INTRODUCCIÓN
La educación es un proceso de influencia, de configuración o de desarrollo del hombre y a su vez, resultado de ello. Tiene como objetivo la preparación del hombre para enfrentarse a la vida y como fin la formación cultural integral de este (Chávez, Suárez & Permuy, 2003). Su carácter dialéctico convierte al sujeto en protagonista de su momento histórico y favorece la educación en valores.
Desde las miradas de la sociología de la educación, Castillo (2017) expone que no puede haber sociedad sin educación. Esta es parte de la vida social, aunque no existan sistemas institucionales, pues cada cultura establece sus vías para educar en valores, establecer las normas y la moralidad. En ello tienen importancia las agencias socializadoras como la familia y la comunidad.
En el contexto actual, la mayoría de la sociedad se auxilia de sistemas institucionales y otras agencias socializadoras como los medios de comunicación (Erstad, Miño & Rivera, 2021). La educación contemporánea está marcada por dos tipos de contextos (el formal y el no formal). El primero de ellos se asume desde un ambiente académico escolarizado que transcurre, fundamentalmente en el aula; obedece a un horario, niveles educativos, desarrollo intelectual medio en todos los participantes, responde a programas didácticos y es secuenciado.
Por otra parte, el contexto no formal no se limita a la academia, su entorno es el espacio público y la comunidad, su participación es voluntaria, no se circunscribe a programas secuenciados ni a horarios rígidos; sino que los participantes seleccionan dentro de una programación los momentos en los que acudir según sus intereses, y no requieren sistematicidad. Los implicados buscan la recreación a la vez que aprenden, pueden ir en grupos diversos sin ser segmentados por niveles de aprehensión, desarrollo psíquico, edad o progreso cognitivo.
Las características y facilidades de este tipo de contexto han sido aprovechadas para llevar a cabo la educación patrimonial. Esta es entendida como un proceso de acciones educativas centradas en el patrimonio, realizado por gestores socioculturales con el fin de educar a la comunidad a partir de que esta le atribuya valores y significados a los bienes patrimoniales que le rodean y sean capaces de preservarlos y socializarlos a las siguientes generaciones (Peñate, Jiménez & Díaz, 2018).
Los gestores socioculturales son los encargados de llevar a cabo este proceso, su labor puede ser la de museólogo, guía o intérprete de patrimonio, curador de arte, historiador, u otra a fin a este perfil (Asamblea Nacional del Poder Popular, 2022). Además de estudiar, conservar y difundir el patrimonio, deben socializarlo apoyados en las facilidades que ofrecen las agencias socializadoras. Deben concebirlos a través de planes que posean carácter participativo, inclusivo, que propicien la educación en valores y que respondan a las necesidades e intereses de la comunidad a la que se destinan las acciones.
La comunidad debe sentirse parte y protagonista de las acciones que se diseñen en beneficio a ella, se debe reconocer el carácter activo del sujeto en la conformación de su identidad y en su desarrollo. La implicación de los diferentes actores constituye una fortaleza para el logro de la educación patrimonial. Esto propicia la socialización de los resultados y amplia el alcance de estos a los diferentes grupos sociales.
En el ámbito internacional el proceso de educación patrimonial se ha extendido fuera de la academia. Cada vez son mayores las propuestas de programas dirigidas hacia la comunidad. Álvarez, Marfil & Báez (2019) analizaron el proceso de formación de educadores en museos a través de publicaciones científicas. Fontal & García (2019) realizaron una sistematización de estos programas en Europa y establecieron indicadores para evaluar su alcance y calidad. Castro, Rodríguez & López (2021) realizaron un estudio sobre la participación ciudadana en programas de educación patrimonial en España. La Universidad Nacional de Hurlingham y el Ministerio de Educación de Argentina realizaron una serie de cursos destinados al aprendizaje fuera del contexto académico para docentes donde abordaron los vínculos entre museos y la educación (Nuestra Escuela, 2023).
