El liquen plano es una enfermedad autoinmune dermatológica, en la que aparece actividad linfocitaria T hacia los blancos de células basales de los epitelios y la dermis, descrita por primera vez por Erasmus Wilson en el año 1869.1
El liquen plano oral (LPO) es una enfermedad inflamatoria crónica, afecta principalmente a la mucosa yugal, la lengua y las encías, con prevalencia del 0,2-1,9 % de la población y afecta a 1 hombre por cada 3-4 mujeres. Aunque su etiología es desconocida, se describe que se produce un desorden inmunológico con ataque al epitelio por parte de linfocitos CD8 citotóxicos.2
Su curso clínico presenta periodos de recaída y remisión. A diferencia de las lesiones de piel, las lesiones en cavidad oral siguen un curso más crónico y pueden persistir hasta por 25 años. Se consideran algunos factores predisponentes relevantes: factores genéticos, sistémicos (presencia del virus de la hepatitis C, disfunción tiroidea, diabetes mellitus e hipertensión).3
En el LPO se produce una agresión T linfocitaria, dirigida frente a las células basales del epitelio en la mucosa oral. Las células atacadas desarrollan un mecanismo molecular, encauzado a interrumpir el ciclo celular de la reparación del DNA o a estimular la apoptosis, con el fin de eliminar células muy dañadas en su DNA.4
Presentación del paciente
A la consulta externa de Otorrinolaringología acude un paciente masculino de 52 años de edad, con antecedentes de salud aparente, refirió presentar irritación y molestias dolorosas en la mucosa de la boca, que se irradiaba a las encías y le ocasionaba dificultad para ingerir alimentos y masticar, alrededor de siete días. Ante el examen físico de la cabeza y el cuello, no mostró signos positivos de alguna enfermedad. Luego del examen físico de la cavidad oral se observó la mucosa bucal hipocoloreada, con presencia de lesiones planas blanquecinas en la mucosa del paladar blando con extensión a la úvula, predominantemente derecho, que al palparla le provocaba dolor.
Los complementarios de laboratorio evidenciaron hemoglobina 14,8 g/dl, hematocrito 0,44 l/l, leucocitos totales 6,8 × 109/l, neutrófilos segmentados 55,9 %, linfocitos 31 plaquetas 245.000, urea 28 mg/dl, creatinina 0,81 mg/dl, ácido úrico 5,1 mg/dl. Cultivo bacteriológico y micológico negativos.
Se realizó serología de virus hepatitis B (antígeno de superficie) y anticuerpos anti-virus hepatitis C que fueron negativas, VIH y serología VDRL negativos. Se procedió a tomar biopsia la cual mostró: infiltrado inflamatorio predominantemente linfocitico en bandas con dilatación vascular exostosis y degeneración vacuolar del estrato basal compatible con liquen plano. (Figura 1)
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Se decide tratamiento esteroideo tópico y oral: Prednisona 60 mg diario durante 3 días, luego 40 mg diario 2 días, 20 mg diario 2 días y 10 mg diario 2 días asociado a Triancinolona 0,1 % en el sitio de las lesiones con remisión total de las mismas al 11 día sin rebrote de las lesiones y asintomático. (Figura 2)
Comentario
En las enfermedades autoinmunes es transcendental establecer un diagnóstico certero, así como una adecuada relación clínico histopatológica, para iniciar de forma temprana los por protocolos terapéuticos con resultados aceptables.
El seguimiento clínico de los pacientes se debe cumplir a largo plazo, hasta lograr la remisión de las lesiones, control de la enfermedad y así evitar posibles complicaciones.5
El LPO posee una gran variedad de presentaciones clínicas: reticular, papular, en placa, atrófico, erosivo/ulcerativo y vesiculoso/buloso, las que pueden presentarse de forma simultánea. Además, con el transcurso del tiempo, las lesiones pueden sufrir periodos de exacerbación o remisión, así como cambios en su morfología y color. Independiente de la forma clínica, en la gran mayoría de los pacientes se observan estriaciones blanquecinas intraorales, estas zonas corresponden a una incontinencia melánica que refleja el efecto posinflamatorio de la lesión sobre los melanocitos.6
El tratamiento del liquen plano bucal depende de la gravedad de la enfermedad. Los objetivos principales involucran aminorar los síntomas y el tiempo desde el inicio hasta la resolución. Generalmente, involucra el uso de corticosteroides tópicos, administrados según la gravedad y ubicación de la lesión.6
El liquen plano, debido a su baja periodicidad en la cavidad oral y sus formas clínicas semejantes a otras lesiones orales, puede complejizar el diagnóstico. A pesar de ello, las múltiples opciones terapéuticas garantizan el buen pronóstico.