Introducción
El médico en su perfil docente tiene características que son semejantes al médico como profesional exclusivo de la Medicina. El docente debe tener plena experiencia en su disciplina, estar inmerso en su materia y al día en sus conocimientos. Al mismo tiempo, deberá usar recursos pedagógicos para los que necesita manejar estrategias y técnicas didácticas, saber identificar estilos de aprendizaje, conocer metodologías innovadoras y propuestas actuales de evaluación entre otras competencias específicas.
Desde este punto de vista, el facultativo como docente con la adquisición de esos recursos pedagógicos, basado en su práctica y apoyado en los aportes emanados de la investigación educativa, será capaz de desempeñarse de manera efectiva en el quehacer propio de la Educación Superior, en el área de las Ciencias Médicas al utilizar como principal herramienta el pase de visita docente.
El proceso docente-educativo en la enseñanza de la carrera de Medicina, tiene implícito elementos a desarrollar que permitan cumplimentar las tareas de asistencia y docencia, donde deben existir beneficios para el paciente y para el aprendizaje del estudiante; se logra, de este modo, un equilibrio y el aprendizaje a través de la actuación laboral, proceso denominado educación en el trabajo1.
Existen modelos de actuación que han sufrido necesariamente cambios a lo largo de los años, debido en parte a la tecnología y a las nuevas concepciones de construir el conocimiento, donde no solo están presentes los procesos heurísticos, de inducción, deducción y de inducción-deducción2.
Sin intentar soslayar la importancia de estos métodos, el constructivismo del conocimiento ha comenzado a ser empleado para obtener una categoría superior que le permita al estudiante no solo conocer, sino buscar el conocimiento. Esto le permite la oración de habilidades inherentes a la investigación científica.
Es obvio que existen aspectos propios de la metodología científica clásica que deben ser aplicados para obtener niveles de conocimientos adecuados2. Así, el problema que representa la enfermedad o enfermedades de cada paciente o su complicación, como primer paso del método científico, para lo cual se debe abordar con exactitud y profundidad los hallazgos clínicos, necesita una adecuada historia clínica que registra la actuación clínica y a su vez implementar el método clínico3. Esto le daría paso a la formulación de una hipótesis sobre el posible diagnóstico, al tomar en consideración los síntomas y signos positivos que originan el planteamiento de un diagnóstico sindrómico, a través de la realización de un ejercicio de diferenciación entre las posibles enfermedades (diagnóstico diferencial), su posible origen (diagnóstico etiológico) y su localización (diagnóstico topográfico), lo que da origen a un diagnóstico presuntivo, que sería la hipótesis o segundo paso del método científico4,5,6.
La historia clínica es un documento donde se registra todo lo de importancia legal, asistencial y muchas veces es utilizada para investigaciones futuras. A través de un proceso de deducción, los estudiantes, al conocer las posibilidades diagnósticas de exámenes de laboratorio, imagenológicos, histopatológicos, endoscópicos e inmunólogos llevarían a efecto un proceso heurístico, holístico y de inducción por parte del profesor, intetarían corroborar la hipótesis planteada y por consiguiente el tratamiento específico del paciente4.
Ilizástigui, a lo largo de su obra, criticó la enseñanza de la época capitalista por ser en su totalidad teórica, academicista, centrada en el profesor que situaba al estudiante en una posición pasiva, que lo llevaba a comprender que el aprendizaje debe ser el resultado de la actividad del estudiante en los escenarios reales (salas, consultas, cuerpo de guardia) en interacción con el paciente y el modelo que representa el profesor. Estas ideas fueron conformadas a partir del análisis, el estudio profundo y las experiencias propias5.
Lo anterior justifica la problemática central de la investigación, que se plantea como objetivo demostrar la importancia del pase de visita como una herramienta docente en las Ciencias Médicas .
Desarrollo
Los procesos pedagógicos en las Ciencias Médicas avanzan de la misma manera que avanza la educación general, en términos de asunción de las nuevas tecnologías. Los pases de visita médico, en particular, y las nuevas concepciones en los métodos de enseñanza universitaria, comienzan a abordarse en el escenario docente de las Ciencias Médicas a nivel mundial.
