Introducción
Actualmente la relación sueño y vigilia se ha convertido en un tema de interés porque repercute en los procesos de salud y enfermedad de las personas. Los órganos del cuerpo tienen un ciclo de 24 h, o sea, un reloj biológico1 que opera según factores genéticos, etarios, sexuales y ambientales.2
El ciclo circadiano regula los cambios hormonales y metabólicos para asegurar el adecuado funcionamiento de los procesos fisiológicos,3 por tanto, cualquier alteración puede conllevar a trastornos en el núcleo supraquiasmático, el centro regulador de la melanina. Esta tiene una vida media inicial de 2 min y otra de 20 min; es fundamental en el hígado para realizar procesos glucolíticos que inciden en la ganancia de peso corporal,4 y se ha corroborado que una menor cantidad de sueño aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad.5
En la actualidad los docentes universitarios tienen frecuentes problemas de salud debido a estilos de vida inapropiados, como la alimentación a deshora, el uso excesivo de la computadora y las irregularidades en el sueño por la carga laboral. El tiempo dedicado a la docencia y las responsabilidades de tipo cognitivo generan trastornos en el ciclo circadiano, que es el responsable de regular actividades básicas como la alimentación y el descanso.6 Estas alteraciones traen consigo patologías como el cáncer y el deterioro cerebro-cardiovascular.7
La carga curricular y extracurricular del docente con un cronotipo madrugador se podría relacionar con la salud física y mental, la autoestima, el rendimiento escolar y la relación íntima. Varios estudios han demostrado que el cronotipo trasnochador está asociado a enfermedades mentales, infecciones, tabaquismo y mala calidad del sueño.8
El oficio de los docentes, en sus diferentes tareas profesionales y personales, limita la actividad física y aumenta la ingesta calórica que conlleva a la obesidad y el sobrepeso.9,10 Estos factores están catalogados como los principales problemas de salud en el mundo. La prevalencia de la obesidad se ha triplicado desde el año 1975; aproximadamente más de 1 900 millones de adultos en todo el mundo tienen sobrepeso y más de 650 millones son clínicamente obesos.11
Se ha evidenciado que la obesidad y el sobrepeso, medidos a través del índice de masa corporal (IMC), desencadenan otros factores de riesgo. Al respecto Moreno12 afirma que “la obesidad se considera un importante factor de riesgo para enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares, la diabetes mellitus tipo 2, los trastornos del aparato locomotor y algunos cánceres”. De la misma manera, Lizarazu y otros autores13 indican que el 23,39 % de la población presenta riesgo de síndrome metabólico (SM) con respecto a la obesidad central y aumento de la presión arterial sistólica con un porcentaje de 55,17 %.
González y colaboradores14 declaran que el SM se incrementará en un 14 % durante los próximos 10 años en Latinoamérica; aproximadamente 550 millones de individuos son proclives a padecerlo por presentar intolerancia oral a la glucosa o glucosa alterada en ayunas, hipertensión arterial, dislipidemia, sobrepeso, sedentarismo y antecedentes familiares de obesidad. El sobrepeso, la obesidad, la alta ingesta de carbohidratos y grasas, el tabaquismo y el sedentarismo reducen la calidad y duración de la vida.15
La presente investigación permite identificar factores de riesgo asociados a enfermedades relacionadas con las actividades laborales de los docentes universitarios y su objetivo fue determinar la influencia del IMC en el cronotipo de los docentes de Corporación Universitaria Autónoma del Cauca.
Métodos
El estudio fue descriptivo con una fase correlacional. La población estuvo conformada por 231 docentes de la Corporación Universitaria Autónoma del Cauca. La muestra fue no probabilística a conveniencia y participaron 77 docentes. Los criterios de inclusión consideraron a los docentes activos con más de 2 años vinculados a la institución que firmaron el consentimiento informado; se excluyeron los docentes con patologías psiquiátricas que pudieran afectar el curso de la investigación, los que no realizaron todas las evaluaciones ni facilitaron la información completa y los que se retiraron voluntariamente.
