INTRODUCCIÓN
La enseñanza superior en Cuba ha evolucionado a través de etapas históricas que han sido referenciadas en la literatura, desde la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana (1728-1842), la Real y Literaria Universidad de La Habana (1842-1898), la Universidad de La Habana (1899-1958) en el período de la ocupación militar norteamericana y de la república mediatizada, la Universidad de La Habana (1959-1976) desde el triunfo de la Revolución hasta la creación del nuevo sistema de educación superior, la creación del Ministerio de Educación Superior (1976-2000); hasta la llamada nueva universidad cubana, que comienza en el año 2000 en el fragor de la batalla de ideas, con implicación en el sistema nacional de salud. Las transformaciones se han producido de modo acelerado incluyendo cambios sustanciales en la educación médica cubana, lo que unido al proceso de universalización que desarrolla todo el sistema de educación superior ha colocado al subsistema de educación médica ante un desafío sin precedentes en toda su historia, al transformar en escenarios docentes lugares donde nunca se había desarrollado esta actividad o que solo funcionaban para el posgrado; hasta el 2014 en que comienza un nuevo proceso de integración o centralización de estos estudios en la universidad.1,2,3,4
En el curso 2004-2005 el municipio villaclareño de Santo Domingo se inserta en el proceso de universalización con la descentralización de las carreras de Enfermería y algunas tecnologías de la salud; en 2006-2007, con la apertura de la carrera de Medicina, se consolidó la municipalización de las carreras de ciencias médicas en el territorio, lo que añade nuevos matices y complejidades al proceso docente educativo ante la compleja tarea de formar y consolidar valores en los futuros profesionales, indicada como una de las prioridades del país en la educación superior.
Dos situaciones importantes se manifiestan en este comienzo: la incorporación de estudiantes por diferentes vías de ingreso con patrones diversos de formación y edades diferentes, lo que interrumpe la continuidad del proceso de años anteriores en que era masiva la incorporación por la vía de preuniversitario; y asumir la docencia por el personal propio de salud, con una mínima preparación pedagógica para la actividad, además de la incorporación de varios profesionales de otros sectores con formación pedagógica al claustro siguiendo las indicaciones de la sede central de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, lo que reclamó un proceso de desarrollo y perfeccionamiento.
Los autores se propusieron como objetivo: valorar el impacto de la universalización en la formación y desempeño de los profesionales de la salud en la sede universitaria del municipio de Santo Domingo en Villa Clara.
MÉTODOS
Se realizó un estudio de intervención en el período 2009-2017 que abarcó las tres áreas de salud del territorio en la sede universitaria municipal de Santo Domingo. Las unidades de observación fueron: total de profesores activos categorizados para impartir la docencia, la cual comenzó en 2006 con 72, mientras en 2017 eran 61; y una muestra de estudiantes de la carrera de Medicina conformada por los dos primeros grupos que matricularon (cursos 2006-2007 y 2007-2008) en el Proyecto Policlínico Universitario (PPU).
Se emplearon métodos teóricos:
Análisis-síntesis e inducción-deducción: posibilitó indagar en los informes lo relacionado con los aspectos más relevantes de todo el proceso de universalización y generalizar la información obtenida para arribar a las conclusiones, además para el estudio bibliográfico de los conceptos teóricos y su aplicación en la redacción del texto investigativo.
Histórico-lógico: para analizar el comportamiento progresivo del proceso de universalización en el transcurso del período analizado.
Empíricos:
Análisis documental: para el diagnóstico comparativo sobre el impacto del proceso de universalización, teniendo en cuenta dos variables:
Variable profesor
Dimensiones: categorización docente e investigativa, grado científico y especialización y su actividad científica: participación en eventos y publicaciones.
Variable estudiante
Dimensiones: promoción de graduación, participación en eventos y su disposición laboral al graduarse.
