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Arquitectura y Urbanismo
versão On-line ISSN 1815-5898
au vol.36 no.1 La Habana jan.-abr. 2015
ACADÉMICAS
Contribución a la rehabilitación urbana y arquitectónica, desde los talleres internacionales en el Cerro
Contribution to urban and architectonic rehabilitation as outcomes of the international workshops in Cerro
Dr. Arq. Luis Alberto Rueda Guzmán, Dra. Arq. Ada Esther Portero Ricol
Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría. Facultad de Arquitectura. La Habana, Cuba.
RESUMEN
En este artículo se exponen los resultados obtenidos en los talleres internacionales realizados en el Municipio Cerro que como experiencia pedagógica tuvieron el objetivo de confrontar los métodos de trabajo de los diferentes profesores y especialistas, profesionales invitados y locales, para aprender trabajando juntos en la solución de un problema de la realidad local. Brinda el trabajo de 13 años donde se han vinculado los profesores y estudiantes en los procesos de investigación, formación y extensión universitaria con los gobiernos locales, la población, talleres integrales de barrio, planificación física municipal, museos locales, municipio de cultura entre otros actores, para de forma transdisciplinaria resolver los problemas más acuciantes del territorio del Cerro. De igual manera se valora el rol que han jugado las diferentes metodologías de diseño y experiencias del taller, en la formación en valores de los estudiantes, docentes y demás actores, aportando en este sentido las conclusiones finales.
Palabras clave: desarrollo endógeno, rehabilitación, interdisciplinario, actores, trabajo en red.
ABSTRACT
The results obtained from the work carried out for thirteen years are shown in this paper where professors and students have been linked to local institutions and the population in the process of research, training and university extension, to solve, in a trans disciplinary way, the most relevant problems in Cerro municipality. The results obtained during 13 years of work are shown in this community. During this period a vast number of teachers and students have been researching, and engaged in their formation and extracurricular processes with the local authorities, inhabitants, integral neighborhood workshops, municipal planning, local museums and culture authorities among other participants in order to solve the more crucial problems of Cerro community from a transdisciplinary point of view. The use of different methodologies in the designing process and the experiences in the workshops has been assessed to develop values on main participants and others.
Key words: endogenous development, rehabilitation, interdisciplinary, actors, network.
INTRODUCCIÓN
.El Taller Internacional de Estudios Urbanos del Cerro en La Habana es una extraordinaria aventura pedagógica que ha llevado a cabo por más de diez años acciones de capacitación, compartiendo e intercambiando conocimientos entre profesionales, habitantes, universitarios y autoridades locales a nivel internacional y local ..1
Las reflexiones realizadas en los últimos cursos en la Facultad de Arquitectura del ISPJAE han llevado a identificar las características propias de la arquitectura y el urbanismo como una base para el desarrollo de valores en los estudiantes, pues el hecho de que la arquitectura, al dar respuesta a necesidades de tipo social y estar condicionada históricamente, lleva a que quienes la hacen deban ubicarse en una determinada posición, no solo ante el objeto de su trabajo, sino ante la sociedad. Por tanto, enseñar arquitectura implica una toma de partido que identifica la estrategia educativa. [1]
La formación del estudiante de arquitectura se puede desarrollar tanto desde lo curricular como desde lo extracurricular. Este último puede suplir aquellos aspectos necesarios en la formación, recogidas en el Proyecto Educativo, y que no es posible derivar de lo académico.
En la medida que se logre una mayor integración de las diferentes disciplinas en la asignatura de proyecto y un trabajo coordinado entre los factores del año, el trabajo formativo de los docentes será más provechoso y diverso hacia los estudiantes. Este trabajo debe estar encaminado a desarrollar en los estudiantes la capacidad de pensar, la sensibilidad, la sencillez, y, sobre todo, la identificación con la cultura cubana en su sentido más amplio. [2]
Los talleres internacionales desarrollados en la Facultad de Arquitectura, revisten gran importancia para los estudiantes y profesores visitantes. Por una parte Cuba, a pesar de la difícil situación económica por la que ha pasado, desarrolla un gran programa social con resultados significativos en materia de educación y salud a nivel internacional. Por otro lado, La Habana, también ofrece un peculiar interés para su estudio, por su compleja red de densidad social, actualizadas estructuras de planeamiento y participación popular, zonas declaradas patrimonio cultural de la humanidad, lo que la hace uno de los más interesantes objetos de estudio e investigación en el área del urbanismo y la vivienda.
