INTRODUCCIÓN
El consumo de tabaco es considerado un problema de salud pública por su magnitud, por las consecuencias sanitarias que conlleva, y por los elevados costos económicos y sociales que genera. Además, la ciencia ha demostrado de manera irrefutable que la exposición al humo de tabaco es causa de morbilidad, mortalidad y discapacidad.1
Las estadísticas mundiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirman que el tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo. Más de 8 millones de personas mueren al año, de las cuales más de 7 millones son consumidores directos y alrededor de 890 000 son no fumadores expuestos al humo ajeno.2
En Cuba, la prevalencia del tabaquismo ha sido considerada alta desde que se dispone de información al respecto; entre los 78 países miembros de la OMS ocupa el lugar 28. A escala nacional se estimó, según la encuesta nacional de factores de riesgo del año 2010, que fumaban el 23,7 % de la población de 15 años y más. Entre las mujeres el 16 % fuma, es decir, aproximadamente dos de cada 10, mientras entre los hombres tres de cada 10, el 31 %.
El 74,8 % de los fumadores se inició antes de los 20 años de edad, uno de cada 10 fumadores antes de los 12 años de edad y cuatro de cada diez entre 12 y 16 años. En cuanto a la exposición al humo de tabaco ajeno en el hogar, se encontró que el 41 % de los adultos cubanos declaró vivir en hogares en los que se fuma.3
El 24 % de los jóvenes consume tabaco diariamente a nivel mundial y la prevalencia se incrementa en más de diez puntos en universitarios, lo que se explica por factores como el estrés académico y la influencia del grupo, que favorecen el inicio y/o la consolidación de este hábito en esta etapa vital. A esto se añade que el tiempo para desarrollar una dependencia física y psicológica a la nicotina es de dos años, desde que los jóvenes prueban el tabaco. Como consecuencia, durante su paso por la universidad, un 30 % de jóvenes desarrollará adicción al tabaco y tendrá dificultades para abandonarlo.4
Es importante conocer las características del tabaquismo en estudiantes universitarios, por la gran importancia de esta adicción en estudiantes de ciencias médicas, quienes habitualmente están sometidos a mayores cargas de estrés que los estudiantes de otras carreras universitarias, secundarias a la alta exigencia docente y su desempeño asistencial.
Por tales motivos se realizó el presente estudio con el objetivo de caracterizar el tabaquismo en estudiantes universitarios cubanos de las ciencias médicas, durante el periodo de enero a febrero de 2021.
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo y transversal en estudiantes cubanos de las ciencias médicas. El universo estuvo constituido por todos los estudiantes de las ciencias médicas del país pertenecientes al curso académico 2020-2021. La muestra se seleccionó por un muestreo no probabilístico intencional, constituida por los 419 estudiantes que llenaron la encuesta por formato de Google Forms y que cumplieran con los criterios de inclusión.
Entre los criterios de inclusión se encontraban: ser estudiante cubano de las ciencias médicas; haber completado correctamente el formulario y voluntariedad del estudiante. Como criterio de exclusión se tuvo: haber respondido el formulario de forma incorrecta.
La investigación constó de dos etapas, la primera fue la confección del formulario a través de la plataforma de Google Forms. En la segunda etapa se envió el enlace del formulario por grupos de WhatsApp y Telegram a las instituciones docentes por un período de 30 días, por este medio se les informó en qué consistía el estudio a realizar y que era totalmente voluntario.
Las variables estudiadas fueron: edad; sexo; carrera (medicina; estomatología; licenciatura en enfermería y tecnologías de la salud); año académico; provincia; autovaloración en cuanto al tabaquismo (fumador pasivo; fuma a diario; no fuma, pero ha fumado; no fuma ni ha fumado nunca de manera habitual o fuma, pero no a diario)
La encuesta estuvo compuesta por una batería de preguntas extraídas del Global Tobacco Survey System (GTSS) de la OMS;5 en el caso específico de los estudiantes que fumaban a diario, se le aplicó además el test de Fargerstrom,6 para medir el grado de dependencia a la nicotina.
Los datos fueron almacenados en una base de datos confeccionada al efecto. Los datoscuantitativosse procesaroncon el sistema estadístico SPSS. Se utilizaron técnicas de estadística descriptiva, los resultados obtenidos se expresaron como frecuencias absolutas y relativas porcentuales.
Para la realización de la investigación se tuvieron en cuenta los principios éticos establecidos en la Declaración de Helsinki. Se solicitó el consentimiento informado en formato digital de cada uno de los participantes en el estudio. Fueron informados en qué consistía el estudio, así como las técnicas y procedimientos a realizar, se garantizó la confidencialidad de todos los datos obtenidos, los cuales fueron empleados con fines puramente investigativos.
