INTRODUCCIÓN
La irrupción de la enfermedad conocida como COVID-19 en el panorama epidemiológico mundial, modificó todos los ámbitos de la vida social y económica del planeta. En Cuba, la educación y asistencia médicas transformaron su actuación, trasladándose a la Atención Primaria de Salud (APS) para fortalecer su tradicional papel en la prevención.
La diferenciación de las personas vulnerables convierte a los consultorios en escenarios docentes desde los que se realizan importantes acciones. Los estudiantes realizan la pesquisa activa de casos para limitar la propagación y atender tempranamente a los enfermos.1 En la pesquisa descansa el diagnóstico oportuno de la enfermedad y se basa en la indagación clínica, sistemática y periódica de la población objeto de atención de la salud.
Se conoce que los equipos de salud están constituidos por profesionales muy propensos al desgaste y al estrés laboral;2 las razones son de diversa naturaleza ya que su desempeño, involucra conocimientos, habilidades y un sistema de actitudes en las relaciones interpersonales, no solo de empleo cotidiano, sino también en situaciones estresantes.
En este sentido no se puede ignorar que los integrantes de equipos de salud pueden resultar afectados en su desempeño profesional, sobre todo si se reconoce que su trabajo se realiza en condiciones de elevado riesgo biológico.3) Los estudiantes se incluyen en este grupo, dado su vínculo con escenarios docentes desde los primeros años de la carrera. A ello se añade que profesionales y estudiantes se enfrentan a una enfermedad nueva, socialmente temida dada la elevada transmisión, mortalidad y la inexistencia de una cura;4) por lo que el estudio de las actitudes de los profesionales ante un hecho o enfermedad contribuiría a tener una visión integral de su desempeño y conducta autorregulada.
La categoría actitud ha ocupado un lugar central en el sistema categorial de la Psicología, que cuenta con amplia literatura al respecto. Allport, referenciado por Doremus,5) en un esfuerzo integrativo de las diferentes definiciones acerca de las actitudes, trató de resumir los usos más frecuentes de este término. Este autor señala que: “La actitud consiste en un estado mental y neural de disposición, organizado a través de la experiencia, que ejerce una influencia directiva o dinámica sobre la conducta del individuo ante todos los objetos y situaciones con los que se relaciona”.5
Esta definición examina los elementos fundamentales en la estructura de las actitudes:
Su carácter de tendencia o disposición
La dependencia de las actitudes de la experiencia, o sea, su carácter de aprendida o adquirida mediante la experiencia
La manifestación de las actitudes en el sistema nervioso
Su influencia en las respuestas del individuo a las influencias externas
Su funcionamiento anticipatorio y regulador
Su organización
Para la presente investigación se tomó como basamento teórico la propuesta de Rodríguez Álvarez,6 autor que elaboró desde el punto de vista teórico-práctico una interpretación, a juicio de los autores, más acabada acerca de la teoría de las actitudes: “Las actitudes realmente se consideran construcciones hipotéticas o sea, una entidad o proceso que se supone como existiendo y que da origen a fenómenos, pero que no es directamente observable, sino que se infiere precisamente mediante esos mismos fenómenos”.
Los autores son del criterio de que el estudio de las actitudes en los profesionales de la salud durante la situación epidemiológica provocada por el nuevo coronavirus es de gran significación, pues genera acciones de percepción del riesgo, autocuidado y protección ante la posibilidad de contagio. Motivados por esta idea el presente estudio tiene como objetivo: caracterizar las actitudes de los estudiantes de enfermería vinculados al pesquisaje activo de casos sintomáticos de COVID-19.
MÉTODOS
El estudio fue realizado en la Facultad Tecnológica de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey, en el periodo transcurrido desde marzo a mayo de 2021. Se trata de un estudio descriptivo, transversal, con metodología de estudio cualitativa, seleccionado para utilizar las ventajas de cada una y dada la calificación de los instrumentos que se emplean. En el caso de la presente investigación se usa esta combinación otorgando igual valor a ambos enfoques.7
De un universo de 32 estudiantes de Licenciatura en Enfermería vinculados a la labor de pesquisa activa de casos sintomáticos en los consultorios 3, 4 y 5 del Policlínico Previsora del Municipio Camagüey, participaron 30 estudiantes. No fueron incluidos dos estudiantes que se trasladaron a trabajar en un centro de aislamiento, durante el periodo del estudio.
