A través de los años, se ha visto que los estudiantes de Medicina y los doctores necesitan el idioma inglés durante sus estudios académicos, así como en los contextos profesionales en que se desarrollan. En el campo de la Medicina, es evidente lo necesario que resulta el idioma inglés para que los estudiantes logren sus propósitos académicos y realicen la lectura de libros de texto, la búsqueda de información en internet, para realizar exposiciones, cuando se presentan a exámenes, en la interacción con los profesores y para futuros estudios en el extranjero. Para los doctores es igualmente esencial a la hora de participar en reuniones de trabajo o conferencias y para publicar los resultados de sus investigaciones.
El aprendizaje del idioma inglés es vital para dichos profesionales porque toda la información actualizada que se encuentra en: libros, artículos, documentos y revistas está disponible en idioma inglés. Igualmente, este idioma es necesario para su formación y su futuro desempeño como médicos.1
La enseñanza del idioma inglés se define bajo una variedad de términos que han proliferado a lo largo de los años. Inicialmente se asoció con la literatura, pero a medida que dicho idioma se convirtió en un lenguaje internacional surgió la necesidad de vincularlo con otras áreas de estudio.(2
Varios autores han analizado y categorizado los términos asociados con el inglés que se aprende con propósitos específicos, con el objetivo de diferenciarlo del inglés que se aprende con propósitos generales. Si bien el desarrollo de cursos para fines específicos ha dado lugar a un gran número de siglas, el término general es: inglés con fines específicos, que luego se subdivide en inglés con fines académicos (EAP, por sus siglas en inglés) e inglés con fines vocacionales (EVP, por sus siglas en ingles). El inglés con fines académicos se subdivide en inglés con fines académicos generales y el inglés con fines académicos específicos. En relación con el campo de la Medicina, el término predominante utilizado es IFM (ingles con fines médicos). Dentro del IFM, a menudo se hace una subdivisión entre: el EVP, relacionado con los profesionales que trabajan en la salud, y el inglés con fines académicos específicos (ESAP, por sus siglas en ingles), el cual está relacionado principalmente con los estudios universitarios.3
Los estudiantes de Medicina se diferencian de la mayoría de los otros estudiantes en que saben cuál será su futuro trabajo. Mientras que un licenciado en literatura o un ingeniero puede tener una carrera laboral no relacionada directamente con sus estudios universitarios, la gran mayoría de los estudiantes de Medicina se convertirán en médicos. En este sentido, el inglés que aprenden puede vincularse mucho más a sus futuras vidas laborales.
Otro aspecto a tener en cuenta es la distinción entre el inglés con fines académicos generales (EGAP, por sus siglas en ingles) y el ESAP. El EGAP implica el desarrollo de habilidades para el estudio de asignaturas académicas en inglés, por lo que está fuertemente asociado con los estudiantes que realizan estudios preparatorios para cursos que se imparten en inglés. Por otra parte, el inglés con fines académicos específicos (ESAP) se estudia para satisfacer las necesidades específicas de los alumnos, basándose en sus necesidades inmediatas y reales. Una diferencia clara entre ESP y el inglés con fines generales (EGP, por sus siglas en inglés) es que: los cursos de ESP tienen un propósito útil, mientras que el EGP tiene como objetivo establecer un nivel general de competencia.3
Por lo que se puede decir que la diferencia entre ESP y el inglés general no es «la existencia de una necesidad, sino una conciencia de la necesidad». La diferencia es «en teoría nada, en la práctica, mucho».2
En el campo de la Medicina, el idioma inglés ha ganado el estatus de lengua franca, debido a su gran importancia y uso mundial. La mayoría de las revistas médicas internacionales y las principales contribuciones de la Medicina y la ciencia se publican en idioma inglés. Se ha convertido en un medio vital para la transmisión de información y comunicación tradicional o digital, pues su uso se extiende aceleradamente en el sistema de redes informáticas. Como consecuencia de esto ha habido una rápida exportación del inglés a otras culturas lingüísticas.(4,5
El inglés médico es altamente técnico y basado en el contexto del profesional. En el lugar de trabajo, los doctores usan un lenguaje técnico y académico, y al mismo tiempo usan la jerga y lenguaje común. Cuando utilizan la lengua oral, los doctores apenas se centran en la estructura adecuada de la oración. El inglés médico es un inglés avanzado, por lo que no puede enseñarse con el mismo método de enseñanza fundamental del idioma inglés. Los profesionales de la salud y los estudiantes de una universidad médica determinada son quienes está dirigida la enseñanza del inglés con fines médicos.
El objetivo del aprendizaje del IFM no es aprender la gramática y la estructura principalmente, sino aprender el idioma para usarlo en sus carreras y relaciones sociales. Los cursos de IFM, como los cursos de IFE, deben diseñarse de acuerdo con las necesidades y propósitos del alumno. Se debe pensar primero en quiénes son los alumnos de Medicina, y cuáles son sus metas. A través de los cursos de inglés se debería mejorar la efectividad comunicativa de los estudiantes de IFM. Este se basa en metodologías de instrucción como el aprendizaje basado en el contenido y en los problemas que puedan surgir. Es necesario el empleo de equipos tecnológicos para cumplir con el propósito de la comunicación real en el aula. La terminología médica también se incluye en los cursos de inglés médico, así como los métodos tradicionales de traducción gramatical y el método de enseñanza de vocabulario.6
Los estudiantes de Medicina utilizan el idioma inglés en diferentes actividades académicas, entre las que se pueden mencionar: seguir instrucciones en clase, en debates sobre temas médicos, en seminarios y conferencias, para leer libros de texto, artículos y revistas, para comprender gráficos y tablas, para escribir informes clínicos, ensayos, informes de laboratorio y trabajos de investigación. Además, durante las clases de inglés, las respuestas de los alumnos deben darse en dicho idioma y esto debe comenzar desde el primer año en que los estudiantes comienzan a cursar la asignatura.
