INTRODUCCIÓN
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune, inflamatoria, desmielinizante, crónica, del sistema nervioso central, en la cual, principalmente la sustancia blanca se ve afectada por la aparición de infiltrado inflamatorio que causa destrucción de la mielina, con lesiones múltiples en placas. La EM afecta preferentemente a la población joven. Es la enfermedad desmielinizante del sistema nervioso central más frecuente y supone la primera causa de discapacidad no traumática en adultos jóvenes. Afecta de forma significativa la calidad de vida de los pacientes, con alteraciones físicas, sociales y emocionales.1,2
En su desarrollo influyen factores genéticos y geográfico-ambientales. La enfermedad puede evolucionar de distintas formas, la más frecuente incluye brotes y períodos de estabilidad, aunque en muchos casos llega a desarrollarse de forma progresiva y continuada.3
Según el atlas mundial de la EM, afecta a 2,3 millones de personas en el mundo. La prevalencia es más elevada en países desarrollados y en personas del sexo femenino. Generalmente inicia entre los 20 y 40 años de edad; pero se pueden encontrar casos en las edades extremas de la vida. Tiene una distribución geográfica particular, ya que aumenta en las latitudes más altas. Escandinavia, Canadá o Nueva Zelanda son zonas de elevada prevalencia de este enfermedad.3) Aunque nuevos estudios parecen mostrar que el efecto de la latitud está desapareciendo. La relación con los movimientos migratorios también es importante, ya que parece que los individuos que migran de una zona de bajo riesgo a una de alto, incrementan la probabilidad de desarrollar la enfermedad.3
Actualmente 1 de cada 3 000 personas vive con la enfermedad. La prevalencia global es de 36 por cada 100 000 habitantes. En el continente americano se destaca una tendencia ascendente y los diagnósticos se han duplicado; según el atlas mundial de EM existen 118 personas por cada 100 000 habitantes que padecen la enfermedad. Argentina y EE. UU. son las naciones con mayor número de afectados. (4) En Cuba, el primer caso publicado de EM, lo notificó Estrada5 en 1965 y la primera serie de casos la describen Cabrera y otros (6en 1975. Existen además, otros estudios provinciales y regionales sobre EM.7,8
La población atendida por el Hospital Clínico Quirúrgico Docente “Celia Sánchez Manduley” incluye los municipios de la región del Golfo del Guacanayabo en la provincia Granma, Cuba (Manzanillo, Yara, Bartolomé Masó, Media Luna, Niquero, Pilón y Campechuela). Este hospital, ubicado en Manzanillo, cuenta con un registro de pacientes atendidos por EM, que no ha sido estudiado en cuanto a las características clínicas.
El objetivo de este trabajo es caracterizar, desde el punto de vista clínico a los pacientes con diagnóstico de esclerosis múltiple.
MÉTODOS
Diseño
Se realizó un estudio observacional descriptivo de corte transversal, en el servicio de neurología del Hospital Clínico Quirúrgico Docente “Celia Sánchez Manduley” de Manzanillo, Granma, Cuba.
Sujetos
Se estudió una serie de casos conformada por 40 pacientes con diagnóstico de esclerosis múltiple. Son todos los atendidos en el período comprendido de enero desde el año 2019 hasta diciembre de 2020.
Variables
Edad (agrupada en 20 a 29 años, 30 a 39 años y 40 años o más).
Sexo.
Comorbilidad (hipertensión arterial, asma bronquial, diabetes mellitus, hipertiroidismo y depresión).
Síntomas iniciales9 (motores, sensitivos, visuales, cognitivos, cerebelosos y del tallo cerebral).
Formas clínicas9) (primaria progresiva, secundaria progresiva y remitente recurrente).
Grado de discapacidad10 (mínima, moderada y grave).
Procedimientos y procesamiento
La información se obtuvo a través de la revisión de las historias clínicas. Todos los datos fueron registrados manualmente en un formulario que sirvió de soporte para la preparación de una hoja de cálculos en Excel. Fueron revisados para detectar errores, omisiones y luego procesados automáticamente para generar tablas de frecuencias.
Aspectos bioéticos
La investigación siguió los principios éticos establecidos en la Declaración de Helsinki. Se respetó el anonimato de los datos y la confidencialidad de los resultados individuales. La investigación fue avalada por el Comité de Ética del Hospital Clínico Quirúrgico Docente “Celia Sánchez Manduley”.
RESULTADOS
Al analizar la distribución por grupos de edades (tabla 1), predominaron los pacientes con edades comprendidas entre 30 y 39 años (57,5 %). Los pacientes del sexo femenino representaron 58,8 %.
Dentro de las comorbilidades encontradas (tabla 2), 27,5 % sufre de hipertensión arterial, seguida por la depresión, con 25,0 %.
n | % | |
---|---|---|
Hipertensión arterial | 11 | 27,5 |
Depresión | 10 | 25,0 |
Hipertiroidismo | 6 | 15,0 |
Diabetes mellitus | 4 | 10,0 |
Asma bronquial | 3 | 7,5 |
Con respecto a los síntomas iniciales (tabla 3), 85,5 % presentó manifestaciones motoras, seguidos de las manifestaciones sensitivas, con 37,5 %.
n | % | |
---|---|---|
Motoras | 35 | 85,5 |
Sensitivos | 15 | 37,5 |
Visuales | 9 | 22,5 |
Cerebelosos | 7 | 17,5 |
Tallo cerebral | 2 | 5,0 |
Cognitivos | 1 | 2,5 |
La tabla 4 muestra la distribución de los pacientes con esclerosis múltiple según las formas clínicas. La forma remitente recurrente fue la más frecuente, con 87,5 % del total de pacientes. La forma clínica primaria progresiva representó 7,5 %.
n | % | |
---|---|---|
Remitente recurrente | 35 | 87,5 |
Primaria progresiva | 3 | 7,5 |
Secundaria progresiva | 2 | 5 |
Total | 40 | 100 |
La tabla 5 describe el grado de discapacidad: 47,5 % de los pacientes presentaron un grado mínimo de discapacidad.