Se emplearon como métodos teóricos:
Histórico-lógico: se utilizó con el objetivo de analizar el fenómeno y su devenir histórico sobre la base de la sistematización de estudios relacionados con las actitudes.
Inducción-deducción: para sustentar los fundamentos teóricos y metodológicos de la investigación y favorecer la generalización de casos en las condiciones particulares de pesquisaje durante la pandemia de COVID-19.
Análisis y síntesis: para permitir la argumentación científica de los elementos expuestos en el desarrollo de las actitudes. Cada una de las dimensiones psicológicas estudiadas necesitó un minucioso análisis para sustentar los criterios de investigación.
Sistémico: propició el estudio de un objeto que integra una estructura compleja y sistémica conformada por diferentes partes y eslabones que tienen funciones específicas pero que interactúan como una realidad integral. En este caso, las actitudes concebidas como sistema. Permite desmembrar un sistema que no es un conglomerado yuxtapuesto de elementos sino una totalidad cuyas cualidades son diferentes a las individuales que lo componen.8
Los métodos empíricos empleados fueron:
Observación externa y directa: con el objetivo de corroborar a partir del lenguaje extraverbal la veracidad de la información ofrecida. Los autores confeccionaron una guía de observación sobre los aspectos conductuales que confirman o niegan el contenido del mensaje verbal.
Entrevista semiestructurada: confeccionada por los autores a partir de los resultados de otros estudios con temáticas similares,9,10 con la finalidad de indagar en los conocimientos, opiniones y creencias de los estudiantes con respecto a laCOVID-19.
Composición con el título: “La COVID-19 para mí implica…” Este método indirecto de la evaluación psicológica se empleó para explorar el sistema de opiniones, concepciones y elaboraciones personales del sujeto referidas a la COVID-19. Los resultados se interpretaron de acuerdo a los principios metodológicos propuestos por González Rey, referenciados por Concepción García11) los que centra la atención en tres aspectos fundamentales: contenido, vínculo emocional y elaboración personal.
También fue aplicada la estadística descriptiva en el análisis de frecuencias y el cálculo porcentual.
Dimensiones del estudio:
Para el estudio de la variable Actitud se plantearon cuatro dimensiones a partir de la revisión de la obra de investigadores latinoamericanos:8 dirección, componentes, consistencia interna y funciones.
Componentes de las actitudes. Indicadores:
Afectivo: cuando la carga afectiva predomina sobre los restantes componentes a partir de las respuestas del sujeto.
Cognitivo: cuando lo que predomina en el sujeto es el conocimiento de lo relacionado con la enfermedad, con predominio del nivel cognitivo, y por ende, la carga afectiva-conductual es menor a esta.
Conductual: cuando lo que predomina en el sujeto es la carga comportamental sobre las restantes.
Consistencia interna de las actitudes. Indicadores:
Consistencia: cuando sus diversos componentes se encuentran muy relacionados y cada uno es consecuencia de los restantes e influyentes entre sí, con resultados positivos para la actitud.
Inconsistencia: cuando sus diversos componentes se encuentran en una relación antagónica, contradictoria y pugnan unos contra otros, con una interinfluencia negativa, con consecuencias dañinas para la actitud a asumir.
Funciones de las actitudes. Indicadores:
Evaluativa: cuando el sujeto conoce el fin del objeto de actitud y sabe qué hacer frente a él.
Instrumental (adaptativa o utilitaria): cuando el estudiante asume una posición determinada para alcanzar el objetivo o se ajusta a una situación -en este caso cumplir con la labor de pesquisa sin verse involucrado en cadenas de contacto o contagio-.