Por lo general estos talleres se desarrollan con estudiantes de los últimos años de la carrera, fundamentalmente de cuarto año. La estructura organizativa del proceso docente del año ha permitido realizar ajustes en su programación sin afectar la calidad del mismo, dado que estos talleres en su mayoría se desarrollan en diferentes momentos del curso y durante un período de corta duración.
Las oportunidades de contactos con otros enfoques y culturas, fundamentalmente de países desarrollados, permiten una valoración comparativa como punto de partida para elaborar ideas sobre formas de alcanzar un nivel cualitativo superior. Los alumnos extranjeros se desenvuelven en medios diferentes al nuestro, por tanto sería erróneo pretender alcanzar su nivel solo con el análisis del marco circunscrito a la docencia. Son muchos los factores que influyen en la motivación, teniendo un peso decisivo los que corresponden a la sociedad. [3]
El aumento de la complejidad de los problemas inherentes a la práctica arquitectónica y urbanística está directamente relacionado con la cambiante realidad de la vida diaria, la evolución de los aspectos que interactúan en un contexto social dinámico y las múltiples incógnitas que emergen en dicho contexto. Este tipo de problema no tiene reglas, ni llegan a formularse de forma precisa, son únicos para los cuales las respuestas a través de fórmulas, supuestamente probadas, no se ajustan. La visión del análisis demanda, por tanto, introducir reflexiones de múltiples áreas del conocimiento y de la vida cotidiana, analizando no solo el problema estructurado dentro de las disciplinas sino también aquellos propios de la sociedad para ser solucionado por ellas. [4]
La universidad cubana de hoy intenta transformaciones que dan respuesta a las demandas sociales [5]. Para materializarlo no basta con una enseñanza que imponga de nuevos conocimientos académicos al estudiante, sino que requiere que este cree habilidades creativas y se provea de métodos y procedimientos que le permitan al futuro profesional enfrentarse a la diversidad de problemas del contexto social. [6]
El taller del Cerro, una experiencia de formación de profesionales
El Taller Internacional de Estudios Urbanos del Cerro en La Habana se llevó a cabo por más de diez años, con acciones de capacitación compartiendo e intercambiando conocimientos entre profesionales, habitantes, universitarios y autoridades a nivel internacional y local. Gracias a la tenacidad de los profesores Sergio Baroni, de Cuba y Raúl Pastrana, de Francia.
Fue en 1998, con el apoyo de la Dirección de Arquitectura y Patrimonio del Ministerio Francés de la Cultura, que tres profesores de las escuelas de arquitectura de París (Villemin y La Villette), iniciaron la primera experiencia con cinco estudiantes de la Facultad de Arquitectura del Instituto Superior Politécnico de La Habana, Cuba (ISPJAE).
Dadas las características innovadoras del proyecto, en el año 2000, el director general de la UNESCO concedió el patrocinio de esta Organización para la creación de un taller permanente en El Cerro. En 2001, esa experiencia y sus portadores, pasaron a ser parte constitutiva de la red latinoamericana y caribeña Profesionales de la Ciudad, auspiciada por el Programa Gestión de Transformaciones Sociales (MOST) de esta organización.
La creación del Taller del Cerro está enraizada, tanto en un momento particular del urbanismo en América Latina, como en una manera única de practicar la enseñanza-aprendizaje de la planificación y de la proyección urbanísticas. Esta práctica se pretendió y es una alternativa, crítica, anclada en la realidad y adecuada a los problemas sociales urbanos, al contrario de las tendencias generales y conservadoras que se observan en la mayoría de las escuelas de arquitectura, aún en este siglo XXl.
Es este el sentido profundo que subyace en el proyecto pedagógico del Taller. Sus principales características operativas son: la permanencia del dispositivo, una composición internacional de maestros y alumnos unidos en una interrelación de intercambio de saberes basada en el principio de aprender trabajando juntos, un complemento entre pedagogía universitaria y experiencia profesional, el todo enmarcado dentro de un enfoque transdisciplinario. [7]
Los objetivos del Taller
Dado el interés del taller en involucrar y formar profesionales, sus objetivos y métodos de trabajo se extienden al último ciclo de formación de arquitectos en la universidad, abriendo sus actividades a los estudiantes de los últimos años de las Facultades de Arquitectura. El taller se insertó en un semestre como primera sensibilización a la problemática de los estudios urbanos, mientras que como actividad de posgrado formó parte del sistema de formación continua.
