la formación superior está conformada por “modelos psíquicos sígnicos”. El internexo e integración de estos modelos psíquicos constituyen los “modelos significantes” que constituyen el conocimiento individual, tácito.

Figura 1. Modelo significante.

Los modelos secundarios -contienen un reflejo indirecto, sígnico de la realidad- suponen que en el modelo primario -contienen un reflejo directo de la realidad, propio de los animales y el hombre- se separen la copia del original y la modelación de esta copia.

El modelo secundario, respecto al modelo primario (figurativo), es una forma superior que reorganiza este último para transformarlo en “modelo significante”.

Si se compara el modelo significante con su modelo objetivo (sígnico), se observa que, en este último, se conserva sólo aquella forma superior (sígnica) del modelo significante que es la que se transmite en forma oral o escrita, por ello, el modelo significante, en cierto sentido, no es idéntico a su modelo sígnico objetivo.

Los nexos entre los modelos primario y secundario no pueden comprenderse de una manea superficial. Las personas conocen muchos fenómenos, objetos y sus propiedades, que no son susceptibles de ser directamente tangibles (sensibles). Ellos pueden representarse sólo en modelos sígnicos. Sin embargo, estos modelos sígnicos no están absolutamente separados de los tangibles. Ellos se vinculan con los modelos tangibles mediante una cadena de eslabones mediadores cuyo contenido comprende la interacción del sujeto con el objeto. Por ejemplo, un físico puede carecer del modelo tangible del electrón y, por lo tanto, carece de la posibilidad de cogerlo con sus manos. Sin embargo, cualquier físico experimentador que en la práctica dirige el electrón, está obligado a poseer un modelo tangible, por lo menos, de los órganos de dirección de la instalación que emplea para esta finalidad.

El conjunto de modelos secundarios que se forma durante la solución de tareas cognoscitivas que exigen el despliegue de formas superiores del pensamiento es lo que constituye la forma de conocimiento mediatizado, abstracto, lógico verbal del individuo.

El conocimiento individual (tácito) puede aparecer como una forma concreta de actividad del individuo, como curso de solución de una tarea cognoscitiva por el individuo.

Si el volumen de la tarea cognoscitiva es extremadamente limitado, su solución puede lograrse en el primer acto de interacción del sujeto con el objeto. Entonces, el proceso de resolución de la tarea cognoscitiva coincide con la solución de la tarea por el pensamiento. Pero esta coincidencia ocurre sólo en determinados casos. Lo corriente es lo opuesto.

Generalmente, la solución de una tarea cognoscitiva supone la solución de un largo ciclo de tareas mediante el pensamiento. En el transcurso de este ciclo, se produce la transformación del proceso psíquico en su producto y a la inversa. Así, se origina la cadena de conocimientos tácitos que intercepta el flujo del pensamiento. Por esto, la solución de una tarea cognoscitiva no es sólo F(P), donde P es el pensamiento, sino f (P, a, b ¼ ).15 Por consiguiente, el conocimiento puede comprenderse como un conjunto particular del saber, que aparece como resultado de la solución de tareas cognoscitivas. En este caso, el desarrollo del conocimiento, debe interpretarse como el crecimiento -precisión, profundización, transformación y surgimiento - del saber.

El saber transmitido de forma tangible (conocimiento explícito) se convierte en objeto de las acciones de otras personas que lo asimilan, utilizan, transforman y desarrollan. Es decir, es un conocimiento que adquiere significación social en correspondencia con las necesidades de la sociedad.

La transformación del conocimiento social (explícito) en individual (tácito) y el proceso inverso (de tácito a implícito) es la forma en que, de hecho, se realiza el desarrollo del conocimiento social.

Se debe subrayar, que la interpretación del conocimiento individual (tácito) como interacción del sujeto con el objeto, posibilita la comprensión de la posibilidad de participación, tanto de los modelos secundarios (conocimiento lógico-abstracto) como de los modelos primarios (conocimiento directo-sensitivo). El proceso real del conocimiento tácito, por lo general, incluye ambas formas de modelo. En la mayoría de los casos, sobre la base del modelo primario, se estructura una compleja cadena de modelos secundarios, “significantes”, que ejecutan la función, tanto de modelos secundarios como primarios. El proceso del conocimiento tácito se regula por los “modelos significantes” que, como se ha afirmado, constituyen una síntesis de modelos sígnicos y figurativos.

En todo lo referido, se encuentra implícito que el conocimiento individual (tácito) posee dos elementos fundamentales: el pensamiento y el saber.

En un sentido amplio, el pensamiento puede interpretarse como proceso de la interacción psíquica y el saber, en cierta medida, como un resultado de este proceso.

