El médico de familia debe ser capaz de prestar una atención médica integral a los individuos, las familias, las instituciones escolares y fábricas. El Ministerio de Salud Pública (Minsap) tiene orientada, en el consultorio médico de la comunidad, la realización de los controles médicos a los estudiantes y trabajadores que en su centro no cuentan con Equipo Básico de Salud (EBS) y ha establecido que estos se efectúen en los horarios deslizantes o los sábados en la mañana.1
En las instituciones educacionales existe un grupo de factores de riesgos ambientales propios de las actividades que se realizan dados por: microlocalización, abastecimiento de agua, disposición de desechos líquidos y sólidos, control de la contaminación del aire, ruido, vectores, iluminación, ventilación y los peligros potenciales de accidentes, los que cuando no cumplen los requisitos desde el punto de vista higiénico-sanitario pueden ocasionar daños al organismo. Además, entre los problemas de salud que con mayor frecuencia se presentan en los docentes cubanos se relacionan: laringitis crónica nodular considerada como enfermedad profesional, hipertensión arterial, enfermedades osteomioarticulares, trastornos nerviosos, alergias, disminución de la agudeza visual y accidentes.2
La salud escolar es una rama de la higiene y la epidemiología responsabilizada con la promoción y protección del educando y de los trabajadores de la enseñanza, así como el control higiénico de los locales donde estos desarrollan sus actividades. Está insertada en la salud ambiental y su principal objetivo se ajusta al concepto actual de resiliencia: identificar y promover factores protectores en escolares, adolescentes y jóvenes expuestos a riesgos.3
Las visitas de control y asesoría efectuadas por la Dirección de Formación de Profesionales de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara a los consultorios médicos en los diferentes municipios, les permitieron a los autores apreciar una brecha en el conocimiento y desempeño del médico de familia para la atención integral a la salud de la población estudiantil y trabajadora del sector educacional, dado por dificultades en la identificación de los riesgos del ambiente escolar, lo cual repercute en el proceso de dispensarización y en la planificación de controles, así como exámenes médicos sin enfoque de riesgo y con limitadas acciones de promoción y prevención.
En tal sentido, los Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba definen en el capítulo VI Política Social, Lineamiento 156: consolidar la enseñanza y el empleo del método clínico y epidemiológico y el estudio del entorno social en el abordaje de los problemas de salud, así como el Lineamiento 159: fortalecer las acciones de salud en la promoción y prevención para el mejoramiento del estilo de vida que contribuyan a incrementar los niveles de salud de la población, lo que demanda una preparación adecuada del personal médico para cumplimentar las exigencias anteriores.4
Siendo consecuente con lo planteado, en el actual plan de estudio de la carrera de Medicina (plan D), se les imparte a los estudiantes de quinto año la asignatura Salud Pública, donde el Tema V denominado Salud Ambiental, aborda en su contenido aspectos relacionados con el ambiente escolar y sus efectos sobre la salud. Principales riesgos: microlocalización, edificio, aulas, mobiliario y equipamiento. Régimen de vida. Capacidad de trabajo y fatiga escolar. Control de riesgos del ambiente escolar. Principales afecciones del entorno escolar. Requisitos higiénicos-sanitarios.5
El programa de la especialidad de Medicina General Integral (MGI), sometido a una modificación a partir de 2018, en su tercer año académico está planificado el curso 25: Enfermedades profesionales, con el propósito de que el médico de familia pueda diferenciarlas de las afecciones comunes y realizar su remisión de inmediato. En este programa se expresa que el egresado debe alcanzar un nivel de dominio de contenidos teóricos y habilidades prácticas durante la residencia, y posteriormente, realizar la continuidad de los estudios de posgrado para desarrollar las competencias de su profesión en función del mejoramiento de su desempeño.6
En la revisión del plan de superación profesional de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara que incluye los municipios, se constató en el último quinquenio la ausencia de actividades en materia de salud ambiental, en específico, los temas salud escolar y ocupacional, dirigido a los médicos y enfermeras de la familia, quienes en su quehacer profesional asumen el proceso de dispensarización de estas poblaciones expuestas a riesgos. Asimismo, en el Departamento de Estadística de la Dirección Provincial de Salud se notificó insuficiente número de trabajadores remitidos a la consulta de enfermedades profesionales, así como una disminución anual de los exámenes médicos preventivos (prempleo, periódico y reintegro) por parte de los EBS en igual período.
Resulta incuestionable el papel de la educación de posgrado en el desarrollo del capital humano, y en el sector de la salud este aspecto alcanza mayor dimensión, a partir de exigir una educación permanente y contextualizada que permita encontrar respuestas pertinentes a los problemas de salud.
La superación de los recursos humanos deviene en un hecho que tiene cada vez más significación para el desarrollo científico-técnico, económico y social de un país. El diccionario filosófico define a la superación como: “…sucesión en el desarrollo, relaciones de algún fenómeno inferior respecto a otro superior…”.7
Salas Perea8 planteó que entre los pilares que garantizan en Cuba el mejoramiento del desempeño en los profesionales de la salud, se encuentra contar con un sistema de educación permanente, desarrollado en los propios servicios de salud, que responde a la identificación de necesidades de aprendizaje reconocidas en los trabajadores, instituciones y sociedad.
La educación continuada y permanente es la vía para la adquisición de competencias en los servicios asistenciales, docentes e investigativos, y por ello, se requiere una adecuada ejecución como estrategia en las universidades médicas cubanas. Las propuestas de superación profesional deben responder a las exigencias del puesto de trabajo y en su diseño e implementación predominarán los aprendizajes epistemológicos, didácticos e investigativos, de manera articulada.9
El Programa del Médico y Enfermera de la Familia tiene como objetivo general: “... contribuir al mejoramiento del estado de salud de la población mediante acciones integrales dirigidas al individuo, la familia, la comunidad y el ambiente, al tener en consideración los componentes, instrumentos y ejes conductores de la atención primaria de salud, así como los principios de la salud pública y las particularidades de la medicina de la familia cubana”.10
A partir del estado de opinión de los médicos de familia sobre los problemas que afectan el aprendizaje del contenido relacionado con la salud ambiental, donde se incluye el escolar, más el diagnóstico de las insuficiencias en los conocimientos, habilidades y valores reflejados con anterioridad, se requieren formas novedosas y de mayor pertinencia para la superación profesional sobre estas temáticas, en dependencia de la función de atención médica integral a cumplir por el EBS.