Ha sido al mismo tiempo, lugar de formación y de reciclaje para los participantes, así como instancia de producción de ideas y propuestas que pueden ser utilizadas para el necesario proceso de transformación del barrio. De ahí deriva la importancia que el Taller ha contado con el apoyo y la participación activa de las autoridades locales y de la población. Su ubicación en el Museo del Cerro lo vinculó particularmente a la comunidad. Ahí fue donde se elaboraron, discutieron y presentaron públicamente los resultados del taller anual y de los estudios realizados durante más de nueve años.
Los principales ejes de la experiencia son la formación continua de los profesionales en articulación con la formación inicial, en simulación de las condiciones reales de la producción, confrontándose a otras formas de ejercicio profesional (aprender trabajando juntos con profesionales extranjeros y viaje de estudio a Francia). (Figura 1).
El objetivo central del Taller del Cerro ha sido participar en la formación de los profesionales de la ciudad latinoamericanos y europeos. El Taller trató de compensar la distancia constatada entre la formación inicial impartida en las facultades y el contexto de ejercicio profesional. [8]
Los participantes del Taller
El taller desde sus inicios fue concebido como un espacio de experimentación y ensayo, y en ese sentido los tiempos del taller se fueron ajustando a las características y posibilidades de sus participantes: el nivel de formación, la complejidad del tema de estudio y la escala de intervención propuesta para el edificio a estudiar.
El público del Taller del Cerro fueron profesionales y estudiantes. Los profesionales cubanos son, en general, miembros de las direcciones técnicas del urbanismo y de la arquitectura de los quince municipios de la Habana. Estos son todos egresados de la Facultad de Arquitectura de La Habana que desde hace años viene formando todos los arquitectos que trabajan hoy en organismos públicos. Los funcionarios de los municipios de La Habana son en su mayoría jóvenes dependientes de la Dirección Provincial de la Planificación Física de la ciudad de La Habana. Los profesionales franceses han sido empleados municipales o jóvenes egresados de las facultades de Paris, empleados en oficinas de urbanismo privadas, algunos de los cuales habían participado a Adelante o al Taller en años anteriores. [8]
La organización se concibió a través de grupos mixtos con profesionales y estudiantes cubanos y franceses permitiendo una interrelación y retroalimentación en los dos sentidos, de manera que ambas categorías aportaran y dialogaran en un mismo proceso de análisis y creación. (Figura 2).
Entre las actividades del Taller, durante la fase de proyecto, (que ocupa el ochenta por ciento del tiempo de la formación), la relación entre los participantes, sin ser igualitaria coloca a los docentes y a los estudiantes en una situación similar de frente al objeto de proyecto. El objeto de proyecto es para todos los participantes, el interrogante al que hay que responder, es el problema que hay que resolver y ninguno, afrontándolo, puede prevalerse de poseer la solución. Cada uno puede tener su solución. Sin embargo, las soluciones que se encuentren, los proyectos que se formulen, tienen, a los efectos de la formación, un valor secundario con respecto al método empleado proyectando. En efecto, en el proceso de aprender a proyectar, analizar cuáles han sido los elementos tomados en consideración y cómo se los ha puesto en relación, cuáles han sido los caminos críticos recorridos, cuáles los aciertos intermedios y los errores de planteo, todo es importante para elaborar y corregir el propio método de trabajo. Y es al docente a quien cabe la responsabilidad de ponerlos en evidencia. [8]
Procesos de trabajo del Taller
El Cerro presenta una riqueza cultural específica, derivada del carácter multicultural y multiétnico de sus habitantes, es la parte de La Habana con mayor concentración de actividades manufactureras y sede de vivas manifestaciones populares, como son sus carnavales y sus comparsas. Urbanísticamente, el barrio es fundamental abastecedor de agua: desde la época colonial, el preciado líquido parte de aquí para abastecer la Habana, gracias a acueductos a menudo, objeto de visionarios proyectos reconocidos mundialmente. Desde el punto de vista edilicio y patrimonial arquitectónico, la zona es rica en ejemplos de arquitectura doméstica del siglo XIX y en espacios públicos, pero el estado de degradación es patente, principalmente en lo que se refiere a la vivienda. Precisamente, por la serie de carencias del municipio, los principales temas a los que se abocaron los programas del Taller se refieren a la rehabilitación integral y el tratamiento de espacios públicos y de vivienda social, proponiendo el desarrollo de una concepción más valiosa, global y estructuradora del patrimonio cultural de los centros históricos [7]. (Figuras 3 a y b).
