INTRODUCCIÓN
Con la reducción de la caries dental en adolescentes la atención se ha dirigido hacia otros problemas bucales como las maloclusiones, que resultan de la anormalidad morfológica y funcional de los componentes óseos, musculares y dentarios que conforman el sistema estomatognático y que se caracteriza por no darse la relación normal entre las unidades dentarias con los demás dientes en el mismo arco y con los del arco antagonista, lo que crea un problema funcional y estético para el individuo, con un efecto psicológico; en este contexto se torna importante la definición de criterios de diagnóstico a fin de facilitar y planificar las actividades de prevención y de asistencia.1,2,3
Las maloclusiones de origen multifactorial comprenden factores etiológicos genéticos y ambientales o su combinación.1,4,5
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las maloclusiones ocupan el tercer lugar de prevalencia dentro de los problemas de salud bucodental después de la caries dental y de la enfermedad periodontal; son consideradas como problema de salud por su alta prevalencia y su posibilidad de prevención y tratamiento y por su impacto social al interferir en la calidad de vida de los individuos afectados.6,7,8,9,10,11,12,13,14
Latinoamérica, según datos de la Organización Panamericana de la Salud, tiene una situación preocupante, con altos niveles de incidencia y de prevalencia, que superan el 85% de la población7,10,11 y es uno de los motivos de consulta más frecuentes en las clínicas dentales. Conocer la prevalencia de las maloclusiones es esencial para el desarrollo de estrategias preventivas que deben basarse en las necesidades de la población.12,13
El Dental Aesthetic Index (DAI) fue desarrollado para clasificar la estética dental y las necesidades de tratamiento ortodóncico en una escala de normas sociales para una apariencia dental socialmente aceptable. Este índice se basa en la medición de aspectos morfológicos, fisiológicos, estéticos y sicosociales. Es de aplicación sencilla, con buenas características de validez, fiabilidad y precisión; permite evaluar la frecuencia, la severidad y la necesidad de tratamiento en la población, por lo que fue adoptado por la OMS como un índice intercultural y es aplicado en diversos grupos étnicos sin modificación. El DAI ha sido utilizado como instrumento en numerosos estudios epidemiológicos a nivel nacional e internacional.1,15,16,17,18,19,20,21,22
Las maloclusiones son consideradas un problema de salud en Cuba, lo que fue confirmado en el Análisis de la situación de salud correspondiente a la Clínica Estomatológica Docente “Victoria de Santa Clara” y en los resultados de los análisis realizados en el Programa de Atención al menor de 19 años en el área, que muestran alta prevalencia de maloclusiones en este grupo etario.
El objetivo de esta investigación es determinar la prevalencia de maloclusiones en la población estudiada y describir el comportamiento de los componentes del Dental Aesthetic Index según el sexo.
MÉTODOS
Se realizó una investigación descriptiva, de corte transversal, en la Secundaria Básica Urbana “Eduardo Anoceto” de la Ciudad de Santa Clara, Provincia de Villa Clara, entre septiembre de 2009 y julio de 2010.
Se solicitaron el consentimiento de los estudiantes seleccionados, el de sus padres y el de la dirección del centro de estudios y la aprobación del Comité de Ética del centro al que tributa.
Se utilizaron métodos cuantitativos y se trabajó con la población de estudiantes de séptimo grado del centro de estudio (254 adolescentes de ambos sexos).
Criterios de inclusión:
Estudiantes con dentición permanente completa, excepto la presencia clínica de los terceros molares.
Criterios de exclusión:
Tras aplicar estos criterios de selección la muestra quedó conformada por 146 sujetos a los que se les aplicó el DAI y que fueron examinados sentados en una silla con apoyo cervical y con luz natural, el investigador se situó de frente y utilizó un espejo bucal plano y una sonda periodontal milimetrada de William.
La información fue recogida en un formulario que consignó datos generales y los componentes del DAI.
Aplicación del DAI:
El DAI está dado por una ecuación de regresión estándar con 10 componentes o características oclusales, con sus correspondientes coeficientes de regresión, con valores exactos y redondeados (Tabla 1).
Pasos para obtener el DAI:
Se realizaron las mediciones de los 10 componentes en cada individuo y se obtuvo el valor numérico de cada uno.
El resultado de esta suma correspondió al valor del DAI.
En dependencia del valor del DAI el estado oclusal individual se clasificó en categorías (Tabla 2).
Los datos fueron procesados a partir del paquete de análisis estadístico SPSS versión 15.0 y presentados en tablas. Fueron utilizadas técnicas descriptivas consistentes en frecuencias absolutas, relativas y tasas.
Los resultados se mostraron utilizando tablas relacionales para exponer la asociación de los diferentes grados de maloclusión en los estudiantes y su sexo biológico. Los datos fueron procesados estadísticamente en esta etapa mediante pruebas de independencia siempre que las frecuencias en las casillas aseguraron la validez de la prueba de independencia de χ² con significación del 95% (α=0,05).
