INTRODUCCIÓN
La superación profesional es un reto desde la formación inicial de los licenciados en enfermería, especialmente para los docentes de la carrera. Garantizarla constituye un aval para la futura calidad en el cumplimiento, por parte de estos actores, en su función de preparar, asesorar, y orientar a las futuras generaciones, adultos mayores, familias e incluso a los propios docentes en cuanto a los procedimientos específicos para el logro exitoso de estilos de vida saludables que conlleven a una longevidad satisfactoria.
La educación de posgrado constituye un conjunto de procesos de enseñanza-aprendizaje encaminado a garantizar la preparación de los graduados universitarios en aras de perfeccionar, actualizar y profundizar en los conocimientos y habilidades que poseen, vinculados directamente al ejercicio profesional, en concordancia con los avances científico-técnicos y a las necesidades de las entidades en que laboran.1
Mediante el posgrado, se atiende la superación profesional y la formación académica, este proceso emerge como una herramienta necesaria para desarrollar el potencial científico que requieren las universidades, de ahí la importancia de una dirección ajustada, concebida en la misión y visión, con impacto en la calidad de los procesos sustantivos. No cabe duda alguna que mientras mejor preparados y actualizados estén los docentes a tono con el desarrollo científico-técnico y para el abordaje de los problemas más acuciantes que hoy aquejan al mundo, a la región de las Américas, al país y a la provincia, más cercanas a la excelencia educativa estarán las universidades.
Atendiendo al vertiginoso envejecimiento poblacional del país, la atención a la salud del adulto mayor en todas sus aristas es un tema que se coloca en una línea prioritaria de interés. De ahí parte la importancia de que en todas las carreras de las ciencias médicas y particularmente en la carrera de Enfermería, se preste una atención diferenciada a los procesos normales de envejecimiento, así como a los cuidados que requieren las personas sanas o enfermas en este grupo etario, situación que coloca frente a un nuevo reto al Sistema Nacional de Salud y particularmente a las universidades médicas, consistente en la necesidad de ajustar los procesos formativos del pre y el posgrado.
Un aspecto de vital importancia desde el punto de vista educativo es que se trabaje desde los inicios de la carrera por lograr en los estudiantes un elevado sentido de la responsabilidad, compromiso por la atención al adulto mayor, caracterizada por el respeto a la individualidad, a la privacidad de estas personas y por una adecuada valoración de sus necesidades, al tomar en cuenta que se trata de un grupo poblacional que aunque está en una etapa de la vida en la que presentan determinadas limitaciones, están habituados a ser personas útiles, que han hecho aportes a la familia y a la sociedad durante toda su vida y esperan recibir el respeto y consideración como adultos.
La enfermería al tener como finalidad en el ejercicio profesional brindar cuidados a las personas, debe educarse para que esa atención sea aprendida, aprehendida y se convierta significativamente en parte del individuo ayudándole a desarrollarse, para que a su vez influya en la familia y ella en la sociedad. Esto contribuirá al progreso social del país. Para ello, el profesional de esta disciplina debe formarse con bases pedagógicas y didácticas, que al unísono con la filosofía, sociología, psicología, antropología, ética, bioética, las ciencias básicas de fundamentación y los contenidos propios de la disciplina, podrán desarrollar la competencia educativa con un enfoque integral.
Investigaciones realizadas sobre modelos y teorías de enfermería comunitaria hacen referencia a aquellos que ofrecen una visión global de los parámetros generales que incluyen ideas sobre la naturaleza y el papel del paciente y del enfermero, sobre el entorno o cultura en donde se desarrolla, sobre el objeto o función basándose en el cuidado de la salud y sobre las acciones o intervenciones que realiza. Todos estos aspectos se deben direccionar atendiendo a:
La persona que recibe los cuidados.
El entorno en el que existe la persona.
El concepto de salud, como meta de la persona en el momento de su interacción con la enfermera.
Las propias acciones de enfermería.
En opinión de los autores las funciones y procedimientos que realiza el docente vinculado a la carrera de Enfermería que se relacionan con la problemática en estudio necesitan de reformulación, ya que no se vinculan de manera efectiva los modos de actuación ante la necesidad expedita de resolver de manera real y objetiva las insuficiencias en la atención al adulto mayor, particularmente en el fomento de estilos de vida saludables que conducen a una longevidad satisfactoria.
