Introducción
La longevidad de la vaca y las razones para desecharla es uno de los problemas de investigación más importantes en la crianza contemporánea del ganado (Adamczyk, Zaborski, Grzesiak, Makulska y Jagusiak, 2016). Los rasgos de longevidad y su vida útil, son buenos indicadores de la efectividad del manejo y del bienestar animal (Adamczyk, Makulska, Jagusiak y Węglarz, 2017). Las características del desempeño de la vida media de la vaca pueden incluir: duración de la vida productiva, número de lactaciones, días promedio en lactación y productividad media en ciertos periodos de tiempo (Adamczyk et al., 2017).
La longevidad se refiere al período que una vaca permanece en el rebaño y, en ese sentido, si se toma en consideración su potencial biológico, las actuales vacas lecheras alcanzan poco tiempo en producción (Alvåsen, Dohoo, Roth y Emanuelson, 2018). Por otra parte, el desecho se define como las vacas que son eliminadas del rebaño principal por diferentes razones, las cuales usualmente son voluntarias o involuntarias (Tatar, Deniz Şireli, & Tutkun, 2017).
En los últimos años la longevidad y el desecho siguen siendo motivo de preocupación de la comunidad científica internacional y de los productores, sobre todo en países con alto desarrollo ganadero. En África son escasos los reportes sobre este tema, tales son los casos de Marruecos (Boujenane, 2017) en el norte y en la Sub-Región de África Central Nfor et al. (2014).
Nyamushamba, Mapiye, Tada, Halimani, y Muchenje (2017) refirieron que la producción ganadera en la zona sur de África se desarrolla en pequeños establos y de modo extensivo, en la que predominan líneas de ganado de carne indígenas adaptables al medioambiente local. Las vacas autóctonas de Angola, son mayoritarias en las explotaciones ganaderas, y no existen reportes referentes al aprovechamiento de su potencial durante su vida reproductiva, aspecto de gran importancia para mejorar los rendimientos en la producción; por esa razón, el objetivo de esta investigación fue caracterizar reproductivamente vacas autóctonas de desecho en tres rebaños de la provincia de Huambo, Angola.
Materiales y métodos
La investigación se desarrolló durante el mes de junio de 2018 en La Provincia de Huambo en Angola en la zona agrícola 24, Plan alto Central, de 1 750 a 1 800 m s.n.m. Se realizó el examen clínico ginecológico por la metodología descrita por Holý (1987) a todas las vacas de raza autóctona de los tres rebaños (Tabla 1).
Estos rebaños presentaron un sistema de explotación extensivo, con alimentación a base de pastos naturales (Hiparremia rufa) en los rebaños 1 y 3, y en el caso del 2, Braquiaria bisantia. En todos los casos disponían de agua a voluntad. El clima de la región es favorable en cuanto a las temperaturas durante todo el año (las medias anuales de las temperaturas máximas oscilan entre 25° C y 27° C, con valores más elevados en el período lluvioso y las medias de temperaturas mínimas entre 11° C y 13° C, con valores más bajos en el período seco); sin embrago, las precipitaciones se comportan con una marcada estacionalidad, la época lluviosa se extienden de septiembre a abril con una media anual que oscila entre los 1 100 y 1 400 mm .
La ausencia de registros individuales obligó a determinar la edad de los animales por la cronología dentaria de los incisivos descrita por Luengo, Aros y Gómez (1990); los PT por los anillos en los cuernos, según la metodología de Oléa descrita por Álvarez et al. (2005); la CC se determinó por la escala de los 5 puntos (1=flaca, 5=gorda) en incrementos de 0,25 (Edmonson, Lean, Weaver, Farver y Webster, 1989) teniendo en cuenta el doble propósito de este tipo de ganado y, por último, el intervalo parto-parto (IPP) se estimó por la siguiente fórmula:
Las variables respuestas fueron la edad, CC, PT y el IPP y el rebaño el factor en estudio. Se calcularon los estadígrafos generales (mínimo, máximo, media y desviación típica). Se realizó la prueba de Shapiro-Wilk para determinar si existía distribución normal de las variables que cumplieron esta condición y la homogeneidad de las varianzas (prueba de Levene) fueron analizadas mediante un ANOVA simple y en la comparación múltiple de las medias fue empleada la prueba de Tukey. Las variables que no se distribuyeron normalmente se evaluaron mediante la prueba de Kruskal Wallis y para determinar las diferencias entre rangos promedios se empleó la prueba de Mann-Whitney. El paquete estadístico empleado fue el SPSS (2006).
