Introducción
Las transformaciones que se han suscitado en el sistema educacional cubano, responden esencialmente a la necesidad del propio desarrollo revolucionario en Cuba y el mundo. A la universidad, le corresponde egresar profesionales cuya actuación sea compatible con las circunstancias y disímiles problemas que la vida le pone ante sí, coherente con el desarrollo actual del mundo contemporáneo, donde la excelencia se convierte en una exigencia que demanda el entorno social, con alto nivel de competitividad.1
En Cuba, es un hecho y una realidad la preocupación constante por la mejora de la calidad de la Educación Superior como garante de los procesos de desarrollo socio-económico, pues se entiende que “la universidad debe ser por excelencia la institución social proactiva con mayor capacidad para preservar, ampliar y difundir la cultura en su sentido más amplio y para poner, asimismo, el conocimiento más avanzado al servicio y salvaguarda de la humanidad, de la manera más integral e inclusiva posible.2
Cada universidad de las Ciencias Médicas Cubana tiene bien definido su encargo social, expresado en la formación de los profesionales de la salud (médicos, estomatólogos, licenciados en enfermería y tecnólogos) que requiere la sociedad, con una sólida preparación científico-técnica y capacitados para una constante actualización en los avances de las ciencias médicas y otras ciencias afines, con altos valores éticos, políticos y morales, comprometidos en satisfacer las demandas y las necesidades del sector, donde el proceso de acreditación reviste gran importancia.3,4,5,6
La acreditación es el proceso para garantizar la calidad de un programa educativo. El proceso es llevado a cabo en Cuba por la Junta Nacional de Acreditación (JAN). La misma reconoce la calidad de los programas o de la institución acreditada. Este es un proceso voluntario mediante el cual una organización es capaz de medir la calidad de servicios o productos, y el rendimiento de los mismos frente a estándares reconocidos a nivel nacional o internacional.
El Sistema de Evaluación y Acreditación de las Especialidades de Posgrado (SEA-EP) fue aprobado mediante la Resolución No. 307 de 2015, modificada en el 2018, para todas las especialidades de Institución de Educación Superior de la República de Cuba y puesto en vigencia el 1 de enero de 2019. Previas validaciones en varias universidades y ministerios. A pesar de ser un subsistema de más reciente implementación, en poco más de dos años de su aplicación los resultados obtenidos permiten, mediante la valoración de las fortalezas y debilidades derivadas de la evaluación externa, aquilatar el impacto de este subsistema en el aumento de la cultura de la evaluación, del desempeño profesional.7
La acreditación de las especialidades de posgrado en Cuba fue motivada esencialmente por lograr el mejoramiento continuo de la gestión de la calidad de la educación posgraduada en el país. Es por ello, que al hablar de acreditación se traduce con mucha claridad todo lo referente a calidad en los procesos que esta origina en la formación de nuevos especialistas y las verdaderas transformaciones que dan en los diferentes claustros.
El objetivo del presente artículo es describir según el patrón de calidad del SEA-EP el comportamiento del proceso de evaluación externa para la acreditación de las especialidades médicas en la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas, en el 2018-2019.
Materiales y métodos
Se realizó un estudio de carácter exploratorio descriptivo, predominantemente cualitativo, para describir el comportamiento de la evaluación externa de los programas de Formación de las Especialidades médicas en la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas. Se aplicaron métodos teóricos como el análitico-sintético y entre los empíricos la revisión documental, análisis bibliográfico y la revisión de documentos normativos del Sistema de Evaluación y Acreditación de Especialidades de Postgrado (SEA-EP), así como informes de evaluación externa de las especialidades que se evaluaron en el período señalado y de documentos legales que norman los procesos de acreditación de especialidades de postgrado. Se revisó el Reglamento de Evaluación, Patrón de Calidad y Manual de Implementación.
Resultados
Tras la realización de talleres, entrenamientos y un arduo trabajo metodológico se logró la preparación de todos los profesionales involucrados en el proceso de autoevaluación por el SEA-EP para enfrentar un proceso complejísimo que depende de la validación de expertos, de la revisión acuciosa de documentos, de escudriñar la cientificidad de cada proceso; a partir del mes de diciembre del 2018 la universidad se concentró en realizar la evaluación externa para la acreditación de sus especialidades de posgrado. Hasta la fecha se han evaluado seis especialidades logrando resultados según los estándares de acreditación que otorga la JAN.