Ortega & Ruiz (2021) presentaron las claves para el desarrollo local desde la relación entre el patrimonio, la cultura y el turismo; ellos proponen soluciones para revalorizar el patrimonio ante el desconocimiento y la pérdida de tradiciones en la comunidad.
En América Latina los estudios sobre educación patrimonial se limitan, en su mayoría a contextos formales. Arroyo & Crespo (2019) y García, Lozano & Cerezo (2021) abordaron esta temática y su vínculo con la inclusión social desde la escuela. Quijano (2020) la trató como una competencia necesaria en la formación de profesionales en las ciencias de la educación.
Desde contextos no formales Cuesta et. al. (2022) se refirieron a la dimensión pedagógica en la enseñanza del patrimonio desde sitios históricos y museos, de esta forma evidencian la relación de este contexto con la educación en valores y la formación cívica.
Los estudios consultados en Cuba, que sirven como antecedentes al tema, se limitan al proceso de educación patrimonial desde el contexto formal. Entre ellos Rodríguez, Valdivia & Santos. (2022) realizaron una sistematización sobre los estudios realizados en el ámbito cubano sobre este tema, en el cual se pudo apreciar que son insuficientes las investigaciones que abordan este proceso desde el contexto no formal.
Rogero (2020) evidenció las posibilidades de la educación a distancia desde una mirada sociológica y su relación con el entorno urbano. Díez & Gajardo (2022) realizaron un estudio sobre el proceso educativo desde las casas mediado por las tecnologías durante el confinamiento en Europa por la COVID-19 y evidencian el rol de la familia y sus capacidades para formar desde los hogares. Ello evidencia la fortaleza de la familia y la comunidad en el proceso formativo de las nuevas generaciones fuera del ámbito escolar; lo cual constituye un referente para el desarrollo de la educación patrimonial desde contextos no escolarizados.
Rodríguez, Valdivia & Soler (2017), Romero & Gómez (2022) y Romero, Gómez & Aguiar (2022) diseñaron metodologías para la educación patrimonial; pero desde contextos escolarizados dirigidos a la formación de profesionales con un perfil pedagógico o a escolares de la enseñanza básica. Zulueta (2019) trató la temática desde las experiencias logradas a través de la asignatura Didáctica del patrimonio en la Universidad de La Habana. Así mismo Soler, Hernández, Medina & García (2022) sistematizaron experiencias académicas vinculadas al modelo de gestión del patrimonio histórico cultural y natural en la Universidad de Cienfuegos, entre las cuales destacan algunas vinculadas a la educación patrimonial como sistema de conocimiento en la formación de los gestores socioculturales.
Hasta aquí, las investigaciones consultadas se limitan al estudio y aplicación del proceso de educación patrimonial en contextos formales. Se hacen necesario potenciarlas hacia el no formal con el fin de que la comunidad se involucre en la preservación y socialización de su patrimonio.
Se pudo constatar la existencia de una investigación llevada a cabo por González, Pacheco & Yánez. (2018) que refería la educación patrimonial en función del desarrollo social en Cuba. Torres, Acosta & Sierra (2022) propuso un sistema de actividades para la educación ciudadana basado en el desarrollo de la cultura patrimonial. Jiménez (2018) se refirió a la educación patrimonial como objeto de investigación en las ciencias pedagógicas desde las experiencias de un proyecto de investigación dirigido a escolares de la enseñanza básica. Estas tres últimas fuentes consultadas, evidencian la existencia de investigaciones que no se circunscriben de forma única a la educación patrimonial desde el contexto formal, sino que evidencian un alcance a la comunidad como herramienta de educación y desarrollo.
Esta investigación tuvo lugar en el centro histórico urbano de Matanzas, Cuba. Responde a problemáticas detectadas desde el punto de vista teórico y práctico. En los estudios consultados que abordan la educación patrimonial en los espacios públicos no se constató la relación con la comunidad residente, ni los beneficios de este proceso para quienes conviven y se interrelacionan con el patrimonio. Tampoco se apreció la labor de los gestores socioculturales en los espacios públicos urbanos y su rol como educadores patrimoniales.