En cuanto a los procedimientos, se caracterizó la muestra desde el punto de vista sociodemográfico con una encuesta sobre datos generales: sexo, facultad a la que pertenecía, tiempo de vínculo con la institución y modalidad que impartía. La recolección de la información se hizo durante el primer periodo académico 2019.
El personal evaluador fue capacitado con las pautas éticas para el trabajo con personas y parámetros de evaluación internacionales. Para el IMC se utilizaron los estándares de la Sociedad Internacional para el avance de la Cineantropometría16 que incluyen medición de talla y peso. Se utilizó un tallímetro de 1 mm de precisión y una báscula de bioimpedancia marca OMRON con una precisión cercana a 100 gr. Después de realizar estas mediciones se aplicó la fórmula (peso/talla2) para el IMC que se clasificó según lo establecido por la OMS: <18,5 desnutrición; 18,5 a 24,99 normal; 25 a 29,99 sobrepeso, ≥30 obesidad.17
Por último, se identificó el cronotipo a través del cuestionario Horne-Ostberg validado en diferentes estudios.1,17,18 Este cuestionario permite establecer el tiempo de sueño. Consta de 19 preguntas y cada respuesta tiene un puntaje que al sumarse establece un rango para clasificar al individuo: 59-86 madrugador o matutino, 42-58 intermedio y 16-41 trasnochador o vespertino.
Se aplicó la prueba de kolmogorov-smirnov para identificar la normalidad de la muestra y calcular las estadísticas descriptivas con medidas de tendencia central, de dispersión y distribución de frecuencias absolutas y relativas. Se aplicó la prueba de Chi- cuadrado de Pearson (X2) para determinar si las variables de estudio se asociaban o no, y se tuvo como referencia una significancia estadística de p ≤ a 0,05. Se empleó el software estadístico SPSS versión 23 para Windows (licencia Corporación Universitaria Autónoma del Cauca).
El estudio fue aprobado por el Comité de Ética del Sistema de Investigación de la Corporación Universitaria Autónoma del Cauca mediante la Resolución 0239. Igualmente fue avalado por el comité de ética de la Universidad del Cauca bajo el ID 4675 y se constató que cumplía con todos los procedimientos éticos y legales establecidos en la Declaración de Helsinki y la Resolución 8430 de 1993. El estudio fue clasificado de riesgo mínimo, participación voluntaria y bajo firma del consentimiento informado.
Resultados
De los 77 docentes participantes, el 67,53 % eran hombres; el 80,52 % pertenecían a las facultades de Educación (38,96 %) y de Ciencias Ambientales y Desarrollo Sostenible (41,56 %). El 97,4 % estaba vinculado a la institución en la modalidad de tiempo completo.
La edad promedio de los docentes fue de 39,47 ± 9,13 años, con una edad mínima de 24 años y máxima de 68; el peso tuvo un promedio de 74,67 ± 13,44 kg y la talla, de 1,67 ± 0,09 m (tabla 1).
Edad (años) | 39,47 | 9,13 | 38 | 24 | 68 |
Peso (Kg) | 74,65 | 13,44 | 74 | 47,7 | 106,7 |
Estatura (m) | 1,67 | 0,09 | 1,67 | 1,41 | 1,88 |
IMC | 26,22 | 3,73 | 26 | 16,9 | 37 |
DS: desviación estándar; IMC: índice de masa corporal.
Con relación al índice de masa corporal, el 50,65 % de la población tenía sobrepeso y el 12,99 %, obesidad grado i y ii (tabla 2).
Clasificación del IMC | Desnutrición | 1 | 1,3 |
Normal | 27 | 35,06 | |
Sobrepeso | 39 | 50,65 | |
Obesidad grado i | 7 | 9,09 | |
Obesidad grado ii | 3 | 3,9 | |
Total | 100 | 100 |
IMC: índice de masa corporal.
Según la distribución del cronotipo de la población el 45,45 % es madrugador o matutino y el 53,25 % intermedio y el 1,3 % trasnochador o vespertino (tabla 3).
Cronotipo | Matutino | 35 | 45,45 |
Intermedio | 41 | 53,25 | |
Vespertino | 1 | 1,3 | |
Total | 100 | 100 |
En los resultados del cruce de variables de cronotipo con el IMC se encontró un valor p=0,749, esto significa que no existe una relación significativa entre las variables (tabla 4).
