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Gaceta Médica Espirituana

versión On-line ISSN 1608-8921

Gac Méd Espirit vol.16 no.2 Sancti Spíritus Mayo.-ago. 2014

 

EDITORIAL

 

Sancti Spíritus: presencia de la medicina en 500 años de historia

 

Sancti Spíritus: the presence of medicine in 500 years of history

 

 

Dr C Berto Delis Conde Fernández, Dr. Pedro L. García Alfonso.

Hospital Provincial General Camilo Cienfuegos. Sancti Spíritus. Cuba.

 

RESUMEN

La conservación de la memoria histórica de los pueblos fortalece la identidad nacional y permite depositar en las nuevas generaciones el acervo cultural, científico y social que durante años ha caracterizado el desarrollo de las civilizaciones. En ocasión de cumplirse cinco siglos de la fundación de Sancti Spiritus, la cuarta villa erigida por los colonizadores españoles en Cuba, se presenta una síntesis de la presencia de la medicina en la historia de la villa con el objetivo de propiciar el necesario acercamiento a este legado patrimonial. Desde el punto de vista metodológico esta reseña se fundamenta en los criterios de la investigación histórica.

Palabras clave: historia de la medicina

 


 

 

La villa de Sancti Spiritus fundada el 4 de junio de 1514 por Diego Velásquez, nace con la rebeldía de Fray Bartolomé de las Casas, quien al pronunciar su “sermón del arrepentimiento” en la misa fundacional, denuncia la barbarie española en el trato indiscriminado a la población aborigen y asume “la defensa de los indios”1, 2.

En los primeros años la villa no contaba con médicos ni con servicios de salud, aunque se conoce del azote causado por la malaria y la fiebre tifoidea. Los primeros pobladores aprendieron de los aborígenes el empleo con fines curativos de algunas plantas medicinales. En las crónicas de Hernán Cortés escritas previo a la conquista de México, se hace referencia a la existencia entonces de curanderas y comadronas1, 2.

En 1547 ya existían en la villa algunos lugares dedicados a la asistencia y amparo de los enfermos. En los primeros años del siglo XVII se crea el Hospicio “La Merced”, ubicado en la calle Real esquina a Cocos, y a finales del siglo un segundo hospicio llamado “Jesús de Nazareno”, situado en la plaza del mismo nombre y dedicado a la atención de enfermos y el cuidado de niños huérfanos. En estos lugares, creados por iniciativa de los vecinos, brindaban los primeros auxilios personas caritativas dedicadas a ello1.

En las actas capitulares del cabildo de la villa consta la creación en el año 1700 de un órgano textualmente denominado “consejo científico” integrado, entre otros, por un barbero que se desempeñaba también como cirujano y dentista, un herrero y un “fabricante de bebidas espirituosas”. Datan de esa época los primeros pronunciamientos referidos a higiene ambiental y cuidados personales1.

En 1712 surge el primer hospital espirituano por iniciativa del Presbítero Don Silvestre Alonso y Muñoz, el Hospital de San Juan de Dios; construido como una casa de tejas y ladrillos en la calle San Juan de Dios esquina a San Cristóbal, contaba con 12 camas de ingresos y una subvención aportada por la caridad popular. Este hospital se mantuvo prestando servicios ininterrumpidamente hasta 1899, su edificación se conserva actualmente en perfecto estado.

En 1831 abre sus puertas un segundo hospital gracias a los esfuerzos de otro sacerdote, el Padre Gerónimo Quintero. Se encontraba ubicado en la intersección de las calles Paula y Amargura, y llevó el nombre de San Francisco de Paula; estuvo dedicado a la atención de mujeres y fue costeado mediante donaciones privadas y limosnas aportadas por el pueblo.

Hacia 1862 los espirituanos eran conocidos en el país por sus ansias libertarias, expresadas mediante la participación en conspiraciones independentistas. La capitanía general de la isla decide reforzar sus fuerzas militares en este territorio y en el cuartel del ejército español, el más importante del centro de Cuba, se establece una enfermería militar que, tras el inicio de la Guerra de los Diez Años, se convierte en verdadero hospital militar.

Un suceso de relevancia nacional que influye en el ulterior desarrollo de Sancti Spiritus acontece en 1728, al inaugurarse la Real y Pontificia Universidad de La Habana; se inician entonces los estudios de medicina en la colonia. En el siglo XIX un ilustre médico y patriota espirituano, Vicente Antonio de Castro y Bermúdez nacido el 24 de marzo de 1809, ocupa la cátedra de Anatomía de la Facultad de Medicina con ejemplar magisterio. Destacado cirujano, introduce por primera vez la anestesia por éter en Cuba y Latinoamérica, fundó las cátedras de Patología Interna e Introducción a la práctica de la Medicina, por lo que se le atribuye el mérito de precursor de la Clínica Médica, siendo el primer profesor en enseñar en el país la percusión y la auscultación3.

