INTRODUCCIÓN
La impactación fecal, se caracteriza por la presencia de grandes masas de heces compactas, en el recto o colon, que no pueden ser evacuadas.1,2,3 Es un problema más común en edades extremas y otros grupos de riesgo como los enfermos psiquiátricos,2,4,5 individuos con constipación crónica y grave trastornos funcionales del aparato digestivo,5 consumo de algunos fármacos6 y la ingestión de semillas y residuos vegetales (fitobezoares).7 La ingestión de semillas forma parte importante de la dieta en muchos países africanos.7,8 Se reportan bezoares de semillas de girasol,7 cactus de pera espinosa,9 sésamo, calabaza10 y melón o sandía.9
El maboqueiro (Strychnos spinosa Lam),11 es un árbol autóctono de África tropical y subtropical; crece entre 1 y 9 metros y produce un fruto conocido como maboque o maboque. El fruto es agridulce, jugoso y de corteza dura; contiene numerosas semillas de color castaño claro,12 de un tamaño aproximado de 10 ( 7 mm, aplanadas como pétalos y de punta filosa, rodeadas por una masa carnosa y comestible. Se describen propiedades nutricionales13 y medicinales en la cultura tradicional.14
La impactación fecal es causa de morbilidad y disminución de la calidad de vida.3,4 Si no se reconoce precozmente puede provocar la formación de fecalitos,15 pero también se ha reportado perforación sigmoidea, apendicitis aguda, megacolon idiopático o de oclusión intestinal. En estos casos se enuncia como causa, por la coexistencia como única causa probable.16,17
En 2010 fue introducida en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CID).18 En una revisión sistemática, centrada en las complicaciones,4 concluyen que pueden ser fatales.4
El objetivo de esta es describir las particularidades del diagnóstico y tratamiento en un paciente con impactación fecal por la ingestión de semillas de maboque.
CASO CLÍNICO
Varón de 12 años, de Angola, que una semana antes de solicitar atención médica, ingirió una cantidad significativa de maboque con sus semillas. Fue llevado al centro de urgencias, porque no conseguía defecar en los últimos 2 días, se quejaba de cólicos abdominales y dolor anal intenso. Además, pérdida del apetito y no expulsaba gases por el recto. No tenía náuseas ni vómitos.
Al examen físico se constata taquicardia, abdomen ligeramente distendido, sin reacción peritoneal ni dolor a la palpación. Ocasionalmente presentaba cólicos abdominales, con los ruidos hidroaéreos aumentados. A la exploración rectal se constata una masa fecal que ocupa el recto, de consistencia pétrea y con puntas filosas que sobresalen y desgarran la mucosa rectal y el guante del examinador e impiden una buena exploración o extracción (Fig. 1).
Al no conseguir la extracción de la masa fecal, se decide ingreso, suspensión de la vía oral y se inicia hidratación parenteral con solución salina al 0,9 %. Fue llevado al salón de urgencias, se aplicó sedación anestésica general y por vía anal, con el auxilio de una valva anal y una pinza hemostática de Kocher, se fragmentan y extraen las semillas.
Posteriormente en la sala, el paciente se mantiene asintomático y luego de 24 horas, con las constantes biofísicas dentro de parámetros normales, la exploración ano-rectal y abdominal sin alteraciones, se da alta, con seguimiento en consulta externa.
La evolución posterior fue satisfactoria. Al alta médica se dieron recomendaciones higiénico-sanitarias al paciente y sus familiares. Se hizo hincapié en la importancia de no ingerir sustancias no digeribles, como semillas, especialmente las de gran tamaño, como el maboque.
COMENTARIOS
La ingestión de los frutos de maboque es un hábito alimentario común en la región africana, incluyendo sus semillas. Los bezoares y la impactación fecal por esta causa, no se consideran un problema de salud y se reportan pocos casos o no se publican series de casos sobre esta afección.
La ausencia de reportes, puede deberse también a la falta de cobertura de asistencia médica especializada y por tanto de investigaciones publicadas. Es importante señalar que las características de las semillas de esta fruta, gran tamaño, con uno de sus extremos puntiagudo, dificulta su remoción manual y favorece la aparición de complicaciones.
Para el diagnóstico es necesario el antecedente de la ingestión del fruto, realizar un exhaustivo examen físico de las regiones abdominales, ano-rectal y finalmente, la extracción de la masa fecal.