Introducción
La cirugía de catarata es considerada el procedimiento quirúrgico más común en países desarrollados y uno de los más costo-efectivos disponibles a nivel mundial, incluyendo a países de moderados y bajos ingresos.1,2
El desarrollo tecnológico ha permitido reducir los riesgos al realizar este tipo de intervención quirúrgica. Sin embargo, los procesos complejos que se involucran en ella pueden ocasionar fallos en los sistemas que conlleven a daños al paciente. La seguridad del paciente quirúrgico oftalmológico ha sido motivo de preocupación en los últimos años. El 2019 la OMS hace un llamado para que los estados miembros se comprometan a priorizar la seguridad del paciente y adopten medidas para prevenir los posibles daños de la atención sanitaria.3
La práctica oftalmológica se ha convertido en una de las principales fuentes de litigios judiciales relacionados con la salud en algunos países desarrollados y dentro de ella la cirugía de catarata ocupa generalmente la posición cimera.4 Este hecho evidencia las insatisfacciones de muchas personas que fueron sometidas a este tipo de intervención detrás de las cuales, en muchos casos, existieron errores en el desempeño sanitario.
Resulta necesario incrementar la cultura de seguridad entre los trabajadores de la salud, como forma de reducir la comisión de errores y elevar la calidad asistencial. Para ello, es imprescindible estudiar los eventos adversos relacionados con la práctica médica.5
La primera revisión sobre seguridad del paciente (SP) en la cirugía de catarata fue publicada por Kelly y Astbury en el año 2006.6 En ella se analizaron varios incidentes de seguridad del paciente (ISP) y se reconoció el subregistro de estos. La revisión, aunque fue abarcadora en sus propósitos, solo incluyó un número reducido de trabajos sobre la seguridad del paciente en la cirugía de catarata, publicados hasta ese momento.
Una búsqueda realizada en la base de datos Cochrane para revisiones sistemáticas no arrojó la existencia de alguna revisión de este tipo para ISP en cirugía de catarata. Esta investigación pretendió sistematizar el tema y tuvo como objetivos describir los ISP relacionados con la cirugía de catarata, identificar los métodos utilizados para su detección, así como los términos de seguridad del paciente empleados, determinar cómo se evalúa la severidad de los eventos adversos y cuáles son los resultados de tales eventos.
Métodos
Se realizó una revisión sistemática de artículos publicados hasta marzo de 2020 relacionados directamente con la seguridad del paciente durante el proceso de la cirugía de catarata. Se siguieron las directrices para la publicación de revisiones sistemáticas y metaanálisis: Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses (PRISMA).7
La búsqueda sistemática se efectuó en las bases de datos PubMed, Science Direct, Google académico, HONcode, y SciELO. Se utilizaron para la búsqueda en inglés los Medical Subject Headings (MeSH) de PubMed: Cataract extraction, patient safety, near misses, adverse events y medical errors. Para la búsqueda en español se emplearon los descriptores en ciencias de la salud (DeCS): extracción de catarata, seguridad del paciente y errores médicos. Otros términos libres como cataract surgery, cirugía de catarata, incidente y evento adverso también fueron utilizados. La búsqueda avanzada se limitó a artículos donde los MeSH, DeCS o términos libres aparecieran en el título, las palabras clave y el resumen. No hubo límites de tiempo. La revisión de referencias de artículos seleccionados permitió encontrar algunos artículos de interés que fueron agregados por búsqueda manual.
Se incluyeron artículos originales con datos primarios de incidencia o prevalencia de incidentes de SP o errores médicos relacionados con la cirugía de catarata publicados en idiomas inglés y español. Se excluyeron disertaciones, revisiones narrativas, cartas al editor, réplicas a los autores, artículos donde solo se disponía del resumen. Tampoco se incluyeron publicaciones sobre efectividad o eventos adversos de técnicas quirúrgicas específicas, tipos particulares de lentes intraoculares o medicamentos, ni estudios de catarata en edad pediátrica o en pacientes con alguna condición ocular o general predisponente.
Incidentes de seguridad del paciente relacionados con la cirugía de catarata
La evaluación de la calidad metodológica de los estudios incluidos en esta revisión se realizó acorde con Study Quality Assessment Tool del National Institute of Health para estudios observacionales de cohorte y transversales, así como la versión para series de casos.8
La extracción de datos se realizó tomando en cuenta los objetivos de la investigación. En el caso de los cuasiincidentes y los eventos adversos fue necesario agrupar algunos datos en categorías comunes para tratar de unificar diferencias en la forma de reportarlos por algunos autores.