RESULTADOS
La Tabla 3 muestra la prevalencia de maloclusiones y la frecuencia de individuos incluidos en cada categoría de acuerdo con la severidad de las maloclusiones luego de aplicado el DAI. La prevalencia de maloclusiones ascendió a 58,2x100 estudiantes. La maloclusión definida estuvo presente en 19,8x100 adolescentes, la severa en 9,6x100 y la muy severa en 28,8x100; se observó un predominio de la maloclusión muy severa, seguida de la definida.
La presencia de maloclusiones según el sexo se presenta en la Tabla 4. En estas edades la mayor madurez de las niñas pudiera ser relevante a los propósitos de lo que se desea medir. La presencia de maloclusiones de definida a muy severa según los sexos se comportó con una prevalencia mayor de maloclusión definida en los varones, mientras que en las hembras hay más composición de severa y muy severa, pero sin alcanzar diferencias significativas (p>0,05).
Según la clasificación se obtuvo que el 58,2% necesitaban el tratamiento, para el 19,8% fue electivo, conveniente para el 9,6% y prioritario para el 28,8%. Se observó que 85 estudiantes de la muestra requieren tratamiento ortodóncico (Tabla 5).
Se constató que lo más frecuente es el resalte anterior maxilar superior seguido, en proporción muy similar, por la irregularidad anterior inferior y la alteración de la relación molar antero-posterior; a continuación la irregularidad anterior superior y el apiñamiento. El espaciamiento y el diastema se presentan, aproximadamente, en una cuarta parte de los estudiados y, en proporción mucho menor, aparecen la mordida abierta, el resalte anterior mandibular y la pérdida de dientes visibles (Tabla 6).
DISCUSIÓN
La literatura revisada refleja diferencias y semejanzas en cuanto a las puntuaciones obtenidas al aplicar el DAI en este y en otros informes procedentes de Cuba y de diferentes países.
Cartes Velásquez23 encontró una prevalencia de maloclusiones del 67,4%, superior a la encontrada en la presente investigación; el 21,7% se ubicaban en el nivel muy grave o discapacitante. Peláez17 observó que el 70% de los pacientes estudiados presentó necesidad de tratamiento ortodóncico en diferentes grados de severidad de maloclusión. Mafla4 plantea que en un estudio realizado en 387 adolescentes de 13 a 16 años de edad el 52,7% presentaron maloclusiones entre severa y muy severa, resultado que difiere del de esta investigación. Cárdenas y colaboradores16 informan que la necesidad de tratamiento ortodóncico según los puntos de corte del DAI fue de un 25,2% y corresponde a una maloclusión menor.
Difieren también de los resultados expuestos por Toledo1 en un estudio realizado en 176 niños menores de 19 años en la Provincia de Villa Clara en el que la mayoría presentó oclusión normal o maloclusión menor (61,9%) y el 25% maloclusiones más graves (el 11,4% las severas y el 13,6% las muy severas o discapacitantes); la tasa de prevalencia de maloclusiones fue de 380 por cada 1 000 personas.
Peláez17 señaló que el 70% de los pacientes estudiados presentó necesidad de tratamiento ortodóncico en diferentes grados de severidad de maloclusión; en el 43% de los casos el tratamiento se consideró obligatorio. Esta alta prevalencia de maloclusión se mostró reflejada en las anomalías que se presentaron con mayor frecuencia como la ausencia de piezas dentarias visibles (47%), el apiñamiento dentario en una o ambas arcadas (44%) y la relación molar con deslizamiento anteroposterior de media cúspide o cúspide completa (49%). En el sexo femenino se presentó oclusión normal en el 31% de los pacientes y en el masculino 28%. La maloclusión muy severa o discapacitante que requiere de tratamiento obligatorio se mostró en un 35% de los pacientes del sexo femenino y en un 54% del masculino.
En una población iraní de niños de 11 años las necesidades de tratamiento electivo y conveniente encontradas por Eslamipour24 fueron del 23,6% y 11% respectivamente, mientras que la necesidad de tratamiento prioritario fue de 10,9%. En investigaciones similares realizadas en la India se informan valores muy bajos de examinados con criterios de normalidad (3%) y valores muy altos de maloclusiones tributarias de tratamiento prioritario (55%).
Navarro,19 en Santiago de Cuba, evaluó la percepción de la necesidad de tratamiento ortodóncico por parte de adolescentes y sus padres y encontró que el componente del DAI más frecuente fue el apiñamiento (94, 69,1%), seguido de la irregularidad anterior del maxilar (62, 45,6%) y de la irregularidad anterior de la mandíbula (52, 38,2%). Respecto a la necesidad de tratamiento ortodóncico se obtuvo que el 53,7% de los escolares no lo requerían o solo necesitaban alguna corrección menor (DAI≤25), lo que difiere de los resultados de este estudio en cuanto a la gravedad de las alteraciones.
Los estudios de Gutiérrez Rojo21 y colaboradores en una población de Guadalajara, México, evaluaron la necesidad de tratamiento ortodóncico: el 53% de la población mostró una maloclusión muy severa, el 17,9% severa, el 17,1% definida y solo el 11,4% presentó una oclusión normal sin necesidad de tratamiento.