Sig* | |||||
---|---|---|---|---|---|
Desnutrición | 0 (0 %) | 1 (1,3 %) | 0 (0 %) | 1 (1,3 %) | 0,749 |
Normal | 16 (20,78 %) | 11 (14,29 %) | 0 (0 %) | 27 (35,06 %) | |
Sobrepeso | 16 (20,78 %) | 22 (28,57 %) | 1 (1,3 %) | 39 (50,65 %) | |
Obesidad grado i | 2 (2,6 %) | 5 (6,49 %) | 0 (0 %) | 7 (9,09 %) | |
Obesidad grado ii | 1 (1,3 %) | 2 (2,60 %) | 0 (0 %) | 3 (3,9 %) | |
Total | 35 (45,45 %) | 41 (53,25 %) | 1 (1,3 %) | 77 (100 %) |
*Significancia estadística según prueba de correlación de Chi cuadrado de Pearson p ≤ a 0,05.
Discusión
En el estudio los hombres superaron en número a las mujeres, lo que coincide con la investigación de Vélez y colaboradores;19 más difiere de lo reportado por Bencomo y otros autores20 que tuvieron mayor representación femenina en su estudio. El criterio de las féminas sobre su aspecto y peso corporal puede incidir para que no se sientan atraídas a participar en este tipo de estudios. Los docentes de las áreas educativas y ambientales mostraron mayor interés en el estado de salud, lo que se relaciona con su desempeño laboral, inmerso en actividades que involucran la condición física.
En el estudio se evaluó el nivel de sobrepeso u obesidad en la población a través del IMC y resultó que la mayoría de la población tiene sobrepeso. Estos hallazgos concuerdan con lo estudiado por Gonzáles21 y Robles, junto a otros investigadores,22 quienes observaron que el sobrepeso afecta a la población y tienen casos de obesidad grado i y ii. Los docentes universitarios tienen una alta carga laboral que les impide realizar actividades físicas. El tiempo libre lo dedican a descansar y van adquiriendo hábitos o estilos de vida poco saludables. Esto es sustentado por Molano-Tobar y colaboradores17 cuando refieren que la carga laboral genera cambios en los procesos alimentarios al vincular comidas ricas en grasa y periodos largos de ayuno, además de fomentar el sedentarismo y la obesidad.
Más de la mitad de la muestra presentó un cronotipo intermedio seguido del madrugador, resultados que coinciden con los de estudios anteriores23,24,25 e indican que los profesores tienden a despertar temprano, posiblemente por los horarios docentes y el vínculo con las horas nocturnas que dedican a la revisión y evaluación de sus clases. Para De Souza, Brum,26Xiao y otros autores27 el predominio del cronotipo vespertino o trasnochador en docentes y profesionales adultos se asocia a hábitos poco saludables y se infiere que deriva de conductas como la ingesta de cafeína la cual afecta los procesos de sueño y vigilia en gran parte de las personas.
Esta investigación no pudo demostrar que el cronotipo se asociara con la obesidad, lo que difiere de los estudios previos que sí demostraron que el cronotipo vespertino o trasnochador se asocia a un IMC alto y genera riesgos de obesidad o sobrepeso.28Brum junto a varios investigadores26 plantean que a más IMC hay una asociación 3 veces mayor de obesidad abdominal en vespertinos que en matutinos; esto se explica porque las personas de cronotipo nocturno por lo general tienen hábitos alimenticios inadecuados (alto consumo de bebidas gaseosas y carbohidratos) y poca adaptación a estilos de vida saludables.24,29,30
Se evidenció que en la docencia universitaria hay mayor participación masculina y quienes más interés muestran por su salud son los docentes relacionados con programas de educación y deporte, así como los que tienen contacto con el medio ambiente. No se pudo constatar la prevalencia del cronotipo trasnochador. Aunque no se demostró la asociación entre el IMC y el cronotipo, deberá estudiarse más profundamente a partir de otras técnicas de identificación de la adiposidad corporal.