La búsqueda avanzada en las bases de datos tomando en cuenta la aparición de los descriptores o términos libres en el título, resumen o palabras claves permitió identificar un total de 738 artículos. Al excluir 531 entradas irrelevantes y duplicados por la lectura de títulos y resúmenes quedaron 207, de los cuales se descartaron 135 artículos por no coincidir con los criterios de inclusión. Posteriormente, los autores revisaron el texto completo de 72 artículos y excluyeron 53 por no adecuarse a los objetivos de la revisión. Un total de 19 artículos quedaron seleccionados a los que se añadieron manualmente otros 3 artículos al revisar las referencias de artículos elegidos. Finalmente, 22 artículos fueron incluidos en la revisión sistemática.
El cuadro 1 muestra las características generales de los 22 artículos seleccionados.1,9 Todos fueron publicados entre 1999 y 2020. Tres de ellos describen la frecuencia de near misses (cuasiincidentes), mientras en 18 aparece la frecuencia de eventos adversos y en uno se incluyen ambos términos de seguridad del paciente. Con excepción del trabajo realizado en India,10 todos pertenecen a investigaciones efectuadas en países desarrollados: siete del Reino Unido,15,16,19,22,24,26,27 siete de Estados Unidos de América,1,9,10,11,18,20,23,29 uno realizado de manera conjunta en Estados Unidos de América y Canadá.28 El resto pertenece a Korea,12 Singapur,13Austria,14 Holanda,17 Italia21 y Alemania.25
El diseño de las investigaciones publicadas corresponde a 11 series de casos,1,10,11,12,15,18,19,23,26,27,29 siete estudios de cohorte9,17,20,21,22,25,28 y otras tres declaradas de tipo observacional prospectivo.14,16,24 En una de ellas se utilizó un diseño mixto.13
No todos los artículos coinciden en el campo de investigación. Aunque todos tienen relación con la seguridad del paciente en la cirugía de catarata, tres de ellos amplían su campo a otros procedimientos oftalmológicos.9,14,23) Diez investigaciones se dirigen al perioperatorio de este tipo de intervención,1,10-12,17,20,22,26,27,29 cinco se restringen a la anestesia en la cirugía de catarata,16,21,23,24,28 y cuatro se limitan al estudio específico de algún evento adverso como el implante errado de lente intraocular,13,15,19 o la retención de fragmentos cristalinianos.18
Los métodos para detectar incidentes de seguridad relacionados con la cirugía de catarata fueron el análisis de reclamaciones y demandas judiciales en nueve investigaciones, de las cuales cinco correspondieron a compañías aseguradoras9,18,20,23,29 y cuatro a demandas por mala práctica;11,12,22,27 los reportes de incidentes y/o eventos adversos en seis estudios,9,11,15,16,19,23) en cuatro de las cuales, este método fue combinado con algún otro.9,11,15,16 La observación directa permitió la detección en cuatro de ellas.10,14,21,26 Los otros métodos empleados fueron las encuestas postales16,24 y otros registros o bases de datos.1,25,28
Los términos relacionados con la seguridad del paciente aparecen en todos los artículos con excepción del más antiguo de ellos.29 El más común de estos términos resultó: eventos adversos, señalado en 13 artículos.1,11,16-22,24-26,28 El siguiente término en orden de frecuencia fue: errores, mencionado en 10 estudios.9,11,13,15,18,19,22,23,27,28 El tercer lugar fue ocupado por: incidentes, mencionado en cinco publicaciones11,13,15,17,19 y near misses señalado con la misma frecuencia.10,13,14,19,26 Luego aparecen: never event,9,15,19 confusión quirúrgica,9,23 fallos,15,19 y mala práctica.18,22
El cuadro 2 expone los cuasiincidentes reportados en los cuatro artículos10,13,14,26 que investigaron este tipo de incidente. La mayor parte de estos se reportan en el preoperatorio. Los errores biométricos y/o en la planificación del lente intraocular (LIO) fueron los más frecuentes (n꞊237). Loh y otros13 reportaron un total de 185 incidentes de este tipo durante todo el estudio, con una reducción de la tasa después de aplicar el Systems Engineering Initiative for Patient Safety. Weingessel y otros14 registraron 52 casos de este tipo de cuasiincidente, sin embargo los más frecuentes en su investigación fueron los errores u omisiones en la documentación clínica del paciente (n꞊135). El resto de los near misses tuvo una frecuencia mucho menor. Baranwal y otros10 y Mandal y otros26 señalaron los defectos en el instrumental quirúrgico en 21 casos como principal evento intraoperatorio de este tipo.