Programa de excelencia: Medicina Natural y Tradicional, Oftalmología.
Programa certificado: Gastroenterología, Psiquiatría, Dermatología.
Programa calificado: Pediatría.
Durante el proceso de autoevaluación se determinaron fortalezas y debilidades, a partir de las cuales se elaboró el plan de mejora de cada especialidad. A continuación, se listan algunas de ellas:
Fortalezas
El 100 % de los directivos, profesores, tutores, empleadores, egresados y cursistas manifiestan un elevado nivel de satisfacción con los programas de las especialidades y su pertinencia social.
El 100 % de los egresados se mantienen en el ejercicio de la especialidad, destacándose la obtención de categorías docentes.
Selección de los profesores y tutores con mayor experiencia para desarrollar la formación.
Alto sentido de pertenencia, identidad, humanismo y compromiso de los estudiantes con el programa de la especialidad.
Tránsito a categorías docentes principales del claustro de profesores de las especialidades.
El incremento de especialistas de II grado que para los efectos de la acreditación se homologa al doctor en ciencias.
Intercambios para las áreas docente, asistencial e investigativa a través de convenios con instituciones y especialistas al más alto nivel nacional, de manera sostenida y con resultados satisfactorios, así como una adecuada cooperación interinstitucional.
Confección del instrumento para la medición del impacto de los programas de formación.
Efectiva gestión del Comité Académico del programa respecto a la planeación, organización, ejecución y control de las actividades del programa. La atención a las necesidades de profesores, tutores y estudiantes y del servicio donde se insertan, apoyados en el empleo de las tecnologías de la información.
Se evidenció la conservación, actualización, custodia y control de la documentación atinente al programa en las ediciones concluidas y en ejecución, así como el cumplimiento sistemático e intencional de los planes de mejora.
Mejora estructural de los escenarios de formación.
Se reconoció el impacto positivo del trabajo desempeñado por los egresados y su contribución para elevar la calidad de vida de la población, con el desarrollo de programas y proyectos, que tributan al logro y mantenimiento de los indicadores de salud.
Se evidenció una efectiva participación de estudiantes y profesores en la solución de los problemas de salud del territorio, que lograron satisfacción en la población.
Elevada satisfacción de los estudiantes nacionales y extranjeros con su formación y con la calidad del claustro que los conduce, lo que fue constatado en las encuestas, y entrevistas.
Los profesores de las especialidades participaron activamente en la formación de estudiantes autofinanciados y financiados por sus respectivos gobiernos y aportan divisas al sistema.
Debilidades
Déficit de profesores con grado científico de doctores en ciencias.
No realización del proceso de autoevaluación a cada edición culminada.
Bajo índice de publicaciones y no en todas las ocasiones se corresponden con las líneas de investigación en cada especialidad, ni con el potencial científico y los resultados de los proyectos de investigación en las mismas.
La mayoría de publicaciones se concentran en un número o grupo reducido de miembros del claustro.
Insuficiente publicación de los resultados científicos de los estudiantes en los últimos cinco años.
En el mes de noviembre se sometieron al proceso de evaluación externa cuatro especialidades: Anatomía Patológica, Laboratorio clínico, Medicina Interna e Imagenología, las cuales se encuentran en espera de los resultados, por el Comité Técnico Asesor y pleno de la JAN, por lo que al finalizar el 2019 la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas contará con 10 programas de formación de especialidades evaluados y acreditados, lo que corresponde al 52,6 % de sus 19 programas de formación en el posgrado, posibles a acreditar.
Discusión
En Cuba es una realidad, la preocupación constante por la mejora de la calidad de la Educación Superior como garante de los procesos de desarrollo socio económico, pues se entiende que “la universidad debe ser por excelencia la institución social proactiva con mayor capacidad para preservar, ampliar y difundir la cultura en su sentido más amplio y para poner, asimismo, el conocimiento más avanzado al servicio y salvaguarda de la humanidad, de la manera más integral e inclusiva posible.2
El fundamento de la acreditación de la calidad radica en la autoevaluación sistemática que realizan los colectivos de profesores que ejecutan cada programa, para la mejora continua sobre la base de planes de mejora, y su evidente seguimiento.
