INTRODUCCIÓN
El ser humano en el transcurso de su desarrollo necesita de ciertas cualidades físicas para la locomoción eficaz, la cual se desarrolla en sus inicios a través del equilibrio motriz.1,2 En los primeros seis meses de vida, el infante intenta adoptar la postura de bipedestación con varios intentos fallidos, desarrollando progresivamente su motricidad hasta poseer un pleno control de su centro de gravedad.3 Al realizar varias veces esta acción el cerebro automatiza el movimiento y genera un hábito motriz específico que dependerán de la calidad del movimiento aprendido y de factores claves como la repetitividad del movimiento motriz. Luego de alcanzar una perfección motriz relativa vinculada con el equilibrio postural, ésta va perdiendo funcionalidad hasta provocar que sujetos de la tercera edad se apoyen en un bastón e incluso en silla de ruedas.4
El equilibrio tiene una gran incidencia en la práctica deportiva,5,6 en particular de aquellos que representan una considerable exigencia de movimiento y desplazamiento de un lugar a otro, como por ejemplo la gimnasia, el fútbol, el baloncesto y el voleibol. Esta capacidad es considerada de gran importancia, porque de ella depende la correcta ejecución del gesto técnico específico de cada deporte y de la optimización de la energía requerida.7
Se han planteado varias controversias acerca del acondicionamiento previo al partido de fútbol, entendiendo como acondicionamiento previo (AP) al conjunto de actividades físicascon las que se pretende predisponer al sujeto para afrontar las demandas específicas propias de los grandes esfuerzos. Antes de toda competición nos encontramos con la necesidad de incrementar la capacidad funcional de trabajo y así “despertar” a un organismo que se encuentra en un estado de quietud, letargo o reposo. El AP posee dos grandes objetivos:
Preparar al deportista desde el punto de vista estratégico, táctico, técnico, cardiovascular, neuromuscular, metabólico, articular y psicomotivacional para optimizar su prestación motora en el juego.
Finalidad profiláctica: prevención de lesiones. Cabe aclarar que el AP no tiene como finalidad el desarrollo de ninguna valencia motora sino que, más bien, intenta predisponer al sujeto para afrontar los requerimientos del juego.
Las demandas fisiológicas del juego de fútbol están representadas por las intensidades a las cuales se llevan a cabo las distintas actividades durante un partido.8 Esto tiene implicaciones en cuanto a la capacidad física necesaria de los jugadores y también para la determinación de adecuados regímenes de entrenamiento. La intensidad del esfuerzo durante el fútbol competitivo puede indicarse por la distancia total cubierta, que representa una medición global de la tasa de esfuerzo, la cual puede ser dividida en las acciones discretas de un jugador particular, durante todo el juego. Las acciones o actividades se pueden clasificar de acuerdo al tipo, intensidad (o calidad), duración (o distancia), y frecuencia, indicadores que pudieran repercutir para la prevención de lesiones, en la medida de lo posible.
Dentro del mundo deportivo se ha definido a la coordinación como la capacidad de hacer intervenir armoniosa, económica y eficazmente los músculos que participan en la acción, en conjunción perfecta con el espacio y el tiempo.2,9 Anexando otro aspecto, se hace referencia al equilibrio como una capacidad que permite al cuerpo controlar su movimiento, ya sea en movimiento o estático, ubicándolo correctamente en un espacio determinado.10,11 Varias literaturas referentes a la disciplina del fútbol, proponen que la coordinación en general y el equilibrio en específico es una de las capacidades base para el desarrollo integral de todo deportista,12,13) la cual se la debe desarrollar desde edades muy tempranas.
Es bien conocido que desde los primeros meses de vida el ser humano busca la bipedestación para su locomoción, hasta lograr que el sistema nervioso central automatice el movimiento y permite la independencia motriz. En el desarrollo infantil se hace notable que el equilibrio no esté consolidado en su totalidad,14,15 más aún cuando el niño/a inicia la práctica deportiva especializada; por ello, en la iniciación deportiva se busca la correcta ejecución de la técnica deportiva, cuya finalidad consiste en perfeccionar las habilidades motrices básicas y adquirir nuevas habilidades motrices especializadas según el deporte.
