Introducción
El cáncer de pulmón es una enfermedad resultante del crecimiento maligno de células del tracto respiratorio, en particular del tejido pulmonar, y uno de los tipos de cáncer más frecuentes a nivel mundial.1
Hasta 1791, el cáncer de pulmón no era considerado un padecimiento de importancia, pero en 1819 comenzaron a publicarse las características de esta enfermedad, que para entonces resultaba difícil distinguir de la tuberculosis.2
En 1878 los hallazgos malignos del pulmón representaban solo 1 % de los cánceres observados durante autopsias y, en 1912 se contaba con 374 casos publicados en la literatura médica.3
Actualmente, representa 15 % del total global de diagnósticos de cáncer y constituye la principal causa de muerte por este tipo de afección en todo el mundo, con una supervivencia global a los 5 años que no suele superar 15 %, a pesar de la incorporación de nuevas modalidades de tratamiento.
En 2012 se presentó en aproximadamente 1,8 millones de pacientes y causó un estimado de 1,6 millones de muertes. Resulta válido destacar que la mayoría de los casos son pesquisados en etapas III y IV de la enfermedad.4
En Estados Unidos, se presenta en aproximadamente 225 000 pacientes y causa alrededor de 160 000 muertes al año, más que el cáncer de colon, de mama y de próstata juntos.5
Cuba no está exenta de esta enfermedad y muestra de ello es que constituye la primera causa de muerte; asimismo, al finalizar 2016, hubo 5 535 fallecidos por esta afección.
Específicamente en Santiago de Cuba, donde constituye la segunda causa de muerte luego de las enfermedades cardiovasculares, en 2015 se produjeron 443 defunciones por cáncer de pulmón, lo que representó 42,07 % del total de fallecidos por cáncer entre 30 y 69 años de edad.6
Al finalizar ese mismo año, en el Hospital General “Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso” se diagnosticaron 203 pacientes con cáncer de pulmón y 36 fallecieron (Balance anual de enfermedades crónicas no transmisibles. Departamento de Estadísticas Centro Provincial de Higiene y Epidemiología. Santiago de Cuba. Cuba. 2015).
El cáncer de pulmón, desde los puntos de vista clínico, biológico, histológico y molecular es una enfermedad heterogénea, que tradicionalmente se ha dividido en 2 grandes tipos en función de los diferentes patrones de enfermedad y estrategias de tratamiento: el de células no pequeñas o no microcítico y el de células pequeñas o microcítico.7
Por otra parte, existen 4 tipos fundamentales de tumor pulmonar invasivo: carcinoma de células escamosas o carcinoma epidermoide, adenocarcinoma, carcinoma de células grandes y carcinoma de células pequeñas.8
Los síntomas estarán en dependencia de la localización del tumor, es decir, si son centrales los pacientes presentan tos que no responde al tratamiento, expectoración mucopurulenta, hemoptisis, disnea y sibilancias; si son periféricos, dolor torácico inspiratorio y disfonía. Otros síntomas estarán en dependencia de la presencia de metástasis y afectaciones paraneoplásicas.9
Hoy día, los métodos de detección del cáncer de pulmón se basan en tecnologías nuevas de imágenes, marcadores de tumores y procedimientos de biopsias. 10
A pesar de las novedosas técnicas de investigación por imágenes, la enfermedad sigue siendo diagnosticada en etapas avanzadas y actualmente constituye un importante problema de salud debido a los altos índices de morbilidad y mortalidad en Cuba, lo cual sirvió de motivación para realizar el presente estudio.
Métodos
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y transversal de 61 pacientes con diagnóstico confirmado de cáncer de pulmón por histopatología y tomografía axial computarizada,, atendidos en el Servicio de Radiología del Hospital General Docente “Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso” de Santiago de Cuba durante 2015.
Entre las variables analizadas figuraron: edad, antecedentes de enfermedades respiratorias crónicas, signos y síntomas, así como localización y tamaño del tumor, entre otras.