En el cuadro 3 se resumen los posibles incidentes con daño también conocidos como eventos adversos (EA), relacionados con la cirugía de catarata en las tres etapas del proceso quirúrgico: preoperatorio, transoperatorio y posoperatorio. El tipo de daño causado al paciente en la cirugía de catarata se presenta en la mayor parte de las investigaciones en términos de error o complicación quirúrgica1,11,12,17,20,22,27,29) y error o complicación anestésica.9,11,16,17,21,22,23,24,25,27,28
Solo Ali y Little22 reportaron en su estudio de demandas por mala práctica en la cirugía de catarata, eventos relacionados con la evaluación preoperatoria (n꞊13). De estos, cuatro corresponden a demandas por demora en el tratamiento, tres a operaciones no indicadas y seis a consentimiento inadecuado.
El mayor número de eventos adversos en estas intervenciones se evidencia durante la estancia del paciente en el quirófano. Los EA sistémicos relacionados con la anestesia resultan muy frecuentes en algunos estudios. Las cifras más elevadas corresponden a los artículos de Stupp y otros25 (n꞊1577), Katz y otros28 (n꞊1294) y Basta y otros21 (n꞊461) cuyas investigaciones fueron dirigidas a este tipo de evento en particular. Los EA anestésicos sistémicos más comunes para todas las investigaciones fueron las alteraciones cardíacas (n꞊908) reportadas en cinco artículos16,21,24,25,28 y la hipertensión arterial (n꞊894) reflejada en tres.11,2,25).Las primeras fueron desde modificaciones de la frecuencia cardíaca como la taquicardia, reportada en varios trabajos, al infarto agudo del miocardio que resultó excepcional.
Entre los EA anestésicos que producen algún tipo de lesión al globo ocular u otras estructuras intraorbitarias (locales), la frecuencia resultó menor (n꞊74). Los más frecuentes y graves fueron las penetraciones o perforaciones del globo ocular (n꞊46) reportadas en cuatro artículos.11,16,24,27Ali y Little22) también reportaron ocho eventos anestésicos locales y aunque incluyeron perforaciones del globo ocular no definieron la cantidad exacta de estos. Parikh y otros9) mencionan un EA de este tipo durante la anestesia, sin especificar si fue en cirugía de catarata. Incluyen además otros errores anestésicos (n꞊15).9) La anestesia aplicada al ojo incorrecto se efectuó en 19 pacientes.9,23
Los errores biométricos y en el poder del lente intraocular implantado durante la cirugía, constituyen el EA intraoperatorio más común en los artículos revisados (n꞊795), identificado en nueve estudios,9,11,13,15,19,22,23,27,29 seguidos en cantidad de casos por las complicaciones quirúrgicas diversas (n꞊177) reportadas en solo dos estudios,22,29 o específicas como la ruptura de cápsula posterior, con salida de vítreo o sin ella (n꞊175) descrita en tres investigaciones1,17,27) y la hemorragia supracoroidea (n꞊140) que aparece reportada en cinco artículos.12,20,22,27,29 En el posoperatorio varios EA graves resultan frecuentes, entre ellos el desprendimiento de retina (n꞊ 728) reportado en cinco estudios,1,12,20,22,29 la endoftalmitis (n꞊414) reportada en cuatro investigaciones12,20,22,27 y la luxación o retención de objetos o tejidos (n꞊123) en tres artículos.11,17,18
*Incluye otras cirugías oculares ~
Incluye errores biométricos y refractivos posoperatorios “
Incluye HTA
El grado de daño de los EA relacionados con la cirugía de catarata, está definido en pocos estudios (n꞊2). (9,23 Los autores se basan en la clasificación de Kwaan y otros30 con cuatro categorías: I daño temporal o insignificante, II daño temporal o menor, III daño ligero pero permanente y IV daño permanente. En las tres últimas categorías incluye elementos específicos para la oftalmología relacionados con el resultado refractivo y visual. En ambas investigaciones más de dos tercios tuvieron una severidad grado I y II. Steeples y otros15 señalan que la ausencia de daño (n꞊86) fue la categoría más común y que la base de las categorizaciones no estaba clara en la información reportada. Otros autores se refieren particularmente a EA severos para aquellos con potencial para afectar gravemente la visión.11,20
Los resultados de los eventos adversos relacionados con la cirugía de catarata aparecen reflejados de manera directa o indirecta en 17 de los 22 artículos revisados. Se distribuyen en categorías como: reintervenciones quirúrgicas,1,13,15,16,18,19,20,23,24 demandas e indemnizaciones,9,11,12,18,20,22,23,27,29 resultado visual pobre o insatisfactorio,11,12,16,18,22,24,27,29 hiper o hipocorrección refractiva postquirúrgica,13,15,23) hospitalización o rehospitalización del paciente,17,28) y síntomas oculares persistentes.12,27 La muerte (n꞊7) como resultado extremo del daño, se ha relacionado con la cirugía de catarata en tres de las investigaciones analizadas.12,24,28
La mayoría de los artículos incluidos en esta revisión sistemática fueron realizados en países desarrollados. Solo una de las investigaciones tuvo lugar en un país en desarrollo (India).10 La inseguridad relacionada con la atención sanitaria y su magnitud en países en desarrollo, es mucho menos conocida que en países desarrollados, donde este tema ha sido más investigado. La OMS reconoce que las limitaciones en recursos humanos y materiales de los países en desarrollo favorecen este serio problema.31
Los análisis de reclamaciones y demandas por mala práctica en oftalmología son frecuentes y la cirugía de catarata constituye la principal causa de litigio judicial dentro de la especialidad, con cerca de un tercio de los casos.4,16,27 No siempre una reclamación judicial constituye un incidente de seguridad del paciente. En ocasiones la inconformidad del paciente con los resultados de la cirugía, no tiene relación directa con el desempeño del personal sanitario.