En tal sentido, la investigación tiene por finalidad valorar los efectos de una intervención propioceptiva a corto plazo sobre el déficit de equilibrio en miembros inferiores de futbolistas infantiles.
MÉTODOS
Dentro de la investigación cuasi-experimental y de índole transversal, se dedujeron varias hipótesis:
H1= El entrenamiento propioceptivo mejoró el déficit de equilibrio en infantes.
H0= El entrenamiento propioceptivo no mejoró el déficit de equilibrio en infantes.
La muestra se conformó por 12 jugadores de la Escuela Sucre No1. Se considera que el rango de edad del estudio osciló entre los 10 y 12 años, con una desviación estándar 0,7538 años; el 67 % de la muestra tiene 10 años, el 17 % ostenta 11 años y el 16 % 12 años de edad. La muestra en su totalidad llevó en el club más de 10 meses de actividad deportiva; no fueron tomados en cuenta aquellos atletas que recién ingresaron al club en la modalidad vacacional (receso escolar), y aquellos que no tenían entrenamiento previo o asistencia incompleta a los entrenamientos.
La batería que se utilizó para la recolección de datos fue el Y Balance Test16 respaldados por varios autores para la evaluación del equilibrio. El Y Balance test permitió medir los movimientos funcionales que sirven para predecir lesiones a nivel de tobillos y rodillas, como también para la mejora del rendimiento y en programa de equilibrio dinámico. Se le solicita al jugador que primero coloque su pie dominante como base en el centro de la Y, posteriormente con la otra pierna en el aire la lleve a cada una de las aspas y en cada una repita tres veces el ejercicio; detrás realizar lo mismo con la pierna no dominante.
El programa de entrenamiento propioceptivo se llevó acabo dos veces por semana, se trabajó con todos los integrantes antes mencionados, con una duración de 15 a 20 minutos previo a la sesión de entrenamiento. La primera semana se realizó las pruebas iniciales antes de ejecutar el programa de entrenamiento. En la segunda semana se trabajó ejercicios en superficies inestables, la tercera semana se trabajó ejercicios propioceptivos en dúos y la última semana se realizó la evaluación final del post test y una retroalimentación de los objetivos.
La recolección de datos e implementación del programa de entrenamiento de propiocepción se realizó entre los meses de Junio y Julio del 2018. La obtención de la información se realizó previamente el inicio de la sesión de entrenamiento, los días lunes, miércoles y viernes; en dos horas de la tarde. Se obtuvo el previo consentimiento del administrador del club y el director técnico a cargo, quien pudo facilitar el trabajo de los investigadores.
Los datos obtenidos de la investigación se pusieron en análisis con el programa SPSS v15.0 para Windows, con la finalidad de identificar los diversos resultados mediante la aplicación del test. Para distinguir un cambio significativo se empleó un análisis estadístico con pruebas no paramétricas para dos muestras relacionadas (Wilcoxon), bajo un nivel de significancia del 0,05.
A grandes rasgos la estructura del entrenamiento propioceptivo se dispone en la tabla 1.
RESULTADOS
El estudio se realizó con respecto al Y Balance Test aplicado a 12 jugadores (tabla 2), en el movimiento izquierdo se obtuvo un promedio de 67 cm, en el movimiento central un promedio de 56 cm y en el movimiento derecho se obtuvo un promedio de 66 cm.
Los siguientes datos se obtuvieron como un postest (tabla 3), después de haber aplicado el entrenamiento propioceptivo. En relación al primer test, los promedios finales tuvieron un incremento gradual, en el movimiento izquierdo se obtuvo 69 cm, en el movimiento central 59 cm, y en el movimiento derecho 69 cm como promedio de avance.
Aplicándose el Y Balance Test en su primer momento para la obtención de los datos de interés en la pierna izquierda, se obtuvo un promedio de 63 cm en el movimiento de la pierna izquierda, un 57 cm en el movimiento de centro, y por último 74 cm en el movimiento derecho (tabla 4).
