Estimado Editor:
La Universidad de Ciencias Médicas de Guantánamo recibió el día 28 de octubre de 2022, de manos del Dr.C. Jesús Estupiñán Ricardo, fundador y actual vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Ciencias Neutrosóficas, la placa acreditativa como miembro pleno de esa organización no gubernamental radicada en Guayaquil, Ecuador; en honor a este momento los autores decidieron reflexionar acerca de la esencia de la Neutrosofía y su relación con las Ciencias de la Salud.
A finales de la década de los 80 del siglo XX, el filósofo-matemático rumano Florentín Smarandache se interesó por el estudio de las neutralidades como parte de las discusiones dialécticas, en específico, las relaciones entre las leyes de la lógica formal y la lógica dialéctica.1
En la lógica formal existen leyes inamovibles, mecanicistas y dogmáticas. Atendiendo a estas condicionantes, en la ley de la identidad una cosa solo es idéntica a sí misma: lo que es, es; lo que no es, no es (A es A y no A es no A). En la ley de la contradicción, A nunca será no A; o lo que es lo mismo, dos proposiciones contradictorias no pueden ser a la vez verdaderas. Por su parte, la ley del tercero excluido se fundamenta en dos juicios contradictorios, uno es verdadero y el otro falso, no es posible un tercero.
En cambio, en la lógica dialéctica los razonamientos suelen ser diferentes. El juicio dialéctico presupone siempre deliberación y disputa sobre aspectos que se contraponen, por ello, la necesidad de elegir o decidir a partir de un sistema de infinitas variables que dependen del contexto en que existen y que le da vida.2
Como se evidencia, la Neutrosofía es un desarrollo de la lógica dialéctica avanzada por Leibniz, Kant, Hegel y Marx. El punto de partida de su novedad radica en la negación de los principios de la lógica formal, sobre todo, el del tercero excluido. Esta lógica de la inclusión incorpora al “tercero excluido” en un nivel de la realidad en el cual coexisten los contrarios.
Estas ideas abren un importante camino a la conciliación, al diálogo, la tolerancia, la negociación y la paz. Desde este punto de vista, las posiciones que se defienden en cualquier plano no son irreconciliables, por ejemplo, desde este punto de vista el mundo de Einstein no niega al de Newton ni lo supera; son dos visiones válidas para enfocar los macrocuerpos y las micropartículas de una única realidad.
Lo mismo ocurre en el campo de la salud pública con los conceptos salud y enfermedad, cuyas posiciones no son irreconciliables, uno no es el contrario del otro como muchos sostienen; solo hay que trasladar el conflicto a un contexto diferente, fuera del ámbito tradicional, con el fin de lograr una visión con la que puedan coexistir ambas posiciones, o lo que es lo mismo, salud y enfermedad son conceptos inseparables sin que por ello se constituyan uno en el inverso del otro, por lo que la lógica de la inclusión de las partes diferentes es copartícipe con el concepto de la complejidad en la salud pública y de sus determinantes en los diferentes niveles que adopta la realidad.3
La Neutrosofía en el campo de la salud pública permite analizar críticamente un conflicto dialéctico acumulado a través de la historia, desde el falso paradigma de contraponer la salud a la enfermedad y no verlas como dos momentos que se complementan; la enfermedad no es más que un estado de la misma salud. Esto significa encontrar en esta nueva ciencia una forma de razonar para enfocar las ideas que brotan de las relaciones sistemáticas que se entretejen entre las determinantes de salud y conectar los procesos analizados con una mayor totalidad, resumidas en dos momentos dialécticos esenciales que se complementan e interrelacionan: la salud y la enfermedad. Ambos conceptos actúan como generatrices de diversos estados de salud que adoptan diferentes niveles.
La salud es la verdad de la vida, es una cualidad fundamental del ser humano que se expresa en cada una de sus cuatro dimensiones (biológica, ecológica, social y espiritual) y definen la naturaleza humana. Los conocimientos a movilizar para entender en su complejidad el concepto salud-enfermedad están en la Neutrosofía, deben provenir de un diálogo y conciliación entre las ciencias de la vida, las ciencias sociales y las ciencias del comportamiento. El avance del conocimiento en estos campos es transdisciplinario, se sustenta en la capacidad transformadora que aporta esta novedosa ciencia, quien concibe que para ser es necesario un saber y un saber hacer que se convierte en una forma de convivir de manera saludable.
La Neutrosofía y las Ciencias de la Salud presuponen la unidad de la actividad cognitiva transdisciplinaria, con la acción trasformadora de la ciencia desde la valoración y la comunicación interactiva como modo de resolver los problemas desde el compromiso y la flexibilidad, la trascendencia, la paz y el amor por los seres humanos.4