DISCUSIÓN
Los estudios sobre las características clínicas de la esclerosis múltiple en Cuba se han realizado con protocolos similares a los de esta investigación. Los datos demográficos encontrados en la presente serie, también son semejantes a los de otros estudios realizados en el ámbito nacional y regional, que se contrastan a continuación. Los resultados en cuanto al predominio del sexo femenino, coinciden con los de Hernández-Valero y otros,11 en uno de los mayores estudios comparativos, sobre esclerosis múltiple en varias regiones de Cuba.
En el mundo existe consenso sobre la edad de comienzo de la esclerosis múltiple, ya que las 2 terceras partes de los casos comienzan entre los 20 y 40 años de edad.4 Este resultado es similar a otros estudios realizados en Cuba y Latinoamérica.4,12,13,14,15
Asimismo, Rojas-Huerto y otros13 reporta una edad promedio de inicio de la enfermedad de 36,2 años y son mujeres 51,7 %. Correa y otros14 reportan en Ecuador baja prevalencia de la enfermedad; el sexo femenino y la población joven son los más afectados. En una investigación realizada en Perú, por Delgado-Cabrera y otros15 muestran en los afectados una edad media de 44 años.
Las comorbilidades tienen un impacto importante en la historia natural, el cuidado de los pacientes y se asocian a disminución de la calidad de vida y discapacidad a largo plazo.16,17,18 Los resultados de la presente investigación coinciden con la bibliografía consultada,16) pues comorbilidades como depresión, ansiedad, hipertensión, son las de mayor prevalencia. También se ajusta con lo encontrado por Cárdenas-Roblejo y otros,17 que en su estudio reportan como comorbilidades más frecuentes, la hipertensión y la depresión.
Con relación a las manifestaciones clínicas predominantes al inicio de la enfermedad, coincide con lo encontrado por Rojas-Huerto y otros13 y otro estudio realizado en la provincia de Villa Clara,19 en el que las manifestaciones más frecuentes fueron las motoras, seguidas de las sensitivas. Hernández-Valero y otros,11 plantean que los síntomas de inicio más frecuente son visuales (26 %), motores (22 %) y sensoriales (22 %). A pesar de que los síntomas visuales no figuraron con mayor frecuencia en el presente estudio; sí representaron un por ciento similar.
El mayor reporte de manifestaciones motoras, pudiera estar relacionado en parte, con la mayor discapacidad que generan, lo cual permite su permanencia de manera parcial o total durante el tiempo de evolución. Al mismo tiempo, las características clínicas de la EM en Latinoamérica, región multiétnica, multicultural, pudieran estar influenciadas de manera crucial por factores medioambientales y genéticos.
Con relación a las formas clínicas, se encontró que la remitente recurrente fue la más frecuente, al igual que en el estudio de prevalencia en la ciudad de Cuenca, Ecuador,12 así como en un estudio poblacional realizado por Vázquez- Céspedes y otros14 en Costa Rica. Le siguió la forma secundaria progresiva y la primaria progresiva.
En Cuba, un estudio de Hernández-Valero y otros11 informa que corresponden a la forma clínica recurrente remitente, en occidente 74 %; en el centro 53,4 % y 74 % en oriente. Se destaca que en el oriente y en el centro la segunda forma más frecuente fue la primaria progresiva (16 % y 29 % respectivamente).
Se conoce que la geografía influye en la esclerosis múltiple y que existen diferencias demográficas.20 En el caso de Cuba, sin embargo, las modificaciones geográficas de oriente a occidente asociadas a un cambio de patrón pueden ser discutibles.
En algunas poblaciones de Latinoamérica en las cuales se han realizado estudios similares, se reportan grados de discapacidad mínima al momento del diagnóstico.14,19
La combinación entre los factores que afectan el sistema inmune, factores geográficos y genética individual podría influir en cómo se desarrolla la EM y cómo responde al tratamiento.20 Se señalan factores de mal pronóstico para la progresión de la discapacidad, entre ellos se encuentran mayor edad, no debutar la enfermedad y la esclerosis múltiple primaria progresiva como forma clínica.1
En los pacientes de esta investigación la edad de comienzo estuvo con mayor frecuencia por debajo de los 40 años. La forma primaria progresiva no fue la más frecuente. Los autores consideran que, apoyados en lo expresado anteriormente relacionado con los factores de mal pronóstico, unido a un diagnóstico precoz de la enfermedad y la rápida instauración de tratamientos modificadores, se pudiera explicar la discapacidad mínima presentada, aunque serían necesarios estudios analíticos para demostrarlo.
La principal limitación de este estudio es su carácter descriptivo. También se señala que se realizó en un ámbito asistencial territorial, que no necesariamente representa la epidemiología de la enfermedad en la provincia, el país o la región.
Se concluye que en los pacientes estudiados las manifestaciones motoras son los síntomas iniciales más frecuentes, así como la forma clínica recurrente remitente y el grado de discapacidad mínima. Los pacientes son fundamentalmente del sexo femenino, en la cuarta década de la vida.