Expresiva de valores: cuando el estudiante expresa abiertamente lo que siente o piensa realmente con respecto al objeto de actitud.
Los aspectos éticos que se tuvieron en cuenta son los obligados a considerar en las investigaciones con seres humanos: el consentimiento informado, el principio de la confidencialidad y el empleo exclusivo de la información obtenida con fines investigativos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
De los 30 estudiantes de Enfermería, 11 se encuentran matriculados en primer año, con un predominio femenino del 81,81 %. De los 19 estudiantes de segundo año el 63,15 % pertenecen al sexo femenino.
Como resultado de la observación se destaca que los sujetos investigados se mostraron dispuestos y colaboradores. En la mayoría (89 %) se constató motivación hacia la labor de pesquisar. Las expresiones reflejaron confianza y convencimiento de la importancia de su tarea.
En algunos se apreció un lenguaje lento y en ocasiones como un susurro interrumpido por vacilaciones que denotaban un grado de inseguridad sobre todo con las respuestas relacionadas con la continuidad del proceso docente de forma presencial, con la disminución de los casos y sobre la disciplina social. En ocasiones se usaron bromas o nombres asociados popularmente con la enfermedad, a juicio de las autoras, para disminuir la carga emocional del tema, minimizando su impacto, por ejemplo: “el virus este”, “lo que anda”.
Fueron comunes (37,30 %) las expresiones verbales de cuestionamiento en voz alta, como un lenguaje para sí durante la aplicación de las técnicas, denotando una reflexión sobre las respuestas otorgadas y alto compromiso con la tarea, por ejemplo:
“¿Qué implicaciones tiene la COVID-19 para mi? ¡Imagínese profe, qué le puedo decir de la COVID!”.
Al analizar los resultados de la entrevistas, es preciso señalar que el 100 % de los estudiantes coinciden que la COVID-19 ha sido: “algo impactante”, porque supone la posibilidad real de muerte, sobre todo para: “los abuelos y los enfermos”, “aquellos que presentan comorbilidad con otras patologías”.
Consideran, en su totalidad, que el cumplimiento de las medidas es esencial para evitar el contagio y la declaración de los síntomas desde que estos aparecen, puede marcar la diferencia, ganar tiempo y evitar complicaciones. La mayoría (88,20 %) coincide en señalar que la labor de pesquisaje es muy útil pero que la responsabilidad de controlar la enfermedad no se limita al sistema nacional de salud. El resto considera que dado el incremento de casos asintomáticos, “la pesquisa no significa mucho”.
La COVID-19 se asocia con “malestar”, “dolencia”, “falta de aire”, constituye un obstáculo que: “impide alcanzar las metas”, “impide tener una vida normal” e implica “separarse de las personas que uno quiere e incluso morir”. Es preciso señalar los estudiantes realizaron valoraciones de las implicaciones de la COVID-19 a nivel individual, familiar y social. En este sentido a nivel individual predominaron las apreciaciones centradas en la clínica, se enunciaron síntomas, complicaciones, factores de riesgo, tratamientos y medidas para prevenirla.
A nivel familiar los análisis estuvieron dirigidos a la irrupción de la enfermedad en la dinámica de este grupo, en las implicaciones económicas del aislamiento, en las dificultades de convivencia y en los síntomas emocionales que puede ocasionar.
A nivel social se realizaron análisis de los costos para el sistema de salud, para la economía, para el mercado y la adquisición de bienes y servicios.
La totalidad de la muestra plantea haber tenido experiencias en el pesquisaje de casos que se confirmaron positivos de COVID-19 con posterioridad, lo que generó vivencias de utilidad, orgullo y satisfacción personal. El seguimiento a la información aportada en las pesquisas y a la evolución de los casos mostró la calidad de la formación de los futuros enfermeros y refuerza los valores humanistas que caracterizan a estos profesionales.
La actitud referida ante una persona con síntomas es de evasión y evitación, pues se consideran preocupados por amistades y familiares. Todos refieren haber establecido un vínculo afectivo con las personas que pesquisan y refieren haber percibido el agradecimiento de la comunidad.
