INTRODUCCIÓN
A partir de la consulta de diferentes fuentes de información referidas a la relación entre condición física-actividad, los autores de este trabajo confirman que la realización regular y sistemática de la actividad física ha demostrado ser una práctica sumamente beneficiosa en la prevención, desarrollo y rehabilitación de la salud. Por otro lado, es esta práctica, un medio para forjar el carácter, la disciplina, la toma de decisiones y el cumplimiento de las reglas, que benefician el desenvolvimiento del practicante en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Hoy en día esta visión ha sido aceptada por muchos autores quienes plantean que la falta de actividad física en la sociedad actual ha provocado que el sedentarismo haya sido clasificado como uno de los principales problemas de salud pública del siglo XXI.
La capacidad de realización de actividad física se ha denominado condición física (Muros, 2016, p.2). Este nivel de condición física, permeado por los valores de las pruebas por el peso, la talla y el IMC, permite la determinación de las necesidades del alumnado, y de esta forma, al profesorado orientar sus sesiones de Educación Física. Este proceso tiene como objetivo mejorar aquello que es más necesario para el conjunto de la clase y redunde en la mejora de su estado de salud (Martínez, 2019, p.24).
Relacionados con la temática que se aborda en el presente trabajo, es decir, la condición física en estudiantes universitarios y su relación con la salud, se han publicado variados estudios en los últimos años. Estos revelan con datos, la importancia de la actividad físico deportiva e influencia positiva en la salud, entre ellos los realizados por (Cardona et al., 2017; Caro & Rebolledo, 2017; Chacón et al., 2018; Vásquez et al., 2018; Caro et al., 2019).
A su vez, en la revisión de las investigaciones sobre el efecto crónico del ejercicio físico en la atención, basado en el entrenamiento físico-deportivo, se decidió proyectar necesarias futuras investigaciones. Estos estudios han sido declarados indispensables para determinar con claridad el tipo de ejercicio físico, la intensidad y el tiempo de intervención necesaria en función de la mejora de la atención, ya que algunos estudios no presentaron beneficios de esta función cerebral (Cid, 2017, p.80).
Para continuar investigando sobre el tema se parte de las siguientes premisas: la inactividad física es considerada un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles (enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus tipo 2, síndrome metabólico y algunos tipos de cáncer) y el estilo de vida sedentario es uno de los comportamientos riesgosos con mayor prevalencia en la actualidad (Beltrán, et al., 2012, p.3).
Guillamón (2019, p.9), en su estudio concluye que la condición física es, quizás, el predictor más potente del estado de salud futuro. La actividad física es la mejor estrategia disponible actualmente; los siguientes parámetros de actividad física para sujetos jóvenes (e incluso adultos) parecen adecuados para preservar la salud y mejorar la calidad de vida. Aunque no exista consenso sobre la relación entre actividad física y condición física en sujetos jóvenes, es innegable la necesidad de realizar actividad física de manera sistemática para tener una buena salud, pues es de gran valor la individualización de la práctica.
El desarrollo de la resistencia cardiorrespiratoria en niños, adolescentes y jóvenes se asocia a la disminución de la prevalencia de enfermedades cardiovasculares en niños y adolescentes. La prueba de course navette o carrera de 20 metros es una prueba de aptitud cardiorrespiratoria máxima y progresiva, que mide indirectamente el consumo máximo de oxígeno. Niveles altos de capacidad aeróbica durante la niñez y la adolescencia están asociados con una salud cardiovascular actual y futura más saludable.
Gómez (2014, p.11), en su estudio concluye que la clasificación del VO2 máx, estimado en Course Navette para los estudiantes universitarios de educación física es aceptable, buena y excelente. Además, en la muestra de sujetos de ambos géneros la tendencia es que a menor frecuencia cardiaca mayor es el VO2 máx. y viceversa, cuando se determinó la relación entre ambos indicadores.
Caamaño (2016), en su estudio plantea la existencia de una elevada prevalencia de sobrepeso, obesidad y bajos niveles de rendimiento físico asociadas, siendo la capacidad cardiorrespiratoria medida a través del test de Cafra y Navette; esta presenta una asociación mayor y significativa con la malnutrición por exceso y riesgo cardiometabólico.
