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Revista Habanera de Ciencias Médicas
versión On-line ISSN 1729-519X
Rev haban cienc méd vol.12 no.4 Ciudad de La Habana oct,.dic. 2013
CIENCIAS SOCIALES
Universidad de Ciencias Médicas de La Habana
Facultad de Ciencias Médicas Dr. Miguel Enríquez
Conocimiento sobre el maltrato al adulto mayor por un grupo de ancianos del Policlínico Bernardo Posse
Knowledge about mistreatment to elderly persons by a group of old people in the Polyclinic Bernardo Posse
Lidiana Martínez MuñozI, Leticia Cruz SánchezII, Ivonne Martínez IglesiasIII, Kenia González CarrodeguasIV, Emilio Terry PérezV
I Ms.C. Especialista Primer Grado en Medicina General Integral. Asistente. e.mail: mgime@infomed.sld.cu
II Ms.C. Especialista Primer Grado en Medicina General Integral. Asistente. e.mail: martalopez@infomed.sld
IIII Ms.C. Especialista Primer Grado en Medicina General Integral. Asistente. e.mail: ivonne.mtnez@infomed.sld.cu
IV Licenciada en enfermería. Asistente. e.mail: mgime@infomed.sld.cu
V Ms.C. en Lingüística Aplicada. Auxiliar. e.mail: emilioterry@infomed.sld.cu
RESUMEN
Introducción: la violencia contra el adulto mayor es un fenómeno mundial que también afecta a los hogares cubanos. Las personas comentan, acerca del maltrato infantil y el maltrato femenino pero se olvidan del maltrato que sufren los ancianos en el vecindario, en las instalaciones de salud y en los hogares, en la actualidad.
Objetivo: valorar el conocimiento que posee un grupo de adultos mayores, correspondientes a tres consultorios médicos del Policlínico Bernardo Posse, sobre la violencia a que son sometidos.
Material y Métodos: se realizó un estudio descriptivo y analítico a un total de 410 adultos mayores de 60 años, en un grupo básico de trabajo de tres consultorios médicos. Se les aplicó una encuesta en la que se recogen variables como distribución por grupos de edades, conocimiento acerca de los tipos de maltrato: psicológico, abandono, negligencia, financiero y social.
Resultados: los adultos mayores demostraron poseer un gran conocimiento sobre el maltrato a que son sometidos como son: negligencia emocional y maltrato financiero. Ellos manifestaron un escaso conocimiento acerca del maltrato social seguido por la negligencia física.
Conclusiones: es necesario divulgar el maltrato a que están son sometidos los adultos mayores. Su desconocimiento constituye un factor de riesgo para que sufran la violencia en silencio.
Palabras clave: longevidad, maltrato, abandono, negligencia.
ABSTRACT
Introduction: violence towards elderly persons is a world-wide phenomenon that also affects Cuban homes. People comment about the mistreatment towards children and women, but they forget the mistreatments that elderly people suffer in the neighbourhood, in health institutions and at home at present.
Objective: to evaluate the knowledge of a group of elderly people in three medical consultations from Bernardo Posse Polyclinic.
Material and Methods: a descriptive and analytical study was carried out to 410 elderly people over 60 years, in a basic working group from three medical consultations. It was applied a questionnaire with variables such as: distribution by age- groups, knowledge about the types of mistreatment: psychological, abandoning, violence, negligence, financial and social.
Results: elderly people demonstrated a great knowledge about the mistreatment they are submitted such as: the emotional negligence and the financial. They manifested less knowledge about the social mistreatment followed by the physical negligence.
Conclusions: it is necessary to divulge the mistreatment elderly people are submitted. Their unknowing constitute a risk factor to suffer from violence in silence.
Key words: longevity, mistreatment, abandoning, negligence.
