Introducción
En la Agenda Zonal de Desarrollo de la Provincia del Carchi, enmarcándose en el primer eje Prevención del embarazo adolescente y atención a adolescentes embarazadas en situación de vulnerabilidad, se considera que el Ecuador es el segundo país de la región con el índice más alto de embarazo adolescente.1
El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), comprometido con el desarrollo integral de la comunidad, ampliará su atención hacia las adolescentes gestantes identificadas por estas jornadas y su inclusión en los servicios de desarrollo infantil, aportando de manera específica objetivo de identificar a la población vulnerable para ser incorporada a los servicios estatales y promover un proceso de bienestar humano, mediante un accionar interinstitucional articulado que potencie el desarrollo integral del niño/a desde la gestación y durante los primeros cinco años de vida.2,3
Este ministerio relaciona y enfoca esta labor en las Jornadas de Focalización del Embarazo Adolescente, dirigida a adolescentes y mujeres gestantes menores de 20 años, con el fin de identificar a la población vulnerable para ser incorporada a los servicios estatales de la provincia del Carchi, donde se abordar los temas de promoción de la salud, la mala educación sexual, estrategias, promoción y prevención de los factores de riesgo asociados al embarazo en adolescentes durante la pandemia COVID-19, por lo que ofrece un enfoque especial en grupos de atención prioritaria y vulnerable.2,3
En el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de la Provincia del Carchi, la tasa de fecundidad que presenta la población carchense, tomando en cuenta mujeres embarazada de entre los 12 a 19 años es de 2,91, es decir por cada 100 mujeres embarazadas 3 son niñas y adolescentes; esto de acuerdo con el anuario de estadísticas de defunciones y nacimientos presentadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en el año 2016. El 77 % de las adolescentes en estado de gestación pertenecen al Cantón Tulcán, a esto le sigue Montúfar con el 16 % de los casos de embarazos en adolescentes, seguido de Espejo con el 7 %.4
La importancia de la investigación se canaliza en el impacto al ver la realidad del embarazo adolescente en época de pandemia. En la actualidad hay cifras que muestran la prevalencia u otros factores que asocien el incremento según análisis rápido de género de CARE Ecuador, indica que el número de adolescentes de 15 a 17 años que dieron a luz en 2015 fue de 23 868, y las niñas de 10 a 14 que dieron a luz fueron 1 967. Luego de dos años de implementado el Plan, en 2017, las cifras se habían elevado: 26 491 adolescentes de 15 a 17 años, y 2 436 niñas de 10 a 14 años dieron a luz. .5,6,7,8
En 2019, con una nueva administración, se inició la implementación del Plan de Salud Sexual y Reproductiva. En el 2020, 21 725 adolescentes de 15 a 17 años dieron a luz y 1 816 niñas de 10 a 14 años. En el 2021 en total, 26 313 niñas y adolescentes de 14 a 17 años fueron madres, y 1 998 estuvieron hospitalizadas por aborto. Es decir, el número de embarazos es significativamente mayor cada año si se agregan los abortos registrados en el sistema público de salud, y aquellos que se dan de manera clandestina, sin registro.9,10,11
El perfil profesional de Enfermería exige una preparación integral hacia la comunidad en todos los ciclos vitales del individuo, más aún en atención a la adolescente en embarazo, ya que es un problema de salud pública a nivel nacional.12 La mayoría de los casos afecta la salud de la madre y del niño, adicionalmente puede ocasionar alteraciones en la calidad de vida, como también crea un impacto social, además del riesgo de salud en la adolescente. He ahí, la intervención sanitaria en la aplicación de estrategias preventivas, que permitirán aportar la realidad de la problemática de las adolescentes en el contexto de la ciudad de Tulcán. Prevención, según Nola Pender es: “en salud humana, es el conjunto de medidas necesarias para evitar el desarrollo o progreso de problemas de salud y enfermedades”.13
El Ministerio de Salud Pública dispone de un Manual denominado Asesoría en Salud Sexual y Reproductiva, donde da a conocer que el Modelo de Atención Integral en Salud debe incluir información, comunicación y educación acerca del ejercicio responsable de la sexualidad y reproducción, derechos sexuales y derechos reproductivos, así como factores de riesgo y de protección de infecciones de transmisión sexual (ITS), incluyendo el VIH, violencia sexual y embarazo en adolescente.14
Con la declaración del estado de emergencia en el país el 15 de marzo, muchos centros de salud restringieron su atención, ya que exclusivamente recibían atención los pacientes sintomáticos respiratorios. Esto explicaría la reducción del personal de esta área y una baja en atenciones en planificación y consejería sexual. El confinamiento no solo redujo el acceso al sistema de salud, sino que impidió el paso a los servicios de salud sexual y reproductiva para niñas y adolescentes, como también en educación.