Se empleó el sistema operacional SPSS, versión 11,5 y los resultados se organizaron en distribuciones de frecuencias; asimismo, utilizó el porcentaje como medida de resumen y se confeccionaron tablas de una y dos entradas para establecer algunas relaciones entre variables.
Resultados
Entre los pacientes diagnosticados con cáncer de pulmón en el período estudiado, predominaron los del sexo masculino (55,7 %) y los del grupo etario de 60-69 años (39,3 %).
Como se aprecia en la tabla 1, en ambos sexos prevalecieron los pacientes con antecedentes de bronquitis crónica (75,4 %), seguidos por los que presentaron enfisema pulmonar (63,9 %).
En la casuística (tabla 2), entre los síntomas predominantes figuraron la tos (63,9 %), los síntomas generales (57,4 %) y la disnea (50,8 %), en ese orden. Al analizar estos datos según la localización se observó que en los pacientes con cáncer de pulmón de localización central, primaron la tos (92,3 %), la expectoración (84,6 %) y la hemoptisis (76,9 %), pero en la forma periférica, la tos (56,2 %), los síntomas generales (54,1 %) y la disnea (47,9 %).
*Porcentajes calculados sobre la base del total según localización
**Porcentajes calculados sobre la base del total de pacientes
La localización predominante (tabla 3) resultó ser la periférica (78,7 %) y de ella, la infiltrante (75,4 %). Por otra parte, el tipo histológico el más frecuente en ambas localizaciones (tabla 4) fue el adenocarcinoma (57,4%), principalmente de localización central (84,6 %).
*Porcentajes calculados sobre la base al total por columnas
**Porcentajes calculados sobre la base del total de pacientes
Al analizar el tamaño del tumor en los pacientes con adenocarcinoma (tabla 5) se evidenció el predominio de los comprendidos entre 3-5 cm (22,9 %), seguidos por los de 5-7 cm (21,3 %). Además, 3 de los 4 pacientes con tumor inferior a 3 cm, correspondieron a este tipo de tumor.
Discusión
Se ha planteado la posible asociación de padecer cáncer pulmonar en pacientes con enfermedades del aparato respiratorio. Algunos procesos tales como: bronquitis crónica, tuberculosis, bronquiectasias, zonas de infarto pulmonar, inclusiones de cuerpos extraños, fibrosis pulmonar idiopática, esclerodermia y cicatrices de otra naturaleza, pueden ser asiento de cáncer de pulmón.11
Los resultados de esta serie en cuanto a la edad, concuerdan con los de Badoui,12) quien encontró predominio de cáncer pulmonar en pacientes con edades comprendidas entre 60-69 años.
En un estudio efectuado en Chile, Saldías et al,13) confirmaron EPOC por espirometría en 66 % de sus pacientes con cáncer; mientras que, contradictoriamente, Yanes et al,14 concluyeron que 66,4 % de los integrantes de su casuística no presentaron antecedentes de enfermedades respiratorias.
En cuanto a los síntomas, la mayoría de los autores coinciden en señalar que el crecimiento endobronquial provoca tos, hemoptisis, estridor y disnea; en tanto, los tumores periféricos, dolor torácico, tos, disnea y abscesos.15
Otros investigadores del tema,16,17) refieren que las lesiones malignas predominan hacia la periferia, en forma de nódulos y masas; hallazgos similares a lo descrito en esta investigación desde el punto de vista de la localización.
Según histología se identificaron divisiones de criterios científicos por lo cual hubo que consultar la bibliografía clásica de la especialidad, y se coincidió en que la mayoría de los adenocarcinomas se presentan como lesiones periféricas, con un incremento cada vez creciente de localizaciones centrales.17,18
En un estudio más reciente se afirma que mientras mayor es el tamaño del nódulo mayor es el riesgo de malignidad.19) AL respecto, en un estudio similar,12) la mayoría de los tumores superaban los 3 cm, lo que reafirma lo tardío del diagnóstico en este tipo de cáncer.
Al momento del diagnóstico el mayor número de afectados se encontraba en etapas avanzadas de la enfermedad, por lo que se recomienda implementar estudios a todos aquellos con riesgo de padecerla.