Durante el período analizado se diseñó y aplicó una estrategia contextualizada, personalizada, dinámica, objetiva, operativa, preventiva, formativa, sistemática y sistémica implementada a la par del proceso docente educativo por seis años, y posteriormente se realizó un nuevo diagnóstico para comparar con el inicial la información de las variables en estudio, las cuales se tabularon comparativamente aplicando el método porcentual. Todos los datos se obtuvieron de los informes emitidos sobre esa estrategia. Los participantes, tanto profesores como estudiantes, estuvieron de acuerdo con participar en el estudio.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En la sede municipal universitaria de Santo Domingo en el año 2009 el 93 % del claustro tenía categoría de instructor, y solo el 6,9 % presentaba categorías de asistente y auxiliar; para el 2017, de 61 profesores activos, el 68,8 % obtuvieron categorías docentes principales, y solo 19 (31,1 %) eran instructores; en su mayoría por ser de nuevo ingreso en el proceso de categorización, o en período de transición. Estos datos pueden apreciarse en la Tabla 1.
La universalización de la enseñanza se considera "… como la extensión de la universidad y de todos sus procesos sustantivos (educativos, docentes e investigativos) a la sociedad, a través de su presencia en los territorios, permitiendo alcanzar mayores niveles de equidad y de justicia social",5 donde el policlínico universitario juega un importante rol en la formación de recursos humanos en las ciencias médicas destinados a la atención primaria de salud; la inserción de las unidades de salud de nivel primario a este proceso ha constituido toda una revolución en sus funciones.
Con la universalización de la educación superior y la integración de la docencia médica media a la superior se ha incorporado a ella una masa de profesores jóvenes, que requiere preparación y asesoramiento constantes, para que se desempeñen satisfactoriamente en su labor de educar.6
Estos autores coinciden con Piña Loyola et al.7 cuando plantea que: “El desarrollo de este modelo implica al docente en la atención presencial y personalizada a estudiantes para su formación profesional integral; la dirección, planificación, ejecución y control del proceso docente educativo; la superación metodológica y científico-técnica en la asignatura que imparte, y la superación continua de su cultura general integral y la de sus estudiantes eleva la tarea de estos profesionales al rango de proeza, más si se tiene en cuenta que en la aplicación del modelo en salud y aparejado a todo lo señalado, este docente se desarrolla plenamente en la función asistencial que por demás también requiere una elevada y constante preparación, alto nivel de responsabilidad, sacrificio y laboriosidad”.
En la Tabla 2 se observa que de un 15,2 % de docentes con grado científico de másteres en 2009, se incrementó a un 26,2 % en 2017; 2 de ellos másteres en ciencias de la educación y 2 en educación médica superior.
En el año 2009 no existían docentes con categoría investigativa. En 2017 el 4,5 % (4) poseían esta condición, todos en la categoría de investigador agregado. En cuanto a especialización, en el 2009 los médicos y estomatólogos docentes eran especialistas de primer grado en Medicina General Integral o Estomatología General Integral respectivamente; para el 2017 obtuvieron el segundo grado 2 médicos, lo que representó el 5,5 % de ellos, y el 3, 2 % del total del claustro.
Durante el período de estudio el incremento en los porcentajes de profesionales vinculados a la docencia con grado científico y la inserción de algunos de ellos a las maestrías en ciencias de la educación y educación médica, es otro elemento más que demostró el esfuerzo profesional en Santo Domingo por el perfeccionamiento y la superación constantes.
La investigación científica es un elemento fundamental de la educación médica superior en Cuba y constituye uno de sus principios. El proceso docente educativo y la práctica de la investigación constituyen una unidad en la que participan de forma activa los estudiantes y los profesores, así refieren Carreño de Celis et al.3 con quienes concuerdan estos autores, los cuales consideran importante señalar que a través de la investigación científica es que se desarrollan casi todos los procesos, tanto el posgrado como la inserción de profesionales a la investigación evidencian crecimiento profesional (especialización, maestrías, doctorado).
En cuanto a las publicaciones, en 2009 se reconoció un acumulado de 23, y para el 2017 ya sumaban 39 con un total de 138 autores insertados en ellas en esta última etapa; en cuanto a la participación en eventos, es reconocible su aumento y predominio en los de rango internacional y nacional, cifras evidentes en la Tabla 3.
Para el análisis del crecimiento del claustro los indicadores de publicaciones y de participación en eventos se consideran fundamentales, pues hasta el 2009 eran escasos, se incrementaron con los años; se observó crecimiento en la inserción de artículos en revistas certificadas como resultado de la calidad investigativa; y en cuanto a eventos la tendencia a participar en los de niveles superiores a partir de 2012, evidenció que los trabajos de los profesionales fueron más competitivos, y sus autores alcanzaron mayor visibilidad y reconocimiento dentro de la comunidad científica. Se coincide con Concepción González et al.8 en que esta forma de trabajo científico-metodológico es de vital importancia en el desarrollo adecuado del proceso pedagógico que desarrollan, así como en la formación integral de los futuros profesionales.
