INTRODUCCIÓN
En diciembre de 2019, decenas de pacientes con neumonía por causas desconocidas, y presencia de fiebre, fatiga, tos y dificultades respiratorias como principales síntomas, ocurrieron en Wuhan en un corto período de tiempo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo llamó 2019-nCoV, mientras que el Comité Internacional de Taxonomía de Virus (ICTV) lo nombraron SARS-CoV-2, y COVID-19 a la nueva enfermedad por coronavirus.1 Desde que surgió, el mundo vive una etapa difícil para su control. Las cifras de contagiados son altas, alrededor de 110 211 925 casos confirmados y el alto nivel de contagio y transmisión provoca una crisis sanitaria en constante vigilancia a nivel internacional.
La compleja situación epidemiológica en Cuba, específicamente en la provincia de Villa Clara durante el tercer rebrote del virus, exigió a su universidad de ciencias médicas reorganizar una vez más el proceso docente educativo a partir de las experiencias acumuladas en etapas anteriores, particularmente en la carrera de Bioanálisis Clínico de la Facultad Tecnología de la Salud y Enfermería.
Esta carrera presenta características propias para la reorganización del proceso enseñanza aprendizaje de los alumnos por años y tipo de formación: Curso Regular Diurno (CRD), Curso Encuentro (CE), Educación Superior de Ciclo Corto (ESCC) y Educación Técnica y Profesional (ETP).
Uno de los objetivos generales de la carrera es lograr la preparación de un profesional integral, capaz de aplicar las tecnologías convencionales y de avanzada para el diagnóstico de laboratorio, aseguramiento transfusional y la producción de bioderivados; con alto sentido de honestidad, responsabilidad, elevado compromiso social y político, cumpliendo con la protección medioambiental, los aspectos económicos y la defensa nacional, utilizando los métodos científicos de trabajo con enfoque lógico-dialéctico.2
El licenciado en Bioanálisis Clínico posee un amplio campo de ejercicio profesional, competente para desempeñarse como miembro del equipo multidisciplinario, en los tres niveles de atención de salud, capaz de contribuir mediante los análisis de muestras biológicas a mantener el estado de salud de la población y al diagnóstico, prevención, control y tratamiento de las enfermedades sobre fundamentos de la investigación científica. 2
Un primer estudio realizado en el curso 2019-2020 iniciando la COVID-19 permitió constatar las acciones que realizó la Facultad de Tecnología de la Salud y Enfermería para combatir el virus: modificó el proceso docente pues transformó la institución educativa en centro de aislamiento para casos sospechosos a la enfermedad, incorporó a los trabajadores en acciones de prevención y reorientó su capital humano hacia otras actividades priorizadas en la atención a pacientes sospechosos y en las pesquisas en la comunidad.3
Los autores consideran que la importancia del estudio se focaliza en la reorganización del recurso humano en formación de la carrera de Bioanálisis Clínico para apoyar los procesos tecnológicos que se realizan laboratorios y hospitales según los niveles de atención en salud e involucra a profesores y especialistas como tutores en los servicios en el enfrentamiento a la COVID-19 en su tercer rebrote.
El propósito de este estudio es: caracterizar la reorganización del recurso humano en formación en la carrera de Bioanálisis Clínico para apoyar los procesos tecnológicos que se realizan en los laboratorios y hospitales en el enfrentamiento a la COVID-19 en Villa Clara.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo en la carrera de Bioanálisis Clínico de la Facultad de Tecnología de la Salud y Enfermería, específicamente en los cuatro años en formación (2do, 3ro, 4to y 5to) de la licenciatura, los diferentes años y modelos de formación de la educación superior de ciclo corto, y técnico medio profesional del curso 2020-2021 para continuantes, durante septiembre 2020 a enero 2021.
