Introducción
El cáncer colorrectal es la tercera neoplasia más común, y la segunda causa de mortalidad por cáncer en los países desarrollados, se estima que en Estados Unidos de América uno de cada 17 individuos padecerá cáncer colorrectal a lo largo de su vida. La incidencia en los distintos países oscila desde los 0,5 casos/100 000 habitantes/año en la India hasta los 51,3 casos/100 000 habitantes/año en Nueva Zelanda.1
En Cuba la incidencia de cáncer de colon sin incluir el recto fue de 3002 pacientes en 2020 y ocupa el quinto lugar antecedido por el cáncer de pulmón, próstata y mama. Se ubica en tercera posición de mortalidad, precedido por las localizaciones de pulmón y próstata, en el hombre, y de pulmón y mama, en la mujer. Esta enfermedad ocasiona alrededor de 2548 muertes anuales, el 22,7 % del total de fallecimientos por cáncer en el país. En Cuba, los índices de pacientes con cáncer de colon y recto se incrementan cada año y es mayor el número de enfermos que requieren tratamiento quirúrgico por esta causa.2
En los últimos 15-20 años se han producido importantes avances en el tratamiento del cáncer colorrectal que han mejorado extraordinariamente el pronóstico de estos pacientes. Estos avances están en continua evolución y su conocimiento por parte de los especialistas implicados (cirujanos, oncólogos, gastroenterólogos, patólogos, etc.) es un factor pronóstico muy importante. El enfoque interdisciplinario en el manejo del cáncer de colon, permite vincular diferentes especialidades en las interconsultas y en el propio acto quirúrgico lo que redunda en la formulación de problemas de investigación que requieren para su solución el intercambio de conocimientos y tecnologías de una especialidad a otra. Es importante el trabajo interdisciplinario entre las especialidades quirúrgicas, clínicas y paraclínicas para lograr una mejor calidad en la atención de estos pacientes, ya que el paciente, la familia y cada uno de los integrantes del equipo de atención, ven, viven y sienten de cerca todo el proceso de diagnóstico, tratamiento, seguimiento de la enfermedad.3
Este modelo interdisciplinario en el ámbito oncológico ha permitido la vinculación entre diferentes disciplinas lo que consiente aportar soluciones para elevar la calidad de vida de los enfermos y proporciona una atención de excelencia. Esta filosofía del trabajo integrado se basa en la responsabilidad que tiene cada profesional de trabajar por la comunidad y los pacientes; en la solución de los problemas desde un punto de vista global; en la percepción del ser humano como unidad indivisible y en el convencimiento de que todo tratamiento debe darse en forma integrada.3,4
El cáncer de colon requiere de una atención integral desde todos los puntos de vista, biológica, psicológica y social. El objetivo de esta investigación fue explorar la evidencia científica sobre la colaboración interdisciplinar en el tratamiento del cáncer de colon.
Métodos
Se realizó una investigación de tipo sistemática, se consultaron fuentes primarias y secundarias de información a través de las bases de datos Web of Science, Lilacs, SciELO, Latindex, Elsevier, PubMed, Medline y Google Académico. Se utilizaron palabras clave, términos DeCs y MESH, en el período de búsqueda desde el 2015 hasta el 2021 de publicaciones actualizadas en inglés y español con el fin de proporcionar un análisis crítico de la evidencia científica del manejo interdisciplinario en el cáncer de colon. Los tipos de estudios seleccionados fueron guías, revisiones sistemáticas, metaanálisis y estudios observacionales. Se utilizó para la gestión de referencias un primer momento el paquete informático EndNote 20,1 y en un segundo momento, se realizó una revisión meticulosa y manual de los artículos consultados, con la aplicación de criterios de selección específicos, acorde al interés de la revisión. Se eliminaron los duplicados y aquellos que no se ajustaban al objetivo del estudio.