Por otra parte, se empleó el Y Balance Test en su segundo momento para la obtención de datos de la pierna izquierda, se obtuvo un promedio de 66 cm en el movimiento de izquierda, 60 cm en el movimiento de centro, y por último 76 cm en el movimiento derecho.
El índice de equilibrio del pretest y postest, de la prueba del “Y Balance Test”, mostró diferencias numéricas que demuestran que han existido cambios positivos, con respecto del progreso del equilibrio de extremidades inferiores después de haber aplicado el entrenamiento propioceptivo por un periodo de un mes.
DISCUSIÓN
Al comparar los valores alcanzados con el Test en sus dos momentos de implementación, se ha podido conocer los alcances de la propuesta de intervención en el equilibrio de los futbolistas infantiles sometidos a estudio. Para el caso del pie derecho todos los valores comparados en sus dos momentos presentaron diferencias significativas en las tres variables estudiadas (Izquierda: p= 0,005; Centro: p= 0,004 y Derecho: p= 0,005), al igual que en las tres variables antes mencionadas para el caso del pie izquierdo (Izquierda: p= 0,003; Centro: p= 0,003 y Derecho: p= 0,004). Por otra parte, en términos de los rangos obtenidos con Wilcoxon, la mayoría de los sujetos estudiados presentaron indicadores positivos, pocos empates o de rendimiento igual, y solamente un sujeto presentó un rango negativo para el caso del estudio del pie izquierdo en su variable de movimiento derecho. Los resultados de esta investigación tienen cierta similitud con otros trabajos enfocados al fútbol en edades de 10 - 12 años, y las cuales han logrado el mismo objetivo, el de mejorar el equilibrio en miembros inferiores y control postural.17
La investigación planteaba la aplicación de un entrenamiento propioceptivo por un mes de duración, con dos sesiones por semana, el progreso del entrenamiento consistía en aumentar la complejidad de los ejercicios elevando la inestabilidad corporal, con la finalidad de obtener resultados visibles en el campo de juego y compleciones. La propuesta se relaciona en gran medida a la bibliografía investigada y especialistas del tema. En un estudio se mencionó que debido al desarrollo estructural y anatómico del niño, éste sufre cambios a nivel óseo, reduciéndose sus niveles de calcio a niveles mínimos, aspecto que influye en el índice de lesiones.18
En tal sentido, se ha mencionado que un buen entrenamiento propioceptivo (con tablas de equilibrio y dosificación idónea) puede cumplir con el objetivo de prevención de lesiones a nivel de rodillas y tobillos,19 incluyéndose la potenciación del equilibrio corporal, considerándose que las intervenciones propioceptivas se realizan antes de iniciar la parte principal de la sesión de entrenamiento,20 aunque varios entrenadores que conocen teóricamente los beneficios de este tipo de intervención no lo aplican en sus sesiones de entrenamiento.21
Es de destacar que el tiempo empleado en el entrenamiento propioceptivo fue de un mes, siendo menor a los demás estudios mencionados.17,20 A pesar del corto tiempo de aplicación, este estudio mostró significancia estadística en comparación de otros estudios que tuvieron un tiempo de empleo de 4-6 meses de duración; por lo cual sería de utilidad estudiar los condicionantes relacionados con mayor detalle.
En los análisis iniciales respectivos, no se incluyeron valores dinámicos, en vista que la batería empleada solo permitía arrojar datos de manera estática.16 Sería oportuno que también se apliquen pruebas que estudien de manera específica la parte dinámica de esta condición.
Los resultados de este estudio constataron que el programa aplicado fue efectivo para mejorar el equilibrio de las extremidades inferiores, también es un instrumento adecuado para el desarrollo de las capacidades coordinativas.
En base a los resultados obtenidos se sugiere incentivar a las instituciones deportivas que trabajan con jóvenes atletas de diversas disciplinas deportivas, enfatizando en el fútbol, proporcionar estrategias que permitan el trabajo específico del equilibrio a través de la propiocepción.