Es por ello que se ratifica la necesidad de promover sólidos conocimientos en los docentes acerca de este tránsito vital y la importancia de lograr estilos de vida saludables, teniendo en cuenta que el envejecimiento poblacional en que se encuentra inmerso el país y en particular la provincia Camagüey, constituye un reto para las generaciones de profesionales, los que en su quehacer deben buscar alternativas que contribuyan no solo a un incremento de la esperanza de vida de la población, sino también de la calidad de la misma, cuestión esta que incluso se visibiliza en las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible previstos en la Agenda 2030.2
A partir de todo lo antes planteado, es propósito de los autores valorar la pertinencia de una estrategia para la superación profesional de los docentes de la enseñanza de la carrera de Enfermería, sustentada en un modelo de igual denominación, que coherentemente atienda todo lo relacionado con el fomento de estilos de vida saludables del adulto mayor.
Para el desarrollo de la investigación se emplearon los métodos como el análisis documental; análisis y síntesis; la inducción y deducción.
El análisis de documentos para constatar el estudio, conocer lo normado en relación con el proceso de superación profesional y otros elementos esenciales de carácter histórico que se emplearon en el proceso de investigación. El método analítico y sintético proporcionó la determinación de los fundamentos epistemológicos y praxiológicos del proceso de superación profesional del licenciado en enfermería en la elaboración del modelo y la estrategia, así como en la obtención de conclusiones de la investigación. El método inductivo y deductivo permitió la determinación de las categorías que surgen en el proceso investigativo del objeto y el campo de investigación, en el establecimiento de las tareas científicas y en la elaboración de conclusiones.
DESARROLLO
Las condiciones histórico-concretas que vive el mundo contemporáneo, expreso por complejos procesos de cambios, transformaciones y reajustes sociales, sobre todo en el plano económico y político, demandan de reformas en las políticas educativas, rectificaciones de valores sociales y claustros docentes bien preparados para sostener esas estrategias.
Dentro de los servicios sociales, en los de salud se asume un papel importante ya que entre sus acciones principales está favorecer el bienestar y la mejora de la calidad de vida de la población. Indudablemente para alcanzar este mega propósito los profesionales de la salud han de perfeccionar su preparación científico-técnica sobre la base de diversas actividades de superación y de esta forma satisfacer las necesidades de aprendizaje que han tenido falencias en la formación de pregrado. Es por ello que para cada actividad de capacitación se elabora un programa docente que proporciona la aplicación del sistema de créditos académicos y eleva la calidad de los recursos humanos con que se cuenta.
El avance de la Educación Médica Superior según los modelos de universidades y su incidencia en la concreción de una profunda visión en la formación posgraduada de los profesionales de la salud, las reformas introducidas , los aportes de los principales investigadores involucrados en los cambios, así como las figuras del proceso formativo de posgrado, entre otros, son determinantes para comprender el papel desempeñado por la cuarta enseñanza en las disímiles condiciones histórico-concretas en que esta ha surgido y evolucionado en el mundo y en Cuba. Los procesos formativos se desarrollan en dos categorías: pregrado y posgrado. De esta última, como ya se ha explicado, se desarrollan dos modalidades: la superación profesional y la formación académica.
Se toma, como referente teórico preliminar para abordar estas formas de superación, lo establecido en el Reglamento de la Educación de Posgrado de la República de Cuba en su Resolución No. 140/2019 que establece que la formación posgraduada tiene como objetivo la formación permanente y la actualización sistemática de los graduados. Todo ello se concreta mediante la participación de los profesionales en actividades de superación permanente (cursos, entrenamientos, diplomados, especialidad de posgrado, maestría y doctorado). Otras formas de superación son la autopreparación, la conferencia especializada, el seminario, el taller, el debate científico y otras que complementan y posibilitan el estudio y la divulgación de los avances del conocimiento, la ciencia, la tecnología y el arte.3
El Reglamento de la Educación de Posgrado de la República de Cuba, Resolución No. 140/19 del Ministerio Educación Superior, constituye el documento principal que regula la educación de posgrado en el territorio nacional; para su implementación se ha considerado conveniente poner en vigor el Manual para la Gestión del Posgrado, que orienta a los directivos, profesores, tutores y estudiantes de este nivel, sobre los procedimientos en diferentes escenarios de acuerdo con las particularidades de cada área del conocimiento.3
Para ejecutar las vertientes de la educación de posgrado participan numerosos actores como profesores, tutores y estudiantes en diversos escenarios y persiguiendo objetivos diversos, con variadas formas, métodos, tradiciones y otras características particulares de las diferentes áreas del conocimiento y ramas profesionales. La educación de posgrado, a la vez que atiende demandas de capacitación que el presente reclama, tiene que anticiparse a los requerimientos de la sociedad, creando las capacidades para enfrentar nuevos desafíos sociales, productivos y culturales, a la vez que promuevan la multi, inter y transdisciplinariedad, así como la colaboración interinstitucional de carácter regional, nacional e internacional.
