Introducción
Las metástasis cutáneas se producen entre el 0,7 y 9 % de los pacientes con cáncer. Suelen ser un signo tardío en la evolución de la mayoría de las neoplasias, aunque en ocasiones pueden ser su forma de presentación. Las neoplasias de pulmón, mama, melanoma, cavidad oral, colon, hígado, ovario y estómago son las responsables del 80-90 % de las metástasis cutáneas en adultos. (1,2 En los varones, el cáncer de pulmón supone el segundo tumor que causa metástasis cutáneas, detrás del melanoma, lo que ocupa en las mujeres el sexto lugar, donde el cáncer de mama, seguido del melanoma y del cáncer de ovario, los que causan metástasis cutáneas en el sexo femenino. Se presenta un paciente con cáncer pulmonar y metástasis a la piel de la nariz lo cual es denominada en el lenguaje médico como el signo de nariz de payaso. (3,5
Caso clínico
Paciente de raza negra de 72 años de edad, fumador demás de 50 años, con antecedentes de hipertensión arterial sin tratamiento que acude al hospital por presentar una lesión inflamada y ulcerada de la piel de la nariz la cual había sido tratada como una infección de partes blandas superficiales en varias ocasiones con tratamiento antibiótico y ungüento tópico sin percibir alguna mejoría. Al interrogatorio el paciente refería pérdida de peso y dolor en hemitórax derecho, así como tos y expectoración la cual refiere que era matinal y que en una ocasión había sido con sangre. Al examen físico se encontró un aumento de volumen de la nariz a forma de placa elevada en toda su extensión con varias ulceraciones de diferentes tamaños y fondo amarillento, las cuales al momento del examen no se encontraban exudativas (figura 1).
Al examen del sistema respiratorio disminución del murmullo vesicular de la porción superior del hemitórax derecho, radiografía de tórax posteroanterior y lateral de tórax en el cual se encontró una radiopacidad irregular del lóbulo superior derecho que ocupaba todo el hemitórax superior por lo que se le realizó tomografía axial computarizada contrastada multicorte, encontró masa del lóbulo superior derecho irregular de aproximado 7 cm y presencia de adenopatías paratraqueales derechas e izquierdas, subcarinales y de la región hiliar ipsilateral, así como hígado con presencia de múltiples nódulos en ambas lóbulos que se informó como hígado metastásico (figura 2).
En la analítica sanguínea como importante un hematocrito de 29 % y una velocidad de sedimentación globular de 73 mm/h. Estudios de biopsia por raspado de la nariz obtuvo como resultado presencia de un carcinoma epidermoide pobremente diferenciado, la cual coincidió con la biopsia de la tumoración del pulmón por broncoscopía (figura 3).
El paciente falleció a los dos meses del diagnóstico.
Discusión
Los mecanismos por los cuales la piel se ve afectada por las células tumorales son diversos. La invasión por contigüidad desde estructuras subyacentes a través de espacios tisulares, linfáticos o canales vasculares y la embolización a través de los sistemas linfático y arteriovenoso, son los más aceptados. (6,8) Otra posible vía de diseminación tumoral es la implantación directa en procedimientos quirúrgicos. (9
Las metástasis cutáneas suelen ocurrir cercanas al tumor primario, pero pueden aparecer en cualquier lugar de la superficie cutánea, como en el caso que ocupa. En el pasado se clasificaron las posibles formas clínicas como nodulares, inflamatorias y esclerodermiformes. (10
Los pacientes con cáncer de pulmón desarrollan metástasis cutáneas en el 1-12 % de los casos, aunque en algunas series se pueden encontrar frecuencias mayores, de hasta el 24 %. 11,13 En el 7-19 % de los casos son el signo de presentación. Aunque pueden afectar cualquier lugar de la piel, las metástasis del cáncer de pulmón se localizan con mayor frecuencia en la región torácica anterior, abdomen, cabeza y cuello.
Constituyen la tercera neoplasia más frecuente de cuero cabelludo tras el carcinoma basocelular y el carcinoma epidermoide. (14 Desde el punto de vista clínico son indistinguibles de las metástasis de cualquier otro tumor en dependencia de su origen. Por lo general se presentan como lesiones nodulares, de consistencia dura, adheridas a planos profundos, indoloras, del mismo color que la piel normal o de manera discreta eritematosa, de tamaño variable. Suelen iniciarse de modo solitario donde aparecen con posterioridad múltiples lesiones. (12
Conclusiones
La lesión del paciente que se comunica en el artículo se localizó en la nariz la cual, aunque no es de las localizaciones más frecuentes constituye el signo llamado “nariz de payaso” como manifestación de una metástasis cutánea en el cáncer del pulmón. Todo lo referido manifiesta que ante una lesión de la piel de evolución tórpida se hace necesario realizar estudios en busca de otras enfermedades, sobre todo en pacientes con factores de riesgo para oncopatías.