Se toma en consideración para futuras investigaciones, aumentar el número de estudiantes e incorporar nuevas variables de estudio que fortalezcan la presente investigación.
A partir de las valoraciones anteriores, el presente trabajo se planteó como objetivo realizar un estudio de los componentes de la condición física, relacionada con la salud, en los estudiantes de primer año de la carrera de Licenciatura en estudios Socio-Culturales, de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca".
MATERIALES Y MÉTODOS
La presente investigación, según la finalidad y el alcance temporal y transversal fue aplicada, ya que se tomaron aspectos del desarrollo de sujetos en una única medición; y según la profundidad del conocimiento que se pretende obtener fue descriptiva. De acuerdo a la naturaleza de los datos fue cuantitativa (aspectos observables susceptibles de cuantificación) y cualitativa (se orienta al estudio de los significados de las acciones humanas). Según el marco en que tiene lugar fue de campo o sobre el terreno.
Para dar cumplimiento al objetivo general en la presente investigación se consideró una muestra aleatoria representada por 19 estudiantes de primer año de la carrera de Licenciatura en estudios Socio-Culturales, de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca".
Los métodos seleccionados para cumplir con los objetivos propuestos en la investigación fueron del nivel teórico (analítico sintético, Inductivo deductivo y el histórico- lógico) y del nivel empírico, la medición, que se utilizó para la determinación de la composición corporal, los resultados de las diferentes pruebas, además se analizó el índice de cintura-cadera.
Las pruebas utilizadas fueron dos medidas totales (estatura y peso corporal), dos circunferencias (cintura y cadera), la prueba de Cafra, y de Navette y las pruebas de abdominales cortos, planchas, salto largo sin carrera de impulso y flexibilidad.
Cálculos para la determinación del índice de masa corporal (Ecuación 1).
Cálculos para la determinación de la relación cintura-estatura (Ecuación 2).
Cálculos para la determinación el Índice de cintura-cadera (Ecuación 3).
RESULTADOS
En la tabla 1, se pueden observar los resultados estadísticos del índice de masa corporal para determinar si un estudiante está bajo peso, normal, con sobrepeso u obesidad. De manera general se puede observar que el 86 % posee una clasificación de normal, lo cual indica un correcto metabolismo de las grasas (Tabla 1).
Estudiantes | Edad | Sexo | Peso (kg) | Altura (m) | IMC | Clasificación |
1 | 20 | M | 65.4 | 1.76 | 20.98 | Normal |
2 | 19 | F | 51.2 | 1.62 | 19.46 | Normal |
3 | 18 | F | 58 | 1.60 | 22.65 | Normal |
4 | 17 | F | 58.8 | 1.64 | 21.64 | Normal |
5 | 17 | F | 47.6 | 1.57 | 19.10 | Normal |
6 | 18 | F | 54.4 | 1.58 | 21.68 | Normal |
7 | 19 | M | 50 | 1.70 | 17.30 | Bajo peso |
8 | 18 | F | 50.2 | 1.64 | 18.65 | Normal |
9 | 17 | M | 80.6 | 1.82 | 24.16 | Normal |
10 | 18 | F | 48.8 | 1.59 | 19.04 | Normal |
11 | 18 | F | 40.2 | 1.57 | 16.26 | Bajo peso |
12 | 18 | F | 59.4 | 1.57 | 23.98 | Normal |
13 | 18 | M | 68 | 1.76 | 22 | Normal |
14 | 19 | M | 62 | 1.73 | 20.73 | Normal |
15 | 17 | F | 62 | 1.57 | 25.20 | Sobrepeso |
En la tabla 2, se muestran los resultados, según la relación cintura-estatura, donde se puede apreciar que ningún estudiante presenta riesgo de desarrollar enfermedades cardiometabólicas en la edad adulta (Tabla 2).