Por su labor a favor de la independencia guardó exilio entre 1854 y 1862 y al regresar a Cuba se dedica a la reorganización de la masonería y desde la logia del Gran Oriente de Cuba y las Antillas, promueve la preparación de la insurrección contra el colonialismo español, influyendo notablemente en la preparación ideológica de la generación revolucionaria de 1868; fallece el 12 de mayo de 18693, 4.

Luego de iniciada la guerra el 10 de octubre de 1868, los patriotas villareños se incorporan a la contienda en los primeros meses de 1869; Honorato del Castillo y Cancio nacido en Sancti Spiritus el 30 de noviembre de 1838, alumno de José de la Luz y Caballero en el colegio “El Salvador” donde también impartió clases, graduado de Bachiller en Medicina en la Universidad de la Habana el 17 de junio de 1868, regresa a la villa para dirigir el alzamiento. Fue representante en la Asamblea Constituyente de Guáimaro y nombrado jefe de división del ejército libertador en la jurisdicción espirituana, donde dirige la guerra hasta su caída en combate el 20 de julio de 18695.

Conocida resulta la barbarie con que los colonialistas y sus adeptos trataron de ahogar en sangre esta primera gesta libertaria; cuando el 27 de noviembre de 1871 fueron ejecutados mediante fusilamiento ocho inocentes estudiantes de Medicina, injustamente acusados de profanar la tumba de un periodista español, entre las víctimas se encontraba el joven espirituano Carlos Augusto de la Torre, hijo de una destacada familia de la villa.

Durante las luchas independentistas especial mención merece Raimundo Sánchez Valdivia (hermano del Mayor General Serafín Sánchez Valdivia) nacido el 4 de agosto de 1865, matricula la carrera de medicina la cual deja inconclusa en 1892 para viajar a Cayo Hueso donde colabora en la preparación de la “guerra necesaria” con José Martí, quien le insta a concluir sus estudios6.

Raimundo Sánchez Valdivia integró el Partido Revolucionario Cubano, trabajó como maestro de los hijos de los emigrados, y tras el levantamiento del 24 de febrero de 1895 regresa a Cuba en una expedición junto a Serafín y Carlos Roloff el 24 de julio de 1895. En la manigua, además de combatir, se desempeñó en la asistencia médica de heridos y enfermos, fue constituyente en Jimaguayú, se incorporó a la columna invasora y acompañó a su hermano en el combate del Paso de Las Damas, donde Serafín Sánchez cae heroicamente; cuando concluyó la guerra tenía los grados de coronel y post mórtem fue ascendido a General6.

Médico y General mambí lo fue también el Dr. Santiago García Cañizares, nacido en Sancti Spiritus el 7 de junio de 1862, graduado de Licenciado en Medicina en 1844; se incorporó al ejército libertador el 4 de septiembre de 1895, fue elegido representante a la Asamblea Constituyente de Jimaguayú y luego ocupó la cartera de Secretario del Interior en el gobierno de la República en Armas, participó junto a Antonio Maceo en la invasión desde Oriente hasta las Villas7.

Durante treinta años de contienda por la libertad, las condiciones de los hospitales de Sancti Spiritus empeoraron cada vez más al faltar el apoyo de las autoridades y mermar las donaciones de una población empobrecida.

Cuando Valeriano Weyler establece su política genocida de “reconcentración”, fue Sancti Spiritus una de las regiones más afectadas, en 1898 los enfermos se amontonaban en portales y plazas y la situación sanitaria de la ciudad alcanzó su mayor deterioro.

Al producirse la intervención norteamericana que frustró las luchas libertarias en 1898, los hospitales espirituanos abarrotados y abandonados, apenas podían sostenerse. Tras el retiro de los españoles y el establecimiento de la autoridad interventora se produjo un verdadero movimiento popular en reclamo de la entrega de la edificación de la enfermería y cuartel del ejército hispano, ahora ocupada por los norteamericanos para convertirla en hospital.