Desarrollo
Cuando se le informa al paciente sobre la sospecha o confirmación de un proceso anarcoproliferativo en colon, se obtiene un impacto emocional que trasciende la conmoción física e involucra aspectos personales, familiares y ambientales de la persona, lo que nos hace tener una mirada biopsicosocial del paciente. Se genera un clima afectivo complejo de cuestionamientos y cambios profundos en los diversos contextos donde se inserta el paciente. Ante una pérdida tan importante como lo es la salud y todo lo que eso implica, la persona experimenta la vivencia de un duelo oncológico y requiere una atención más especializada dirigida por un equipo interdisciplinario.5,6
En la actualidad, el manejo del cáncer colorrectal continúa siendo en algunos aspectos, controvertido y en otros heterogéneos. Ya no basta disponer de un solo profesional para atenderle, precisa de todo un equipo interdisciplinar: médicos de cabecera, cirujanos, oncólogos médicos y radioterápicos, patólogos, endocrinólogos, radiólogos, cuidados paliativos y un largo grupo de otros profesionales. Y decimos expresamente interdisciplinar y no multidisciplinar. Aunque a simple vista parezca lo mismo, no lo son. El término interdisciplinar se refiere a la interacción entre las distintas disciplinas o especialidades médicas, si hablamos de un equipo multidisciplinario este representa una evolución natural en la atención del cáncer, que se refleja en los avances realizados por diferentes disciplinas y profesiones, y el uso de múltiples modalidades de tratamiento y apoyo al paciente, pero con una interacción entre ellos puramente testimonial y esto ocurre con demasiada frecuencia.7
El detalle es importante, porque creemos que es una verdadera asignatura pendiente. El tratamiento y seguimiento del cáncer de colon desde el punto de vista interdisciplinar representa todo un reto en la Medicina del siglo xxi. Muchos autores describen que ese reto no es tal, porque ya existen las guías de práctica clínica o los protocolos de actuación médica en los que se acuerdan, de forma genérica, los pasos a seguir ante el diagnóstico de un cáncer. Como cualquier guía que se aprecie debe haber lugar para la flexibilidad y personalizar el tratamiento de cada enfermo en concreto, si no nos convertimos en “esclavos” del protocolo. Debemos saber adaptar el protocolo al enfermo y no al revés.4,8
Fernandes8 plantea que se debe hacer un verdadero esfuerzo en entendernos y comunicarnos mejor entre profesionales y dejar de mirarnos al ombligo para demostrar cual especialidad es mejor que las otras. Hay que buscar espacios para hablar como los comités de tumores, pero también para buscar otras formas de interacción igualmente válidas: teléfono, mensajes, correo electrónico, etc. Se puede, por supuesto, debatir de forma vehemente lo que cada uno cree que puede aportar de beneficio al paciente, la mejor estrategia y la mejor secuencia de tratamientos. Hemos de ayudarnos porque eso redundará en una mayor satisfacción en el trabajo y el paciente lo agradecerá. Es posible incluso que salgan a la luz varias estrategias con la misma validez terapéutica. En esos casos deben plantearse todas al paciente y que él pueda tener la libertad de elegir lo que en sus circunstancias puede ser mejor para él.
