INTRODUCCIÓN
La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo crónico progresivo. Es el más frecuente después de la enfermedad de Alzheimer, aparece generalmente en la sexta década de la vida, está caracterizado por la presencia de síntomas motores y no motores y tiene una incidencia anual que oscila entre cinco y 24 por cada 100 000 habitantes.1
Varios años atrás el deterioro cognitivo que presentaba el paciente con enfermedad de Parkinson se asociaba a la presencia de demencia en etapas tardías de la enfermedad; sin embargo, diversos estudios recientes concluyen que el deterioro cognitivo puede presentarse desde etapas iniciales y que ante un examen minucioso se podría detectar.2
La presencia de deterioro cognitivo se encuentra dentro de los síntomas no motores que puede presentar el paciente con enfermedad de Parkinson, lo que es muy importante porque la EP repercute, en particular, en dominios como el ejecutivo, el atencional, el visoespacial y la memoria.3
Una revisión sistemática de estudios de prevalencia de demencia en pacientes con EP en poblaciones norteamericanas y europeas determinó que la prevalencia de demencia en los pacientes con EP es, aproximadamente, del 25 al 30%, pero que la de la población general sería de, aproximadamente, 150 a 500 por 100 000 habitantes en personas con la edad de 65 años o más.4
Algunos estudios indicarían la posible relación entre el diagnóstico en etapas iniciales de deterioro cognitivo en la enfermedad de Parkinson y el posterior desarrollo de demencia.5
La prevalencia puntual de demencia asociada a EP (D-EP) se estima en alrededor del 25 al 30%, con un incremento proporcional en relación con la edad y el tiempo de evolución de la enfermedad, de modo que a los 20 años se alcanza una prevalencia acumulada del 83%. Esta cifra justifica la práctica regular de pruebas de tamizaje cognoscitivo en los diferentes niveles de atención con el fin de hacer un abordaje terapéutico y preventivo dirigido tanto al paciente como a su familia.6 El compromiso cognoscitivo no solamente es uno de los síntomas de mayor impacto en la reducción de la calidad de vida, sino que también aumenta el riesgo de mortalidad.7
Para la detección del deterioro cognitivo, así como de la demencia que se pueda presentar en los pacientes con EP, se puede utilizar el mini-examen del estado mental (MMSE, por sus siglas en inglés), que fue realizado en el año de 1975 por Folstein y colaboradores y validado al español por Lobo y colaboradores en el año de 1979. Este instrumento valora el estado cognitivo del paciente mediante 30 ítems, divididos en cinco áreas que permiten la evaluación de la orientación temporo-espacial (10 ítems), la memoria (seis ítems), la capacidad de atención/concentración (cinco ítems), el lenguaje (ocho ítems) y la praxia constructiva (un ítem).8
La prueba del dibujo del reloj fue creado por Battersby y colaboradores en el año de 1856 para detectar negligencia contralateral por lesión del lóbulo parietal y posteriormente fue modificada al español por Cacho y sus colaboradores en el año 1999; es una prueba de screening para el deterioro cognitivo ampliamente difundida en la práctica clínica.9
Asimismo, al conocer el fenotipo clínico del paciente con enfermedad de Parkinson que más se asocie al deterioro cognitivo se puede, con un diagnóstico certero, tener una adecuada intervención en etapas tempranas de la enfermedad y mejorar el pronóstico del paciente.
Así, el deterioro cognitivo no detectado en pacientes con enfermedad de Parkinson podría plantearse como la clave para identificar pacientes con un alto riesgo de presentar demencia con el tiempo.
En este medio son pocas las investigaciones que tratan este tema, por lo que la presente investigación tiene como objetivo determinar la relación entre la presencia de deterioro cognitivo y las características clínicas de los pacientes con enfermedad de Parkinson pertenecientes a las áreas de salud correspondientes de los Policlínicos “Ana Betancourt”, del poblado de San Diego del Valle, y “Juan Bruno Zayas”, de Cifuentes, correspondientes al Municipio de Cifuentes, de la Provincia de Villa Clara, en el período comprendido de octubre de 2013 a octubre de 2019.
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional de tipo descriptivo, transversal en las áreas de salud de los Policlínicos “Ana Betancourt”, del poblado de San Diego del Valle, y “Juan Bruno Zayas”, de Cifuentes, correspondientes al Municipio de Cifuentes, de la Provincia de Villa Clara, en el período comprendido de octubre de 2013 a octubre de 2019. La población de estudio estuvo constituida por el total de pacientes diagnosticados con enfermedad de Parkinson atendidos en la Consulta de Neurología, en la atención primaria de salud de esos policlínicos, en el período comprendido de enero de 2014 a julio de 2019, que fueron 34, la población coincide con la muestra de estudio. No se realizó técnica muestral.
Criterio de inclusión:
-Pacientes con enfermedad de Parkinson atendidos en la consulta.
-Pacientes que dieron su consentimiento en participar en esta investigación.
Criterio de exclusión:
-Pacientes que presentaron inicialmente un cuadro clínico sugestivo de enfermedad de Parkinson pero que después se presentaron síntomas que estarían relacionados a otro tipo de parkinsonismo sea parkinson plus o parkinsonismo secundario.