Especial atención merece ofrecer una mirada diferente a la superación profesional desde el puesto de trabajo y su vinculación con la actividad científica de los escenarios docentes. El hecho de que se aspire a lograr un profesional cada vez más competente para enfrentar los avances del mundo actual, capaz de reflexionar acerca de su propia práctica cotidiana, transformarla, renovarla de manera que esté en sintonía con las demandas cada vez más acuciantes que la sociedad actual exige de las universidades y especialmente del desempeño de sus docentes al calificar a estas instituciones, a juicio de los autores, como escenarios estratégicos para el cambio social y cultural que se requiere con una mirada holística de los procesos, hechos y fenómenos.
Con particular énfasis la superación profesional en las universidades de salud se atempera a los cambios del entorno que le rodea, lo que requiere su contextualización y personalización sistemática en aras de dotarlos de conocimientos, valores y modos de actuación requeridos para el perfeccionamiento del proceso de enseñanza y con ello la formación de profesionales con las exigencias que demanda la sociedad actual.3,4
Especialmente significativo resulta concebir que entre los objetivos formativos en Enfermería se encuentra la formación científica, técnica y humanística con altos valores ideológicos, políticos, éticos y estéticos con el fin de lograr profesionales revolucionarios, cultos, competentes, independientes y creadores, y el modelo profesional de perfil amplio basado fundamentalmente en la necesidad de una formación básica profunda que le permita resolver los principales problemas que se presentan en las diferentes esferas de su actuación profesional en el eslabón base del sistema de salud.4
Esto ha inducido al docente a romper con el pasado modelo y concebir estrategias y acciones educativas reorganizadas, seleccionar métodos, procedimientos y formas organizativas de la enseñanza que promuevan, en mayor medida, la enseñanza desarrolladora, y buscar recursos para estimular el aprendizaje independiente del estudiante y el trabajo cooperativo desde la interdisciplinariedad como fenómeno educativo, la integración docente, asistencial e investigativa de la profesión de enfermería.5
En el modelo de aspiraciones reflejado en el párrafo anterior no siempre se ha logrado, razón por lo cual se ratifica que la superación en profesionales de las ciencias médicas al constituir un proceso complejo, en las condiciones actuales necesita de un inexorable basamento teórico - práctico al tener en cuenta su contribución a la conducción y evaluación del trabajo docente-metodológico del profesional, según las condiciones específicas de cada carrera, en este caso, la de enfermería.
Es incuestionable que el supuesto teórico acerca de la superación profesional del docente, “[… proceso continuo, dirigido a ampliar y fortalecer el horizonte cultural, enriquecer cualitativamente su práctica pedagógica y el dominio de su campo del saber; mediante el desarrollo de actividades teóricas y prácticas de diferente orden desde el cual sea posible la tematización y transformación de sus representaciones …”].6
En concordancia con lo descrito anteriormente, la carrera Licenciatura en Enfermería encuentra en los presupuestos referidos desafíos continuos para el proyecto de estrategias de preparación de sus recursos humanos, que integran tangibles experiencias de los diferentes escenarios docentes, así como de las diversas formas organizativas de la enseñanza y teorías con enfoque holístico educativo que posibilitan comprender e intervenir en la solución de problemas profesionales del cuidado de enfermería y el autocuidado de la persona, atención al adulto mayor, la familia y la comunidad.
