Estimado editor:
En el contexto actual de la gestión, se han puesto a relieve una serie de elementos que hacen ineficiente la emisión de un juicio de valor para una respuesta socialmente organizada, la toma de decisiones y la organización de los servicios. La búsqueda de la eficiencia, eficacia y sostenibilidad del cuidado en las unidades sanitarias crean un ambiente complejo en los procesos de gestión, vinculado a las transformaciones positivas en el sistema sanitario, que impone retos en el mundo contemporáneo.
Desde la última década del siglo xx, los términos de gerencia y gestión cobraron fuerza en la administración pública y en los servicios de salud, por estar muy generalizada en la actualidad. Asimismo, se reconoce el carácter complejo de los procesos de gestión desde las relaciones entre los componentes de un sistema, la forma particular y el grado en que se conforman sus interacciones, reacciones y sinergias, que permiten hablar de sus características diferenciales (mejora continua, diseño de estrategia, gestión del conocimiento, enfoque participativo, la intersectorialidad), o particulares (determinado por el propio sistema de salud).1
Desde comienzos del siglo xxi, las transformaciones ocurridas en el sistema sanitario posibilitan ampliar la perspectiva de responder a las exigencias de los servicios de salud, para mostrar resultados relevantes en el desempeño profesional. La ciencia de la enfermería no es inamovible en relación con los procesos de gestión. Para cumplir el compromiso que surge de estas transformaciones, procura respuestas acertadas para promover y desarrollar al capital humano, fortalecer la calidad de los servicios de enfermería y su proceso de gestión.
A nivel internacional, se generan posibilidades para asumir las transformaciones que impulsan el desarrollo del desempeño profesional y favorece la aplicación de la ciencia, la tecnología que impacten en los servicios sanitarios en general y los procesos de gestión en particular.2) Es por ello que los constantes cambios en el contexto socio-económico requieren de un alto grado de flexibilidad organizacional y visión estratégica a largo plazo, que le agreguen valor a estos procesos a partir del conocimiento, habilidades, actitudes del recurso humano y que aseguren la sostenibilidad del cuidado, el crecimiento profesional y la acreditación de las unidades sanitarias.
En América Latina, los esfuerzos por impulsar y desarrollar el entorno del desempeño profesional abordan los procesos de gestión en el área de enfermería, desde la gestión del recurso humano, sin perder de vista el valor humanístico, las estrategias de perfeccionamiento de las habilidades en el uso de herramientas y práctica de la administración de recursos humanos en pro del desarrollo, la mejora en el rendimiento y el perfil de competencias requerido.3) Con ello, el continente latinoamericano enfrenta el desafío de crear valor agregado al proceso de gestión y lograr la excelencia de estos.
En Cuba, la Universidad de Ciencias Médicas y la Facultad de Enfermería “Lidia Doce” se ocupan de ofrecer una respuesta pertinente, al margen de la realidad y las transformaciones necesarias en el país, y con ello favorecer la competencia profesional, sustentada en la forma organizativa de la enseñanza a partir de la Teoría de la Educación médica, ciencia joven y en construcción, que desarrolla la concepción de la educación permanente y continuada, que se materializa en su principio rector de la educación en el trabajo.
Las corrientes o tendencia actuales acerca del proceso de gestión en el área de enfermería, requiere de una combinación de formación y producción intelectual para contribuir a transformaciones positivas. Constituye su principal reto reforzar el conocimiento, la responsabilidad e impulsar el compromiso ante su encargo social para contribuir a las buenas prácticas de enfermería.
Autores como Barros en el año 1997, Novoa en el año 2002 y Freixo en el año 20114) defienden la idea de que la superación o formación continuada está elaborada y contextualizada a partir de las necesidades de los recursos laborales, es decir, que está en correspondencia con las necesidades del trabajo. Es una representación que emana de la satisfacción a las necesidades de los profesionales y de las instituciones, para dar respuesta a los problemas reales, cotidianos y atemperados a las exigencias de la ciencia y la sociedad.
Asimismo, Díaz-Canel5) destaca el importante papel que desempeñan las universidades, al modificar sus modos tradicionales de relacionarse con el contexto y avanzar hacia mejores diálogos con los actores y necesidades locales, al desplazar el clásico modelo de ofertas de conocimientos, por procesos de construcción conjunta de saberes.
Por tanto, se espera una notable contribución al desempeño profesional en el proceso de gestión de enfermería de la academia, que respalde, de manera vigorosa, tanto el aspecto de superación para la obtención de las competencias de los gestores, la sostenibilidad del cuidado de enfermería, su valor humanístico, como el sentido de la transformación de la organización, expresión de los aspectos teóricos y metodológicos, como guía de este proceso en la práctica de enfermería.
En consecuencia, sería significativo aprovechar el impacto que origina la universidad, que tiene bien definido su encargo social, al favorecer el proceso de profesionalización, a partir de la formación de los recursos humanos que requiere la sociedad, que se expresa en la calidad del desempeño profesional en los procesos de gestión de enfermería, como premisa fundamental.