En las unidades urbanas de salud de la ciudad de Tulcán, como son: Centro de Salud Sur, Tajamar, Nº1 y San Francisco, existe una de las principales problemáticas que se ha detectado como lo es la presencia de embarazo de adolescentes durante la pandemia por COVID-19.15 De esto parte precisamente el problema, el conocer los factores de riesgo asociados al embarazo de adolescentes durante la pandemia COVID-19 en las unidades urbanas de salud en la ciudad de Tulcán, el grupo más afectado.
Método
La modalidad de investigación que se aplicó en este estudio fue mixta, porque se combinó el paradigma cuantitativo con el paradigma cualitativo. La modalidad cualitatitiva permitió determinar los factores de riesgo asociados al embarazo de adolescentes durante la pandemia COVID-19; mientras que la cuantitativa se utilizó en la verificación de datos estadísticos obtenidos antes y después de aplicada la encuesta sobre los factores de riesgo que influyen al embarazo.
En la ciudad de Tulcán, la información recaudada en los establecimientos de salud da a conocer que posee una población total de 87 adolescentes embarazadas; CS San Francisco cubre 8, CS Nº1 cubre 18, CS Tulcán Sur cubre 41 y CS Tajamar cubre a 20 embarazadas adolescentes durante la pandemia COVID-19 en el año 2021.
Investigación acción: se tuvo como finalidad resolver los problemas cotidianos y el mejoramiento de las prácticas saludables para prevenir factores de riesgo en las adolescentes embarazadas. No experimental de diseño trasversal.
Investigación exploratoria: este tipo de investigación permitió evaluar los niveles de desconocimientos y la familiarización sobre los factores de riesgo que se asocia al embarazo adolescente.
Investigación descriptiva: sirvió para analizar las características de los factores de riesgo que se asocian al embarazo adolescente.
Investigación correlacional: fue de carácter correlacional porque la variable dependiente es embarazo adolescente e independiente es factores de riesgo en pandemia COVID-19, tiene una relación bien definida lo que permitió conocer el problema.
Investigación de campo: permitió realizar un estudio directo del problema sobre los factores de riesgos que se asocian al embarazo en adolescentes durante la pandemia COVID-19.
Investigación bibliografía: la utilidad de esta sirvió para la recopilación de información de bases documentales registradas en libros, revistas, artículos referentes al tema a investigar.
La encuesta fue aplicada con las debidas consideraciones éticas de privacidad de datos y anonimato de sus participantes.
Resultados
De acuerdo con las alternativas presentadas en la encuesta, el mayor grupo de población se encontró en la segunda etapa de adolescencia (67 % en edades de 15 1 9 años) según el Modelo de Atención Integral de Salud Familiar, Comunitario e Intercultural (MAIS-FCI). Sin embargo, existió un porcentaje menor que oscila entre las edades de 12 a 14 años (33 %), es sorprendente el alto índice de embarazos en esta población adolescente que, pese a las políticas del Ministerio de Salud Pública, no ha disminuido su incidencia.
El gráfico 1 permite evidenciar que el mayor porcentaje de la población adolescente tuvo visitas de su pareja sentimental durante la pandemia (32 %), lo que contribuyó como uno de los factores de riesgo. Le siguieron en orden de frecuencia las reuniones familiares (29 %), las fiestas (22 %) y las reuniones amistosas (17 %).
El 43 % de las gestantes no tuvo acceso a los servicios sanitarios en medio de la pandemia, ya que existió prioridad para la COVID-19 (Gráfico 2), así como se restringieron otros servicios como la educación. Sin embargo, el 26 % y el 21 % visitaron centros de salud y hospitales, respectivamente. Solo un 10 % no asistió a ninguno.
Según los datos de la encuesta, se evidenció que el 25 % de toda la población encuestada no tuvo acceso a educación sobre sexualidad, sin embargo, el personal de salud aportó en la atención, pero direccionado a las necesidades de pandemia, dejando de lado la cartera de servicios adicionales como es la educación sexual (Gráfico 3).
El 52 % de la muestra estudiada no tuvo acceso a los métodos anticonceptivos. Se encontró, además, que solo el 26 % tuvo acceso y el 22 % ocasionalmente, debido al cierre de todas las unidades de salud para prestar solo atención especial para personas con sintomatología respiratoria.
La mayoría de las embarazadas (63 %) no experimentaron ningún tipo de agresión intrafamiliar en el periodo de la COVID-19; sin embargo, el 19 % alegó recibir agresión física, el 10 % agresión verbal, el 6 % agresión psicológica y hasta hubo un 2 % que sufrió agresión sexual (Gráfico 4).
Durante el embarazo el 56 % de las adolescentes refirió haber recibido apoyo económico por parte de la pareja sentimental, sin embargo, es pertinente indicar que no solo se requiere de asunto económico, el apoyo debe ser integral. Los padres ayudaron al 34 % y familiares (2 %) y amigos (8 %) también lo hicieron (Gráfico 5).