Se mencionan como reacciones ante la pérdida de personas conocidas: tristeza, lástima por los hijos o nietos pequeños, un repensar sobre las fallas en la prevención y en el proceso de atención y un mayor compromiso con la tarea de pesquisar.
En el 49,30 % existe dificultad para abordar el tema del propio contagio. Algunos omiten el tema del riesgo de contagio de forma explícita, directa. Por ejemplo: "no es lo mismo pensar en que tu puedes estar contagiado a pesquisar a otra persona", "yo le insisto a mi familia que se cuide, que toda precaución es poca" o "yo no pienso en contagiarme” o incluso frases como “prefiero no pensar en que puedo enfermar”.
Al particularizar en las Funciones que realizan las actitudes se constató lo siguiente:
Función evaluativa: está parcialmente dañada en el 17, 00 %, pues frente a la COVID-19 se conoce qué hacer desde el punto de vista de prevención, del mecanismo establecido para informar al consultorio médico, pero se reconoce solo parcialmente la posibilidad de contagio.
Función instrumental (adaptativa o utilitaria): hacen énfasis en los conocimientos 28 estudiantes; (93,33 %) en los recursos materiales, el 73,33 % y el 12 % de los estudiantes entrevistados no se consideró en el componente actitudinal de los profesionales.
Función expresiva de valores: no se encuentra dañada, sus actitudes les permitieron expresar realmente lo que piensan y sienten con respecto a la enfermedad aunque siempre separando el diagnóstico propio del ajeno.
De modo general en las entrevistas se evidencia que los estudiantes:
Elevada preparación sobre el tema de la COVID-19.
Expresan sentimientos de frustración ante el fallecimiento de un conocido, aunque reconocen a nivel cognitivo que las características de la enfermedad justifican los fallecimientos, consideran que la prevención es la principal arma.
Al analizar los resultados de la composición se identificó que todos los estudiantes expresaron juicios, indicadores de una elaboración previa del contenido analizado. Fueron incluidas las visiones sobre la COVID-19 como temor; y la cuarentena y aislamiento como situación “temporal”, transitoria que “se ha extendido más de lo que se creía”, se hallaron opiniones en el 95 % que señalan que la enfermedad se interpone entre lo que se quiere lograr, los planes o proyectos de vida y la persona; y también como resultado de la pérdida progresiva de la salud, de desplazamiento del proceso salud-enfermedad hacia el extremo de la enfermedad. Aparecen de forma reiterada la visión de la muerte por COVID-19 como “algo evitable”, lo que habla a favor de la sensibilidad de los profesionales ante este tema, y de la actitud formada con énfasis en la prevención desde la APS.
El vínculo afectivo hacia el tema está dividido en dos vertientes: la posibilidad de contagio con la COVID-19 y la enfermedad ajena. Estas conllevan comportamientos de autocuidado diversos, pues reconocer el riesgo implica desplegar acciones para la protección, mientras que valorar la enfermedad como ajena, puede significar sentirse invulnerable, resistente.
Las estudiantes en sus composiciones utilizaron frases con múltiples términos médicos, que evidencian el nivel de preparación en el tema. La apreciación de la enfermedad no se limita a los síntomas físicos iniciales, sino que comprende las secuelas y los síntomas psicológicos.
La enfermedad fue valorada como aspecto que limita el alcance de metas, que daña la esfera motivacional, e impone una mediatización temporal a largo plazo. Estos resultados implican inconsistencia interna en las actitudes en el 62,10 %, dada la relación entre el predominio del componente afectivo (de connotación negativa), un elevado nivel de preparación demostrado en el componente cognitivo y la escasa salida conductual.
De forma general en la muestra predominó el vínculo afectivo negativo con el tema de la composición. La elaboración personal de los muestreados sobre la COVID-19 estuvo determinada por la enfermedad de otros. En síntesis se evidenció que:
Predominaron las valoraciones negativas, pero no de rechazo abierto, sobre la COVID-19 y el vínculo afectivo positivo hacia la profesión.
