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ACIMED

versión impresa ISSN 1024-9435

ACIMED v.15 n.4 Ciudad de La Habana abr. 2007

 

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Acimed 2007; 15(4)

Abril 5 de 1797. Presentación de la obra iniciadora de la bibliografía cientifico-médica cubana

Lic. José Antonio López Espinosa1

Existen referencias de que durante 1649 una epidemia desconocida acabó con cerca de la tercera parte de la población habanera. Sobre la base de sus convincentes razonamientos, el sabio cubano, doctor Carlos J. Finlay Barrés (1833-1915), demostró por inducción que esa epidemia, introducida por buques procedentes de Cartagena y Portobelo, no era otra cosa que el vómito negro, nombre con el que entonces se conocía a la fiebre amarilla.

Sobre los estragos causados por la enfermedad se conservan varios documentos curiosos, el primero de los cuales data justamente de aquella época. Al término de la epidemia antes citada, que se extendió desde mayo hasta octubre de 1649, el fraile madrileño Antonio de Jesús María pronunció una oración fúnebre dedicada a las víctimas del contagio. Esta pieza oratoria, la más antigua de las oraciones sagradas de Cuba que se conserva, se encuentra en la Academia de la Historia de Madrid.

El médico inglés John Holliday escribió en La Habana en 1794 una obra titulada Tratado médico sobre la fiebre amarilla, que se llama vómito negro en las provincias españolas de la América septentrional, distribuido en varias observaciones con un nuevo método para la curación de la peste que experimentó en ese año. Después de escrita, la obra se envió a España, pero el censor puso obstáculos a su publicación. La Facultad Médica de Londres autorizó su impresión en 1795 y, al año siguiente, se publicó en los Estados Unidos con el título A short account of the origin, symptoms and most approved method of treating the putrid bilous fever vulgarly called the black vomit, which appeared in the city of Havana, with the utmost violence in the months of June, July and part of August, 1794.

En febrero de 1796, el médico cubano Juan Francisco Pachón Moreno (1765-?) presentó a la Sociedad Patriótica de la Habana una memoria sobre el vómito negro, donde sostuvo que era capaz de curarlo con un remedio en forma de bebida. La corporación solicitó al doctor Tomás Romay Chacón (1764-1849) emitiera un informe sobre esa memoria, pero el reputado facultativo se excusó con el alegato de que él estaba escribiendo una monografía sobre el mismo tema. Esta obra de Romay fue nada más y nada menos el primer documento médico de carácter científico escrito por un cubano e impreso y publicado en Cuba.

En la junta ordinaria de la Sociedad Patriótica de La Habana, que tuvo lugar el 5 de abril de 1797, el célebre médico habanero leyó su disertación sobre la fiebre maligna llamada vulgarmente vómito negro, enfermedad epidémica de las Indias Occidentales, en la cual hizo observaciones de gran juicio sobre las condiciones más favorables para la ocurrencia del mal, además de abordar con mucho acierto aspectos relacionados con sus síntomas y con las posibilidades de prevenirlo, a tenor de su punto de vista de que no era contagioso.

Este trabajo despertó mucho entusiasmo entre los presentes en la reunión, al punto que el doctor José de Jesús Méndez (¿-1819) escribió el 27 de abril siguiente una curiosa apología, respaldada con la firma de ocho de los principales médicos de La Habana en aquella época y que encabezó con las siguientes palabras:

“Un Facultativo deseoso de contribuir a las buenas ideas de la Sociedad Patriótica, en dar a la luz pública la Oración pronunciada por el Dr. Tomás Romay (miembro de ella y de singular mérito) ha querido en obsequio de la Justicia y verdad hacer la siguiente Apología, que otros Profesores, con el mismo fin, han subscrito.”

Al final aparecen en el mismo orden las firmas de los doctores Joseph de Jesús Méndez, Juan Bautista Bobadilla, Agustín Rodríguez, Gregorio José del Rey y Juan Pérez Delgado, del bachiller José Collect, de los licenciados Ambrocio (sic) Aragón y Alonso Romero y la del doctor José Bohorquez.

La fecha del 5 de abril de 1797 tiene, por otra parte, el gran significado histórico de haber sido el día en que se reunieron por primera vez los médicos criollos para discutir problemas científicos. Ellos consideraron la memoria de Romay como la que con más tino y erudición se había tratado hasta entonces una enfermedad sobre la cual tanto se trabajaba. Por eso recomendaron su impresión y reproducción en el más breve plazo y la remisión de varios ejemplares al Real Tribunal del Protomedicato.

Esta disertación sobre la fiebre amarilla hizo además a su autor merecedor del premio de Socio Corresponsal de la real Academia de Madrid.

Referencias bibliográficas

  1. Costales M. Elogio del Dr. Tomás Romay. Cuad Hist Salud Pub. 1964(26):11-21.
  2. López Sánchez J. Iniciador del movimiento científico. En: Tomás Romay y el origen de la ciencia en Cuba. La Habana: Academia de Ciencias. Museo Histórico de las Ciencias Médicas “Carlos J. Finlay”. 1964.p.53-137.
  3. Romay T. Disertación sobre la fiebre maligna llamada vulgarmente vómito negro, enfermedad epidémica de las Indias Occidentales. Havana: Imprenta de la Capitanía General. 1797.
  4. Trelles CM. Datos para la historia de la medicina en Cuba. Rev Med Cir Habana. 1923;28(15):532-5.

1Licenciado en Información Científica Técnica y Bibliotecología. Investigador Agregado. Universidad Virtual de Salud de Cuba. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas-Infomed.

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