Igualmente, el IFM puede enseñarse a los estudiantes de Medicina con fines vocacionales, mediante ejemplos de situaciones laborales reales. Por lo tanto, es muy importante saber distinguir las diferentes necesidades de cada grupo de estudiantes, para que los profesores puedan trabajar de manera efectiva sobre estas.7
El dominio de este idioma es fundamental, desde las primeras etapas como estudiantes hasta que se convierten en doctores, pues todas las habilidades lingüísticas que adquieren son importantes en la práctica de su profesión. El idioma inglés se utiliza en muchas de sus actividades profesionales, por ejemplo: en conferencias sobre temas de la salud, para leer textos médicos que se publican en inglés, en la compresión de los manuales de equipos médicos, al comunicarse con pacientes extranjeros y profesionales de la salud de otras nacionalidades, para escribir cartas con fines médicos, recetas médicas y en la redacción de informes de casos.
El inglés se ha convertido en el idioma universal; cuando los médicos están en el extranjero se les exige que realicen sus actividades profesionales, reuniones, presentaciones y conferencias en inglés, ya que resulta ser más útil que cualquier otro idioma en el mundo. También se les exige que interactúen en inglés con capacitadores profesionales, químicos, compañeros de trabajos y representantes de organizaciones médicas internacionales. Como se ha planteado anteriormente, este idioma ha alcanzado el estatus de lengua internacional. Por lo tanto, es importante que los representantes médicos de todo el mundo sean competentes en el uso del inglés para sus actividades profesionales.8,9
De esta forma, los médicos y estudiantes tienen diferentes razones para aprender el inglés con fines médicos. Una de las principales razones es que constantemente necesitan leer libros y revistas actualizadas de tipología médica. Las enfermeras también lo necesitan para: hablar con sus compañeros de trabajo, hacer uso de las importantes bases de datos disponibles en internet, intercambiar en conferencias internacionales, escribir trabajos de investigación para publicar en revistas, tomar cursos de postgrados en países de habla inglesa donde la tecnología es más avanzada, y trabajar de manera efectiva en hospitales donde se usa el inglés como primera lengua.10,11
Hoy en día, dado que el inglés se ha convertido en el idioma universal del mundo globalizado, tanto los estudiantes de Medicina en sus actividades académicas, como los médicos en su carrera profesional, deben dominar el inglés con fines médicos. En ambos casos, el nivel de competencia en las diferentes habilidades de dicho idioma (audición, lectura, escritura y expresión oral) no es el que se requiere. Por lo tanto, estudiantes y doctores deben estar bien preparados para desarrollar habilidades de comunicación efectivas, ya que estos se enfrentan a varios problemas en su desempeño académico y laboral debido a su escasa competencia lingüística.8
Si bien el IFM se enseña a todos los estudiantes de Medicina en las diferentes universidades del mundo, se puede decir que los estudiantes y doctores todavía tienen dificultades para hablar inglés de manera eficiente en seminarios y conferencias. Los estudiantes presentan diferentes niveles del dominio del inglés, por lo tanto, se debe valorar la posibilidad de que estos estudiantes y doctores con un bajo nivel del dominio de la lengua inglesa, reciban clases de inglés en otros horarios, fuera de sus horas lectivas.
El inglés con fines médicos siempre ha sido motivo de preocupación, especialmente cuando eres un estudiante de Medicina que busca, una vez graduado, un buen trabajo y salario que le garantice mejores oportunidades de vida. Para ello, deben ser conscientes de la importancia del conocimiento y dominio del idioma inglés. Es cierto que el inglés con fines médicos ofrece algunos desafíos tanto para pacientes como para doctores, lo cual se traduce en una falta de comunicación evidente entre el médico y su paciente, debido al bajo nivel de competencia de los médicos en las diferentes habilidades del idioma inglés.
Hoy en día, las revistas médicas más influyentes publican en inglés, el cual se ha convertido también en el idioma de las conferencias internacionales. Su dominio con fines médicos, tanto para estudiantes de Medicina como para los doctores, debe ser un tema obligatorio junto con asignaturas como Farmacología o Anatomía.7
Se puede concluir que hay dos campos en los que el idioma inglés se ha destacado: la tecnología de la información y la Medicina, donde se ha utilizado ampliamente desde la segunda mitad del siglo XX. El número de publicaciones en inglés aumenta a diario, y la mayoría de las revistas indexadas en prestigiosas bases de datos publican sus resultados en inglés. Además, muchos profesionales de la salud trabajan en el extranjero en los estados anglófonos, razón por la que deben ampliar su práctica del idioma. Los médicos y estudiantes están convencidos de la importancia de este idioma en su desarrollo profesional. Tienen varias razones para aprender el inglés con fines médicos y lograr satisfacer sus necesidades en el entorno académico y profesional (leer libros y artículos publicados en revistas, participar en conferencias, realizar seminarios y comunicarse con nativos). La enseñanza del inglés médico debe adaptarse para satisfacer dichas necesidades, pues el conocimiento y dominio del inglés es útil para todos y cada uno de los profesionales de la salud.