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Sra. editora:
En estos tiempos de COVID-19 resulta asertivo adherirnos a las buenas prácticas en el uso de los Ambientes Virtuales de Aprendizaje (AVA) en la educación, teniendo en cuenta que el Ministerio de Salud Pública de Cuba ha orientado el aislamiento como principal medida preventiva para evitar el contagio. Ello obligó al Ministerio de Educación Superior a adoptar nuevas estrategias en la continuidad del proceso docente-educativo, haciendo uso de la modalidad a distancia. En este sentido, los AVA ofrecen la oportunidad de realizar una gestión docente-administrativa en las asignaturas, acorde a la adecuación tecnológica de nuestras universidades y la calidad del proceso enseñanza aprendizaje que las caracteriza.
Los AVA ofrecen un entorno digital amistoso y fácil de usar; permiten publicar materiales de estudio en diferentes formatos, disponibles los siete días de la semana y las 24 horas del día; así flexibilizan su acceso y propician que el estudiante participe en el proceso docente cuando disponga del tiempo requerido, teniendo la oportunidad de revisar una y otra vez los contenidos y actividades orientadas y garantizando que aprenda en consonancia con su ritmo.1,2
La evaluación constituye un componente principal en el proceso enseñanza aprendizaje, para ello las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) ofrecen un diseño para pruebas o exámenes alternativos a los tradicionales y programas de supervisión con calidad y garantía; contienen una tipología de pruebas de evaluación alineadas con las condiciones de confinamiento actual, junto a la cual se deben acompañar procedimientos para controlar la autoría en los exámenes y tecnologías disponibles para su implementación.
Se recomienda consultar los consejos ofrecidos por la Unesco en su comunicado del 6 de marzo de 2020 “COVID-19: 10 Recommendations to plan distance learning solutions”, donde propone combinar diferentes pruebas de evaluación, adaptarse a la situación psicosocial del alumnado, tomar acciones para garantizar la inclusión y seleccionar tecnologías que aseguren la protección de datos.3
En un primer nivel de evaluación no presencial se proponen los Cuestionarios, los cuales permiten formular preguntas de opción múltiple, donde se pueden seleccionar una o varias respuestas correctas. En la Tabla 1 se muestran los diferentes proveedores de servicios de evaluación on-line y se ofrece una valoración en Satisfactorio (S), Parcialmente Satisfactorio (PS) y No satisfactorio (NS) sobre ellos.
Tabla 1 Proveedores de servicios de evaluación on-line.
Fuente: informe de iniciativas y herramientas de evaluación online universitaria en el contexto del Covid-19.4
Las medidas propuestas4 para minimizar el uso de medios fraudulentos durante la ejecución de este tipo de examen son:
Cambiar la tipología de las preguntas: se recomienda evitar preguntas que puedan responderse a través de la memorización de contenidos.
Exámenes con preguntas aleatorias: las preguntas deben proceder de un único cuestionario (los estudiantes responden las mismas preguntas, pero en distinto orden), o bien el programa las selecciona de un repositorio de preguntas (los estudiantes responden cuestiones diferentes).
Duración adecuada para la realización del examen: los programas permiten fijar el límite de tiempo para cada pregunta o para el examen global; no debe ser muy extenso para evitar conductas inadecuadas.
Para garantizar la autoría de los exámenes se recomiendan4 tres medidas:
Uso de programas de certificación de la autoría y la vigilancia durante las pruebas (online proctored exams): mediante la webcam de la computadora, se despliegan mecanismos de reconocimiento facial, voz, estudio del movimiento de los ojos, control de la pantalla donde se realiza el examen y/o control del hardware conectado, entre otros.
Vigilancia online en vivo: el estudiante se conecta con el encargado de realizar la vigilancia virtual mediante webcam, se identifica mediante el carné respectivo y se realiza un barrido 360o del entorno físico donde se encuentra.
Sin supervisión: la única verificación es el ingreso del estudiante al entorno virtual o a la aplicación donde tiene lugar el examen, mediante un identificador y contraseña.
Algunos de los programas que actualmente ofrecen sistemas de evaluación en línea, autenticación del estudiante y mecanismos de vigilancia durante la ejecución del examen, a través del reconocimiento facial se exponen en la Tabla 2.
Tabla 2 Programas utilizados en la evaluación en línea mediante reconocimiento facial.
Fuente: Informe de iniciativas y herramientas de evaluación online universitaria en el contexto del Covid-19.4
Las TIC en el ámbito pedagógico ofrecen un abanico de posibilidades para desarrollar el proceso docente-educativo con altos estándares de calidad, insertando en la modalidad a distancia el término “virtual”, lo cual se traduce en utilizar los adelantos informáticos en función de proporcionar flexibilidad, comodidad, autenticidad y efectividad en el sistema de educación, en tiempos de COVID-19.