Estudiantes | Cintura(cm) | Estatura(cm) | RCE |
1 | 69 | 176 | 0.39 |
2 | 64 | 162 | 0.39 |
3 | 64 | 160 | 0.40 |
4 | 68 | 164 | 0.41 |
5 | 57.5 | 157 | 0.36 |
6 | 61 | 158 | 0.38 |
7 | 68 | 170 | 0.40 |
8 | 62 | 164 | 0.37 |
9 | 84 | 182 | 0.46 |
10 | 61 | 159 | 0.38 |
11 | 53.5 | 157 | 0.34 |
12 | 65 | 157 | 0.41 |
13 | 69.5 | 176 | 0.39 |
14 | 67 | 173 | 0.38 |
15 | 63.5 | 157 | 0.40 |
En la tabla 3, se expresa un indicador predictivo para la salud, donde se evidencia que el 100 % de las estudiantes de Estudios Socio-Culturales no poseen niveles de riesgos. De manera que se deberá continuar el trabajo con estos estudiantes desde el punto de vista dietético, como la adopción de regímenes de trabajo que favorezcan la disminución del peso corporal graso y que aumente con una relación inversamente proporcional, el peso muscular (Tabla 3).
Estudiantes | Sexo | Cintura(cm) | Cadera(cm) | Tipo de distribución | Riesgo para la salud |
1 | M | 69 | 87 | Inferior | Bajo |
2 | F | 64 | 88.5 | Inferior | Bajo |
3 | F | 64 | 93 | Inferior | Bajo |
4 | F | 68 | 92 | Inferior | Bajo |
5 | F | 57.5 | 84.5 | Inferior | Bajo |
6 | F | 61 | 89 | Inferior | Bajo |
7 | M | 68 | 82 | Inferior | Bajo |
8 | F | 62 | 88 | Inferior | Bajo |
9 | M | 84 | 97 | Inferior | Bajo |
10 | F | 61 | 86 | Inferior | Bajo |
11 | F | 53.5 | 79 | Inferior | Bajo |
12 | F | 65 | 94 | Inferior | Bajo |
13 | M | 69.5 | 90 | Inferior | Bajo |
14 | M | 67 | 86 | Inferior | Bajo |
15 | F | 63.5 | 88.5 | Inferior | Bajo |
El factor de riesgo que conlleva la excesiva acumulación de grasas puede traer como consecuencia la aparición de varias enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad, diabetes mellitus, hipertensión arterial e infarto agudo de miocardio, entre otras.
Por otra parte, en la figura 1 se muestran los resultados de la aplicación de la prueba de Cafra, donde se observa que el 62.5 % de la muestra alcanza un nivel aceptable. Esto les permite mantener un esfuerzo a intensidad media o baja con suficiente aporte de oxígeno. El 37.5 % de la muestra obtuvo una pulsación ≥ 160, por lo que no pudieron rendir la prueba de Navette (Figura 1).
La prueba de Navette, solamente la pudieron realizar 15 estudiantes ya que el resto de la muestra tuvo el pulso ≥160. Se puede evidenciar que el 73 % de la muestra investigada presenta deficiencia en la potencia aeróbica máxima o sea para suministrar el oxígeno necesario a los músculos durante un esfuerzo físico máximo (Figura 2).
DISCUSIÓN
El peso y el IMC (índice de masa corporal) también podrán ser considerados en ocasiones como factores de confusión y ajustar por ellos las estimaciones de riesgos relativos u otras medidas de asociación. Del mismo modo, será más apropiado utilizar el IMC como variable cuantitativa continua (y no dicotomizarla, por ejemplo, en obesidad: si/no) en el momento de ajustar para limitar la confusión residual.
Como en la mayoría de los estudios publicados hasta el momento, las mujeres presentan una mayor tendencia a infra estimar su verdadero peso, aunque en este caso de forma no significativa. Del mismo modo, las personas con valores en el peso más elevados y/o valores en la talla inferiores fueron las que más imprecisión aportaron en los valores autodeclarados. Este hecho puede ser debido a un sesgo de deseabilidad social.