Resultados y discusión
La edad al desecho apenas rebasó los ocho años con solo tres partos (Tabla 2), cuando, según Álvarez et al. (2005), podría obtenerse de cinco a seis a esta edad. Este aspecto es el resultado del IPP de casi tres años.
La edad al desecho es variable, Alvåsen et al. (2018) refirieron una edad media al desecho de 5,04 años en Suecia; en Marruecos 5,9 años (Boujenane, 2017); en Italia Gallo, Sturaro, y Bittante (2017) reportaron 6 años; en Cuba 9,18 años (Bertot Valdés et al., 2001) y en la Sub-Región de África Central, Nfor et al. (2014) registraron una edad al sacrificio de 6,4 años. A medida que disminuye la edad al desecho se precisa de una reserva suficiente de hembras de reemplazo con aptitudes ideales cuyo proceso de selección es caro (Mohd Nor, Steeneveld, Mourits y Hogeveen, 2015). No obstante, Roberts, Petersen, y Funston (2015) plantearon que desechar una vaca antes de los cinco años impacta negativamente la eficiencia de la producción.
Para garantizar la supervivencia del rebaño, cuando el reemplazo no está asegurado, la tendencia es mantener los animales más viejos (Roberts et al., 2015) y en muchos casos con su capacidad productiva reducida, como consecuencia, es necesario disminuir la intensidad de selección (Pandey, Singh y Barwal, 2016) para abaratar los costos de selección. Este aspecto dependerá de las decisiones del productor, como fue demostrado por McCabe, Prendiville, Evans, O’Connell, y McHugh (2018).
Por otra parte, Bertot Valdés et al. (2001) reportaron, en hembras de desecho en Cuba, un IPP de 1 810,22 días también elevado y una media de partos totales (3,94) con aproximadamente un parto más, pero en rebaños lecheros. Aunque no determinaron la CC, sí evaluaron la ganancia media diaria. La prolongación más allá de los 13 meses en la obtención de una cría saludable produce pérdidas importantes en la producción y, por ende, económicas (Álvarez et al., 2005).
El desgaste en la dentadura a medida que avanza la edad (Luengo et al., 1990), las gestaciones seguidas de las lactancias cíclicamente afectan negativamente la CC de las vacas al momento del sacrificio, más que en el caso de los machos (de Souza Guimarães, Camisão de Souza, de Andrade, Fonseca de Freitas y Cirillo, 2008; Nfor et al., 2014; Shittu, Zaharadeen, Fasina, Umaru y Ahmed, 2014; D’Andre Hirwa et al., 2017), sobre todo deben ser más acentuadas en condiciones de pastoreo extensivas.
La venta de vacas de desecho a los mataderos es una parte importante de los ingresos y uno de los aspectos que decide su calidad y precio es la CC (Shittu et al., 2014; Gallo et al., 2017), la cual está influenciada por el rebaño, el sistema de manejo, la alimentación y del tiempo que transcurre entre el último parto y el momento del sacrificio. En cuanto a este último aspecto, es preciso destacar que la CC va aumentando hasta más allá de los 400 días después del último parto antes del desecho, de acuerdo con los reportes de Gallo et al. (2017), pero estos resultados fueron obtenidos en condiciones intensivas de producción; por lo tanto, un estudio de este aspecto sería de mucho valor en sistemas extensivos de producción característicos de Angola.
