Introducción
El cuidado de la persona ha sido y continúa siendo el objeto de estudio y el ejercicio profesional de la Enfermería; en este sentido, este especialista ha desarrollado competencias frente a la complejidad de las necesidades de los usuarios, la comunidad y el entorno en que se desarrolla el cuidado; lo que conlleva al compromiso en el uso razonable y seguro de recursos tecnológicos que comprenden no solo aspectos comunicativos, sino también la vigilancia de procesos terapéuticos y de gestión a fin de tomar decisiones oportunas en el afrontamiento de problemas y contingencias múltiples.1
Para la enfermería, el cuidado es un concepto vital, cuyo significado ha variado a lo largo de la historia; inicialmente, estuvo relacionado con la supervivencia de la especie y asociado al sexo femenino, con el paso del tiempo la profesión se ha fortalecido y posicionado a fin de responder consecuentemente a las demandas del presente siglo, acorde con las peculiaridades que provee el conocimiento científico y las herramientas tecnológicas para la satisfacción de problemas asociados a la promoción de la salud, la recuperación y su rehabilitación, sin desvirtuar la naturaleza humanista en el espacio del cuidado especializado de la salud.2
El profesional de enfermería en el proceso de cuidar, se apoya en conocimientos, habilidades y destrezas que provee la tecnología, con elevada pericia; sin embargo, en algunos momentos y espacios tales prácticas pueden traducirse en un factor deshumanizante, cuando la responsabilidad por la salud del otro, se centra en el empleo de los recursos tecnológicos para aliviar el dolor, hidratar el sistema cardiovascular o nutrir al ser humano, sin mostrar interés genuino por las necesidades no clínicas, como la compañía, disminución de la ansiedad e incertidumbre, que responden a las necesidades de preservar el aquí y el ahora del paciente o su familia.3
El cuidado en su patrón artístico comprende la habilidad profesional para abrir el camino que facilite la confianza y el desarrollo del ser cuidado; adquiere significado durante la interacción comunicativa entre quien cuida y el sujeto de cuidado: mantener el desafío de cuidar e incorporar con sutileza, objetivos claros, sin perder de vista los problemas que se deben resolver o la ayuda requerida por el paciente, es parte medular en el uso de herramientas tecnológicas que acompañan las acciones de cuidado.4
En tal sentido, el Consejo Internacional de Enfermería, enfatiza que en este contexto desafiante en el que se desenvuelven los profesionales de enfermería, se hace necesario el fortalecimiento de la profesión, la renovación capacidades y el establecimiento de un balance en la medida en que se cuenta con el recurso tecnológico en las mejores condiciones y una seria evaluación su uso.5
El uso de un equipo de ventilación mecánica para asistir a un paciente cuya respiración está comprometida, puede ser tan importante como percatarse de la apremiante y angustiosa necesidad de ver a sus seres queridos, a sus objetos significativos y esto puede lograrse con el uso de un móvil, y de esa forma se logra que experimente ese encuentro cálido y afectuoso que solo la familia puede dar. Usar con acierto y sabiduría la tecnología durante el proceso de cuidados, evidencia poseer las competencias técnicas, habilidades y destrezas, que hacen posible la práctica de comportamientos que integren el sentido ético y la sensibilidad por los aspectos humanos.6
El objetivo de la investigación es analizar el desarrollo de evidencias científicas sobre el modo en que el profesional de enfermería especialista hace uso de la tecnología en el proceso de cuidado de la persona.
Material y Métodos
Se realizó una revisión bibliográfica durante el año 2019-2020 acerca del uso de la tecnología que realiza el profesional especialista en enfermería para brindar cuidado, en la base de datos Scielo, Lilacs, Medline, Redalyc, Scopus, con el buscador Google Académico.
Para la exploración de la información se utilizaron las palabras o frases “especialidad en enfermería”, “cuidado en enfermería”, “uso de la tecnología”.
Las estrategias de búsqueda que se usaron para este trabajo fueron: enfermería y especialidades, especialidades + enfermería, nursing and specialities, use of tecnology, enfermagem, especialidades de enfermagem.
Se consultaron 106 artículos originales y revisiones publicadas en los últimos diez años, de los cuales se selecció un total de 25 artículos, fueron incluidos trabajos con texto completo, se clasificó por contenido, de naturaleza cuantitativa y cualitativa, fechas de publicación y artículos con temáticas relacionadas al tema de investigación para garantizar la calidad del estudio. Fueron excluidas las presentaciones a congresos y reporte de casos.
