Introducción
La pandemia de la COVID-19 ha tenido un impacto importante en la salud pública, en el crecimiento económico y en el desarrollo social de los países. En las personas estos efectos se ven reflejados en su salud y en su situación económica, en particular, en las personas adultas mayores que son consideradas como grupo de riesgo, lo que impacta en las necesidades y las vulnerabilidades con respecto a su derecho a la salud; evidencian lo anterior las tasas de mortalidad más altas en personas mayores con comorbilidades y con deterioro funcional y la fragilidad de los sistemas de salud para apoyar a los adultos mayores y considerar sus necesidades únicas.1,2
Por todos es conocido que América Latina envejece aceleradamente, por lo que la transición demográfica y epidemiológica se dan en un escenario económico desfavorable que pone en desventaja a la región para asumir la transición de salud.
Es muy importante saber que al analizar los cuidados de salud en época de pandemia surge la necesidad de disponer de información válida sobre la calidad de cuidados al paciente, ya que esta información permite ayudar a prevenir y mejorar los cuidados en el adulto mayor.3,4 En esta coyuntura de salud, se busca la eficiencia en la utilización de recursos que se han destinado al sector. Las actividades para los profesionales de enfermería de las unidades médicas del Ministerio de Salud Pública (MSP) tratan de ser eficaz en el cumplimiento de los objetivos. Uno de ellos, la calidad de la atención de salud para grupos vulnerables como lo son los adultos mayores. Sin embargo, la pandemia ha impedido que estos grupos accedan a las diferentes estrategias que la autoridad sanitaria ha planificado para garantizar su atención.
Los adultos mayores no reciben a través de las estrategias que el MSP todas las asistencias planificadas para su cuidado. La causa se debe al tipo de relación preponderante en la población, con predominio de los jóvenes sobre los adultos mayores. Al tener una proporción joven mayoritaria, los esfuerzos de las autoridades de salud se enfocan en satisfacer las necesidades de servicios de este segmento de la población. De este modo, la atención a los adultos mayores queda supeditada a la premisa de que se incremente el presupuesto para personal o insumos para acceder a servicios de calidad para los adultos.5,6
Los adultos mayores necesitan una atención continua que garantice su educación y apoyo. Es necesaria, además, una mayor responsabilidad de los familiares directos con su cuidado, los que muchas veces asumen sin una preparación previa, lo que trae consigo estrés y depresión en los cuidadores y en el adulto mayor y situaciones de maltrato muchas veces sin intención.7) Por tanto, el cuidador necesita ser capacitado para lograr un mejor manejo de la persona adulta mayor, así como contribuir a mejorar su calidad de vida.7
Estar al tanto de la situación de las personas adultas mayores ante la problemática del nuevo coronavirus, compilar las principales medidas de prevención general y específica para su protección, integrar información y datos clínicos de los cuidados de salud en época de pandemia, así como identificar factores asociados con un mejor cuidado podrían servir para plantear estrategias y una posible solución al problema.
En Ecuador son escasas las publicaciones de contagio y el impacto que genera el coronavirus (COVID-19). En el Centro de Salud San Francisco de la ciudad de Tulcán estaban en funcionamiento clubes antes de la aparición de la pandemia por COVID-19. Allí se realizaron actividades que ayudaron, en alguna medida, a que los adultos mayores tomaran conciencia de la necesidad de adecuado cuidado de la salud, basado principalmente en la atención a sus enfermedades y las medicaciones correspondientes. Aun así, desde la aparición del virus se apreciaron dificultades en los adultos mayores con los cuidados, específicamente, con respecto al COVID-19.
Para poder profundizar en las causas y consecuencias de las dificultades, se realiza el estudio con el objetivo de caracterizar los cuidados de la salud durante la pandemia de COVID-19 en los adultos mayores del Centro de Salud San Francisco de la ciudad de Tulcán, en Ecuador.
Método
Se realizó un estudio observacional, descriptivo de corte transversal apoyado en la metodología cuali-cuantitativa. El universo se constituyó por 28 adultos mayores pertenecientes al club del Centro de Salud San Francisco de la ciudad de Tulcán, Ecuador, los que ofrecieron el consentimiento informado para su inclusión en el estudio.