La CC ideal para la venta y la calidad de la canal es la comprendida en las puntuaciones medias; sin embargo, en África la CC tiende a ser baja en vacas al sacrificio (Shittu et al., 2014), y la tendencia en los rebaños estudiados es similar, lo cual es negativo en términos de rendimiento en canal y económicos.
Compton et al. (2017), mediante un estudio meta-analítico demostraron el incremento de las tasas de mortalidad y desecho como resultado de la intensificación de la producción durante 25 años (1989-2014); sin embargo, cabe destacar que los tres rebaños estudiados presentaron sistemas de explotación extensivos, por tanto, sería interesante evaluar esta tendencia en producciones extensivas basadas en pastos, donde el desgaste se debe a insuficientes disponibilidades de alimentos, acentuado en los períodos poco lluviosos característicos de la zona.
La edad se distribuyó normalmente (P ˃ 0,05; según Shapiro Wilk) y mostró homogeneidad de sus varianzas entre grupos (P = 0,055; según Levene). Sin embargo, el efecto del rebaño para esta variable no resultó significativo (Tabla 3).
Para el resto de las variables respuestas se observaron diferencias significativas entre los rebaños (Tablas 4 y 5).
La similitud entre rebaños en cuanto a la edad al desecho, puede representar un consenso involuntario entre productores para decidir el momento de vender o sacrificar una vaca de desecho a pesar de su bajo rendimiento, probablemente por la ausencia de registros o a la insuficiencia de datos individuales y del rebaño. Las investigaciones llevadas a cabo sobre este tema en rebaños de producción intensiva, se facilitan por los controles exhaustivos y su accesibilidad. En África, en ocasiones el suministro de datos es obstaculizado por los propios trabajadores de la rama ganadera (Shittu et al., 2014).
Con buenos registros es posible, a tiempo, tomar en cuenta el IPP y los PT con anticipación y se podrán desechar hembras improductivas y mejorar por selección la masa, hecho demostrado por Alvåsen et al. (2018) y McCabe et al. (2018), pero basado en grandes bases de datos institucionalizadas.
Además el tiempo razonable de recuperación de la CC hasta llegar a puntuaciones intermedias, alrededor de tres, después del último parto, debería ser el indicador que defina el momento exacto de vender o sacrificar una hembra de desecho para alcanzar los mejores precios de venta y optimizar los ingresos (Gallo et al., 2017).
Es importante destacar que las diferencias entre rebaños están bien documentadas en la bibliografía científica; en tal sentido, Armengol y Fraile (2018) concluyeron que las causas de eliminación pueden ser significativamente diferentes entre granjas lecheras, aun cuando tengan similares sistemas de producción, similar estatus de salud, diagnóstico veterinario cercano y software de compilación de datos del rebaño. Esas diferencias podrían ser debidas, principalmente, a la personalidad del productor, diferencias en el manejo de las vacas y a la facilidad de diseño.
Más allá de los contrastes entre rebaños, es importante destacar que los valores obtenidos en general indican un bajo aprovechamiento del potencial reproductivo de la hembra bovina, que posee la capacidad biológica de producir regularmente una cría cada 12 o 13 meses (Álvarez et al., 2005) y 12 a 14 partos en su vida reproductiva, si tiene un bienestar óptimo, que es posible en sistemas a base de pastos.
Conclusiones
Independientemente del efecto del rebaño, en general existe un bajo aprovechamiento del potencial reproductivo debido a que las vacas son descartadas a edades todavía útiles reproductivamente con insuficiente cantidad de PT e IPP prolongados, además de los problemas nutricionales reflejados en la baja CC.
Recomendaciones
Se recomienda evaluar la CC durante el tiempo que transcurre entre el último parto y el momento de venta o sacrificio en las condiciones extensivas de Angola, e implementar sistemas de control que permitan medir, controlar y tomar decisiones adecuadas para mejorar la situación de las hembras de desecho en los rebaños de Angola.