Estimado editor;
En relación con la presentación de caso de tumor maligno de columna vertebral publicado en el volumen 34 numero 2 de la revista, felicitamos a los autores por el esfuerzo en mostrar una patología presente en el paciente oncológico en mayor medida con un gran impacto en funcionalidad y calidad de vida de no ser tratada de manera temprana;1 nos presentan una paciente que acude a los servicios de salud de manera tardía con manifestaciones neurológicas presentes y un pronóstico poco favorable determinado por el tiempo de evolución. Consideramos el diagnóstico de la paciente como un síndrome de compresión medular maligno basados en las manifestaciones clínicas y nota quirúrgica de retiro de lesión compresiva, (2 se debe complementar la descripción clínica orientando el diagnóstico y seguimiento con métodos objetivos de clasificación para la fuerza de 0 a 5 y uso de músculos clave, la sensibilidad de 0 a 2 en relación a la normalidad o hallazgos patológicos además de la descripción sensitiva de los segmentos sacros3 el manejo prioritario del paciente con síndrome de compresión medular maligna se basa en la sospecha clínica y la confirmación imagenológica, el medio de elección debe ser la resonancia magnética, siendo la tomografía con mielografía una opción solo en caso de no tener disponibilidad o existir alguna contraindicación, (4 en el caso presentado se justifica la intervención solo con tomografía pero se resalta la importancia de la resonancia en la evaluación de las estructuras blandas en especial de la medula espinal y las raíces nerviosas.
La intervención quirúrgica y la radioterapia juegan un papel principal en el tratamiento de los pacientes, estabilizando la columna, disminuyendo el dolor y mejorando la calidad de vida5 sin dejar de lado las intervenciones paliativas adicionales que son fundamentales en el pronóstico funcional de paciente resaltando el uso de glucocorticoides desde la sospecha clínica inicial hasta el inicio de la radioterapia favoreciendo el control del dolor y la preservación de la función neurológica. (6 Se sugiere además tener en cuenta en el paciente con una columna inestable sin posibilidad de intervención quirúrgica en base al riesgo anestésico o comorbilidades o en resección de tumor sin estabilización el uso de dispositivos ortésicos7 con el objetivo de estabilizar la lesión y disminuir el deterioro neurológico además de definir los dispositivos de uso ambulatoria de asistencia en marcha o movilidad según la condición garantizando integración familiar, social, independencia y calidad de vida. (8
El manejo de la compresión medular maligna debe ser multidisciplinario, teniendo en cuenta desde la atención inicial en el servicio de urgencias la sospecha clínica y adecuado examen físico neurológico del paciente oncológico, la rápida confirmación con imágenes diagnosticas, las intervenciones farmacológicas y de rehabilitación además de favorecer las intervención quirúrgicas y radioterapéuticas con el objetivo de maximizar el pronóstico funcional y de vida del paciente.
Cordialmente:
Leonado Arce Gálvez