En el sexo femenino el 57,3% presentó una maloclusión muy severa con necesidad de tratamiento obligatorio, dato que coincide con los de este trabajo, y en el sexo masculino el 46,3% también la presentó, lo que difiere de esta investigación en la que predominó la maloclusión definida para ese sexo.
Peláez y colaboradores18 revelaron que el 30% del total de los pacientes estudiados presentó una oclusión normal o maloclusión menor y no necesitaron de tratamiento ortodóncico, mientras que el 70% mostró necesidad de tratamiento ortodóncico en diferentes grados de severidad de maloclusión, entre los que un 43% manifestó maloclusión muy severa o discapacitante, lo que coincide con los resultados obtenidos aquí. El apiñamiento dentario en el sector de incisivos en una o ambas arcadas superior e inferior, la irregularidad dentaria inferior, la irregularidad dentaria superior y la relación molar fueron las alteraciones más frecuentes. Las alteraciones menos frecuentes fueron la mordida abierta y el diastema, resultado que coincide con los de este estudio; sin embargo, difirió la maloclusión muy severa o discapacitante, que se presentó en un 35% de los pacientes de sexo femenino y en un 54% en el masculino.
Difiere este trabajo del estudio realizado por Silveira,25 en Brasil, él analizó una población de 763 adolescentes en edades de 15 a 19 años y encontró que el 69,6% tuvo una oclusión normal. Daza,13 en Ecuador, encontró que el 56% tenían una oclusión normal.
Alemán26 halló que en el sexo masculino predominaron los valores obtenidos tanto en la maloclusión leve (33,9%) como en la muy severa (28,1%); en tanto en el sexo femenino predominaron la maloclusión definida (24,8%) y la categoría de severa (18,1%).
Toledo Reyes1 concluyó que el índice de estética dental tiene una sensibilidad del 96% con respecto a la necesidad de tratamiento prioritario. Según Mafla4 las maloclusiones más frecuentes fueron las irregularidades anterosuperiores entre uno y 2mm (34,7%) y las anteroinferiores en uno y 2mm (39,3%). Otras alteraciones que se observaron fueron la presencia de mordida abierta mayor que cero milímetros (18,9%), una relación molar clase II (17,6%) y de clase III (13,7%).
Según los hallazgos de Peláez18 las alteraciones de menor frecuencia fueron la mordida abierta y el diastema (12%) y el resalte maxilar (23%) y el mandibular (6%); las alteraciones más resaltantes fueron la ausencia de piezas dentarias visibles (47%), el apiñamiento en una o ambas arcadas (44%) y el deslizamiento molar anteroposterior (49%); estos resultados son semejantes a lo informado por investigadores que han evaluado la maloclusión mediante el DAI en poblaciones mayores a 17 años.
Fernández y colaboradores,15 al aplicar el DAI en estudiantes de secundaria básica en Santiago de Cuba, demostraron la necesidad de tratamiento prioritario (maloclusión muy severa), con un DAI de 36 o más, a un 29,6%, seguido del tratamiento electivo en un 26,1% con maloclusión definida. Hallaron un predominio del sexo masculino con maloclusión muy severa (31, 28,2%), que eran de este sexo el 76,4% de los afectados y que el 60,3% presentaron irregularidad anterior en la mandíbula de tres a 4mm. En este estudio el uso del DAI permitió hallar un predominio de la necesidad de tratamiento prioritario u obligatorio, seguido del tratamiento electivo; entre los componentes del citado índice tuvo mayor significación el apiñamiento dentario.
El predominio del apiñamiento como rasgo oclusal deficiente se puede explicar atendiendo a los postulados de Herpin: como consecuencia directa de la filogenia producto de la evolución del aparato masticatorio humano, que se basa en la degeneración de los distintos elementos que lo componen y como resultado de variaciones en la dieta, los maxilares primitivamente prognáticos y de gran tamaño quedan pequeños con respecto al tamaño de los dientes actuales.
Las diferencias entre los diferentes informes son atribuibles a factores como los distintos tamaños muestrales empleados, las diferencias étnicas y la variabilidad de las edades de los sujetos analizados y pueden mostrar la capacidad efectiva del DAI para evaluar las necesidades de tratamiento según las características inherentes de las poblaciones sobre las que se aplica.
CONCLUSIONES
En la población estudiada se observó una alta prevalencia de maloclusiones y un predominio con maloclusión muy severa, seguido de los que presentaban maloclusión definida; este último tipo predominó en los varones, mientras que en las hembras prevalecieron la maloclusión severa y muy severa, aunque no existieron diferencias significativas entre los sexos. Las maloclusiones más frecuentes fueron, en orden descendente, el resalte anterior maxilar, seguido en proporción muy similar, por la irregularidad anterior inferior y la alteración de la relación molar antero-posterior. Las frecuencias de espaciamiento y el diastema resultaron altas. En proporción mucho menor aparecieron la mordida abierta, el resalte anterior mandibular y la pérdida de dientes visibles.