Los registros o reportes de incidentes y eventos adversos constituyen una fuente importante de conocimientos sobre los mismos. Sin embargo hay elementos que limitan su alcance como el subregistro y la falta de tiempo, recursos o personal adiestrado para el registro adecuado.32
La observación directa constituye uno de los métodos más recomendados porque permite obtener información en el momento en que se realiza la atención a los pacientes. De esta manera se logran detectar errores u omisiones que quizás no fueron reflejados en otros medios como registros de incidentes o historias clínicas. En tres de los cuatro artículos que investigaron incidentes sin daño en la cirugía de catarata se utilizó este método.10,14,26 Este tipo de incidente no suele llegar al paciente y por tanto no se refleja con frecuencia en reportes u otro tipo de documento, de ahí la importancia de detectarlos en el momento en que se producen.
La Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente ha definido conceptos relativos a este tema y agrupó términos en una Clasificación Internacional para la Seguridad del Paciente (CISP), con el objetivo de normalizar y facilitar su descripción, comparación y seguimiento, así como el análisis e interpretación de la información.33
El anglicismo near misses, ha generado varias controversias por las diversas definiciones que de este término se han hecho. Algunas de estas definiciones excluyen los incidentes que no alcanzaron al paciente y otras los incluyen. Si el incidente alcanza al paciente sin dañarlo, se denomina incidente sin daño.34
Los eventos adversos o incidentes con daño son el término de seguridad más y mejor empleados en los artículos revisados. Son definidos en la CISP como incidentes que causan daño al paciente. El daño se relaciona con la alteración de estructura o función del organismo.34
En tres de los cuatro artículos que revelan la existencia de cuasiincidentes se utilizó la observación directa como método o fuente de detección exclusiva.10,14,26 En el otro artículo13 donde se incluye este tipo de incidente de seguridad, aunque se utilizó un reporte de incidentes para la serie retrospectiva, en la prospectiva se reconoce un incremento de este tipo de incidente en cierta semana donde se incrementó la vigilancia, por tanto también empleó este método aunque no fuera exclusivo.
Resulta llamativa la ausencia de reportes de incidentes sin daño en los artículos revisados. Los errores u omisiones en la atención a pacientes, que no tienen efectos o consecuencias en ellos suelen pasar inadvertidos para muchos, incluyendo en ocasiones a los responsables directos. Por otra parte, las quejas o litigios legales por esta causa son inexistentes y esto contribuye más al desconocimiento de este tipo de incidente, sus posibles causas y las estrategias para reducirlos o mitigarlos.
La frecuencia de ISP varía mucho dependiendo del diseño de la investigación, el universo de estudio y el tiempo asignado a la investigación o tenido en cuenta para la recogida de datos. Existe una gran variabilidad de estas condiciones en los trabajos incluidos en esta revisión, por esta razón la comparación de frecuencias entre ellos tiene un valor muy limitado.