La estrecha relación de los temas de trabajo y de los terrenos con la realidad cotidiana del municipio por una parte y la ventaja de trabajar directamente en el municipio por otro, permitió a los participantes del taller verificar en todo momento, la adecuación de la respuesta dada en sus proyectos a las necesidades del barrio. [9]
Las estrategias de trabajo se mantuvieron desde sus inicios en todos los talleres: confrontación de experiencias profesionales de diversos orígenes (aprender trabajando juntos), involucrar varios niveles de formación (taller vertical), varias disciplinas y niveles de capacitación diferentes, así como simular las condiciones de la producción, entrenarse a intervenir en la complejidad, evitar toda actitud reductora de la realidad, privilegiar el proceso al resultado y el método a la solución. [9]
La interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad es una necesidad impuesta por la complejidad del sujeto a tratar. Pocas actividades como el urbanismo necesitan ser tratadas por un equipo que integre disciplinas diferentes con la vida cotidiana de moradores y autoridades.
El Taller Internacional se mantuvo funcionando entre los años 2000 y 2009. Se convocó de forma pública para la elección de los participantes en los organismos municipales (gobierno, planificación, arquitectos de la comunidad, vivienda, cultura y empresas territoriales) y en las facultades de Arquitectura que pertenecen a la Red de Profesionales de la Ciudad.
Los profesores que participaron en el taller durante casi una década siempre tuvieron más de 25 años de experiencia vinculados en la docencia, a las especialidades de Urbanismo, Arquitectura, Diseño, Teoría e Historia, Tecnología y procedieron de las siguientes universidades: París la Villete, Paris Villmont, Politécnico de Milán, Universidad de Florencia, Facultad de Arquitectura de Río de Janeiro, FADU de Sao Paulo, de Salvador de Bahía, Instituto de Investigación Italiano para el Urbanismo, Universidad de Sevilla, Politécnica de Madrid, Politécnico de Monterrey, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Laguna, entre otras.
Los temas más importantes que se trataron en el taller fueron: edificios de salud, conexión urbana, configuraciones espaciales, hospitales, vivienda, el camino y las industrias de agua, las calzadas e hitos urbanos, espacios públicos, casas quintas, entre otros.
Todos los actores del proceso de producción, incluyendo los destinatarios, deberían tener un espacio propio, tanto en el debate que precede a la formulación del problema como en la toma de decisión inherente a la selección de la respuesta, lo que debería otorgarle mayor responsabilidad en el resultado final. Es por ello que uno de los objetivos del Taller de Cerro fue reunir las condiciones para reducir al máximo la distancia entre la teoría y la práctica, creando en el municipio una operación de rehabilitación global del hábitat.
La evaluación de los resultados
La formación siempre se evaluó sobre la base de un trabajo final escrito, gráfico y oral. Los trabajos de los participantes por lo general fueron presentados por los participantes de cada grupo, a un jurado de evaluación formado por los docentes responsables del Taller, los profesores de las facultades de La Habana y de París, las autoridades del Municipio, los miembros de los organismos de la planificación, las personalidades de la profesión y los habitantes.
Cada año entre los miembros del equipo docente evaluaron el trabajo del Taller de los años precedentes. Los aspectos a evaluar fueron aquellos que participaron a la constitución de un método de trabajo pertinente, a saber:
¿Cómo el contexto ha integrado el proyecto?
¿Qué aspectos de él se han tomado en consideración para proyectar?
¿Qué espacio se ha reservado en el proyecto a la problemática social?
El realismo sociocultural de los proyectos.
La coherencia entre el programa propuesto y los proyectos.
La pertinencia del método con respecto al contexto, al programa y a los objetivos de proyecto. Las potencialidades del método empleado y sus posibilidades de generalización.
El espacio reservado a la toma de decisión por los habitantes.
La calidad y la claridad de la presentación.
El realismo y la factibilidad de los proyectos.
El contexto del ejercicio profesional, no es homogéneo en todos los municipios habaneros y franceses, pero todos tienen en común ciertos rasgos que son la consecuencia de la descentralización municipal, de las dimensiones de los territorios municipales, de la relación que los funcionarios municipales establecen, en la práctica profesional con la vida cotidiana de los habitantes. La formación respondió reuniendo los profesionales, asociando los políticos a las actividades del taller como actores de lo urbano y también los habitantes.
El Taller ha sido innovador a niveles muy diferentes:
Puso en presencia diferentes categorías de actores: profesionales, universitarios, políticos, administradores, habitantes, con un objetivo común: la formación.