Posteriormente, se hizo la lectura crítica. El análisis de la información se llevó a cabo mediante el método inductivo y se seleccionó la información más relevante. Se tuvo en cuenta la calidad metodológica y validez de los estudios. Después de este proceso, se inició la redacción del artículo.
Desarrollo
El acto y arte del cuidado
Según Lagoueyte,7 enfermería es “una” disciplina, que se desempeña en diferentes espacios y escenarios, sin perder la esencia del cuidado que la caracteriza. Se centra en el cuidado de la salud, cuidado de la vida, dirige sus esfuerzos y trabaja en la atención de la persona, la familia y la comunidad.
Asimismo, el cuidado de enfermería se destaca por implementar prácticas interactivas, innovadoras e integradoras, en las diferentes áreas de desarrollo profesional, las cuales adquieren una importante repercusión, en la promoción y protección de la salud de las personas.8
Por otro lado, el cuidado de enfermería también integra tres áreas fundamentales de la filosofía: el conocimiento, que se basa en la lógica y en el método científico lo que permite comprender la génesis de la vida; el aspecto ético que se basa en los principios y valores, que rigen su actuación para la toma de decisiones adecuadas.9
Desempeño del Profesional de enfermería especialista
Durante los últimos años, la enfermería se ha fortalecido tanto en su desarrollo profesional, como disciplinar, con ello contribuye a la formación académica que enfatiza la educación integral e incluye el desarrollo de múltiples competencias entre ellas, científicas y técnicas-tecnológicas enmarcadas en la ética, aspectos históricos, culturales, religiosos, económicos y políticos; las cuales van a asegurar un cuidado enfermero integral, eficiente y de calidad.10,11,12
Por ello y con gradual apoyo legislativo, existe un creciente reconocimiento social del profesional de enfermería especialista en diversas áreas de su desempeño. Además del reconocimiento en segunda titulación académica como posgrado lato sensu, es beneficiaria de una bonificación por competencias diferenciadas y asegura su pertenencia en el área de su especialización.
En la agenda de los gobiernos centrales, locales, líderes ciudadanos y asociaciones representativas de la profesión y otros grupos de interés se observa una mayor aceptación del ejercicio de un papel preponderante en la solución de problemas clínicos y no clínicos, en la disminución de la estancia hospitalaria, en la reducción de ingresos hospitalarios y mayor satisfacción de los usuarios.13
La Enfermería como profesión se ha ido desarrollando y fortaleciendo a lo largo del tiempo, situación que es poco visible y que como consecuencia tiene una imagen cercana de lo que realmente es y de cómo se desempeña en su campo de competencia.14,15
La tecnología y su aplicación en el proceso de cuidado
Durante el proceso de cuidado, desde hace varias décadas, se emplean variados recursos tecnológicos duros y blandos en la asistencia misma: mediante estrategias de monitoreo de constantes vitales; comportamiento hemodinámico, evolución de la presión intracraneal, entre otras. La finalidad apunta a detectar cambios en las intervenciones del equipo interprofesional de manera acertada y oportuna.
En situaciones más complejas es necesario el uso de equipos de asistencia ventilatoria y de infusiones múltiples, esto demanda cuidados específicos de alta responsabilidad porque es la vida de otro ser humano la que está en manos de quien cuida, a merced de su voluntad, competencia y actitud.16
El uso de la tecnología deviene en economía de tiempo y esfuerzo, que bien empleado por los profesionales de enfermería especialistas, puede facilitar la toma de decisiones; llevar a cabo investigación para un proceso inteligente de datos y paralelamente, el tiempo ahorrado posibilita la dedicación a una interacción más profunda y significativa para el paciente y la familia: escucha activa, contacto físico, información y orientaciones bien estructuradas, hacen la diferencia porque se ejerce un cuidado centrado en las necesidades reales de la persona enferma. En este sentido, se persigue hacer de la tecnología, un recurso de fortalecimiento que favorezca al profesional la capacidad de mejorar las estrategias que aseguran la continuidad del cuidado, a su vez esto aumentará las coberturas de servicios y satisfacción de usuarios.17
El uso acertado de la tecnología en el cuidado de enfermería, visto como arte implica un acto intencionado, busca el bienestar de las personas, implica reconocer al otro, en su dimensión estética y ética que incluye belleza y bondad. El cuidado expresa una actividad que ejerce un ser humano, con y para otro ser humano.18,19
Además del cuidado de forma directa a la persona, los profesionales enfermeros, debido a la creciente complejidad de los problemas de salud, utilizan la tecnología cada vez con mayor esmero y convicción de su sentido complementario y de soporte para innumerables procesos, entre ellos: en la educación, abarca la formación de los futuros enfermeros; la promoción de la salud y prevención de enfermedades en poblaciones sanas; al igual que la enseñanza aprendizaje sobre los aspectos recuperativos y de rehabilitación de la salud, acorde con el perfil de la ciudadanía cada vez mejor informada y que con frecuencia socializa sus saberes con personas familiarizadas con el uso de redes informatizadas.20
Respecto a la gestión del cuidado, es significativo el empleo de los recursos tecnológicos en actividades de seguimiento de procesos terapéuticos destinados a asegurar la adherencia y evitar complicaciones y ofertar cuidado continuado dada la comorbilidad de los pacientes según edad y patología de fondo.