La población estuvo compuesta por la totalidad de los estudiantes (204) que conforman la matrícula de la carrera en el curso 2020-2021, distribuidos por tipo de formación:
Curso Regular Diurno (CRD): 70 estudiantes (2do, 4to, 5to años)
Curso por Encuentro (CE): 88 trabajadores (2do, 3ro, 4to, 5to años)
Enseñanza Superior Ciclo Corto (ESCC): 37 estudiantes (2do, 3er años)
Técnico Medio Superior (TMS) de Fisiología Humana e Inmunoalergia: 9 estudiantes (2do año)
Los métodos del nivel teórico aplicados fueron: analítico-sintético e histórico-lógico, los cuales permitieron establecer las relaciones del proceso docente educativo de la carrera de Bioanálisis Clínico en función de la situación epidemiológica de Villa Clara, determinar los nexos esenciales según las características del contexto y continuar el proceso enseñanza aprendizaje desde otras alternativas; además corroborar los cambios en el proceso docente educativo y su implicación en los estudiantes en formación, hasta lograr conclusiones lógicas.
Métodos empíricos:
Análisis documental: a fin de constatar las modificaciones del proceso enseñanza aprendizaje como apoyo al enfrentamiento a la COVID-19 mediante la revisión de programas, planes de estudio e indicación ministerial sobre Trabajo Comunitario Integral (TCI) y resoluciones 132/20 y 2/18.
La entrevista: (tipo individual -entrevistador e informante- vía telefónica a estudiante y tutor asistencial): para indagar sobre las vivencias individuales en la realización de las tareas encomendadas a dos estudiantes durante la práctica preprofesional en los diferentes servicios, así como el criterio del especialista tutor.
La información obtenida se procesó en el software SPSS versión 20.0 de programas computacionales de análisis estadístico a partir de medidas de resumen, frecuencia absoluta y relativa porcentual de la estadística descriptiva y el empleo de gráficos.
Se tuvo en cuenta el cumplimiento de los aspectos éticos al investigar a seres humanos, de acuerdo a la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Desde el comienzo del año 2021, la carrera de Bioanálisis Clínico de la Facultad de Tecnología de la Salud y Enfermería reorganizó el proceso docente educativo. La carrera está conformada por una matrícula de 204 (100 %) estudiantes distribuidos por más de una especialidad y tipos de formación, como se muestra en la Figura 1.
Analizando la figura anterior, los resultados son los siguientes:
Educación Superior de Ciclo Corto: Análisis Clínico y Medicina Transfusional: 37 (18,13 %)
Técnico Medio Superior: Fisiología Humana e Inmunoalergia 9 (4,41 %)
Licenciatura del Curso Regular Diurno de Bioanálisis Clínico: 70 (34,31 %)
Curso Encuentro: 88 (43,13 %), carrera que presenta diferentes tipos y especialidades para la formación del recurso humano capacitado para insertarse en los tres niveles de atención en salud.
El resultado del análisis documental permitió constatar en la indicación del Ministerio de Salud Pública para el Trabajo Comunitario Integral (TCI) de enero 2021: implementar el TCI en los territorios que retroceden a la fase de trasmisión autóctona limitada en función de la pesquisa activa comunitaria de 8.00 am a 12. 00 m, y en la tarde realizar actividades de Educación a Distancia (EaD). Sugiere exceptuar de cumplir esta actividad a los estudiantes de los años terminales de todas las carreras, los que continuarán el proceso docente educativo de manera presencial, (incluye año terminal ESCC y ETP con ingreso al terminar el 9no y 12mo grados, que realizan la práctica preprofesional).4
A partir del análisis a los programas, planes de estudio y tipo de formación de la carrera, las resoluciones 132/20 y 2/18 del proceso docente educativo, se constataron como posibles acciones para el enfrentamiento a la COVID-19 las mostradas en la Figura 2:
Para el cierre de las asignaturas rectoras se utilizaron 15 días, pues requieren un tiempo en la modalidad presencial para efectuar los procesos de evaluación.
En 2do año del CRD, 19 estudiantes (9,31 %) realizaron la pesquisa activa en el horario matutino, en el vespertino cumplieron las orientaciones de la EaD; 4to año con 8 estudiantes (3,92 %) (CRD) se mantuvieron en la educación en el trabajo según necesidades de la asistencia en los municipios donde residen, además realizaron la modalidad presencial de las asignaturas rectoras, y según necesidad, se incorporaron a los servicios. Para este año quedó pendiente la asignatura Diagnóstico de Laboratorio III, que cierra con un examen teórico práctico.