Los beneficios de esta confrontación o al menos de esta proximidad, no están reservados a una u otra categoría de actores en particular.
La formación no fue únicamente profesional; implicó activamente los participantes en la búsqueda del conocimiento: aprender a aprender.
Los alumnos y los profesionales recibieron los beneficios de la formación en la medida en que compartieron el tiempo y el espacio de un grupo de concepción: aprender trabajando juntos.
Metodológicamente la formación propone en el campo de los estudios urbanos, formas originales, y ciertas alternativas, de abordar y de tratar los problemas inherentes a la producción de la ciudad que se pueden calificar abiertas, iterativas, globales, participativas, interdisciplinarias e intersectoriales.
El objetivo fue el de trabajar en condiciones reales de producción, participando en el Programa de Rehabilitación Integral del municipio: formación-acción.
Participar en la asistencia técnica de los habitantes, en el proceso de autorehabilitación-formación de las viviendas, (talleres-escuela).
El impacto del Taller en el medio institucional cubano puede estimarse positivo por el apoyo que cada año le ofrecieron a los organismos responsables de la planificación, a través de los conferencistas, apoyo técnico y logístico, puestos generosamente a disposición del taller y sin los cuales este no hubiera podido funcionar. También es importante destacar el interés de las autoridades del Poder Popular del Municipio de Cerro.
Caso de estudio: Sexto Taller del Cerro
Se desarrolló en noviembre del 2005 y contó con 27 participantes, siete profesores (dos franceses y cinco cubanos), ocho profesionales (dos franceses y seis cubanos), nueve estudiantes de pregrado (dos franceses y siete cubanos) y tres profesionales con calidad de invitados (un extranjero y dos cubanos). El trabajo se organizó en dos fases y contó con cuatro equipos.
Los objetivos generales fueron:
Abundar en el conocimiento de la localidad.
Lograr que el Taller del Cerro sea al mismo tiempo lugar de formación y de reciclaje e instancia de producción de ideas y propuestas que puedan ser usadas para el proceso de transformación del barrio.
En la primera etapa se propusieron analizar las configuraciones espaciales, usos y modos de ocupación actuales del sistema viario de más de 4 km. que constituyen la Calzada del Monte y la Calzada del Cerro.
En la primera etapa se describieron y analizaron las disposiciones físicas del espacio público y sus relaciones con los espacios que han sido apropiados por los habitantes, y las transiciones que se establecen a partir de los portales; se analizó la forma y dimensiones de las calzadas, diferentes escalas del vacío inducido por la relación de sus anchos y la altura de los edificios de sendos flancos, las disposiciones particulares de los tejidos urbanos y los tipos arquitectónicos establecidos a ambas partes de la vía; el análisis se realizo sobre los usos y las funcionalidades, tanto del espacio público (calzadas, zonas verdes, portales) como del espacio privado, (nivel de la calzada, patios, jardines, etc.). Los edificios destinados a servicios colectivos, así como los elementos patrimoniales fueron identificados y analizados esencialmente bajo el aspecto de sus relaciones con el espacio público de las Calzadas. Se identificaron los edificios que adquirían un valor adicional en relación con su importancia para la imagen urbana del lugar y los subconjuntos de importancia dentro del conjunto mayor. También fueron analizadas las estructuras verdes y paisajísticas externas e internas a las manzanas.
El trabajo analítico permitió llegar a un diagnóstico que puso en evidencia las calidades del espacio de las Calzadas, su coherencia general y su situación estratégica en la organización de la forma urbana de El Cerro, además de los fenómenos de degrado y de desvalorización que lo afectan.
El trabajo de esta primera fase constituyó un paso previo indispensable al proyecto de recalificación global de las Calzadas y de sus entornos inmediatos.
En la Segunda Etapa se propusieron concluir los criterios generales para abordar el proyecto por tramos de la calzada del Cerro y elaborar propuestas de revalorización y mejoramiento de los espacios públicos de la Calzada del Cerro entre el cruce de las calles Tejas y Ayuntamiento.
En los métodos de análisis se elaboraron documentos gráficos a escala 1/500, completados eventualmente al 1/200, planos, perfiles longitudinales y transversales, imágenes perspectivas, representaciones en volumen, una maqueta etc. acompañadas de comentarios y de textos necesarios a la comprensión del proyecto.
La Calzada del Cerro tiene su origen en la Calzada Máximo Gómez (Monte) y sigue un trazado que continua hasta la Avenida 51, es actualmente la única vía que atraviesa la Ciudad aproximadamente por su centro geográfico y la divide en dos partes, la zona norte y la sur durante todo su trazado, tal como se muestra en la figura 4.