La enfermedad se percibió como un sinsentido que daña los contenidos psicológicos que forman parte de la personalidad, en esferas o áreas de importancia, como el área familiar. Esto expresa una tendencia racionalizante del pensamiento al tratar de dar una explicación, un propósito a todos los hechos.
Se apreció una valoración de la COVID-19 como algo real, tangible, peligroso y una orientación de la personalidad hacia el futuro que no siempre incluye la posibilidad de enfermar.
En las actitudes se engranan proyectos de vida, intenciones profesionales, concepción del mundo, autovaloración y otras formaciones psicológicas complejas que intervienen en el desempeño y las conductas de autocuidado de los profesionales de la salud.
Subsisten componentes afectivos de temor y de cierta evasión en las respuestas en el grupo entrevistado ante preguntas directas sobre la posibilidad de contagio, que apuntan a la necesidad de actuar sobre sus componentes vivenciales-emocionales, para incrementar la percepción del riego y las acciones encaminadas a la salutogénesis.
Resultó significativo en la muestra la división que hacen en cuanto a la enfermedad propia y la ajena, lo que coincide con estudios que apuntan a que se produce un cambio en la manera de cómo se ven interpretados algunos fenómenos, como un acontecimiento general o ajeno.12
Esta labor de pesquisaje fue muy valorada por los estudiantes lo que coincide con resultados de otros estudios.13) La pesquisa surge como una necesidad del país, se ha desarrollado de forma estable14 y es apreciada por la población y por los propios estudiantes, quienes señalan un incremento en los conocimientos, habilidades y competencias profesionales adquiridas en la detección de enfermedades respiratorias agudas, además de implicar altos valores humanos.15,16) Esta labor de los estudiantes ha causado altos niveles de satisfacción entre los ciudadanos y pacientes en general que se ha visto reflejada en redes sociales y publicaciones científicas.17
Investigadoras cubanas enfatizan en la necesidad de involucrar a la sociedad en la promoción de salud y promover la responsabilidad social por ella.18) Este también es el criterio de los estudiantes de la muestra. La COVID-19, al considerarse como pandemia implica un abordaje multidimensional por la imbricación de diversas realidades.19) A pesar de estar en los años iniciales de formación, el análisis realizado por los estudiantes sobre las implicaciones de la pandemia abarcó los niveles individual, familiar y social, y lograron una valoración integral del efecto disruptivo de la enfermedad.
La notoriedad que presentan en el estudio los aspectos afectivos en las actitudes de los estudiantes hace pensar en la pertinencia de fomentar la gestión adecuada de las emociones para un desempeño profesional competente. En este sentido, las investigaciones de Extremera apuntan a la correlación existente entre baja inteligencia emocional y mayor sensación de invulnerabilidad, y en consecuencia, el incremento de la exposición a situaciones de riesgo.20
Aporte científico
Se aborda el tema de las actitudes desde una perspectiva que comprende los componentes psicológicos que la integran (afectivos, cognitivos, comportamental) los que dan cuenta de su complejidad. Aunque los resultados de la ciencia cubana permitieron superar la situación epidemiológica ocasionada por la COVID-19, en la educación médica superior permanecen acciones de sostenibilidad y de trabajo comunitario, similares a las realizadas por los estudiantes de la muestra, por lo que este estudio de las actitudes constituye una temática permanente que puede tener implicaciones a largo plazo.
CONCLUSIONES
Las actitudes ante la COVID-19 de los estudiantes de Enfermería se caracterizaron por tener una dirección que no indicó rechazo abierto, pero se percibió la dificultad de abordar el tema. Predominó el componente afectivo a partir de la carga subjetiva del temor al contagio y de las vivencias de utilidad, orgullo y satisfacción con la labor de pesquisar. Existió inconsistencia interna al constatarse una relación antagónica entre los componentes actitudinales. Se encontraron afectadas las funciones evaluativa e instrumental.