Si se considera que los conocimientos tácitos aparecen como modelos dinámicos cerebrales, entonces es admisible la idea de que están en un nexo de producto respecto al proceso del pensamiento. Mediante el pensamiento, el hombre transforma el modelo sígnico en significante cuando abstrae o separa del original la copia contenida en el modelo sígnico.

Información científica y conocimiento científico

Una vez realizadas las precisiones anteriores en que se diferenciaron la información y el conocimiento, según el aspecto que se refleje prioritariamente (variedad o entidad), a continuación, se abordarán las diferencias entre la información científica y el conocimiento científico, un aspecto con un mayor significado para la gestión del conocimiento veraz.

Con frecuencia, la ciencia es vista como una actividad para producir y aplicar nuevos conocimientos en distintas esferas. En cada rama de la ciencia, pueden identificarse determinados componentes y tipos de actividad que conforman un sistema. Como actividad humana la ciencia posee los elementos siguientes: sujeto, objeto, medios, necesidades, objetivos, acciones, operaciones, condiciones, resultados, y otros, en dependencia del aspecto que se investiga. Como tipo de actividad social, se distingue la actividad científico investigativa, científico organizativa, científico pedagógica, científico auxiliar.

Desde el enfoque de actividad el conocimiento, aparece como resultado de la actividad científica, y desde la posición del enfoque gnoseológico tradicional, como reflejo (imagen) que se obtiene en el proceso del conocimiento -se refiere al enfoque que se basa en la categoría actividad material elaborada por C. Marx.

El concepto de conocimiento, como un tipo de reflejo específico y superior, se formó como resultado del análisis gnoseológico, de la comprensión del conocimiento como proceso reflejo.

El concepto de información científica derivó del enfoque cibernético­ comunicacional en la ciencia y gracias al desarrollo de la actividad científico- informativa. A. I. Mijailov y R. S. Guiliarevskii , afirman que “la actividad científico informativa constituye una parte del trabajo científico, que se aisló en el curso de la división social del trabajo. Su objetivo es proporcionar a los científicos y a los trabajadores prácticos toda la información que necesiten, por medio de la acumulación, el procesamiento analítico sintético y lógica, y el almacenamiento, recuperación y diseminación de la información científica ”.16

La Ciencia de la Información puede entenderse como la “disciplina científica que investiga la estructura y las propiedades generales (no el contenido específico) de la información científica, además de las regularidades de todos los procesos de comunicación científica?.4 A esta no le interesa el proceso investigativo, cognoscitivo, sino la transmisión del conocimiento obtenido en ese proceso del conocimiento científico. Esta transmisión ocurre como resultado de la actividad científica informativa, es decir, uno de los tipos de actividad incluida en la actividad científica y que es indispensable para la unidad y efectividad de la ciencia contemporánea.

El proceso de transmisión de información, en cualquiera de sus formas, puede examinarse como un ángulo del proceso reflejo. 9 Por esto, la actividad científica informativa también incluye un momento reflejo: la transmisión de información científica y técnica. Es así que las comunicaciones científicas se pueden verse como procesos reflejos de la actividad científica entre sujetos individuales y colectivos.

El nexo entre los aspectos reflejos y comunicacionales de las actividades científico investigativa y científica informativa posibilita identificar diferencias entre los conceptos información científica y conocimiento científico en el plano del reflejo.

Los conocimientos científicos constituyen el resultado de la actividad científica investigativa. En concordancia con el materialismo dialéctico, el conocimiento es un producto de la actividad social laboral e intelectual que representa la reproducción ideal en forma lingüística de los nexos objetivos, regulares y prácticos del mundo objetivo transformado.17 De otros tipos de reflejo humano, el conocimiento científico se distingue, porque es indispensable que se exprese en forma lingüística y no sensorial -sensaciones, percepciones y representaciones. En su acepción amplia, el conocimiento científico es, en determinado aspecto, la representación de la variedad de los fenómenos del mundo y de su esencia.1

El saber es la forma de conocimiento racional o lógica, su resultado. En este sentido, el saber, como se interpreta por los autores de la monografía “ Comunicaciones científicas e informática?, es la “información lógica obtenida en el proceso de conocimiento, que adecuadamente representa fenómenos y leyes de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento y se emplea en la práctica histórico - social ?. 4 Es necesario considerar que esta definición del saber, al mismo tiempo, define la información científica en un sentido amplio, porque el proceso de obtención de información del objeto, como resultado de la actividad científico investigativa, es un proceso reflejo informacional. Por supuesto, como resultado de este proceso, no todo el contenido del reflejo toma forma lingüística, es decir, de saber científico, por cuanto determinados componentes subjetivos del reflejo, como el sensorial y emocional, entre otros, quedan fuera de los límites del saber.

