INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas, debido a la disminución de la mortalidad infantil por sepsis y enfermedades nutricionales, es mayor la importancia que se le concede a los defectos congénitos como causa de muerte en el primer año de vida.1)
Son considerados un problema de salud, que aumenta la incidencia de morbi-mortalidad infantil, y provoca gran preocupación por los daños psicológicos, sociales y económicos que producen, en especial a la madre y la familia, generando un impacto desfavorable en su calidad de vida y un aumento de los costos médicos, sociales y educacionales.2)
Se estima que, a pesar del diagnóstico prenatal, ocho millones de niños nacen cada año en el mundo con defectos congénitos graves, y cerca de 303 000 fallecen en las primeras cuatro semanas.3)
En la mayoría de los países de América Latina, las muertes en los menores de un año por trastornos congénitos ocupan entre el segundo y el quinto lugar, y contribuyen con el 2 al 27 % a la mortalidad infantil total.4
En Cuba, debido a las acciones integrales de salud, se redujo la morbimortalidad infantil por esta causa, sin embargo, en el 2017, provocó la muerte de 97 niños menores de un año, para una tasa de 0,8 por 1000 nacidos vivos, constituyendo la segunda causa de muerte en este grupo etario, con igual comportamiento en los años 2019 y 2020.3
En nuestra provincia, se comporta de igual forma, pero más allá del impacto en las defunciones que causa este problema de salud pública, constituye una problemática la discapacidad física y psicológica que genera, y el costo que esto ocasiona en función de estrategias de tratamientos correctores y de rehabilitación.5
La introducción de los marcadores ultrasonográficos prenatales, ha contribuido de forma notable al pesquizaje de cromosomopatías como lo avalan la mayoría de las investigaciones revisadas, sin embargo, son escasos los estudios encontrados con respecto a la importancia de los mismos para predecir defectos congénitos por sistemas de órganos, por lo que resultó relevante analizar esta temática con el objetivo de evaluar la capacidad predictiva de los marcadores ultrasonográficos para el diagnóstico de defectos congénitos por sistemas de órganos, en el Policlínico Norte, desde enero del 2020 a enero del 2022.6
MÉTODOS
Se realizó un estudio analítico de medios diagnósticos, en el Policlínico “Joaquín de Agüero”, del municipio Camagüey, desde enero del 2020 a enero del 2022. La población objeto de estudio estuvo constituida por 677 embarazadas captadas antes de las 13,6 semanas, que fueron atendidas en la consulta de ultrasonido prenatal.
Se excluyeron del estudio las que realizaron parte de su seguimiento prenatal en otra área de salud, así como los casos de aborto espontáneo y embarazos múltiples. Se formaron dos grupos a partir de los resultados de las pruebas de oro:
Con defecto (24): se agruparon las gestantes con diagnóstico pre o postnatal de defecto congénito en el producto de la concepción.
Sin defecto (653): se agruparon aquellas en las que no se corroboró ningún defecto congénito.
Se solicitó la aprobación de la Dirección del área de salud “Joaquín de Agüero y Agüero” y del Departamento Provincial de Genética Médica para acceder a los registros lineales de ultrasonido y a las bases de datos RECUMAC y RECUPREMAC, así como al Comité de ética de la investigación del Hospital Provincial Ginecobstétrico Ana Betancourt de Mora de Camagüey. La información obtenida se utilizó solo con fines investigativos, se garantizó la confidencialidad de la misma, solo la autora de esta investigación trabajó con los registros de información antes mencionados.
Se realizó la captación y seguimiento ultrasonográfico de las gestantes con apoyo en el registro de ultrasonido genético del área de salud. El examen clínico genético, las pruebas de imagen del recién nacido y la necropsia en el caso de interrupciones voluntarias del embarazo, fueron considerados como la prueba confirmatoria a partir de la cual se estableció el diagnóstico, el cual fue corroborado a partir del Registro Cubano de Malformaciones Congénitas (RECUMAC) y el Registro Cubano Prenatal de Malformaciones Congénitas (RECUPREMAC).
Los datos se procesaron mediante el paquete de programas estadísticos SPSS versión 26.0 para Windows, se empleó la estadística descriptiva en la confección de tablas de distribución de frecuencias y gráficos, utilizándose el porcentaje como medida de resumen para las variables cualitativas.