El riesgo de eventos adversos está muy relacionado con la técnica anestésica empleada. Cada una de las formas anestésicas tiene sus ventajas e inconvenientes. La anestesia general es muy efectiva en sus propósitos de evitar dolor, ansiedad e incomodidad a los pacientes sin embargo es cada vez menos utilizada ante la efectividad y menores riesgos de otras formas anestésicas. La administración de anestesia por inyección peri o retro ocular implica el grave riesgo de penetrar o perforar el globo ocular y con ello se puede afectar definitivamente la visión del paciente.11,16,22,24 Las formas tópicas o intracamerales de anestesia resultaron efectivas y menos riesgosas en este sentido16,24,25 aunque pueden requerir la intervención del anestesiólogo sobre todo cuando se generan estados de agitación en el paciente21 o se usan adyuvantes intravenosos para reducir la ansiedad.28
El error en el implante de un LIO es reconocido como el EA más común en la cirugía de catarata.9,19,23 Diversas circunstancias de riesgo aparecen desde que se realiza la biometría para conocer el poder del lente que se necesita, hasta lograr el implante en el quirófano. Las omisiones de pasos esenciales del Protocolo Universal, los errores biométricos, de planificación, de transcripción de datos y la comunicación inadecuada entre los miembros del equipo, han sido relacionados con este tipo de evento.9,11,13,14,19,23,27
Las deficiencias en el desempeño humano (sobre todo errores cognitivos) han sido asociadas en más del 50 % de los casos, con la aparición de eventos adversos quirúrgicos de manera general.34
El error quirúrgico (paciente, sitio o implante errado) es ampliamente aceptado como evento adverso que no debería ocurrir nunca, por ser prevenible al aplicar estrategias como las listas de verificación, el Protocolo Universal y otras; sin embargo, las complicaciones quirúrgicas no siempre obedecen a errores y por tanto no son del todo evitables. Esta pudiera ser la razón por la que en algunos artículos revisados10,26 las complicaciones no se consideran eventos adversos.
Las complicaciones de la cirugía de catarata, al igual que las de otros procedimientos quirúrgicos, tienen origen multifactorial. Esto significa que ciertas condiciones predisponen más que otras a la aparición de complicaciones y por tanto en algunos pacientes está prevista su aparición.
Algunas frecuencias de EA o complicaciones específicas de la cirugía de catarata, reveladas en esta revisión pueden parecer contradictorias. Las frecuencias totales de desprendimiento de retina y de endoftalmitis resultaron muy superiores a las de ruptura de cápsula posterior (RCP) a pesar de que esta última es considerada como una de las complicaciones más frecuentes de estas operaciones. Estas diferencias están relacionadas con el campo y universo de estudio de cada investigación y no con su frecuencia real.
La severidad o grado del daño que genera un evento adverso refleja el impacto de este sobre el paciente. Stein y otros20) señalan la endoftalmitis, la hemorragia supracoroidea y el desprendimiento de retina como eventos adversos severos. Estas complicaciones quirúrgicas son reconocidas por su peligro potencial de afectar irremediablemente la visión, pero no siempre tienen consecuencias devastadoras.
Otro de los términos que denota gravedad en los eventos adversos es never event, que suele asociarse a incidentes graves que pudieron ser prevenidos y que no debían ocurrir si quienes prestan la atención sanitaria hubieran implementado las medidas de prevención disponibles.
Una revisión sistemática reciente que incluyó otras revisiones sistemáticas sobre eventos adversos, llegó a la conclusión que el 62 % de las publicaciones de este tipo no reportan los resultados de los eventos adversos.35 Resulta necesario prolongar en el tiempo el estudio de los ISP para llegar a conocer con más exactitud las secuelas e implicaciones de estos sobre el paciente y las instituciones.
Esta revisión sistemática tiene algunas limitaciones. Los artículos seleccionados resultaron muy heterogéneos en cuanto a diseño, metodología, objetivos, alcance y resultados. Estas diferencias limitan las posibilidades de establecer una adecuada comparación entre ellos, sobre todo al comparar la frecuencia de eventos adversos. El principal método de detección de eventos adversos en esta revisión fueron las reclamaciones al seguro y demandas judiciales, que no siempre se producen por incidentes de seguridad, aunque detrás de ellos la mayoría revela un error u omisión en la atención sanitaria.
El número de artículos sobre seguridad del paciente que revela incidentes o eventos adversos en cirugía de catarata es escaso, sobre todo en países en desarrollo. Hay variabilidad en el empleo y la clasificación de términos de seguridad del paciente. De los métodos de detección de ISP utilizados, la observación directa fue el único efectivo para detectar cuasiincidentes, que se descubren más en el preoperatorio. No se reportan los incidentes sin daño al paciente. Los eventos adversos relacionados con la cirugía de catarata se detectan fundamentalmente en el transoperatorio. La severidad del EA se vincula más, en algunos estudios, con el peligro potencial de dañar gravemente que con el impacto real en el paciente. Los resultados de los eventos adversos en la cirugía de catarata han sido insuficientemente reflejados en los estudios revisados, por lo que no se conoce todo el impacto de los incidentes de seguridad en los pacientes y las instituciones.