Las variables utilizadas sobre la atención brindada por el personal de salud a los adultos mayores fueron: orientación acerca de los cuidados de su salud para prevenir el COVID-19; asistencia oportuna ante la necesidad de servicio demandada; explicación de la importancia de las medidas de prevención y normas para el cuidado en casa; atención brindada en la visita domiciliaria de acuerdo a requerimientos y cuidados de bioseguridad; educación en temas relacionados al cuidado en COVID-19, para los cuidados en el hogar con respeto de la cultura, las costumbres y creencias; periodicidad de los controles médicos; atención psicológica recibida en el año.
Los métodos utilizados para la recogida de la información fueron: registros anecdóticos de las consultas externas a los adultos mayores y el análisis de datos recopilados de un cuestionario aplicados a los pacientes del club del adulto mayor del Centro de Salud San Francisco.
La información obtenida del análisis de los registros anecdóticos se tradujo en apreciaciones conceptuales que proporcionaron elementos de juicios útiles para mejorar el cuidado en este tipo de pacientes. Los datos obtenidos del cuestionario se agruparon y se tabularon usando el programa de Microsoft Excel.
Los datos que se obtuvieron de los registros anecdóticos, los instrumentos aplicados, unido a la experiencia de los autores permitieron triangular los resultados y redactar el informe final de la investigación.
Resultados
Al mostrar los resultados de la tabla 1 referida a atención brindada por el personal de salud a los adultos mayores del club del Centro de Salud San Francisco de la ciudad de Tulcán, se encontró que con respecto al criterio orientación brindada acerca de los cuidados de su salud para prevenir el COVID-19, el 75 % de los encuestados señaló que siempre recibieron orientación en el establecimiento de salud, mientras que el 25 % manifestó que nunca recibieron esta.
Con respecto a la asistencia oportuna ante la necesidad de servicio demandada, el 67,8 % de los encuestados mencionaron que el personal no llegó oportunamente. Solamente el 32,2 % de los encuestados señaló que sí acuden a su llamado en forma oportuna.
Referido al criterio recibir explicación de la importancia de las medidas de prevención y normas para el cuidado en casa, el 75 % de los adultos mayores señaló que siempre se les explica reiteradamente la importancia de las medidas de prevención de la COVID-19 y otras normas para su cuidado en casa, y el 25 % manifestó que la explicación a por el personal de salud no existió.
Los resultados muestran, además, que el 53,6 % de las personas encuestadas manifestaron que recibieron siempre la atención en base a sus requerimientos y los respectivos cuidados de bioseguridad en la vista domiciliaria. El 46 %, casi la mitad de los mismos, señalaron que casi siempre se les proporciona la atención de acuerdo con los requerimientos y obligaciones de bioseguridad.
En cuanto a la educación brindada en temas relacionados al cuidado en COVID-19 para los cuidados en el hogar con respeto de la cultura, las costumbres y creencias, los resultados manifestaron que el 92,8 % de los adultos mayores manifestaron una adecuada comunicación, respetando su cultura, costumbres y prácticas para cuidados en el hogar del adulto mayor.
Los resultados que se muestran en el gráfico 1, referido la periodicidad de los controles médicos recibidos por los adultos mayores del club del Centro de Salud San Francisco de la ciudad de Tulcán muestran que el 45 % de los encuestados prefirió recibir atención mensual, el 38 % la recibió bimestral y solo el 17 %, de forma trimestral.
El 50 % de los encuestados expresaron no haber recibido atención psicológica en el año, el 39 % lo desconocía y solo el 11 % refirió haberla recibido. Todo lo cual se muestra en el gráfico 2, referido a la atención psicológica recibida en el año recibida por los adultos mayores del club del Centro de Salud San Francisco de la ciudad de Tulcán.
Discusión
Los resultados obtenidos en la caracterización de los cuidados de la salud brindados a los adultos mayores durante la pandemia de COVD-19 en Centro de Salud San Francisco de la ciudad de Tulcán, Ecuador, reveló que la mayoría de los encuestados recibió atención preventiva de salud durante la pandemia, consistente en orientaciones de cómo evitar la enfermedad y la importancia de las medidas del cumplimiento de las medidas y los cuidados a la salud. Estos hallazgos no se correspondieron con los resultados obtenidos por Calle Andrade y Naula Chucay, en su estudio sobre cumplimiento del rol del personal de salud, donde se identificaron que las acciones de enfermería durante la pandemia fueron predominantemente curativas con escasas operaciones e intervenciones en el campo de la prevención y actividades de promoción.8
Resulta significativo que un grupo de adultos mayores, aun cuando fueron minoría, manifestaron que nunca recibieron orientaciones acerca de los cuidados especiales sobre la COVID-19. Por todos es conocido la vulnerabilidad de este grupo de edad para el contagio y evolución desfavorable ante esta enfermedad. Esto se pudo asociar al incremento de trabajo, la sobrecarga y el desgaste laboral como efecto que sufrió por el personal de salud durante el período.
