Introducción
La aparición del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y la primera descripción de la COVID-19 en Wuhan, China, provocó una crisis de salud pública mundial debido a la morbilidad masiva y una carga de mortalidad que abruma rápidamente a los sistemas de salud en todo el mundo; sin embargo, el impacto de la enfermedad muestra una variación considerable entre países y áreas geográficas por razones que no se comprenden bien. Además de las diferencias económicas, las sociológicas, el comportamiento y la respuesta política a la pandemia, los factores genéticos también podrían desempeñar una función importante.1
Poco después del comienzo de la pandemia, una publicación de Wuhan, China, informó un mayor riesgo de infección para las personas del grupo sanguíneo A e inversamente un menor riesgo para las personas del grupo sanguíneo O.1 Desde entonces, las asociaciones con los grupos sanguíneos ABO se han descrito en varias publicaciones adicionales de China, así como en muchas otras de Asia, Oriente Medio, Europa y América del Norte. Asociaciones entre los fenotipos ABO se describieron con el riesgo de infección o enfermedad grave, aunque la mayoría de los estudios no separaron explícitamente estos dos aspectos.2,3,4
Varios estudios han encontrado previamente asociaciones entre los tipos de sangre ABO e infecciones respiratorias virales como la influenza A (H1N1) y síndrome respiratorio agudo (SARS).5,6,7 Recientemente, varios estudios han propuesto relaciones entre tipos de sangre y susceptibilidad a la COVID-19 y su importancia en el curso de la enfermedad.8,9,10
Esta investigación tuvo el objetivo de determinar la frecuencia fenotípica de grupos sanguíneos ABO y RhD en un grupo de pacientes con la COVID-19.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo, transversal y caso control en el período comprendido entre agosto- octubre de 2021, para determinar la frecuencia fenotípica ABO y RhD en un grupo de pacientes con enfermedad activa por la COVID-19, hospitalizados en el Hospital Docente Clínico Quirúrgico “Freyre Andrade” de La Habana.
Se realizaron búsquedas en la base de datos PubMed para identificar publicaciones de revistas revisadas por pares, se utilizaron términos de encabezado de tema médico (MeSH), incluidos sistema de grupo sanguíneo ABO, sistema de grupo sanguíneo Rh-Hr, SARS-CoV-2 y la COVID-19 en combinación con otros términos libres como como COVID-19, SARS-CoV-2, fenotipo ABO, sistema de grupos sanguíneos Rh, antígeno D y antígenos del grupo sanguíneo.
El tamaño de la muestra fue no probabilístico de tipo intencional y se estudió un total de 1978 muestras de sangre, de ellas 928 de pacientes con diagnóstico de la COVID-19, dividido en dos grupos, grave y ligero- moderado, de acuerdo a los protocolos de gravedad emitidos al respecto por el Ministerio de Salud Pública. Como referencia se tomó un grupo control conformado por 1050 muestras para determinar el predominio de la frecuencia fenotípica en individuos sanos.
Las muestras de sangre se obtuvieron por punción venosa y se colectaron en tubos que contenían EDTA al 5 % (VACUmed©). El grupo sanguíneo ABO y RhD se determinó por método estándar de aglutinación en tubo con sueros hemoclasificadores anti- A, anti- B, anti- A + B, y anti -D; se respetó las instrucciones del fabricante (Anti- A, Anti- B, Anti- A + B y Anti- D; iorHemo- CIM SC, LABEX, Santiago de Cuba, Cuba). Las muestras RhD negativas fueron sometidas a escrutinio por técnica de Du para determinar si eran RhD negativo verdaderos o una variante débil del antígeno D, se empleó el suero antiglobulinico humano poliespecífico (suero de Coombs: Anti-Human Globulin (anti-IgG/anti- C3d; Bio- Rad Medical Diagnostics, GmbH, Germany).
Los resultados fueron expresados en frecuencias absolutas y relativas y se determinó la asociación del grupo sanguíneo con la gravedad de la enfermedad por medio de la prueba no paramétrica de χ2. Se utilizó un nivel de significación p ≤ 0,05 en el paquete estadístico Statistical Packacge Social Science (Spss) versión 15.0.
En cuanto a las consideraciones éticas se respetó lo establecido, se aplicaron los principios que declara la Declaración de Helsinki11 para el desarrollo de investigaciones en los seres humanos.
Resultados
Las frecuencias fenotípicas generales de los diferentes grupos sanguíneos del sistema ABO, muestran un predominio del fenotipo O (49,24 %) seguido del A (35,79 %), B (12,68 %) y AB (2,27 %) respectivamente; mientras que el antígeno D predominó en el 90,19 % del total de muestras analizadas (tabla 1).
Los fenotipos O y B presentaron significación estadística para la ocurrencia de la COVID-19, con valores de p inferiores a 0,05 (0 y 0,008, respectivamente), a diferencia de los otros fenotipos del sistema ABO. Tampoco se observó significación para la presencia o ausencia del antígeno D del sistema Rh (tabla 2).