Tanto en el área de hospitalización de pacientes con problemas agudos, crónicos como en la Atención Primaria de la Salud, la tecnología permite asegurar coordinaciones y soluciones oportunas: traslado de bienes, fármacos y otros insumos, reuniones virtuales y otros, permiten encarar de manera transparente los esfuerzos y competencias interprofesionales para una prestación de calidad para el paciente.21
Si el uso profesional de la tecnología ignora el rostro sensible del cuidado, puede afectar la calidad, lo que conlleva riesgos de mecanización, cosificación y deshumanización, en este sentido se deja de mirar, escuchar y mostrar afecto y ternura por el ser cuidado.22,23
En la actualidad, se tiene al alcance una serie de herramientas tecnológicas que enriquecen el proceso de cuidado, por lo que es necesario que el enfermero desarrolle mayores competencias que le permitirán desenvolverse de forma adecuada en este nuevo contexto tecnológico, afrontando con éxito esta forma complementaria de ejercer la profesión.24
En definitiva, el profesional de enfermería tiene el reto de aprender a utilizar las herramientas tecnológicas y adaptarse a este mundo cambiante y globalizado, percibiéndolas como un elemento neutro, su uso contribuye su mejor desempeño, por lo tanto, debe estar enmarcado en la ética y se debe focalizar en el logro del bienestar del ser humano que recibe el cuidado.25
En tal sentido, se destaca la importancia del uso eficiente de la tecnología en el proceso de cuidado, competencia que se caracteriza por la capacidad de adaptación frente a los desafíos y los constantes cambios que presenta, por lo que se convierte en una herramienta indispensable que aporta al proceso de cuidado y generará experiencias gratas en el paciente.
Sin embargo, el uso de la tecnología es visto también como un medio de mecanización que tiene como resultado la deshumanización, circunstancia que se convierte en un desafío que debe enfrentar este profesional en su desempeño diario. Por ello, es evidente la necesidad de contar con profesionales de enfermería con competencias especializadas, que acrediten contar con conocimientos, habilidades y actitudes que le permitan desempeñarse de manera competente, segura y eficiente en todo el campo de labor.
La tecnología como una herramienta de cuidado enriquece el desempeño profesional y contribuye a la ejecución de cuidados enfermeros científicos, oportunos, continuos, humanizados y de calidad. Así mismo en estos últimos años se ha podido valorar su uso como herramienta importante para la docencia, seguimiento de pacientes y promoción de la salud.
Esta revisión permite identificar la necesidad de conocer el impacto del uso de la tecnología frente a las demandas de cuidado de la población y cómo repercute en la asistencia que el profesional de enfermería especialista brinda dentro del entorno social político y cultural en el cual se desenvuelve.
Conclusiones
El profesional de enfermería especialista realiza dos grandes usos de los recursos tecnológicos en el proceso de cuidados: durante la asistencia misma del paciente para restaurar, mantener la salud, conservando la interacción con la familia y en los grandes pilares del ejercicio profesional: la gestión de los procesos de tratamiento y continuidad del cuidado; la docencia que asegura la excelencia de futuros profesionales y la investigación, de esta manera se aproxima a la oferta del cuidado humanizado, que constituye el ideal moral de la profesión.