Fue tal la presión del pueblo, que los interventores se vieron obligados a acceder a esta demanda y con la ayuda de los mambises que regresaban de la guerra, se logró unificar los medios con que contaban los antiguos hospitales en los predios del cuartel. El 17 de noviembre de 1899 en ceremonia patriótica se inauguró el Hospital Civil de Sancti Spiritus, institución que brindó servicios ininterrumpidamente hasta el 1 de enero de 1959 cuando, con triunfo definitivo de la Revolución, se trasformó inicialmente en Hospital Municipal, más tarde en Hospital Regional y al adoptarse una nueva división político-administrativa en el país en 1976, en “Hospital Provincial Clínico Quirúrgico”.

Destacadas figuras de la medicina encabezaron la fundación del Hospital Civil que tuvo como su primer director un eminente médico, el Dr. Wenceslao Fernández Calzada. Perduran en el recuerdo los venerables nombres de los doctores: Antonio Rudesindo García Rijo, Baldomero Escribano Companioni, Agustín Montiniano Cañizares y Manuel Orizondo Caraballe8.

En 1902 el nuevo hospital contaba con 62 camas de hospitalizados e incluía los servicios de cirugía, medicina general y farmacia; en junio de ese año se habían realizado 34 operaciones, y en sus dos primeras décadas fue reconocido entre los mejores del país. En 1924 se inauguró su sala de maternidad, disponía entonces de asignaciones para atender a 98 enfermos.

A partir de 1925 las condiciones del Hospital Civil comienza un continuo deterioro el que se agudizó durante la dictadura machadista; los gobiernos ulteriores tampoco incluyen entre sus prioridades la salud del pueblo. El salario de los médicos y trabajadores era ínfimo y muchas veces no llegaba a tiempo, mientras que la práctica de la medicina privada pasó a ocupar una posición preponderante. En la ciudad aparecieron entonces diversas clínicas privadas pero el Hospital Civil mantuvo sus servicios “contra viento y marea” gracias a la dedicación de quienes allí laboraban. En la década de 1950 se iniciaron en este centro los servicios de rayos X y laboratorio clínico, se habilitó un local para esterilización y se crearon las primeras consultas externas. No se disponía de atención médica de urgencias, la que fue asumida por una “Casa de Socorros”.

Cuando el 26 de julio de 1953 los jóvenes de la “Generación del Centenario” bajo el mando de Fidel Castro iniciaron la etapa final de las luchas por la liberación nacional con el asalto a los cuarteles “Moncada” y “Carlos Manuel de Céspedes”, la plantilla del Hospital Civil de Sancti Spiritus apenas contaba con 22 trabajadores distribuidos de la siguiente manera: 8 médicos a tiempo parcial, 6 enfermeros, 1 técnico de rayos X, 1 técnico de laboratorio clínico y 6 auxiliares generales.

Este colectivo se identificó con la insurrección desde el primer momento, se generalizaron en el centro las afiliaciones al movimiento “26 de Julio” y la participación en la lucha clandestina, en la que se destacaron el inolvidable profesor de cirugía general Dr. Rodrigo Orizondo Bustamante y el destacado luchador Gabino Bejerano.

Durante la etapa insurreccional y luego del triunfo, las mejores virtudes del pueblo espirituano se sintetizan en el médico y comandante del ejército rebelde Faustino Pérez Hernández, nacido el 15 de febrero de 1929 en La Larga, actual municipio de Taguasco, integró la dirección nacional del “Movimiento 26 de Julio” en 1955, fue expedicionario del Granma, combatiente de la sierra y del llano, ministro en el primer gabinete de la Revolución y luego jefe de Sanidad Militar, incansable luchador por el desarrollo económico y social del país. En la década de 1970 fungió como Primer Secretario del PCC en la regional Sancti Spiritus asumiendo tareas trascendentales como la construcción de la presa Zaza y el desarrollo del plan arrocero “Sur del Jíbaro ”9.

Con el triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959 comienza una nueva era y con ella el despertar de la nación que reconoce en la salud pública un derecho del pueblo. A pesar de las amenazas a la patria por la subversión contrarrevolucionaria y la agresión imperialista, médicos espirituanos participaron en la campaña de alfabetización, los combates de Playa Girón, la lucha contra bandidos, la batalla económica y la colaboración internacionalista militar y civil9.

Durante la lucha contra bandidos, el comandante Manuel “Piti” Fajardo, nacido en Manzanillo antigua provincia de Oriente en 1930, médico y combatiente de la Sierra Maestra, asume la jefatura de operaciones en el Escambray, macizo montañoso extendido desde Sancti Spiritus y Trinidad por el sur de la entonces provincia de Las Villas. En un enfrentamiento con el enemigo, fue herido de muerte y fallece el 29 de noviembre de 1960, constituyendo hoy un símbolo de los trabajadores de la salud10.