Existen evidencias suficientes que revelan que el envejecimiento de la población cubana constituye una de las implicaciones demográficas y sociales más importantes derivadas del descenso de la fecundidad, la disminución de la mortalidad y el aumento de la esperanza de vida. Esta información se sustenta en los siguientes argumentos:
Estudios de mortalidad demuestran como resultado de los dinámicos cambios demográficos ocurridos en el país, así como la constante mejora de las condiciones sanitarias, se ha prolongado la expectativa de vida y, en consecuencia con esto, la muerte a edades más avanzadas.7
Investigaciones realizadas en el ámbito de la Educación Médica Superior evidencian que la forma en que está transcurriendo el proceso formativo dirigido a las enseñanzas de los contenidos referente a las temáticas del Adulto Mayor, no garantiza en su totalidad el cumplimiento de los objetivos curriculares, por lo que se hace necesario implementar intervenciones correctoras oportunas y efectivas para la formación del enfermero, que garantice la atención al Adulto Mayor en el contexto familiar y comunitario.8,9
Resultados obtenidos en estudios anteriores, realizados por otros autores, demuestran la necesidad de desarrollar e implementar estrategias sanitarias que permitan perfeccionar el desempeño de los enfermeros de la atención primaria de salud para la atención al Adulto Mayor, con el objetivo de mejorar el grado de satisfacción de este sector poblacional con los servicios de enfermería prestados.10,11
En el orden administrativo se identifica la existencia de importantes factores que influyen en la atención al Adulto Mayor, entre los que se destacan:
El proceso asistencial se desarrolla básicamente en la atención primaria de salud, donde confluyen diferentes estrategias sanitarias, entre las que se encuentran los Programas Nacionales vigentes dirigidos a la atención al Adulto Mayor, los cuales requieren, en correspondencia con los momentos actuales, un verdadero enfoque integral y el actual resulta insuficiente.
Las acciones de enfermería descritas y declaradas en los Programas Nacionales vigentes resultan escasas y no aseguran la atención al Adulto Mayor en la atención primaria de salud desde una perspectiva integradora de las ciencias.
La inexistencia de un modelo de atención de enfermería al Adulto Mayor que se corresponda con el proceso de dispensarización existente en la atención primaria de salud que permita optimizar tiempo y recursos en virtud del perfeccionamiento de las competencias profesionales de los enfermeros para la atención a las personas que transitan por esta etapa de la vida y al consecuente incremento de la calidad de los servicios de salud prestados.12,13
Este conjunto de complejidades, fusionado a la búsqueda de esclarecimientos científicos a estas realidades requieren de intervenciones profesionales de enfermería como servicio significativo que tiene que dar respuestas a las demandas que hoy presentan los adultos mayores.
Se precisa por tanto el desarrollo y fortalecimiento de la comprensión de la ciencia de enfermería en general y del conocimiento de la enfermería comunitaria en particular que integre los cuidados al adulto mayor en el primer nivel de atención con una visión gerontológica y geriátrica que incluya desde la perspectiva individual del anciano como ser bio-psico-social hasta la comprensión de los fenómenos del envejecimiento individual poblacional.
El aumento cada vez más progresivo de los adultos mayores, ha cobrado en los últimos años vital importancia y por lo que el personal vinculado a las ciencias médicas en Cuba y en el mundo, particularmente el personal de enfermería realizan estudios en pos de elevar la calidad de vida de los gerontes y con ello la prevención de complicaciones que vienen aparejados con la edad. Estudios han evidenciado que para el año 2050, nuestro país contará con más de un millón de octogenarios.13
Responder a las exigencias de toda la población, en una sociedad con una tendencia hacia el envejecimiento donde la presencia de los adultos mayores es tan importante que requiere por parte de los profesionales de enfermería una formación sustentada en una base científica y metodológica que ayude a la consecución de los objetivos de calidad que la misma demanda.14
A escala mundial, la proporción de personas de 60 años y más aumenta de forma más vertiginosa que la de cualquier otro grupo de edad. El envejecimiento poblacional es uno de los más significativos fenómenos de finales del siglo XX y principios del XXI, puesto que traerá profundas modificaciones en las estructuras sociales, económicas y culturales de los países, situación ya experimentada en los países desarrollados. Las transformaciones en la distribución por edad de la población se producen a tal velocidad que hoy se está ante la realidad de tener que atender los efectos del alto crecimiento poblacional del pasado y de preparación para afrontar las necesidades futuras.