INTRODUCCIÓN
Como consecuencia del desarrollo científico técnico, las conquistas sociales que han tenido lugar en las últimas décadas, el descenso continuado de la fecundidad y el aumento de la esperanza de vida, se ha ido incrementando en Cuba la cantidad de adultos mayores. Actualmente 13 % de la población tiene 65 años y más. 1
Hoy, desafortunadamente, el envejecimiento se percibe más como una carga que como una conquista social y a pesar del avance científico-técnico alcanzado en el campo de las Ciencias Médicas y los esfuerzos de las políticas sanitarias para mejorar las condiciones de salud y bienestar de la población, aún subsisten condiciones que generan fenómenos negativos, como la violencia y sus diferentes manifestaciones, de la cual los ancianos y ancianas no están exentos. 2
A medida que el número de senescentes crece, aumenta proporcionalmente el potencial de ser víctima de la violencia y actualmente la violencia constituye una de las afectaciones más severas que ha venido azotando a la Humanidad.3
Los datos recogidos por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y otras instituciones internacionales y nacionales de salud en los diferentes países refieren el daño a la salud debido a la violencia en que se vive dentro de la vida familiar, e incluso se habla de una EPIDEMIA INVISIBLE. 4
En América Latina, los países con mayor índice son en orden decreciente Colombia, Brasil y Panamá, donde se reportan anualmente más de 102 mil casos de extrema violencia, de los cuales 37,15 % de los maltratados son ancianos.
Se presume que entre 2,5 % y 3,9 % de los ancianos son maltratados en el seno de la familia. 5
La prevención de la violencia en el adulto mayor es una prioridad en la voluntad política del gobierno cubano, basada en métodos que conducen al mejoramiento de la calidad de vida en todos los sentidos, sirviéndose cada día de sus herramientas y habilidades que enriquecen la tarea diaria de formar nuevas generaciones con principios y valores acorde con el sistema socialista.6
La fundamentación del presente trabajo radica en que entendemos necesario, como una pauta importante la prevención de este problema, ampliar los conocimientos que tienen los ancianos acerca de los diversos hechos por insignificantes que se consideren que puedan constituir actos de violencia.
OBJETIVO
Identificar los conocimientos que tienen los ancianos sobre la violencia en tres consultorios médicos pertenecientes al Policlínico Bernardo Posse.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo, prospectivo en el área de salud de 3 consultorios médicos pertenecientes al Policlínico Docente Bernardo Posse del Municipio San Miguel del Padrón. El universo estuvo constituido por 447 adultos mayores de 60 años pertenecientes a estos tres consultorios médicos. La muestra quedó constituida por 410 ancianos que cumplieron los requisitos de los criterios de inclusión establecidos.
Criterios de inclusión
Pacientes adultos mayores de 60 años, quienes vivían acompañados por familiares u otras personas allegadas y firmaron el acta de consentimiento informado.
Criterios de exclusión
Ancianos que vivían solos y los que presentaban algún trastorno de tipo cognitivo o algún déficit visual o auditivo.
Se revisaron las historias de salud familiar con la finalidad de caracterizar a nuestros ancianos según edad (grupos de edades en años: 60-69, 70-79, 80 y más), sexo y nivel de escolaridad.
Se realizó una encuesta dirigida a la población seleccionada, diseñada con preguntas abiertas para determinar el grado de conocimiento que presentaban nuestros adultos mayores sobre la violencia y se reflejó en una planilla, con los siguientes datos: conocimiento sobre los tipos de violencia (psicológica, negligencia física y emocional, maltrato financiero y social) y la manera en que piensan cómo se puede prevenir el maltrato.
La técnica estadística utilizada fue la descripción porcentual; se analizó la distribución de frecuencia simple y los porcientos obtenidos se presentaron en tablas y gráficos para su mejor estudio y comprensión.
RESULTADOS
En la distribución por grupos de edad y sexo se encontró que el grupo predominante fue el de 60 a 69 años representado por 50.73 %, seguido del grupo de 69 a 70 años con 25,60 %. Existió mayor representatividad en el sexo femenino de manera general con 54,63 %. (Tabla 1).
En cuanto al conocimiento sobre las expresiones del maltrato psicológico, podemos apreciar que solamente 11,70 % de los ancianos reconocieron la limitación del derecho a la privacidad como una forma del maltrato psicológico, y 11,21 % reconoce el silencio prolongado. (Tabla 2).