Se realizó un análisis univariado inicial donde se buscó la posible asociación de los resultados de cada marcador con la presencia o no de defectos congénitos a través de la técnica no paramétrica Ji cuadrado bajo cumplimiento de los requisitos de la misma, de no ser posible su uso se empleó el test exacto de Fisher. A aquellos marcadores con asociación significativa (p≤0,05) fueron analizados posteriormente y determinada la sensibilidad, especificidad, valores predictivos y razón de verosimilitud que permitió establecer la capacidad predictiva de estos para defectos congénitos en general. Los marcadores que mostraron capacidad predictiva en general se evaluaron por sistema de órganos para determinar específicamente su valor predictivo para cada uno de los sistemas involucrados. Se emplearon indicadores de sensibilidad, especificidad, valores predictivos y razón de verosimilitud para completar dicho objetivo. Se empleó una confiabilidad del 95 % en todas las pruebas de hipótesis realizadas.
RESULTADOS
La translucencia nucal fue el marcador más detectado en el primer trimestre, sin embargo, en tres casos evolucionó al segundo trimestre como pliegue nucal, en el resto desapareció fisiológicamente. De los 14 fetos que presentaron inversión de la onda ha sólo en el 50 % se mantuvo hasta el final del embarazo, comportándose de igual la ectasia renal. (Gráfico 1)
Se evidenció en la translucencia nucal, el pliegue nucal, el ductus venoso, la ectasia renal y el quiste del plexo coroides un valor de la probabilidad asociada al estadígrafo menor de 0,05, lo que traduce con un 95 % de confiabilidad que existe asociación estadística entre estos signos sonográficos y la aparición de defectos congénitos. (Tabla 1)
Marcadores | Grupo | Total | p | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Con defecto | Sin defecto | ||||||
No | %* | No | %* | No | %* | ||
Translucencia nucal | 16 | 80,0 | 4 | 20,0 | 20 | 100 | 0,000 |
Pliegue nucal | 3 | 100 | 0 | 0 | 3 | 100 | 0,000 |
Hueso nasal | 0 | 0,0 | 1 | 100 | 1 | 100 | 0,088 |
Ductus venoso | 7 | 50,0 | 7 | 50,0 | 14 | 100 | 0,000 |
Hiperecogenicidad intestinal | 0 | 0 | 5 | 100 | 5 | 100 | 0,824 |
Foco intracardiaco | 2 | 4,7 | 40 | 95,3 | 42 | 100 | 0,672 |
Ectasia renal | 8 | 17,0 | 39 | 83,0 | 47 | 100 | 0,000 |
Quiste plexo coroide | 2 | 25,0 | 6 | 75,0 | 8 | 100 | 0,034 |
*Los porcientos se calcularon a partir del total de cada uno de los marcadores
Fuente: Registros lineales de ultrasonido
Al aplicarse las pruebas diagnósticas a cada uno de los marcadores que tuvieron asociación estadística significativa con la aparición de defectos congénitos, se obtuvo que la translucencia nucal y el ductus venoso son las únicas variables que utilizadas de forma aislada poseen capacidad predictiva sobre las anomalías congénitas, ya que presentaron en todos los indicadores un valor superior al 50 %. (Tabla 2)
Marcador | Indicadores diagnósticos | |||||
---|---|---|---|---|---|---|
S | E | VP+ | VP- | RV+ | RV- | |
Translucencia nucal | 61,5 | 99,4 | 80,1 | 98,5 | 99,7 | 0,39 |
Pliegue nucal | 11,54 | 100 | 100 | 96,59 | 5,3 | 0,88 |
Ductus venoso | 58,0 | 79,7 | 76,7 | 88,4 | 87,6 | 0,50 |
Quiste plexo coroides | 7,69 | 99,08 | 25 | 96,0 | 8,3 | 0,9 |
Ectasia renal | 30,7 | 91,9 | 13,1 | 97,1 | 3,8 | 0,7 |
Fuente: Registros lineales de ultrasonido
La translucencia nucal aumentada tuvo una probabilidad asociada al estadígrafo de 0,000 en el sistema cardiovascular, osteomioarticular, y en aquellos que tuvieron afectados más de un sistema, lo que permite plantear con una confiabilidad del 95 % que existe asociación estadística significativa entre este marcador alterado y la presencia o no de alteraciones en la morfogénesis en esos casos. En el caso del ductus venoso se pudo observar asociación con el sistema cardiovascular, y en los que presentaron anomalías congénitas en más de un sistema. (Tabla 3)