El error relativo medio del peso es en términos absolutos ligeramente inferior al encontrado en otros estudios; esto puede deberse a que los participantes del SUN son voluntarios movidos por un sentido de altruismo (la participación no es remunerada ni incentivada) y muchos de ellos son profesionales sanitarios que, además de tener un mejor conocimiento de variables sanitarias, probablemente sean más conscientes de la importancia de la exactitud de sus datos declarados.
Con relación al rendimiento físico en estos estudiantes, a los niveles de sobrepeso, obesidad y riesgo cardiometabólico, se encontraron alteraciones del rendimiento físico de los estudiantes.
Los jóvenes con sobrepeso u obesidad (6,6 %) mostraron un incremento significativo en las medidas antropométricas, así como una disminución en todas las variables que determinan rendimiento físico. Estudios realizados en Chile han demostrado que los escolares obesos presentan un perímetro de cintura más elevado, necesitan mayor tiempo para recorrer 400 metros y poseen niveles aumentados de glucosa basal (30), se ha descrito en escolares americanos, que un IMC saludable se asocia a mejores niveles de condición física.
Campos et al., (2016), concluyen en su estudio que los escolares con obesidad presentaron disminución en todas las variables que determinaron el rendimiento físico y fue la alteración capacidad cardiorrespiratoria medida a través de las pruebas de Cafra y Navette los que presentaron mayor asociación y significativa con el sobrepeso, obesidad y riesgo cardiometabólico.
En la presente investigación, los estudiantes con obesidad presentaron un contorno de cintura mayor y significativo en comparación con grupos normopeso, en una investigación realizada en jóvenes la aptitud cardiorrespiratoria se asoció inversamente con la adiposidad abdominal medida a través de la circunferencia cintura (25.20). En este estudio, no existieron diferencias significativas en la comparación por sexo en la capacidad cardiorrespiratoria medida a través de la prueba de Navette.
Es importante considerar que se ha demostrado el impacto positivo del ejercicio físico en la reducción de la grasa corporal, del síndrome metabólico y de los factores de riesgo cardiovascular en estudiantes), además las personas con peso corporal elevado y buena capacidad cardiorrespiratoria tienen riesgo de mortalidad menor que las personas de peso normal con mala capacidad, lo que se debe considerar para las estrategias de prevención y tratamiento de esta condición en jóvenes.
En adultos, la actividad física se asocia a un menor riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes, cáncer y mortalidad prematura. Hay suficiente evidencia de que los orígenes de la enfermedad cardiovascular se encuentran en la infancia y la adolescencia. Las cifras relativas de lípidos y lipoproteínas, presión arterial y adiposidad de los jóvenes tienden a persistir a lo largo de la vida (tracking). También hay pruebas de que los patrones de conducta en cuanto a actividad física en la infancia permanecen en la vida adulta. Si, además de todo ello, tenemos en cuenta la dificultad de modificar los hábitos en la vida adulta, se puede decir sin temor a equivocarnos que la adolescencia y la juventud son etapas clave en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular y otras enfermedades asociadas al sedentarismo.
Aunque habitualmente se presume que los jóvenes más activos tienen mejor condición física y que esta relación es causal, pensamos que esta presunción no puede mantenerse a la luz de los conocimientos actuales. La proporción de variación en las distintas medidas de la condición física atribuible a la actividad física es escasa en niños y adolescentes; además, las medidas de actividad física y de condición física presentan gran variabilidad. Para desgranar las relaciones entre estos conceptos, quizá sea mejor empezar por definirlos.