El desarrollo económico, social y cultural de Sancti Spiritus, a pasos acelerados, distingue desde 1976 a una nueva provincia, pionera en el país en la introducción de un novedoso modelo de salud pública centrado en la atención primaria, que reconoce en el consultorio de la familia y el policlínico su núcleo fundamental. Entre las primeras instituciones dedicadas a la formación de los recursos humanos requeridos por el sistema de salud se destaca la Escuela Provincial de Enfermería, en la que laboraron prestigiosas enfermeras encabezadas por la Lic. Evidia Álvarez, y entre las que se recuerdan, entre otras, a Ofelia Cancio, Zenobia Reyes, Digna Marín y Miriam Vives 11.

El 1 de septiembre de 1980 se iniciaron las actividades académicas de la educación médica superior en la provincia con la llegada de los 10 primeros estudiantes de sexto año de la carrera de medicina. A partir de 1981 la formación de médicos se extiende a todos los años curriculares, pero ya el antiguo hospital resultaba insuficiente para los nuevos requerimientos asistenciales y docentes. El 27 de julio de 1986 se inauguró por el Comandante en Jefe Fidel Castro un nuevo Hospital Provincial con el nombre del Comandante Camilo Cienfuegos y a la vez, la Facultad de Ciencias Médicas “Dr. Faustino Pérez Hernández”, posteriormente devenida en universidad11.

Puede afirmarse a manera de conclusión que, sin detenerse, continúa hoy la historia espirituana entre luchas y victorias; al arribar al aniversario 500 de su fundación el 4 de junio de 2014, Sancti Spiritus se enorgullece de la participación de médicos y trabajadores de la salud en los momentos significativos de su historia. Sirva esta humilde síntesis como reconocimiento, homenaje y recuerdo eterno a los protagonistas de esta gesta.

 


ABSTRACT

The conservation of the historical memory of the peoples strengthens national identity and allows to set down the cultural, scientific and social heritage that for years has characterized the development of civilizations in the new generations. On the occasion of the five centuries of the founding of Sancti Spíritus, the fourth village erected by the Spanish colonists in Cuba , a synthesis of the presence of the medicine in the history of the town is presented with the aim of creating the necessary approach to this patrimonial legacy. From the methodological point of view this review is based on the criteria of historical research.

Keywords: history of medicine

 

 

 

REFERENCIAS

1. Archivo Provincial de Historia. Revisión de las Actas Capitulares del Cabildo de Sancti Spiritus. (2000.

2. Valdés Navia M. El proceso fundacional de la villa de Sancti Spiritus. Siga la Marcha. 1999;7(12,13):11.

3. Valdés Navia M, Vicente Antonio de Castro y la masonería verdadera en los preparativos de la Revolución del 68. Legajo 24. Exp.618; 1-9.

4. Torres-Cuevas E. En busca de la cubanidad. La Habana : Editorial de Ciencias Sociales;2006.

5. Archivo histórico municipal Sancti Spíritus. Multimedia “Vida y obra de Honorato del Castillo”. 2013

6. Fernández Henríquez R. Los Sánchez Valdivia: Una familia de patriotas. Siga la Marcha. 1996; 4(8): 20.

7. Corvea Álvarez D, García Cañizares S. Un patriota del 95. Siga la Marcha. 1995;3(3,4,5):18.

8. Martínez Pentón V, Rudesindo García. Historia de un Médico. Siga la Marcha. 1996;4(8): 26.

9. Ecured.Cu/Index. La Habana : Faustino Pérez Hernández, combatiente revolucionario cubano. Disponible en: http://www.ecured.cu/index.php/Faustino_P%C3%A9rez

10. Ecured.Cu/Index. La Habana : Manuel “Piti” Fajardo; médico y combatiente revolucionario. Disponible en: http://www.ecured.cu/index.php/Manuel_Fajardo

11. Conde Fernández, B. Antecedentes históricos y culturales para la autoevaluación institucional de la formación médica de pre grado en el Hospital Universitario “Camilo Cienfuegos” 2005. [ CD-ROM]. La Habana : I Seminario Internacional de Hospitales; 2005.

 

 

 

Recibido: 2014/06/18
Aprobado: 2014/06/23

 

 

 

Dr C Berto Delis Conde Fernández. Hospital Provincial General Camilo Cienfuegos. Sancti Spíritus. Cuba.