Por consiguiente, el saber es información científica en un sentido amplio, es decir, cualquier representación lingüística, sin que necesariamente se encuentre generalizada y sistematizada en alto grado. Este grado lo diferencia del reflejo sensorial, que no constituye conocimiento científico, a pesar de que éste se forma en base al conocimiento sensorial.

Al mismo tiempo, el conocimiento científico, como resultado del reflejo y de la actividad científico investigativa, constituye información científica primaria para la actividad científico-informativa. De esta manera, el conocimiento puede existir en forma materializada -explícita, en modelos sígnicos objetivos como los documentos y tácita, en la mente. Sin embargo, al profesional de la información le interesa básicamente la documental, que puede transmitirse de un científico a otro (consumidor de información). Se entiende como documento su acepción amplia: “Cualquier objeto físico que constituya el registro o la confirmación de algún conocimiento y que pueda incluirse en determinada colección ”.16

El proceso de transmisión es el mecanismo principal que transforma el conocimiento científico (como información científica) en información científico técnica en un sentido estrecho, es decir, como se emplea en la práctica social por los profesionales de la información. Desde la posición de la actividad científica informativa, la información científica no es simplemente conocimiento como representación lógica, verbal, sino conocimiento científico transmitido a un destinatario, a un consumidor.

Por consiguiente, la diferencia entre el conocimiento científico y la información científica (en sentido estrecho) consiste en que su producción se vincula a distintos tipos de actividades científicas. Desde la actividad científica investigativa, se produce el conocimiento científico que, posteriormente, se incorpora a la esfera de la actividad científica informativa y toma, gracias al proceso de comunicación, la forma de información científica y tecnológica. En un caso, se está en presencia de la información científica como conocimiento (sentido amplio) y en el otro, con la información científica, como información científica y tecnológica que actúa como objeto y, en determinado sentido, como resultado de la actividad científica informativa. En ambos casos, la información científica resulta ser sólo una parte del reflejo, precisamente aquella que puede objetivarse, materializarse en formas lingüísticas y transmitirse a las distintas esferas de la actividad humana.

Conclusiones

  1. Existen suficientes conocimientos para afirmar que la diferencia entre conocimiento e información científicos debe partir de la metodología del materialismo dialéctico como fundamento metodológico general de la Ciencia de la Información, y no sustituirla por la teoría de la información.
  2. Cada vez, es más necesario abordar la categoría “información” desde el enfoque de la complejidad para comprender una serie de fenómenos informacionales en el contexto de la revolución científico técnica que tiene como una de sus peculiaridades, el desarrollo de las tecnologías de computación, información y comunicación que sirven de base, entre otras cuestiones, para la gestión del conocimiento.
  3. El desarrollo de la categoría “información”, como una categoría científico general, exige del análisis de un conjunto de conceptos de los cuales se ha hecho referencia a algunos de ellos en el presente trabajo pero con el grado de profundidad que puede admitir un artículo con relación a otro tipo de publicación.
  4. Si en la copia predomina la variedad de la materia, en el ángulo epistemológico, se considera la información como variedad reflejada y en el ontológico, la información como variedad modelada.
  5. Si prevalece la unidad de la materia, la copia se considera conocimiento reflejado (aspecto epistemológico) o modelado (aspecto ontológico, científico concreto).
  6. El conocimiento científico y la información científica pueden diferenciarse porque su producción se vincula a distintos tipos de actividades científicas. Desde la actividad científico-investigativa, se produce el conocimiento científico que posteriormente, se incorpora a la esfera de la actividad científica informativa y toma, gracias al proceso de comunicación, la forma de información científica y tecnológica.

Referencias bibliográficas

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Recibido: 26 de noviembre del 2006. Aprobado: 1 de diciembre del 2006.
Dr. C. Enrique González Suárez. Centro de Investigaciones de Construcción de Maquinarias (CICMA). Vía Blanca No. 812, San Miguel del Padrón. Ciudad de La Habana, Cuba. Correo electrónico: comerca@enet.cu

1Doctor en Ciencias de la Información. Centro de Investigaciones de Construcción de Maquinarias (CICMA). Cuba.

Ficha de procesamiento

Clasificación: Artículo teórico.

Términos sugeridos para la indización

Según DeCS1

CONOCIMIENTO; TEORÍA DE LA INFORMACIÓN.

KNOWLEDGE; INFORMATION THEORY.

Según DeCI 2

CONOCIMIENTO; TEORÍA DE LA INFORMACIÓN.

KNOWLEDGE; INFORMATION THEORY.

1BIREME. Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS). Sao Paulo: BIREME, 2004.

Disponible en: http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm

2Díaz del Campo S. Propuesta de términos para la indización en Ciencias de la Información. Descriptores en Ciencias de la Información (DeCI). Disponible en: http://cis.sld.cu/E/tesauro.pdf