Lo esbozado anteriormente facilita la comprensión que la labor pedagógica del Licenciado en Enfermería en la actualidad resulta tan compleja que exige al profesional superación permanente para solucionar carencias que en ese sentido posee el egresado en su desempeño asistencial y social y en la relación con el entorno de su actividad profesional y para el dominio de estrategias de enseñanza que faciliten la transformación de la práctica pedagógica en la relación de cuidado, actitudes que se logran cuando el docente tiene apertura, rescata la importancia de la vida y genera por tanto, sensibilidad y humanidad.15
Los autores del presente artículo concuerdan con los criterios de estos investigadores quienes afirman que un programa para la superación profesional en enfermería debe establecer contenidos que transformen los conocimientos, potencien la formación de aptitudes, actitudes y valores, de los que se forman, a fin de modificar el modo de actuación profesional. Este criterio es aplicable no solo al contexto académico, sino también a cualquier otro en que tenga lugar la acción pedagógica del enfermero(a).
La Enfermería es la disciplina principal integradora de la carrera por lo que en ella se evidencian algunas transformaciones, desde las estrategias curriculares enfatizando en la del Adulto Mayor desde la asignatura coordinadora Enfermería Clínico Quirúrgica I y II, con énfasis en el objetivo general para trabajarlo durante la carrera y aplicarla en cada unidad curricular responden a su pertinencia y mayor acercamiento a las exigencias de los planes de estudio.
Además, en su carácter de disciplina principal integradora, ha incorporado a sus programas determinados elementos que se originan en la coordinación interdisciplinaria horizontal y/o vertical, además de ser la disciplina líder en la mayoría de las estrategias curriculares como una forma particular de desarrollar el proceso de enseñanza-aprendizaje con una direccionalidad altamente coordinada que responda al perfil de salida de la profesión en la que se imbrican de manera creciente los contenidos y los diversos métodos teóricos y prácticos, lo que permite lograr una mayor sistematicidad y aplicabilidad de determinados aspectos de la formación profesional en el transcurso de la carrera.
Si bien la enfermería es una profesión que tiene como base la atención al hombre sano o enfermo, la familia y la comunidad como unidad biopsicosocial; lo que conlleva la relación del saber científico y la práctica, dirigidos a estos aspectos, como parte de las ciencias médicas se apoya en diferentes leyes de la naturaleza y la sociedad, para satisfacer las necesidades básicas de salud del ser humano. Después de esta conceptualización se reafirma su basamento en la lógica y su método científico de trabajo, el proceso de atención de enfermería.
Hoy, el docente de enfermería debe orientar el proceso enseñanza aprendizaje hacia la solución problémica de la práctica profesional. No solo es imprescindible el conocimiento de cómo lograr una longevidad satisfactoria, esto no basta en sí mismo. Es necesario dotar de herramientas metodológicas a los docentes para que estos a su vez trasmitan a los estudiantes la necesidad de alcanzar un envejecimiento sano y por tanto asuman estilos de vida saludables.16
Por lo que se hace necesario el aporte de acciones de superación sustentadas en actividades educativas tales como modificaciones morfofisiológicas propias del envejecimiento características psicológicas de la senectud como etapa de la vida, características de la nutrición, precauciones en el uso de medicamentos, educación sexual, todos estos temas con carácter participativo, flexible y dinámico que faciliten la promoción de estilos de vida saludables a partir de ordenar y articular los conocimientos y actitudes de las familias que conviven con adultos mayores.
Para ello el aprendizaje problémico desde una proyección filosófica, se fundamenta en la concepción del conocimiento científico, desarrollado por etapas relacionadas entre sí y que se suceden unas a otras, proceso en el cual se considera la práctica como fuente primaria para desarrollar el pensamiento abstracto y de ahí volver a aplicar y sistematizar el conocimiento alcanzado.16
Las anteriores revelaciones fácticas constituyen la expresión de la contradicción fundamental que se manifiesta entre el insuficiente proceso de superación profesional del docente asociado al desarrollo de estilos de vida saludables en el adulto mayor y las exigencias del modo de actuación que requieren los egresados durante el desempeño profesional asociado a la problemática en estudio.
La asignatura Enfermería Clínico Quirúrgica, forma parte del eje conductor de la carrera que comprende la introducción a la atención integral del adulto y el anciano sano o con afectación de necesidades médicas y quirúrgicas e incluye los aspectos éticos, bioéticos y de prevención, promoción, recuperación y rehabilitación de la salud de estas personas en los diferentes servicios (policlínicos, consultorios, hogar, hogares de ancianos, impedidos físicos y mentales y otros) del área de salud, de la comunidad y los hospitalarios.