Para corroborar dichas afirmaciones, se procedió a realizar una caracterización del estado inicial del proceso de educación patrimonial en espacios públicos mediante la labor del gestor sociocultural en el Centro Histórico Urbano de Matanzas lo cual constituye el objetivo del presente artículo.
MÉTODOS
Para este estudio se hizo necesario consultar obras de autores reconocidos en la metodología de la investigación como Chávez, 2001; Rodríguez, Gil & García., 2008 y Rodríguez & Lara, 2018. La consulta realizada permitió abordar el objeto de investigación desde una visión integral con énfasis en la perspectiva mixta con predominio de la cualitativa.
El estudio se asumió desde la concepción dialéctico-materialista. Se utilizaron los métodos teóricos histórico-lógico, lo que propició el estudio de la comunidad y su progreso, el analítico-sintético que favoreció la fundamentación del contexto estudiado y el inductivo-deductivo que permitió realizar generalizaciones sobre el proceso de educación patrimonial y la labor de los gestores socioculturales, así como arribar a conclusiones.
Desde el punto de vista empírico se aplicaron el análisis de documentos que establecen las pautas y resultados de la gestión del patrimonio en Cuba y Matanzas desde el punto de vista legal (leyes), operacional (planes maestros) y administrativo (informes); la observación no participante a acciones desarrolladas por los gestores socioculturales con participación de la comunidad, la entrevista y el cuestionario.
Se utilizó el cálculo porcentual, el empleo de la media aritmética y la correlación numérica. Para el procesamiento de los datos y su representación gráfica se empleó el software SPSS.
RESULTADOS
Para la elaboración del resultado se tomó como referente a Valle (2010), el cual propone el diagnóstico con carácter de resultado y proceso a su vez. Siguiendo las pautas establecidas por este mismo autor, se diseñó el diagnóstico en tres etapas para la caracterización del estado inicial de la educación patrimonial en los espacios públicos del centro histórico urbano de Matanzas mediante la labor de los gestores socioculturales.
En la primera etapa, la de preparación, organización y planificación se realizó el análisis teórico y se determinaron los métodos y técnicas a utilizar. Se seleccionó la población y muestra, la cual quedó conformada por 31 gestores socioculturales que laboran en las instituciones patrimoniales del área seleccionada y 28 miembros de la comunidad residente en la vecindad. La selección se realizó sobre la base de criterios establecidos por el investigador, a saber:
Gestores socioculturales: directivos, especialistas y técnicos de las instituciones patrimoniales ubicadas en los espacios públicos del centro histórico urbano de la ciudad de Matanzas que realicen acciones de educación patrimonial para la comunidad residente.
Miembros de la comunidad: residentes en el centro histórico urbano de Matanzas
La recogida de datos dio inicio a la segunda etapa (desarrollo). Se analizaron documentos legales como la Ley General de protección al patrimonio cultural y al patrimonio natural (2022), desde el punto de vista organizativo los planes maestros de Ciudad de La Habana, Matanzas, Cienfuegos y Camagüey, y desde lo administrativo los Informes semestrales y anuales de la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos de Matanzas (2020-2022) y el Código de Deontología del Consejo Internacional de Museos (ICOM, 2017).
Se observaron las dinámicas sociales que tienen lugar en los espacios públicos del área seleccionada para la investigación y las acciones desarrolladas por los gestores socioculturales en ellos. Se le aplicaron entrevistas en profundidad a aquellos que cumplían funciones directivas en las instituciones patrimoniales y entrevistas semiestructuradas al resto con el fin de obtener información acerca del nivel de aplicabilidad de acciones para la educación patrimonial y las potencialidades de los espacios públicos del centro histórico urbano de Matanzas. La comunidad residente en esta área fue encuestada con el fin de diagnosticar el proceso de educación patrimonial en los espacios públicos mediante la labor de los gestores socioculturales.
Finalizado el proceso de aplicación de los instrumentos se procedió a la última etapa, la de culminación. En ella se analizó la información recopilada a través de la triangulación y el análisis de contenido. Luego de esto se procedió a la interpretación de los datos y su representación con apoyo del análisis estadístico y softwares que facilitaron la elaboración de gráficos.