Como resultado del análisis realizado, de las características de esta vía dentro de la Ciudad de La Habana y del alto valor patrimonial de la mayor parte de las edificaciones que enfrentan a la calzada se propusieron varias medidas.
Se hicieron propuestas de las cuales algunas pueden ser asumidas en plazos más cortos y otras, como las referidas a los cambios viales de la calzada, el plazo puede ser más largo, pero todas han tenido en cuenta el carácter social del territorio, su importancia en el corazón geográfico de la ciudad y lo frágil de un patrimonio cultural construido que encierra las claves del desarrollo de una arquitectura que en el siglo XIX comenzó aquí, propiamente a ser cubana. (Figura 5)
Como conclusión, en el 6to.Taller del Cerro fue una regla entender antes que proyectar, por eso fue necesario partir de una visión general que hizo estudiar al inicio Monte y la Calzada de El Cerro, su continuidad, para luego profundizar en el análisis específico de la Calzada de El Cerro. Se fue de la ciudad histórica al barrio histórico.
Se propuso por primera vez una solución vial para la Calzada, como vía principal de la Ciudad. También se elaboraron soluciones puntuales concebidas desde una visión general y singular, lo que permitió que los proyectos contribuyeran al sueño final: la rehabilitación del Cerro. [10] (figuras 6 a y b); Figura 7 a y b; y Figura 8 a, b y c.
CONCLUSIONES
Los talleres internacionales por lo general constituyen laboratorios para confrontar diferentes modelos curriculares, métodos y estilos de estudios, habilidades de la profesión en lo que respecta al análisis, a la síntesis gráfica y oral de los conceptos, a los niveles y formas de presentación para comunicar ideas. Permiten comparar y evaluar objetivamente la enseñanza de la profesión desde lo instructivo y lo educativo e incorporar elementos que favorezcan el desarrollo de competencias. Otro de sus aportes principales lo constituye sin lugar a dudas la amistad, la solidaridad y las relaciones humanas que se establecen y que trascienden los espacios y las fronteras geográficas.
El enfoque transdisciplinario en la formación y en la investigación científica en la arquitectura tiene un carácter natural, pero los modos de hacer a lo largo de la historia fundamentan el poder establecerlo de modo consciente en el proceso de enseñanza aprendizaje, en combinación con los resultados científicos de las investigaciones. El rol jugado por los diferentes actores en el taller del Cerro, de conjunto con la participación de las autoridades locales y fundamentalmente la población, propició una confrontación beneficiosa de manera que en cada propuesta tuviera la validación política, técnica y social, previstas en el plan de rehabilitación integral del barrio.
La experiencia del Taller ha demostrado cómo desde la universidad, se pueden integrar los tres procesos sustantivos de la enseñanza superior (formación, investigación y extensión universitaria) a través de un ejercicio académico que impacte favorablemente en la ciudad y su población de manera consciente, participativa y dinámica.
Notas
1 Pastrana Raúl, Portero Ada. "Taller del Cerro". UNESCO, Programa MOST. Red de Profesionales de la Ciudad. Sao Paulo. FAUUSPI. 2009. ISBN 978-85-88126-77-0.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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4. CASANAVE, Joiselen y RUEDA, Luis. "Experiences towards metacognitive transdisciplinary approach in training and scientific research in the career of architecture". En: 1st International Conference Red Alfa ADU 20_20. Lima: Universidad Católica del Perú, 2012.
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8. PASTRANA, R. "Taller Internacional de Estudios Urbanos del Cerro, La Habana, Cuba". En: Taller del Cerro. Sao Paulo: UNESCO, Programa MOST. Red de Profesionales de la Ciudad. FAUUSPI, 2009.
9. PASTRANA, R. E., PORTERO, A. Taller del Cerro. Sao Paulo: UNESCO, Programa MOST. Red de Profesionales de la Ciudad. FAUUSPI, 2009.
10. CHATELOIN, F.; PLANOS, R. E.; PORTERO, A. Informe final del 6to taller del Cerro. La Habana: Facultad de Arquitectura, ISPJAE, 2006.
Recibido: 10 de enero de 2014.
Aprobado: 23 de septiembre de 2014.
Luis Alberto Rueda Guzmán. Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría. Facultad de Arquitectura. La Habana, Cuba. Correo electrónico: rueda@tesla.cujae.edu.cu