RESULTADOS
En los 419 estudiantes de ciencias médicas encuestados, la edad media fue de 20 años con una edad mínima de 18 años, edad máxima de 40 y desviación estándar de dos años. El sexo que predominó fue el sexo femenino con 283 para un 67,5 %, el sexo masculino representó el 32,5 %.
La carrera con mayor representación fue medicina con un 83,5 % seguido de estomatología con un 10,5 %; licenciatura en enfermería y tecnologías de la salud con 5 % y 1 % respectivamente.
En cuanto al año académico el año con mayor representación fue el segundo año, el menor año en los encuestados fue el primero y el mayor el sexto año con una desviación estándar de 1,4 años.
Se encuestaron estudiantes de 15 provincias del país además el municipio especial Isla de La Juventud. Las tres provincias con mayor participación en el estudio fueron Cienfuegos con un 20,3 %; Sancti Spíritus con un 17,7 % y Matanzas con un 15,3 % del total de encuestados.
De los estudiantes encuestados, 191 (46 %) refirió no fumar ni haberlo hecho nunca, mientras el 22 % refirió que no fumaba, pero había fumado en algún momento. (Gráf. 1)
De los 191 (46 %) estudiantes que nunca habían fumado el 41,8 % consideraron que las restricciones al tabaquismo en las áreas libres de humo, no son efectivas y el 56,02 % consideró que las advertencias sanitarias sobre el tabaquismo dadas en los medios de difusión, no son efectivas.
De los 58 estudiantes fumadores pasivos encuestados, en el 69 % alguien fuma en el interior de su hogar diariamente y el 56,9 % confirmó que durante los últimos 30 días alguien consumió tabaco fumado en los ambientes cerrados en que estudian.
En los estudiantes que fumaban pero no lo hacían a diario, se observó que el 40 % fuma en situaciones de crisis o nerviosismo y utiliza al tabaco como un relajante. Otro gran número de estos estudiantes fuma para disfrutar con sus amigos durante las fiestas, estos representan el 40 %. (Tabla 1)
Motivación | No | % |
---|---|---|
Disfruto del placer del humo del cigarro | 7 | 17,5 |
Fumo en situaciones de crisis o nerviosismo y utilizo al tabaco como un relajante. | 16 | 40 |
Otras | 1 | 2,5 |
Para disfrutar con mis amigos durante las fiestas | 16 | 40 |
Total | 40 | 100 |
Fuente: Formulario de recolección de datos
De los estudiantes que fumaban pero no lo hacían a diario el 30 % confirmó que mientras fuma consume alcohol y el 45 % afirmó que consume café. (Tabla 2)
Drogas | No | % |
---|---|---|
Alcohol | 12 | 30 |
Café | 18 | 45 |
No consumo otras drogas cuando fumo | 9 | 22,5 |
Otras | 1 | 2,5 |
Total | 40 | 100 |
Fuente: Formulario de recolección de datos
De los 38 estudiantes que fumaban a diario el 60 % había tratado de dejar de fumar en los últimos 12 meses. De estos estudiantes el 78,9 % confirmó que consume café mientras fuma y el 14,6 % consume alcohol.
El 52,6 % confirmó que la última vez que compró cigarrillos compró una cajetilla y el 34,2 % varias cajetillas.
En cuanto a la dependencia a la nicotina el 44,7 % presentó una dependencia moderada. (Tabla 3)
DISCUSIÓN
En el estudio realizado se encontró que la edad media de los estudiantes fue de 20 años, este resultado contrasta con lo encontrado por Gómez-Cruz y col.,7 quienes identificaron un predominio de estudiantes de 21-24 años en una muestra de 434 alumnos del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara. Esta diferencia puede estar basada en la particularidad de que la mayoría de los estudiantes cubanos de las ciencias médicas inician sus estudios universitarios a los 18 años de edad.
En cuanto al sexo, en el estudio realizado predominó el sexo femenino, lo que concuerda con lo encontrado por Reyes-Ríos y col.,2 en su estudio a 323 estudiantes de la Universidad privada de Santa Marta-Colombia y contrasta con lo encontrado por Fernández-Castillo y col., 8 donde en su estudio muestran un predominio del sexo masculino en una serie de 536 estudiantes universitarios cubanos pertenecientes a la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas. Estas diferencias pueden estar relacionadas con la mayor afinidad del sexo femenino hacia las carreras del perfil de ciencias médicas.
En el presente estudio se encontró un predominio de los estudiantes de la carrera de medicina, estos hallazgos coinciden con lo identificado por Díaz-Rodríguez y col.,9 en su estudio a 55 estudiantes de ciencias médicas de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana. Estos hallazgos se relacionan con el aumento del número de estudiantes matriculados en la carrera de medicina, con cifras muy superiores a las del resto de las carreras de ciencias médicas.
En cuanto al año académico, el año con mayor representación fue el segundo año; estos resultados difieren de lo mostrado por Vera-Rivero y col.,10 en un estudio a 148 estudiantes de la a Facultad de Medicina de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, quienes encontraron un predominio de estudiantes de 3er año.