De los 29 estudiantes matriculados en los dos primeros años de la universalización en el municipio promovieron 27 en su curso correspondiente y 2 desfasados, para un 100 % de promoción, actualmente 28 continúan vinculados al sector; 23 (79,3 %) se desempeñan en la Atención Primaria de Salud y 20 (68,9 %) han cumplido o se encuentran cumpliendo misión internacionalista, como se precisa en la Tabla 4.
Después de cuatro años de graduados se hizo un análisis de su desarrollo académico; según se refiere en la Tabla 5; 22 de los graduados se encontraban cursando especialidades (75,8 %), 21 Medicina General Integral y 1 Meicina Interna, el 34,1 % se desempeñaron en actividades relacionadas con la docencia desde su labor asistencial, el 27,5 % había participado en eventos internacionales y/o nacionales, además un 20,6 % tenía al menos una publicación científica en su currículo.
Una vez comparados los datos numéricos se aprecian avances significativos en todos los aspectos, por lo que se valora el proceso de universalización en la sede universitaria municipal de Santo Domingo como positivo en el cumplimiento de esos rubros, en los cuales incidieron de forma directa docentes y estudiantes; todos con el objetivo de aprovechar esa nueva oportunidad de superarse que la Revolución cubana les posibilitó.
Con respecto a la docencia en los escenarios de la atención primaria, Vidal Ledo et al.9 señalaron: “Las características de la Atención Primaria de Salud imponen desafíos para la organización del proceso enseñanza y aprendizaje”. Efectivamente, los espacios dispersos, los profesores noveles con mínimo de preparación pedagógica, los escenarios y el personal no docente en su mayoría acostumbrados a la prestación de servicios sin el rigor y dedicación que requiere un proceso de formación, que por años se contextualizó a la universidad intramuros y a espacios hospitalarios cuidadosamente elegidos y preparados, constituyó uno de los más grandes retos a vencer por los profesores y directivos del proceso de universalización; sin embargo, su desarrollo permitió extender elementos casi exclusivos de la universidad hacia los espacios de la atención primaria de salud, los que constituyen indicadores de crecimiento en la masa de profesionales en el territorio, con avances en aspectos antes ni siquiera soñados en esos contextos, a saber: categorización docente e investigativa, especialización, formación académica en maestrías y doctorados, incremento de las publicaciones científicas y participación en eventos a diferentes niveles.
Izaguirre Remón et al.10 refirieron: “El egresado de un plan de estudio medirá su éxito o fracaso, no por la presentación de un examen académico, sino por su desempeño en la incorporación al sistema productivo y cultural del país, cuando pone en juego los conocimientos, habilidades y actitudes que han adquirido en la realización de su plan de estudio. Este desempeño es un elemento importante en la evaluación externa del plan de estudio, lo que se detecta a partir de los seguimientos en los centros laborales”, criterio con el que coinciden estos autores.
Carreño de Celis et al., 3) señalaron la importancia de la vigencia de los postulados del Prof. García Galló sobre instrucción, enseñanza y educación: “… como la formación incluye la instrucción y la enseñanza, es eso y algo más, porque desarrolla convicciones, modos de pensar, sentir y actuar: modos de vida. Así, de una manera sencilla y breve, se entiende: saber científico, guía para la vida y modo de vida". Los resultados de esta investigación mostraron que los graduados se insertaron en su vida profesional; sus avances testifican que el esfuerzo, sacrificio, compromiso y responsabilidad desempeñados por los profesores, fueron fructíferos; lo que asevera la efectividad del proceso de universalización desarrollado, en ambos sentidos.
CONCLUSIONES
Durante el desarrollo del proceso de universalización de la enseñanza en las carreras de la salud en la sede municipal de Santo Domingo, se alcanzaron importantes indicadores de desarrollo profesional que anteriormente solo pertenecían al contexto intramuros de la universidad, avances evidenciados en el cumplimiento de las competencias implícitas en los programas de formación, donde los escenarios de la atención primaria asumieron la labor docente además de la función asistencial.