En la Tabla 3, se refleja el conocimiento de los ancianos con respecto a la negligencia física como expresión de maltrato; se encontró que solo 7.31% consideró que no proporcionarles la prótesis dentales en caso de necesitarlas constituía un caso de maltrato y un ínfimo porciento reconoce maltrato en las acciones de no garantizar por la familia las medidas de seguridad necesarias para evitar accidentes en el hogar.
En lo referido al maltrato por abandono o negligencia emocional, podemos apreciar en la Tabla 4, que solamente 4.87 % relacionó el no garantizarle la estimulación social como maltrato, y 39.02 % reconoció que dejarlos solos por tiempo prolongado constituye un acto de maltrato por negligencia o abandono emocional.
En la Tabla 5, se refleja el conocimiento de los ancianos sobre el maltrato financiero; se encontró que 10.90 % reconoció la venta, sustracción o destrucción de sus bienes como expresión de maltrato financiero, seguido por 72.92 % que identificó el impedir el uso y control de su dinero.
El conocimiento sobre maltrato social está reflejado en la Tabla 6, en la que 4,87 % refirió que consideraban maltrato cuando no se les reconocía como figura de valor, y solo 1.21 % reconoció la falta de programas de acuerdo con su edad como un maltrato social, los cuales fueron en su totalidad los adultos de 60 a 69 años.
Finalmente, en la Tabla 7, de forma global, clasificamos en bueno, malo o regular el conocimiento de los diferentes tipos de maltrato que tenían los ancianos; se obtuvo que el mayor porciento tuvo mal conocimiento en el maltrato social con 79.26 %, seguido del maltrato por negligencia física, con 69.26 %, y los mejores resultados se obtuvieron en el maltrato por negligencia emocional donde tuvimos 62.68% de ancianos con buen conocimiento seguido por 53.17% en el maltrato financiero.
DISCUSIÓN
Un alto porciento de ancianos reconoció las amenazas de recluirlos en un asilo o un hospital, como actos constitutivos de maltrato psicológico, debido a que estos actos producidos en su mayoría por la persona que directamente cuida del anciano son más evidentes y más frecuentemente vistos en el ámbito familiar.
La imposibilidad de adoptar decisiones dentro del hogar, con respecto a la familia o al anciano como tal, y los largos períodos de silencio a que puede ser sometido el anciano por la propia familia que vive con él, en la mayoría de la población anciana no son identificados por algunos senescentes como manifestaciones de la violencia psicológica, lo cual tiende a ser justificado por la fuerza de la cotidianeidad.
Estudios revisados, refieren que cuando la persona envejece siente en ocasiones que está siendo un estorbo para la familia, y ve normal que sus hijos o nietos lo releguen a un espacio reducido de la casa, porque ya ellos están viejos y han vivido demasiado, ahora le toca a la juventud,7 y se quedan en muchas ocasiones desprovisto de una habitación con las comodidades necesarias y muchas veces tienen que dormir hasta en espacios abiertos como salas y comedores de la casa, cuando en realidad la propiedad es de él.
En la bibliografía consultada se expresan otras formas de violencia como el abandono y la negligencia, dado por falta de protección y cuidados físicos de los miembros de la familia (de quienes lo requieren), falta de respuestas a las necesidades de contacto afectivo y estimulación cognitiva, falta de atención, así como descuido en la alimentación y el vestuario necesario. 8,9
Con el creciente desarrollo de la sociedad y la participación cada vez más frecuente de la mujer en actividades fuera del núcleo familiar, se dificulta el cuidado de los ancianos, con lo cual aumenta la soledad de estos, debido a la diferencia de intereses con otros miembros de la familia y los conflictos intergeneracionales que de ello se deriva. Sin embargo, a pesar de los cambios orgánicos, las modificaciones del aspecto y la pérdida gradual de las capacidades, a la familia y a la sociedad se le olvida que el anciano no carece de potencialidad creativa y necesidades emocionales. 10 En ocasiones, los ancianos no reconocen estos hechos debido a que el hombre en la tercera edad vive con mucha frecuencia esa tragedia humana que es la soledad, aun rodeado de sus seres más queridos, a pesar de que habite en una gran ciudad o una residencia con personas como él; cada vez se va encerrando más en su interioridad (intus), y regresa a etapas psíquicas anteriores, donde él se siente mucho más confortable y placenteramente.11,12 Es por eso que no se percata que la propia familia está contribuyendo a ese sentimiento realizando hechos que pueden constituir un maltrato.