Del mismo modo, 12 estudiantes (5,88 %) del 3er año del programa de ESCC de Análisis Clínico y Medicina Transfusional fueron ubicados en áreas de salud por municipios de residencia rotando por Parasitología. De ellos 6 estudiantes (2,94 %) por necesidades en los servicios de Laboratorio Clínico se incorporaron a rotaciones (orina-nefrología) en Santa Clara. La formación de CE con 88 estudiantes (43,13 %) en condición de trabajadores asumió la modalidad de EaD.
De este modo, 5to año (CRD) con 43 estudiantes (61,42 %) previos a su examen estatal, participaron en la práctica preprofesional distribuidos por instituciones y servicios de salud según prioridades de la asistencia provincial en la educación en el trabajo lo cual permitió adquirir y mantener las habilidades propias y brindar apoyo en los diferentes niveles de atención de salud en Villa Clara.
De ellos, 22 estudiantes (10,78 %) fueron distribuidos en los servicios de laboratorio clínico en áreas de salud por municipios de residencia y en el Hospital Ginecosbtétrico “Mariana Grajales” (servicio de Citología) donde realizaron los procesos de toma, procesamiento y análisis de los diferentes exámenes que se efectúan en el departamento; a diferencia de otros estudiantes, realizaron guardias y estancias permanentes según rotaciones por módulos.
A partir del 25 de enero, a solicitud del Vicedirector Docente del Hospital Universitario Clínico-Quirúrgico “Arnaldo Milián Castro”, 6 estudiantes (2,94 %) del CRD comenzaron a realizar las prácticas preprofesionales en el laboratorio de urgencias del centro; la tarea consistió en procesar la toma de muestras en las emergencias y urgencias de pacientes que llegaban al cuerpo de guardia y a los ingresados; allí realizaron exámenes convencionales y de avanzada en el laboratorio clínico.
Cuatro estudiantes (1,96 %) realizaron las prácticas en el Hospital Universitario “Celestino Hernández Robau” en el laboratorio de Microbiología, allí ejecutaron la toma de muestras a pacientes sospechosos y positivos a la COVID-19, trabajando en la zona roja; fueron estudiantes integrales dispuestos a apoyar el enfrentamiento a la COVID-19.
Al mismo tiempo, en el Centro Provincial de Higiene Epidemiología y Microbiología, 11 estudiantes (5,39 %) prestaron servicios en tareas directas en el desafío a la COVID-19, fueron los encargados de ejecutar el procesamiento de las muestras ya tomadas como se observa en la Figura 3:
En la entrevista realizada a dos estudiantes para indagar sobre sus vivencias individuales del trabajo realizado en los servicios como representantes del grupo en el Centro Provincial de Higiene y Microbiología (CPHyM) y del Hospital Universitario “Celestino Hernández”, ellos expresaron sus conocimientos sobre las funciones desempeñadas:
Cumplir con las medidas de bioseguridad en el laboratorio acordes al protocolo de actuación frente a la COVID-19 en zona roja
Practicar el Código de Ética
Seleccionar y utilizar diferentes tipos de cristalerías, accesorios y otros medios auxiliares de trabajo
Realizar la toma de muestra a pacientes sospechosos y positivos a la COVID-19, elegir los instrumentos adecuados
Manipular el equipamiento en el laboratorio
Recolectar información y elaborar los datos estadísticos a partir del procesamiento de las muestras, análisis e interpretación
Entregar la información del procesamiento de las muestras
Organizar de forma adecuada el puesto de trabajo
En la entrevista, la tutora especialista refiere que los estudiantes muestran interés y motivación por el trabajo que realizan y demuestran buen desempeño en las habilidades propias del perfil del Licenciado en Bioanálisis Clínico. Insistió en la necesidad de renovar el personal que ahí labora y considera importante incorporar algunos de estos estudiantes como trabajadores del centro; porque, sin dudas, demostraron tener una adecuada preparación, calidad humana y las competencias que exige el mundo laboral para la especialidad.