La figura 1 muestra el proceso de diagnóstico llevado a acabo:
La tabla 1 muestra los datos, en frecuencias y porcentajes, relacionados a 31 gestores socioculturales que formaron parte de la muestra:
Función | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Directivo | 13 | 41,9 |
Especialista | 11 | 35,5 |
Técnico | 7 | 22,6 |
Edad | Frecuencia | Porcentaje |
Menor de 35 años | 10 | 32,3 |
Entre 36 y 59 | 16 | 51,6 |
Mayor de 50 años | 5 | 16,1 |
Sexo | Frecuencia | Porcentaje |
Masculino | 7 | 22,6 |
Femenino | 24 | 77,4 |
Titulación | Frecuencia | Porcentaje |
Lic. Educación | 17 | 54,8 |
Otra especialidad | 14 | 45,2 |
Superación | Frecuencia | Porcentaje |
Doctorados | 1 | 3,2 |
Maestrías | 12 | 38,7 |
Doctorando | 2 | 6,5 |
Diplomados | 4 | 12,9 |
Otras formas de superación | 12 | 38,7 |
Vínculo a la formación | Frecuencia | Porcentaje |
No se vincula | 5 | 16,1 |
Se vincula | 26 | 83,9 |
Autores de publicaciones | Frecuencia | Porcentaje |
No publican | 3 | 9,7 |
Publican libros o en revistas científicas | 6 | 19,4 |
Publican monografías o ponencias | 22 | 71,0 |
Proyectos de Investigación | Frecuencia | Porcentaje |
No forma parte | 23 | 74,2 |
Jefe o participante | 8 | 25,8 |
Organización | Frecuencia | Porcentaje |
Ninguna | 5 | 16,1 |
Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC)* | 4 | 12,9 |
Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC) | 14 | 45,2 |
Otra | 8 | 25,8 |
Total | 31 | 100,0 |
Premiados | Frecuencia | Porcentaje |
No premiado | 18 | 58,1 |
Premiado | 13 | 41,9 |
Total | 31 | 100,0 |
La figura 2 muestra las características de la comunidad residente en el Centro Histórico Urbano de Matanzas que formó parte de la muestra:
DISCUSIÓN
A partir del análisis de los datos se pudo determinar que existen insuficiencias en cuanto a la identificación de habilidades a formar en la comunidad durante el proceso de educación patrimonial por parte de los gestores socioculturales. Los conocimientos respecto a los bienes patrimoniales constituyen un contenido habitual constatado, todos los encuestados declaran su utilidad para ser educados.
Se requieren mensajes adecuados al tipo de público y sus intereses, se sugiere sean más atractivos y tengan como referente el bien patrimonial que se presenta. Las vías o canales de comunicación deben ser objetivas y variadas, no son suficientes. Los medios de comunicación masiva adquieren importancia en la educación patrimonial, aunque no satisfacen las necesidades de la comunidad ni van en correspondencia con la labor de los gestores socioculturales. Carecen, en parte, de rigor científico y novedad.
Se hace necesario continuar potenciando valores en la comunidad residente y que los gestores socioculturales sean capaces de identificarlos y planificarlos en cada una de las acciones a desarrollar por ellos. Esto implica que se le dé seguimiento y permita valorar los impactos en la comunidad residente. Además de perfeccionar las vías para socializar las acciones educativas con elevado contenido axiológico y que los propios gestores socioculturales se conviertan en socializadores.
Existe vínculo interinstitucional y se evidencia su importancia. Se coincidió a partir de los diferentes instrumentos para la recogida de información que la labor de la familia como agencia socializadora del patrimonio y sus valores es insuficiente y se requieren acciones para solventar esto. Un indicador positivo resultó la comunidad como trasmisora de su patrimonio. Se hace necesario aumentar la promoción y dar mayor visibilidad al patrimonio a través de los medios de comunicación.