Se consideró que debido a las altas tasas de letalidad de la enfermedad el personal de Salud del Centro de Salud San Francisco, se priorizó las medidas de prevención en este grupo de edad, considerado como altamente vulnerable. Se basaron en las prácticas preventivas adoptadas por el centro de salud antes de la pandemia, relacionado con el análisis de las necesidades y medidas preventivas diseñadas para la prevención y control de enfermedades.9,10,11,12
Expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) manifiestan que si bien todos están el riesgo de contraer la COVID-19, las personas mayores tienen mayor probabilidad de enfermar gravemente si se infectan, con los mayores de 80 años muriendo a una tasa cinco veces mayor que la media. Las residencias o centros de atención a largo plazo han sido las más afectadas, y los resultados de las investigaciones arrojan que aportaron entre el 40 % y el 80 % de las muertes por la COVID-19 en todo el mundo.13
En las Américas, donde el cuidado de los adultos mayores se hace predominantemente en el hogar, el distanciamiento físico constituye un desafío particular.12 Con esta premisa, para los autores resultó significativo que la asistencia oportuna ante la necesidad de servicio demandada por los adultos mayores no ocurrió en la mayoría de los casos. Cuando la atención se produjo, se cumplieron los requerimientos cuidando las medidas de bioseguridad, así como el respeto a la cultura, costumbres y creencias, lo que permitió una adecuada comunicación con los adultos mayores.
Los autores consideraron que la visita domiciliaria resultó efectiva durante el período en los casos en que se realizaron. Esto posibilitó diagnosticar tempranamente complicaciones relacionadas con el COVID-19, y dio mayor oportunidad al personal del centro de salud a realizar acciones con este fin.
En el estudio, también se encontró que un porcentaje elevado de adultos mayores recibieron atención en el hogar una vez al mes. La preferencia se basó, fundamentalmente, en el miedo al contagio por exposición en el centro de salud. Esta medida resultó válida para evitar el alto riesgo de contagio por esta causa en instituciones de salud. Estos resultados resultan coincidentes con investigaciones que respaldan la importancia de la atención domiciliaria para prevenir la exposición en los centros de salud.14) Sin embargo, más de la mitad de los casos recibieron la atención con una frecuencia bimestral y trimestral. Se incumplió así el cronograma de visitas mensuales establecida en los lineamientos operativos para la atención integral del adulto mayor15 y, por tanto, las acciones preventivas necesarias, entre ellas la detección de adultos mayores solos con problemas psicológicos.
Un alto número de los adultos mayores no recibió atención psicológica por parte del equipo de salud, aun cuando es conocida la necesaria una atención integral a este grupo por estar expuesto muchas veces al abandono de sus familiares y, por tanto, con alto riesgo de depresión. La investigación presentada Efectos del aislamiento en adultos mayores durante la pandemia de COVID-19: una revisión de la literatura15 y el estudio sobre COVID-19 en el adulto mayor: características clínicas e impacto sobre la salud mental16, muestran resultados similares a estos.
Del mismo modo se evidenciaron varios elementos importantes contenidos en la investigación de Huera Pozo y en el que acertadamente se contextualiza que el adulto mayor se ha convertido en parte de un grupo vulnerable de altísima consideración desde el criterio colectivo y de las autoridades. Se hizo evidente la necesidad de que las personas que mantienen un contacto directo con ellos tengan conocimiento específico sobre el cuidado que necesitan.11,16 La falta de conocimiento lleva a complicaciones graves, que pueden ocasionar secuelas en la vida del adulto mayor, como son incapacidad, enfermedades crónicas e incluso la muerte.
Conclusiones
La pandemia por COVID-19 constituye un inconveniente para el adecuado cuidado de la salud en los adultos mayores. Ha reafirmado la necesidad de una atención multidisciplinaria, integral, integrada y centrada en las personas mayores en la atención primaria de salud. Necesitan un mayor apoyo debido a la vulnerabilidad de los mismos y sus comorbilidades. La atención domiciliaria adecuada es efectiva para la prevención de la enfermedad y por tanto de las complicaciones.