Se evita así, la memorización de cifras relativas a medicamentos, exámenes o sistemas pronósticos, para centrase en el propio objeto de estudio, el enfermo, al utilizar las tecnologías de la comunicación como las tabletas o teléfonos inteligentes. Esto posibilita una mayor exactitud en la clasificación de los pacientes, además de lograr la utilización del tiempo en esferas relativas a la comprensión para poder alcanzar niveles de conocimientos mayores relacionados con el enfermo7.
No desviarse a uno de los extremos en detrimento del otro, es un asunto a tratar con sumo cuidado cuando se habla de concatenar la docencia de pregrado con la de posgrado y asumir que debe ser simultánea. Por lo que se debe utilizar a los médicos residentes en la construcción de los conocimientos de los estudiantes, e incluso que ellos puedan, a través de la adquisición de nuevos conocimientos (aprender a aprender), impulsar la actividad docente bajo la supervisión del profesor; la denominada enseñanza en cascada.
Se debe realizar de manera que se utilicen las nuevas tecnologías de la comunicación, pero sin dejar que el profesor pierda el papel mediador, organizador y razonador de la información y donde no sea solo el estudiante el que impulse el conocimiento del residente, sin una visión holística. Sin embargo, se debe inducir la preparación y construcción de un conocimiento más sólido del médico residente en formación con fines docentes, para lo cual se le deben asignar tareas que debe afrontar al profundizar en sus conocimientos y al utilizar métodos constructivistas8.
Desde el punto de vista gerencial los objetivos a alcanzar en el pase de visita estarían enmarcados en:
Obtener un modelo de actuación (coordinación, cooperación, intercambio de información y comportamiento) que pueda ser seguido y verificado, basado en el cumplimiento de las normas hospitalarias.
Lograr la consecución de la excelencia en la atención médica, al disminuir la morbilidad y mortalidad hospitalaria.
Incrementar el prestigio hospitalario a través del reconocimiento científico y social.
Introducir en la práctica médica docente-asistencial aquellos elementos que refuercen el grado de satisfacción hospitalaria.
Utilizar las nuevas tecnologías para lograr un desempeño profesional superior, cuyos escenarios serían evaluados al equipo médico de trabajo.
Utilizar las estrategias de informatización con fines evaluativos.
Pertinencia.
Impulsar una actividad con carácter multi-inter y transdiciplinario que permita una evaluación más integral del paciente.
Los aspectos sociales como la cognición (de la enfermedad), la motivación (mostrada por todos los integrantes del Grupo Básico de Trabajo de la comunidad en la resolución de los problemas del paciente y familiares), el nivel socio-económico (que no puede ser visto como elemento negativo) y el apoyo social (sobre aspectos materiales y humanos) mejoran los resultados e influyen en la salud o factores de riesgo para la salud9,10,11.
En la enseñanza de la Medicina el pase de visita favorece la adquisición de habilidades sensoperceptuales y destrezas clínicas, procederes diagnósticos y terapéuticos, comunicación con el paciente y profesionalismo. Permite la retroalimentación inmediata y fomenta la formación de criterios propios, es así un elemento fundamental en el alcance de aptitudes clínicas.
Lo que ocurre durante el pase de visita en la sala de un hospital es en sí una cuestión de aptitud y esta aptitud clínica se entiende como el mayor o menor dominio del médico para identificar situaciones problemáticas de complejidad variable, donde debe discriminar y optar entre alternativas de interpretación, acción o decisión: diferenciar las apropiadas, oportunas y benéficas, de las inapropiadas, inútiles o perjudiciales, poniendo en juego su propio criterio10,12.
El pase de visita médica es la principal actividad educativa para la formación de la aptitud clínica en el propio médico, porque tiene objetivos docentes y asistenciales13,14.
Conclusiones
El pase de visita médica en la actualidad, se ha convertido en un evento fugaz, con fines administrativos y asistenciales, que se enfoca a la transcripción de indicaciones, toma de muestras y trámites de estudios y deja de lado su utilidad docente; sin un orden preestablecido ni estructurado, sin favorecer el análisis y la reflexión y sin problematización alguna que favorezcan motivación por el aprendizaje.
El pase de visita médico-docente debe planificarse de manera que le permita al estudiante una retroalimentación inmediata, el desarrollo de sus capacidades clínicas mediante la crítica y autocrítica, y el fomento de la formación de sus propios criterios, de esta manera sería un elemento fundamental en el desarrollo de aptitudes clínicas.