Se determinó que los gestores socioculturales poseen, en su mayoría, elevados conocimientos sobre el patrimonio que gestionan. En su formación y experiencia destacan los perfiles profesionales de los mismos y su superación. Sobresalen por sus cualidades morales, valores y entrega con que realizan su labor. Constituye una necesidad la formación de habilidades para educar a la comunidad residente, la capacitación continua y actualización en resultados nuevas investigaciones sobre el tema.
La comunidad debe convertirse en la mayor receptora de los beneficios que se generan a partir del proceso de educación patrimonial, esto incidirá en su compromiso con lo que se realiza. Se requiere continuar potenciando las acciones con las familias para que se conviertan en educadoras del patrimonio. No siempre se satisfacen los intereses de la comunidad, ni se tiene en cuenta sus criterios.
Existen carencias materiales que afectan el logro de objetivos y la calidad de las acciones, ante ello se buscan alternativas, pero no siempre, satisfacen la demanda de la comunidad. Los espacios públicos poseen capacidades acordes a sus funciones y en los casos que esta se vea afectada, los gestores socioculturales moderan la carga de participantes. Los espacios públicos urbanos evidencian la gestión patrimonial que se ha desarrollado en ellos desde la puesta en marcha del Plan Maestro por el 325 aniversario de la ciudad, pero se ve afectado por el déficit presupuestario, indisciplinas sociales y trabas en su gestión, además del descuido y desidia de decisores del territorio.
El estado de conservación de los recursos patrimoniales es bueno, pero se requieren intervenciones que posibiliten revelar los valores de estos y que las acciones que en ellos se realicen o en que se tengan en cuenta, posean la calidad que demanda la comunidad residente. Los valores de estos son reconocidos por la mayoría, pero se requiere que los gestores socioculturales los incluyan en sus discursos con el fin de que la comunidad los aproveche para atribuir significados a los recursos e identificarse con ellos. La ubicación de estos últimos es propicia para el intercambio y el acceso. No se asumen muchos de los servicios que tienen lugar en los espacios públicos como complementarios al proceso de educación patrimonial, ello constituye la principal debilidad en este indicador.
Se constan insuficiencias en cuanto a la existencia de planes de manejo, de gestión, interpretativos y guiones. En las acciones no se declaran objetivos educativos. Existe demanda de la comunidad respecto a actividades y se reconoce la necesidad de la educación patrimonial. No están creados todos los indicadores o vías de evaluación que permitan a los gestores socioculturales retroalimentarse para mejorar su labor.
CONCLUSIONES
A partir del análisis realizado, se pudo determinar que los espacios públicos del centro histórico urbano de Matanzas poseen adecuada infraestructura que permite el desarrollo de acciones para llevar a cabo la educación patrimonial. La comunidad residente constituye un relevante agente socializador de su patrimonio y reconoce que los gestores socioculturales poseen gran experiencia, conocimiento y cualidades morales.
Por otra parte, se detectó que los gestores socioculturales no logran formar habilidades durante el proceso de educación patrimonial en la comunidad residente que le permita a esta atribuir significados a su patrimonio e identificarse con él. Los mensajes carecen de contenido para formar valores y sensibilizar a la comunidad residente en la importancia de la preservación de los bienes patrimoniales, atendiendo a los diferentes tipos de público. Existen brechas en cuanto al vínculo interinstitucional y la planificación de acciones con objetivos educativos e instrumentos diversos para la evaluación del proceso de educación patrimonial. Los medios de comunicación limitan sus funciones a informar a la comunidad y no a educar a través de los mensajes que se generan. La comunidad no se siente, en parte, beneficiara de los resultados de la gestión patrimonial ni que responde a sus intereses. Permanecen indisciplinas sociales, la desidia de organismos e insuficiencias materiales y presupuestarias.
Estos resultados permiten afirmar que se deben aprovechar las posibilidades en cuanto a infraestructura en los espacios públicos, el interés de la comunidad en socializar sus bienes patrimoniales y la experiencia y conocimiento de los gestores socioculturales para diseñar acciones que potencien la educación patrimonial. Estas deben concebirse como parte de un proceso sistemático y planificado que aúna a la comunidad residente, a las instituciones y a los gestores socioculturales.