Los términos actividad física, ejercicio físico y condición física (physical fitness) suelen utilizarse de forma confusa; sin embargo, aunque sean variables estrechamente relacionadas, no deben utilizarse como sinónimos. La actividad física hace referencia a cualquier movimiento corporal producido por el músculo esquelético que precisa consumo energético, y el ejercicio físico se define como la actividad física planificada, estructurada, sistemática y dirigida a la mejora o el mantenimiento de uno o más componentes de la condición física. Se puede considerar la condición física como una medida de la capacidad de realizar actividad física y/o ejercicio físico que integra la mayoría de las funciones corporales (del aparato locomotor, cardiorrespiratorias, hematocirculatorias, endocrinometabólicas y psiconeurológicas) involucradas en el movimiento corporal. La condición física históricamente ha sido conceptualizada en tres componentes: la capacidad cardiorrespiratoria (CCR), la fuerza y la habilidad motriz. Con el tiempo, este concepto ha pasado de estar dirigido principalmente a los componentes de fuerza y habilidades motrices a centrarse en los componentes más directamente relacionados con la salud, y se habla de condición física relacionada con la salud (health-related physical fitness). Aunque las pruebas específicas para determinarla son algo heterogéneas, la condición física relacionada con la salud incluye la capacidad cardiorrespiratoria, la fuerza y la resistencia muscular, la flexibilidad y la composición corporal (especialmente la adiposidad), y en niños, también la velocidad y la agilidad.
Aunque gran parte de la variabilidad de la condición física está genéticamente determinada, los condicionantes ambientales y especialmente el ejercicio físico influyen en la condición física. En los niños, la relación entre actividad física y condición física es menos sólida. Se ha argumentado que, en los niños y adolescentes más jóvenes, dado que la actividad física se produce de forma poco predecible, no sistemática y en períodos de corta duración, puede que no modifique la condición física. Además, la falta de concordancia en los hallazgos de los diferentes estudios que valoran la relación entre actividad física y condición física en niños y adolescentes podría deberse a la multitud de métodos que se han utilizado para medir tanto la condición física como la actividad física. Un aspecto importante cuando tratamos de valorar los efectos de la actividad física diaria es la dificultad de obtener mediciones válidas y precisas.
Coincidiendo con Escalante (2011), estrechamente vinculado al ámbito de la actividad física y la salud, está el ejercicio físico, que se define como "la actividad física planificada, estructurada y repetida, cuyo objetivo es adquirir, mantener o mejorar la condición física". Así, un programa de ejercicio físico requiere la planificación y estructuración de la intensidad, volumen y tipo de actividad física que se desarrolla. Por otro lado, la condición física relacionada con la salud fue definida en el Modelo de Toronto de Condición Física, Actividad Física y Salud como "un estado dinámico de energía y vitalidad que permite a las personas llevar a cabo las tareas habituales de la vida diaria, disfrutar del tiempo de ocio activo y afrontar las posibles emergencias imprevistas sin una fatiga excesiva, a la vez que ayuda a evitar enfermedades hipocinéticas y a desarrollar el máximo de capacidad intelectual experimentando plenamente la alegría de vivir". La práctica de actividad física influye en la mejora de la condición física relacionada con la salud, y en mayor medida lo hace el ejercicio físico. No obstante, algunos trabajos reflejan la relevancia de tener niveles óptimos de condición física relacionada con la salud frente a la práctica regular de actividad física de forma aislada A este respecto, la práctica de programas de ejercicio físico parece ser la forma óptima de mejorar la condición física relacionada con la salud. Sin embargo, en algunas ocasiones los programas que llegan a la ciudadanía están lejos de contar con la planificación y estructuración requerida, o no se sustentan en un soporte científico claro. Por ejemplo, son escasos los estudios sobre programas de ejercicio físico tan de moda como el pilates. Así, parece necesario que desde el ámbito de la Salud Pública se fomente la práctica de programas de ejercicio físico bien planificados que permitan una mejora de la condición física relacionada con la salud.
CONCLUSIONES
A manera de conclusión, se logra aplicar un grupo de pruebas, las cuales permiten evaluar la condición física de los estudiantes en el aspecto funcional, donde se demuestra cuantitativamente los resultados. Los valores obtenidos en cuanto al porciento de grasa indican que el factor de riesgo que conlleva la excesiva acumulación de grasas puede traer como consecuencia la aparición de varias enfermedades crónicas no transmisibles. Por ello, es necesario el estricto cumplimiento de un plan de acciones que estén orientadas a la modificación de la composición corporal de los estudiantes objeto de estudio.
A su vez, se debe propiciar a los profesores, los resultados de sus estudiantes con el fin de establecer comparación con pruebas que se realicen posteriormente.