Como se aprecia la asignatura es de gran importancia, pero aun desde la misma se ponderan los contenidos relacionados con los procesos de enfermedad y rehabilitación, estos enfoques no se atemperan a la realidad y magnitud de la problemática que representa el envejecimiento poblacional, lo cual requiere sea tratada desde una perspectiva preventiva y de promoción de salud para la búsqueda del mejoramiento de la calidad de vida en ese grupo etario.
Lo anterior hace necesario repensar en el diseño de una estrategia para la superación profesional de los docentes de las asignaturas del ciclo de la profesión de la enfermería, que se sustente en un modelo de igual denominación, que enfatice en la educación para el desarrollo y fomento de estilos de vida saludables del adulto mayor, cuestión de especial significación que permita distanciar este grupo etario de los tradicionales procesos de enfermedad que movilizan numerosos esfuerzos sociales y económicos para su rehabilitación, a veces infructuosa por la dimensión de los daños y sus secuelas.
Las entrevistas realizadas a estudiantes de la carrera Licenciatura de Enfermería, la revisión de los informes evaluativos de la disciplina por varios cursos, así como las evidencias documentales resultantes de las visitas a clases, y otras actividades del proceso docente-educativo revelan que en la actualidad persisten dificultades en la formación Profesional de Enfermería tales como:
Los docentes de la carrera de Enfermería prestan mayor atención a los contenidos para el desempeño práctico que a los relacionados con el trabajo educativo que potencie estilos de vida saludables en el adulto mayor.
La diversidad de herramientas pedagógicas, para un aprendizaje desarrollador, encaminadas al fomento de estilos de vida saludables en el adulto mayor son poco utilizadas desde los contenidos de la asignatura Enfermería Clínico Quirúrgica y Enfermería Comunitaria.
El trabajo de estos profesionales aún no contribuye a la integración efectiva de los agentes educativos para el desarrollo de estilos de vida saludables en el adulto mayor, lo que se refleja en la escasa preparación de las familias para educarlos desde una visión integral del ciclo vital de los seres humanos.
Una mirada integral permite a los autores aseverar que es primordial preparar a los agentes de cambio (promotores, ancianos, jóvenes y niños) para promover estilos de vida saludables, lo cual requiere una preparación integral, multisectorial con una alta dosis de compromiso, responsabilidad y respuesta, para que materializar una acción sociocultural eficiente, eficaz y sostenible que rebase un enfoque meramente asistencialista.
El desarrollo de estilos de vida saludables siendo una cuestión de importancia, por todo lo que se ha evidenciado en párrafos anteriores y su correlación con la salud integral de los individuos, sigue siendo un hecho que necesita jerarquización y profundización en los planes de superación.
Mediante un análisis documental de los planes de superación profesional de la Facultad Tecnológica, de la carrera de Enfermería y proporcionados por la Dirección de Posgrados de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey se pudo constatar que la temática referida al desarrollo de estilos de vida saludables en el adulto mayor no presenta evidencias a través de las múltiples formas de superación, tal es así que el plan de superación en el curso 2019- 2020, muestra que de un total de 586 actividades planificadas y aprobadas por los consejos científicos de cada unidad solo el 48.7 %, estaban orientadas al desarrollo o perfección del desempeño de los equipos básicos de salud en la atención primaria, revelando que esta modalidad del posgrado continúa como una herramienta poco utilizada por dichos profesionales en este tema.
Desde esta óptica el tratamiento a los estilos de vida a partir del cuidado de enfermería en la Atención Primaria de Salud debe estar dirigido a la consecución de la promoción de la salud, la prevención de enfermedades, recuperación y rehabilitación.
La labor preventiva está orientada a modificar o establecer nuevos patrones sociales, económicos y culturales que contribuyan a disminuir la presencia de enfermedades y mejorar la calidad de vida de las personas. Por tanto, brindar un cuidado basado en lo preventivo conlleva a establecer acciones individuales y colectivas, que consideren actividades, intervenciones y procedimientos de detección temprana y protección específica.
El sistema de salud cubano dedica ingentes recursos en aras de mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, por tanto sobre los equipos básicos de salud recae en gran medida la responsabilidad de promover estilos de vida sanos, prevenir enfermedades y controlar las existentes, sin embargo la calidad de la atención de salud a esta población tiene insuficiencias en lo referido al nivel de profundidad e integralidad del tema para la adopción de estilos de vida saludables.