La estratificación del grupo de pacientes que padecían de la COVID-19, en pacientes que agravaron su situación de salud y necesitaron cuidados intensivos y pacientes que no necesitaron este servicio, mostró el mismo predominio del grupo sanguíneo O con respecto a los demás fenotipos del sistema ABO, mientras que el fenotipo RhD (+) mantuvo su predominio. No se encontró significación estadística en cuanto al predominio de un tipo particular de fenotipo y la necesidad de cuidados intensivos (tabla 3).
Discusión
Los resultados permiten complementar el creciente cuerpo de datos que evalúan el vínculo entre el grupo sanguíneo y la susceptibilidad a la COVID-19 en una población no seleccionada. Estos resultados son coherentes con los estudios de frecuencias fenotípicas de grupos sanguíneos en la población cubana, donde se observa un predominio del grupo sanguíneo O seguido del A, B y AB; así como del fenotipo RhD (+) con respecto al RhD
(-).12
Por otra parte, los fenotipo O y B se asociaron con el padecimiento de la COVID-19. Para el fenotipo O este resultado es esperado ya que corresponde con el fenotipo predominante dentro de la población nuestra; sin embargo, para el fenotipo B resulta un hallazgo ya que el mismo se expresa en menos del 20 % de la población general. El mecanismo por el cual el fenotipo B se relaciona con la susceptibilidad a la COVID-19, se desconoce y solo es similar a la observada en estudios realizados en la India donde este es el fenotipo dominante.10) La proteína S del SARS-CoV-2 requiere del receptor de la enzima convertidora de angiotensina 2 para infectar las células y supuestamente, esta interacción solo puede ser inhibida en presencia de anticuerpos anti-A,13,14controversialmente, presentes en individuos de fenotipo O y B.
La idea inicial de una relación entre los grupos sanguíneos y las infecciones por coronavirus se refiere a 2005, donde Cheng y otros,5 examinaron la asociación de los grupos sanguíneos ABO y el riesgo de infección por SARS-CoV en 45 miembros del personal de atención médica que no estaban protegidos y se expusieron a pacientes afectados. La comparación reveló que las personas con el grupo sanguíneo O tenían un menor riesgo de infección en comparación con los grupos sanguíneos no O. Dado que la epidemia se controló rápidamente, el primer hallazgo no fue suficientemente debatido ni corroborado por investigaciones posteriores en ese momento.15
La variabilidad observada en la susceptibilidad al SARS-CoV-2 y la gravedad de la COVID-19 resultante, han despertado un gran interés en sus factores de riesgo ambientales y genéticos. Un informe inicial de China sugirió que el grupo sanguíneo A estaba asociado con una mayor susceptibilidad y el grupo sanguíneo O con una susceptibilidad reducida a la infección por SARS-CoV-2.16 Estos informes motivaron un interés generalizado en examinar los grupos sanguíneos ABO como posibles factores de riesgo de la COVID-19. Estudios posteriores de Italia y España informaron que el grupo sanguíneo A se asoció con un mayor riesgo de la COVID-19 grave y el grupo sanguíneo O se asoció con un riesgo reducido.17 Por el contrario, un gran estudio danés implicó la susceptibilidad a la enfermedad pero no la gravedad;18 sin embargo, las observaciones de Boston, Massachusetts y Nueva York no confirmaron ninguna asociación específica entre el grupo sanguíneo ABO y la enfermedad.2,19 Estos informes contrastantes condujeron a la realización de esta investigación.
Por otra parte, los datos son consistentes con los hallazgos de Latz y otros,20 quienes obtuvieron una cohorte de pacientes que se sometieron a la prueba de SARS-CoV-2 de un registro compartido de registros hospitalarios en los Estados Unidos y no encontraron asociación entre el grupo sanguíneo A y el riesgo de intubación o muerte en pacientes con la COVID-19. Por el contrario, Leaf y otros,4 notaron una mayor proporción de pacientes con la COVID-19 en estado crítico con el grupo sanguíneo A, pero esto se limitó solo a los caucásicos.
El mecanismo subyacente a la posible diferencia en los diferentes estudios entre los grupos sanguíneos aún se desconoce. Cabe mencionar que el impacto de los grupos sanguíneos en la COVID-19 puede diferir según la raza o el origen étnico y los grupos sanguíneos ABO se distribuyen de manera diferente entre áreas geográficas, ancestros y descendientes. En un estudio que incluyó a 2033 pacientes con la COVID-19 en los Estados Unidos, la distribución del fenotipo O fue más baja de lo esperado y el fenotipo A estuvo aumentado en pacientes blancos, mientras que entre los pacientes negros e hispanos el fenotipo no mostró diferencias significativas.(21)
Se concluye que la relación del grupo sanguíneo ABO en la infectividad por SARS-CoV-2 y la gravedad de la enfermedad por la COVID-19 requiere estudios adicionales; sin embargo, la evidencia acumulada sugiere que, a niveles bioquímicos y fisiológicos, puede existir una contribución del tipo de sangre ABO a la biología de la enfermedad. También se debe reconocer que los factores del huésped ya identificados como contribuyentes a la susceptibilidad y gravedad de la COVID-19 tienen gran importancia, junto con el acceso oportuno a la atención médica adecuada. Por el contrario, el papel del tipo ABO probablemente sea secundario y el grado de protección dependa más del título de anticuerpos que de el propio fenotipo.