En la revisión documental se encuentran elementos en su contenido, que caracterizan la evaluación de impacto y que son necesarios para establecer el proceso de autoevaluación y evaluación según el Patrón de Calidad para las especialidades de posgrado, estos son:
Pertinencia e impacto social, claustro, estudiantes, infraestrustura, currículo, escenario laboral.
Después de realizarse el proceso de autoevaluación de las diez especialidades antes mencionadas donde se reflejaron las particularidades de cada una de ellas, se constató que existen coincidencias en algunas fortalezas y debilidades de las variables evaluadas, concentrándose estas últimas fundamentalmente, en las variables claustro y estudiantes las cuales se corroboraron posteriormente en el informe de evaluación realizado por los expertos de JAN.
En la bibliografía revisada se reflejan debilidades que coinciden con algunas de las encontradas en los procesos de evaluación en la Universidad de Matanzas.8-10,12-18
En la actualidad, de las 61 especialidades que se forman en el país 48 especialidades forman residentes en la provincia, con una matrícula actual de 1 588. Es imprescindible que cada una de las especialidades se familiarice con el proceso de acreditación, lo que permitirá a corto y mediano plazo la acreditación de las mismas. Valorando los requisitos según los estándares de calidad actuales en el contexto cubano, si se considera el trabajo metodológico como el instrumento principal que contribuya a la generación de nuevos conocimientos que garanticen el desarrollo humano y sostenible, la formación y promoción de valores universales, el desarrollo y difusión de la cultura y, de forma pertinente, consolidar a la universidad como institución científica y humanista que fortalezca el desarrollo próspero y sustentable del sistema social cubano. Sólo así se logrará la excelencia académica y las tan anheladas acreditaciones de sus diferentes programas lo que contribuirá al mejoramiento continuo de la calidad.4
La Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas suma nuevos propósitos al historial de su currículo, con la acreditación de diez especialidades de postgrado.
Ha venido preparándose para demostrar que el proceso docente educativo que desarrolla en el posgrado, cuenta con los requisitos según los estándares de calidad actuales en el contexto cubano, pero a pesar de las fortalezas en el proceso de acreditación en la actividad de posgrado se continúan desarrollando alternativas para lograr estándares de excelencia en los procesos de evaluación externa que ocurrirán en el 2020. Para ello, se proyectan cinco nuevas especialidades: Anestesiología y Reanimación, Medicina Intensiva y Emergencia, Ortopedia y Traumatología, Geriatría y Cirugía General.
En correspondencia con lo anterior, resulta necesario acudir a las palabras de Aparicio Suárez, cuando expresó “…Este proceso, obviamente, permite ganar conciencia de los cambios necesarios, fortalece las relaciones entre los actores, ahonda las valoraciones, enseña a mirarse a sí, a identificar fortalezas y debilidades, asegura un desarrollo integral y genera o refuerza el compromiso para continuar mejorando con un pensamiento estratégico y analítico que involucra la razón de ser de la universidad, su ejecutoria y el horizonte que es posible alcanzar, con el ánimo de iluminar mejores decisiones en el empeño de lograr la formación y superación de profesionales más competentes, con pleno dominio de los modos de actuación e integridad en su conducta…”11
Durante el proceso de autoevaluación y evaluación de los programas de formación de las especialidades en la Universidad de Ciencias Médicas de Matanza, se identificaron fortalezas y debilidades. La elaboración del plan de mejora y su control suelen ser las vías idóneas para asegurar la gestión de la calidad y el resultado final obtenido en cada una de las especialidades médicas evaluadas.
Se apreciaron las fortalezas en el proceso de evaluación externa de programas de especialidades de posgrado, lo que asegura la solución a sus problemas profesionales.
Las debilidades identificadas en el proceso, orientan las acciones de mejora continua de estos hacia el perfeccionamiento.
De manera general se han expuesto los elementos esenciales en el desarrollo actual del proceso de acreditación en la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas. Persisten por realizar muchísimas acciones para atenuar las debilidades que conspiran para lograr la excelencia en la formación de los recursos humanos del sector de la salud en la provincia.