La calidad de vida se define como la percepción por parte de los individuos o grupos de que se satisfacen sus necesidades y no se les niega oportunidades para alcanzar un estado de felicidad y realización personal a la vez que hace énfasis a las condiciones de vida social, económicas, política y ecológicas de la existencia del individuo, incluyendo las condiciones de trabajo y vida, el tiempo libre, la organización del descanso, las necesidades y los servicios utilizados, la sanidad pública, la instrucción y el medio ambiente.
Por su parte el estilo de vida constituye el patrón de elección (comportamental) construido a partir de las alternativas que están disponibles a las personas de acuerdo a sus circunstancias socioeconómicas y a la facilidad con que ellos son capaces de elegir algunos sobre otros, socialmente condicionado, culturalmente determinado y económicamente limitado.
Aún las necesidades de aprendizaje en el manejo del programa de atención integral al adulto mayor son insuficientes, existen dificultades en cuanto a cómo enfrentar y manejar los problemas que se presentan en la población geriátrica.17 Al Licenciado en Enfermería le atañe la intervención educativa sobre su objeto de trabajo, para incidir en el desarrollo de estilos de vida saludables mediante el autocuidado. Debe aprender y saber de manera consciente y sistemática a interpretar, transmitir, y transformar ese acto educativo, que satisface necesidades sociales y humanas en el marco de su formación.
Es primordial crear un juicio del envejecimiento en el profesional de enfermería desde su formación de pregrado, dado que en primera parte reconoce la construcción de una clara imagen del envejecimiento y comprender el aumento de la población adulta mayor, así como formar profesionales que transmitan en el cuidado una noción renovadora del envejecimiento, capaz de reflejar empatía por el adulto mayor y la etapa en que vive y conocimiento, el cual estará presente a lo largo de su camino y ejercicio profesional, a lo que se suma toda la carga cultural de la familia y la sociedad en torno al tema.
A partir de la implementación de acciones de promoción de salud se pueden crear y/o modificar los estilos de vida, las condiciones sociales, y ambientales determinantes sociales de la misma, y para ello se necesita un equipo básico, que utilice los sustentos teóricos y metodológicos de la promoción como un elemento fundamental de la producción social de salud.17,18,19
La comunidad científica internacional considera que el estilo de vida es asumido como patrón de elección (comportamental), construido a partir de las alternativas que están disponibles a las personas de acuerdo a sus circunstancias socioeconómicas y a la facilidad con que ellos son capaces de elegir algunos sobre otros, está socialmente condicionado, culturalmente determinado y económicamente limitado.20
En el estudio de la calidad de vida, es evidente la participación de diversas disciplinas. Existen, entre otras, aproximaciones de las ciencias naturales, sociales, de la salud y del comportamiento humano que han contribuido en la conceptualización. Es por ello que cuando se pretende dar una definición de calidad de vida se observan múltiples acercamientos para su estudio, y se encuentra una identificación del término, el cual se asocia por un lado, con nivel de vida o estilo de vida, y por otro, con bienestar y salud, satisfacción e incluso con felicidad.21,22
Lo antes expuesto establece la pertinencia de modelar estrategias de superación profesional para los docentes que se concreten en diseños de modelos que operacionalicen, los caminos cognitivos para aprender/ enseñar de manera efectiva cómo asumir estilos de vida saludables de manera real y no como simples consignas carentes de basamentos, teóricos y prácticos que distan de la realidad que necesita transformarse. Ello moviliza a los autores a formular algunas precisiones en el tema de la superación profesional, específicamente con las características que debe tener las diferentes figuras del posgrado para los docentes de Enfermería desde las exigencias de la nueva universidad médica y el panorama mundial del envejecimiento poblacional.
CONCLUSIONES
La sistematización de los presupuestos teórico-metodológicos relacionados con la superación profesional del docente de la carrera de Enfermería en lo relacionado con el desarrollo de estilos de vida saludables en el adulto mayor, que conduzcan a una longevidad satisfactoria, desde el contexto de la atención primaria de salud, evidenció la presencia de falencias derivadas del escaso tratamiento de la temática.
El proceso de superación de los docentes de la carrera de Enfermería es de vital importancia para favorecer los modos de actuación profesional hacia la dirección del proceso educativo que se refleje en la calidad del egresado y su desempeño en el contexto comunitario que se atempere a las exigencias actuales del proceso educativo y del modelo de desarrollo social cubano.