Estimado Director:
Me he animado a escribirle esta carta motivada por los múltiples artículos sobre embarazo ectópico publicados en el volumen 45 de esta prestigiosa revista.
El embarazo ectópico constituye un frecuente y grave problema de salud a escala mundial debido a que se ha producido un aumento de su incidencia (1,5-2 % respecto al total de las gestaciones). Representa una de las primeras causas de muerte materna en el primer trimestre del embarazo (alrededor del 10 %),1por lo cual en Cuba es un aspecto priorizado por el MINSAP y su programa de atención materno-infantil.
La gravidez extrauterina es la implantación y desarrollo del embrión fuera de la cavidad endometrial, puede localizarse a nivel tubario (cornual, ístmico, ampular, fímbrico), cervical, ovárico superficial o profundo, intraligamentario, abdominal primitivo o secundario y hasta en la cicatriz de una antigua cesárea.1 , 2Es motivo de consulta habitual en el departamento de urgencias de Cirugía General y de Ginecobstetricia y puede presentarse clínicamente de forma variada, por lo cual se conoce en la literatura médica como el gran simulador, imponiendo el método clínico para realizar correcta y oportunamente el diagnóstico.3
Muchos son los síndromes a tener en cuenta cuando asistimos a una mujer en etapa reproductiva que manifiesta dolor abdominal hipogástrico o en una de las fosas ilíacas, asociado a tumor anexial e irregularidad menstrual en tiempo (ligero adelanto o corto retraso), calidad (sangre amarronada o negruzca) y cantidad (poca, en forma de manchas o hemorragia no habitual).4
Con un exhaustivo interrogatorio que precise los factores de riesgo que propician la implantación anormal del embrión y que detalle la semiología del dolor actual, asociado a un minucioso examen físico abdominal y ginecológico, que incluya la punción del Douglas o abdominal y hasta el lavado peritoneal diagnóstico de ser necesario, no será imprescindible, en casos de gestación ectópica complicada, acudir a la determinación sérica de la (hCG, ni a la confirmación imagenológica (ecografía abdominal) o endoscópica (laparoscopia) en aras de ganar tiempo para su tratamiento quirúrgico, ya sea conservador o radical.
Importante es recordar las formas clínicas de presentación del embarazo ectópico,4pues no siempre nos llega la paciente con la forma habitual, cuyo diagnóstico es fácil de realizar. En ocasiones asistimos a formas atípicas que demoran la solución del problema y aumentan la morbilidad y mortalidad de las afectadas:
Pseudo apendicular: Simula una apendicitis aguda por el dolor selectivo en la fosa ilíaca derecha,
Pseudo salpíngea: Simula una enfermedad inflamatoria pelviana crónica agudizada por el llamado cólico salpíngeo,
Pseudo peritonítica: Simula una peritonitis aguda generalizada debido a la contractura abdominal difusa generada por el hemoperitoneo,
Pseudo obstructiva: Simula una obstrucción intestinal debido a la distensión abdominal simétrica por el íleo paralítico reflejo secundario al hemoperitoneo,
Pseudo abortiva: Días después de realizada una interrupción de embarazo reaparecen o se han mantenido los síntomas ya descritos,
Cataclísmica: Signos de choque hipovolémico por hemorragia intrabdominal de gran magnitud.
Para realizar correctamente la discusión diagnóstica en la historia clínica debemos clasificar el embarazo ectópico en:5 , 6
Las pacientes nos conceden el privilegio de practicar nuestro oficio, constituye pues, un reto a la pericia de cirujanos, ginecobstetras, imagenólogos, anestesiólogos e intensivistas, el diagnóstico certero y tratamiento oportuno de esta temible afección médico quirúrgica y garantizar además la calidad en la confección de la historia clínica como importantísimo instrumento médico, legal y administrativo.