Los datos del gráfico 6 concuerdan en que no tuvieron ninguna orientación sobre planificación familiar (76 %), al igual que en la pregunta de educación sexual no tuvieron orientaciones sobre el tema.
En cuanto a la interrogante con quién le ha generado problemas en sus relaciones interpersonales el embarazo, el 47 % manifestó que con los conocidos, seguido por las parejas sentimentales (25 %), los padres (22 %) y los amigos (6 %). El embarazo en las adolescentes, pese a los cambios actuales de la sociedad, sigue siendo un tema de marginación y exclusión social; de ahí parte el problema de las relaciones interpersonales que afectan emocionalmente a las adolescentes; los resultados son evidentes en la aplicación de esta pregunta. (Gráfico 7)
El 56 % alegó no poseer ingresos económicos para realizarse atenciones privadas durante el embarazo; solamente el 29 % dijo haberlo tenido.
El mayor porcentaje de embarazos se debió a que su pareja sentimental le ofreció estabilidad económica y familiar (Gráfico 8), sin embargo, esto no garantizó una relación estable con su pareja; así se contrasta con un trabajo similar de Flores Cutipa16, el cual refiere que la gran mayoría de adolescentes embarazadas son convivientes y cuentan con el apoyo económico de sus parejas. Mientras que el 26 % lo atribuyó a falta de comunicación con sus padres y un menor por ciento (6 %) lo consideró debido a la ausencia de educación en su institución.
La mayoría señaló que la responsabilidad sobre la orientación en educación sexual viene por parte de los padres (63 %), pero hay que considerar que las instituciones de salud son importantes frente al caso porque se basan en promover, educar y prevenir problemas de salud. El 16 % refirió a las instituciones de salud, el 14 % a las instituciones educativas y hasta se halló un 7 % que refirió que era responsabilidad de amigos que conocen del tema.
Discusión
Mediante la utilización de métodos de investigación se logró dar soporte metodológico en el desarrollo de la investigación, lo que permite relacionar varios conceptos de los métodos de investigación con la realidad, se logra una mejor visión de la situación actual que vive este grupo prioritario que son las adolescentes embarazadas que asisten a las unidades de salud en la ciudad de Tulcán; además en el caso de la metodología, el método analítico sintético permitió estudiar los factores de riesgo asociados al embarazo de adolescentes durante la pandemia de COVID-19, descomponiéndolo en partes y cualidades; en la elaboración del marco teórico se estableció la unión entre partes previamente analizadas y posibilitó relacionar características generales entre los elementos de la realidad.
En cuanto al método inductivo deductivo, se fundamentó con bases teóricas el problema encontrado, puesto que se dirige de una manera general a lo particular; el método histórico lógico sirvió para relacionar hechos pasados de estudios que se pueden asociar con la actualidad del problema, mediante un orden cronológico, permitiendo observar el punto de partida sobre los factores de riesgo asociados al embarazo de adolescentes durante la pandemia COVID-19; entre otros métodos que aportaron de manera significativa sobre la problemática y por ningún motivo han sido insuficientes, por el contrario, han sido de gran ayuda para una orientación acertada en la elaboración del trabajo, lo que permitió obtener información directa y real de la investigación realizada.
La ventaja de poseer herramientas tecnológicas y su utilización permitió obtener información sobre el tema en su actualidad, así como fundamentos o conceptos básicos para sustentar la investigación, como también para implementar las estrategias preventivas, con la finalidad de reducir considerablemente el impacto social de este problema de salud pública, teniendo en cuenta que la adolescencia es un periodo lleno de cambios importantes, tanto físicos como psicológicos, donde conocen y aprenden nuevas cosas con respecto al cuerpo y sexualidad, a su vez repleto de conflictos y dudas por aclarar.
El embarazo en adolescentes oscila en la edad entre 15 y 19 años, ya que presentan factores de riesgo biológicos, familiares, condición sociocultural y económica, al igual que un bajo nivel educativo. En base al diagnóstico obtenido de la población encuestada, se logró diseñar una propuesta y ejecució----n de estrategias preventivas orientado a las adolescentes, padres de familia e instituciones educativas, para tratar de disminuir o que se vuelva a producir un embarazo precoz.
Lo más significativo de la investigación es hacer conciencia a los/las adolescentes, incluyendo padres de familia e institución educativas, quienes son responsables de la educación en la sociedad actual, ya que la población adolescente está expuesta a diferentes factores de riesgo o a situaciones complejas, muchas veces por desconocimiento. En los hogares, como también en las escuelas y colegios, se hace aún más necesario hablarles de estos temas, puesto que para muchos padres resulta difícil, o simplemente les provoca pena conversar con sus hijos de sexualidad. La aparición de un embarazo precoz hace que los niños se conviertan en adultos, se interrumpan los estudios y se disminuya la probabilidad de tener un futuro diferente y mejor.