Paradójicamente, los hospitales modernos están divididos cada vez más en compartimentos con largos pasillos en los que muchas veces no es posible encontrarse y donde la falta de comunicación se hace patente. Se sabe que el engranaje es complicado, pero hay que intentar no poner palos a las ruedas y saber escuchar a todos, dada la necesidad de que el paciente en tratamiento oncológico cuente con el apoyo del personal interdisciplinario desde el inicio de su terapia y poder garantizar así un acompañamiento permanente que le apunte a mejorar su calidad de vida, ofreciéndole una atención integral, oportuna y de calidad con mayor apoyo psicosocial y que se incorpore al paciente y la familia en las decisiones sobre el tratamiento.9
El equipo para la consulta interdisciplinaria de especialistas vinculados a la atención del paciente con cáncer de colón es bien amplio, dentro de ella están el cirujano oncólogo, el que se encarga de todos los procedimientos relacionados con la cirugía de los tumores, desde una muestra o biopsia, hasta una cirugía de mayor envergadura.9 El oncólogo clínico se encarga del estudio completo de pacientes sospechosos de cáncer, y en el caso de los confirmados, los orienta en el correcto tratamiento y las dosis precisas de los medicamentos anti-tumorales.10 El radiooncólogo (radioterapeuta) se encarga del tratamiento del cáncer mediante el uso de la radiación, para lo cual utiliza aparatos especializados.11 El patólogo se encarga de estudiar la enfermedad en todo su proceso o estado anormal del organismo, cambios clínicos, bioquímicos, funcionales en células, tejidos y órganos.11 La psiconcología es la rama de la psicología que funciona en un campo interdisciplinar entre la psicología y las ciencias biomédicas que se encarga de la prevención, diagnóstico, intervención, asesoramiento y acompañamiento de los pacientes afectados de cáncer y sus familiares. Facilita una mejor comunicación entre el equipo interdisciplinario y los pacientes, optimiza los recursos y promociona hábitos de vida saludables.12
Es indispensable contar con un verdadero equipo interdisciplinario para enfrentar el cáncer de colon, este tipo de estrategia puede generar beneficios:13
Mejor control de síntomas, lo que ayuda a que el paciente enfrente el diagnóstico, tratamiento y mantenimiento de la enfermedad con mejor salud y con menos efectos adversos.
Mejores decisiones que ayudan a tener un enfoque integral y ayudan a construir decisiones personalizadas en el paciente y en todos los aspectos de la enfermedad.
Mayor seguridad y satisfacción para el paciente el cual se sentirá más seguro y más cuidado cuando tiene un equipo de profesionales encargados de su cuidado.
Innovación y personalización: el compartir información, logra que se generen estrategias innovadoras, que se diseñen tratamientos a medida de las necesidades del paciente.
Lograr el accionar, con la colaboración de distintos profesionales desde el diagnóstico del cáncer, antes, durante y después del tratamiento de la enfermedad.14 Es un equipo que administra en conjunto la atención del paciente y que cuenta con herramientas para su manejo, uno o varios tratamientos oncológicos, manejan problemas médicos relacionados con la enfermedad, lo que es de utilidad para que el médico de cabecera obtenga la información que necesita para manejar la enfermedad de cada paciente.14,15
Entender y respetar a los diferentes profesionales incluidos en el equipo, cada uno tiene un campo en el que actúa y aporta en una parte del manejo del cáncer.
Cada profesional tiene la responsabilidad de mantenerse actualizado con la evidencia disponible.
Involucrar aspectos integrales en la visión de un paciente con cáncer.
Mantener una estrategia de humanización de la salud, entender el contexto de la familia.
Brindar espacios de reunión y discusión.
Integrar a la cultura organizacional la necesidad e importancia del manejo interdisciplinario.
El diagnóstico y tratamiento del cáncer es complejo. Un paciente puede necesitar la experiencia y asistencia de distintos profesionales médicos y especialistas para manejar su enfermedad, quienes conforman un equipo de cuidado oncológico interdisciplinario.
El diagnóstico precoz y el abordaje interdisciplinar permitirán atender el cáncer colorectal de forma integral y mejorar las cifras de supervivencia, porque cada vez se conoce más de esta enfermedad, de su respuesta a los tratamientos, y esto permite incorporar nuevos avances encaminados a tratar cada vez mejor a estos enfermos.16,17
Conclusiones
El cáncer de colon es una enfermedad que requiere una atención, para el paciente, no solo dentro de la esfera biológica; también psicológica, social y espiritual. Los equipos interdisciplinarios, formados por profesionales de distintas disciplinas, son una herramienta que puede ayudar, en gran medida, a conseguir resultados funcionales y de calidad de vida.
Existen elementos que dificultan el trabajo interdisciplinario, y profesionales que están en contra de la utilización de estos equipos en el tratamiento del cáncer de colon, la evidencia científica demuestra que los equipos interdisciplinarios suponen abundantes beneficios y es una herramienta que se debe fortalecer y debería estar en todos los centros en los que se trabaje con pacientes oncológicos.