-Pacientes que tengan diagnóstico de demencia de tipo Alzheimer, secuela de accidente cerebro vascular u otros tipos de demencia diagnosticados.
Variables
Mini-examen del estado mental: prueba de screening para deterioro cognitivo. Se considera deterioro cognitivo si hay menos de 27 puntos.
Prueba del dibujo del reloj: prueba de screening para deterioro cognitivo. Se considera deterioro cognitivo si hay menos de ocho puntos.
Severidad de la EP: la severidad de la EP fue medida con la herramienta Movement Disorder Society-Unified Parkinson’s Disease Rating Scale (MDS-UPDRS).10
Escala de Hoehn y Yahr: prueba de estadiaje clínico para la enfermedad de Parkinson.10
Métodos empleados e instrumentos de recolección de datos
Los datos se obtuvieron de las historias clínicas individuales de los pacientes, a través de un modelo de recolección de datos confeccionado al efecto.
Con los datos obtenidos se elaboró una base de datos, la que fue procesada mediante el paquete estadístico Statiscal Package for the Social Sciencies (SPSS), versión 21.0. Para describir el comportamiento de las variables se realizó el procedimiento descriptivo mediante las frecuencias absolutas y relativas porcentuales. Se utilizó la prueba de Chi cuadrado para contraste de variables cualitativas. El nivel de significación estadístico fue p<0,05. El intervalo de confianza tomado fue el 95%.
Se cumplió con la ética médica y los cuatro principios éticos básicos: el respeto a la autonomía, la beneficencia, la no maleficencia y el de justicia.
RESULTADOS
Predominaron los pacientes en el grupo de edades de 61 a 70 años (52,94%) y el sexo masculino (64,70%).
En la Tabla 1, según el mini-examen del estado mental, el 76,47% de los pacientes del estudio presentó deterioro cognitivo en comparación del 64,70% de los pacientes que se les halló este deterioro, según la prueba del dibujo del reloj.
Con la aplicación del MDS-UPDRS, el mayor por ciento de deterioro cognitivo se halló en el nivel severo de la EP (100%), lo mismo sucedió con la escala de Hoehn y Yahr (Tabla 2).
En base al mini-examen del estado mental se puede observar que al aplicar el MDS-UPDRS el mayor por ciento de deterioro cognitivo se encontró en el nivel severo de la EP (100%), sin tener significancia estadística; lo mismo resultó con la escala Hoehn y Yahr (Tabla 3).
DISCUSIÓN
La investigación desarrollada por Rodríguez Violante y colaboradores11 sobre la evaluación de los síntomas no motores a través de la escala unificada de la enfermedad de Parkinson de la Sociedad de trastornos del movimiento encontró que la EP se diagnosticó en una edad promedio de 61,8+12,5 años. Simón Pérez y colaboradores,12 en su estudio sobre sobre síntomas no motores en pacientes con enfermedad de Parkinson, expuso una edad media de 64,7 años. Estos datos coinciden con los de la presente investigación.
Simón Pérez y colaboradores,12 en una serie de 44 casos, encontraron que el sexo masculino representó el 56,8%. En su estudio Rodríguez Violante y colaboradores13 exponen el predominio del sexo masculino (56,1%). Estos datos coinciden con los resultados de esta investigación.
En un estudio de Diazgranados, en Colombia, el 72,3% fueron masculinos y la edad promedio fue 71 años, con mínima de 48 y máxima de 87 años, mientras que el promedio de edad de aparición de síntomas fue 67 años y el tiempo de evolución de la enfermedad de cinco años.14
Los pacientes con EP de este estudio presentaron deterioro cognitivo en un 64,70% y un 76,47%, en dependencia de la prueba realizada (prueba del dibujo del reloj y mini-examen del estado mental, respectivamente). Cereda y colaboradores,15 en Italia, en su trabajo de investigación, hallaron que el 11,5% de pacientes con enfermedad de Parkinson presentó demencia tras cumplir los criterios para esta enfermedad de la DSM-IV (Clasificación internacional para enfermedades psiquiátricas). Millán y colaboradores,16 en México, hallaron que del total de pacientes con enfermedad de Parkinson estudiados, un 41,3% presentó deterioro cognitivo tras haber utilizado el Montreal Cognitive Assessment.
En cuanto a la severidad de la parte motora y la prevalencia de deterioro cognitivo, aunque en este estudio esta asociación no alcanzó significancia estadística, se observa una tendencia tanto con el MDS-UPDRS (parte III) como con la escala de Hoehn y Yarh: a mayor grado de severidad mayor prevalencia de deterioro cognitivo, particularmente si se aplica la prueba del dibujo del reloj.
Pfeiffer y colaboradores,17 en Dinamarca, también hallaron que el deterioro cognitivo se relacionó con puntuaciones altas del Movement Disorder Society-Unified Parkinson’s Disease Rating Scale. Dato importante que apoya la necesidad de evaluar los síntomas no motores desde el comienzo de la enfermedad para un manejo integral de los pacientes con enfermedad de Parkinson.