Es necesario resaltar el aporte incondicional que brindó la Facultad de Tecnología de la Salud y Enfermería de Villa Clara en el combate frente a la COVID-19 durante el tercer rebrote incorporando los estudiantes de 5to año (CRD) en la zona roja; otras especialidades: Enfermería e Higiene y Epidemiología también estuvieron en el enfrentamiento al virus. En general, las nueve carreras de la formación universitaria y el resto apoyaron las tareas para revertir el escenario emergente, se evidenció una buena disposición y preparación de los estudiantes para realizar estas acciones en todos los escenarios.5
La incorporación de los estudiantes de las diferentes especialidades de las ciencias médicas los convirtió en pilar fundamental para controlar la COVID-19; la universidad médica cubana está comprometida con la realidad sanitaria y la solución de los problemas de salud de la población; en este suceso epidemiológico de gran magnitud constituyeron un cuerpo de trabajo entrenado, de forma teórico-práctica para la realización exitosa de las acciones de pesquisa y otras tareas.
Es propósito del claustro de profesores de la Facultad de Tecnología de la Salud y Enfermería formar futuros profesionales con capacidad para asimilar el desarrollo científico-tecnológico en función del diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los pacientes para utilizar de forma óptima la disponibilidad tecnológica del sistema de salud en beneficio de la sociedad cubana.
Desde su primera versión la Facultad de Tecnología de la Salud y Enfermería desarrolla en los educandos el método tecnológico como objetivo profesional y sigue el principio de la educación en el trabajo integrando la actividad docente con la asistencial.6 Así incentiva la motivación por la profesión, palpa desde las experiencias de vida la necesidad de ejercerla como fuente de empleo, ingreso económico y sustento de vida para la familia; por tanto, aprecia el reconocimiento personal al resolver problemas de salud que aquejan a la población y valora la utilidad de la profesión en la sociedad que vive.
Como elementos que distinguen el control y evaluación de las destrezas de los estudiantes en la educación en el trabajo están las habilidades prácticas propias (dominio de los modos de actuación y asimilación de contenidos, entre otros elementos) de cada modelo de formación, con evaluación a través de tarjetas de habilidades diseñadas para la rotación de cada especialidad, la motivación y los valores morales.7
Como alternativa para continuar el proceso enseñanza aprendizaje de la carrera, estudiantes y profesores utilizan la EaD y asumen los retos que esto implica, no solo en relación con la obtención de conocimientos y habilidades para hacer el trabajo (saber hacer), sino también actitudes, valores y rasgos personales vinculados al buen desempeño (querer hacer).8
El actual contexto epidemiológico impuso casi de manera drástica a la comunidad educativa el uso obligatorio de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), recurriendo a medios y dispositivos (tecnología celular, correo electrónico, whatsApp) para la comunicación y retroalimentación en un mundo interconectado. Todo ello para mantener la interacción con los estudiantes a fin de atender la realización de los ejercicios orientados en las guías formativas previstas para el estudio individual, y verificar el bienestar de sus alumnos a través de la retroalimentación instantánea.9
Los autores consideran que los estudiantes de 5to año CRD de la carrera demostraron estar preparados para la tarea que les fue asignada, mostraron las habilidades para aplicar las técnicas de estudio, los métodos para la detección de alteraciones hematológicas al ejecutar procedimientos especiales, los métodos técnicos y procedimientos empleados en los servicios de transfusiones y laboratorios de Citohistopatología, para el diagnóstico tecnológico de enfermedades neoplásicas que presentan los individuos, así como los procedimientos analíticos en el pronóstico, diagnóstico, seguimiento del estado de salud y enfermedad de la población. De esta manera contribuyeron con el accionar a la vigilancia en salud que a su vez constituye una actividad de seguimiento, recolección sistemática, análisis e interpretación de datos sobre sucesos de salud o condiciones relacionadas, cuya finalidad principal es alertar a las autoridades competentes, con oportunidad suficiente para poder tomar las medidas necesarias, ya sean preventivas o de control.10,11
CONCLUSIONES
En la carrera de Bioanálisis Clínico se reorganizó el recurso humano en formación según necesidad de los servicios de salud en Villa Clara durante el tercer rebrote de la COVID-19, los estudiantes apoyaron los procesos tecnológicos en laboratorios y hospitales; se destaca la labor realizada por los de 5to año quienes trabajaron en la zona roja para diagnosticar casos sospechosos y positivos al virus; en todos los años se asumió la EaD como alternativa del proceso enseñanza aprendizaje.