La violencia financiera es otra de las formas de abuso contra los ancianos; esta se da cuando se usan los recursos del senescente en beneficio del cuidador, cuando es víctima de chantaje financiero, destrucción, pérdida o extracción discriminada de propiedades físicas o la coacción para firmar documentos legales como testamentos y propiedades.13
Contrariamente a lo expresado sobre maltrato financiero, un porciento muy bajo reconoce este cuando existe daño, sustracción, venta o destrucción de objetos de su pertenencia tanto de uso personal como objetos que han estado por generaciones dentro del hogar y que les pertenece. Esto se debe a que cuando se habla de maltrato financiero solo se piensa en dinero, negocios o equivalente a lucro. Pero cuando la persona pone en riesgo cualquier objeto que tenga valor monetario o sentimental, también se está refiriendo al maltrato financiero.
En nuestro estudio un ínfimo porciento reconoció maltrato de tipo social en las situaciones que se le pusieron en la encuesta, como forma del no reconocimiento del valor que tienen los ancianos en la sociedad. Existen estudios que refieren que este tipo de maltrato es muy común entre los adultos mayores, pero a veces es poco reconocido entre ellos. Ante algunas preguntas muchos ancianos refirieron no necesitar ayuda todavía por estar fuertes, no merecer este trato diferenciado que debe ser para los viejos que lo necesiten, esto nos pudo hacer pensar que podía ser cierto, quizás por nuestro sistema de creencias y prejuicios que a veces se impone, pero lo cierto es que es necesario reconocer a los ancianos como seres que deben recibir todo nuestro respeto y reconocimiento social. 14,15
Por último, quisimos hacer un resumen donde se pudo ver cómo fue el conocimiento de los diferentes tipos de maltratos que exploramos y que tuvieron los ancianos; los resultados no fueron muy alentadores, se demostró más conocimiento de las formas de negligencia emocional y el maltrato financiero, pero altos porcientos se encontraron en la no identificación del maltrato psicológico y por negligencia física. El maltrato social fue el que menos reconocieron los ancianos de la muestra. Por tanto, demostramos que existe la necesidad de divulgación sobre el tema. Un individuo puede estar preparado para envejecer, pero no tener conocimiento sobre lo que constituye maltrato para él como anciano o para los ancianos que cuidan.
El desconocimiento puede ser un factor de riesgo importante para que los ancianos sufran maltratos de manera callada, y pudiera ser explicado porque la familia encubre la violencia, o porque formas sutiles de violencia como son "los silencios", la privación de saludos y la no comunicación entre otros, son de difícil identificación por un tercero. 16,17
CONCLUSIONES
- Hubo un predominio del grupo de edad de 60 a 69 años y el sexo femenino.
- El maltrato financiero fue bien identificado por los ancianos sobre todo cuando se trata de impedir que los mismos usen y controlen su dinero.
- El poco conocimiento que se refleja en los ancianos ante el maltrato social se debe al sistema de creencias y prejuicios que a veces se impone en nuestros gerontes.
- El maltrato por negligencia física fue poco identificado por los ancianos a pesar de reconocer que estas situaciones les crean insatisfacciones que muchas veces son la base de cuadros depresivos y ansiosos.
RECOMENDACIONES
- Capacitar mediante la aplicación de técnicas de intervención educativa a los ancianos con el fin de ampliar los conocimientos que tienen estos acerca de los diversos hechos por insignificantes que se consideren que puedan constituir actos de violencia.
- Divulgar por los medios masivos de difusión temas relacionados con el envejecimiento para sensibilizar a la sociedad sobre la susceptibilidad propia de esta etapa.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Recibido: 15 de Enero de 2013
Aprobado: 6 de Junio de 2013