La provincia con mayor representatividad fue Cienfuegos lo que demuestra la mejor capacidad organizativa y de convocatoria de las organizaciones estudiantiles, a través de las plataformas digitales, en los estudiantes de esta provincia.
En los estudiantes encuestados hubo un predominio de los que no fuman ni habían fumado nunca de manera habitual, al igual que el resultado obtenido por Gómez-Cruz y col.,7 donde muestran que el 73,3 % de los estudiantes de su estudio no fumaban. Sin embargo el 22 % de los estudiantes refirieron que no fumaban, pero habían fumado en algún momento; resultados preocupantes al compararlos con Valladares-Garrido y col.,11 quienes encontraron que de los 155 estudiantes del nivel secundario del colegio nacional localizado en Sullana-Piura, Perú, el 9,7 % de los escolares habían fumado una vez. Aunque los estudiantes del presente estudio pertenecen a niveles educacionales superiores, los datos previos demuestran la importancia de estos años en la incorporación del tabaquismo a la vida del joven universitario.
De los estudiantes que nunca habían fumado, el 41,8 % refirió que las restricciones al tabaquismo en las áreas libres de humo no son efectivas; estas estadísticas coinciden con lo encontrado por Ortega-Ceballos y col.,12) quienes, en una muestra de 450 estudiantes de la Licenciatura en Enfermería de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, encontraron un 42,3 % en desacuerdo con la aplicación de las normas en las áreas libres de humo y las consideraba inefectivas. De acuerdo con estos resultados se puede considerar la necesidad de hacer más estrictas las normas de las áreas libres de humo y lograr un adecuado cumplimiento las mismas.
En los estudiantes que fumaban pero no lo hacían a diario se encontró que la principal motivación eran las situaciones de crisis y el nerviosismo, donde el tabaco funciona como un relajante; estos resultados coinciden con lo identificado por Márquez-Granados y col.,13 quienes encontraron que, en niveles moderados de estrés académico, más de la tercera parte de los alumnos de su estudio eran fumadores activos. También coincide con lo identificado por Rodríguez-Ramírez y col.,14 en su estudio a 216 estudiantes de la Licenciatura en Enfermería de la Universidad Autónoma de Aguascalientes , donde el 39,4 % de los estudiantes fumaban para olvidarse de sus estresores o disminuir el nivel de tensión o enojo.
De los estudiantes que fumaban, gran parte confirmó que mientras fuma consume alcohol, este resultado coincide con los resultados obtenidos por Iglesias-Carbonell y col., 15 y por León-Seminario y col.;16 en ambos estudios se demuestra el poder del tabaquismo en su calidad de droga "portera", situación que resalta el consumo de tabaco acompañado de otras sustancias como el alcohol y sustancias psicoactivas.
De los estudiantes que fumaban a diario, el 60 % había tratado de dejar de fumar en los últimos 12 meses. Estos resultados son más alentadores que los mostrados por Márquez-Granados y col.,13 quienes identificaron en su estudio que solamente el 36,1 % de los estudiantes había intentado dejar de fumar. La positividad de los resultados obtenidos por este estudio puede estar relacionado con la intensa publicidad brindada por los medios de comunicación masiva a los efectos perjudiciales del tabaquismo y al mayor conocimiento de las consecuencias del tabaquismo en los estudiantes de ciencias médicas.
En cuanto a la dependencia a la nicotina, el 44,7 % de los estudiantes a los que se le aplicó el test mostró una dependencia moderada; resultado similar al obtenido por Castro-Sánchez y col.,17 cuyo estudio demuestra un 41,7 % de estudiantes con baja dependencia a la nicotina. Correa-López y col.,1 obtuvieron cifras muy superiores a las obtenidas en el presente estudio luego de analizar los datos de 447 estudiantes universitarios de cinco universidades privadas de Lima Metropolitana, la investigación identificó que el 97,17 % de los jóvenes con hábito tabáquico tenían dependencia moderada al tabaco. La diferencia tan marcada entre estos estudios demuestra la variabilidad de las manifestaciones del tabaquismo en universitarios de diferentes regiones del continente americano, influenciada, en gran medida, por factores sociales.
Entre las limitaciones, este estudio encontró la presencia de datos autoinformados, aspecto que suele tener varias fuentes potenciales de sesgo como son la memoria selectiva y la exageración.
Se concluye que a pesar de conocer sus efectos perjudiciales, los estudiantes de ciencias médicas consumen tabaco y en estos se comporta como droga portera al igual que en otras poblaciones. La principal motivación para fumar en los estudiantes de ciencias médicas está relacionada con el manejo del estrés, lo que demuestra la necesidad de incorporar en su formación, herramientas psicológicas para el manejo adecuado de situaciones estresantes.