Sistema afectado | Translucencia nucal | p | Ductus venoso | p | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Normal | Alterada | Normal | Alterada | ||||||||
No. | %* | No. | %* | No. | %* | No. | %* | ||||
Cardiovascular | 0 | 0,0 | 5 | 100 | 0,000 | 0 | 0,0 | 5 | 100 | 0,000 | |
Genitourinario | 6 | 100 | 0 | 0,0 | 0,850 | 6 | 100 | 0 | 0,0 | 0,873 | |
Inmunológico | 0 | 0,0 | 1 | 100 | 0,872 | 1 | 100 | 0 | 0,0 | 0,932 | |
Nervioso central | 1 | 100 | 0 | 0,0 | 0,972 | 1 | 100 | 0 | 0,0 | 0,971 | |
Osteomioarticular | 1 | 25,0 | 3 | 75,0 | 0,000 | 4 | 75,0 | 0 | 25,0 | 0,861 | |
Dos o más sistemas | 2 | 28,6 | 5 | 71,4 | 0,000 | 5 | 0,0 | 2 | 100 | 0,000 |
*Los porcientos se calcularon a partir del total de cada sistema afectado
Fuente: Registros lineales de ultrasonido
El análisis de los indicadores diagnósticos aplicados a la translucencia nucal mostró valores superiores al 50 % en todos los sistemas de órganos donde tuvo una asociación estadística significativa, lo que traduce que se puede considerar un buen predictor de defectos congénitos en los sistemas que se reflejan. En el caso del ductus venoso, sólo tuvo una asociación estadística significativa para el sistema cardiovascular, por lo que se considera un buen predictor de anomalías cardiacas. (Tabla 4)
Marcador | Sistemas | S | E | VP+ | VP- | RV+ | RV- | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Translucencia Nucal | Cardiovascular | 100 | 98 | 89,4 | 100 | 66,7 | 0,20 | Osteomioarticular | 75 | 97,9 | 77,6 | 99,8 | 76,0 | 0,26 | Más de un sistema | 71,4 | 98,2 | 79,4 | 99,7 | 69,9 | 0,29 |
Ductus venoso | Cardiovascular | 100 | 98,5 | 93,3 | 100 | 87,2 | 0,30 | Más de un sistema | 28,5 | 98,8 | 13,3 | 100 | 14,7 | 0,77 |
Fuente: Base de datos RECUMAC y RECUPREMAC
DISCUSIÓN
La translucencia nucal elevada (TN) predominó en el primer trimestre, resultado similar al obtenido por Varela Iraola S, et al.,6 y Hernández Rosales M.,7 resolviéndose de forma espontánea en la mayoría de los casos.
La inversión de la onda a del ductus venoso hallada en el primer trimestre, puede relacionarse con las cromosomopatías y cardiopatías fetales, en caso de persistir hasta el final del embarazo con las insuficiencias placentarias.8)
La hipoplasia del hueso nasal sólo fue visible en un caso y se mantuvo presente hasta el nacimiento, semejante a lo encontrado por Núñez Copo AC et al.9) Hay que tener en cuenta que para su detección se requiere de personal entrenado, limitando su aplicación de rutina en la práctica clínica.10
La ectasia renal representó el 35 % de los marcadores encontrados, predominando en la segunda etapa de la gravidez, lo que coincide con los resultados de Silva González et al.,11 sin embargo, sólo en siete casos persistió hasta el nacimiento.
Los focos ecogénicos intracardiacos se diagnostican en cerca del 1,5 al 4 % de los embarazos normales. Su etiología no está clara, pero probablemente es una variante normal del desarrollo del músculo papilar, evidenciada en un momento determinado de la morfogénesis, que luego puede desaparecer.12
La translucencia nucal elevada en pacientes con cariotipo normal, ha demostrado su asociación con cardiopatías congénitas mayores, displasias esqueléticas, hernias diafragmáticas y síndromes genéticos.6,13)
Souza TC et al.,12 encuentra asociación del pliegue nucal con las malformaciones osteomusculares y cardiovasculares.
El hueso nasal no mostró asociación estadística significativa con el diagnóstico de anomalías del desarrollo, sólo está demostrada su utilidad en el Síndrome Down.14
En relación a la inversión de la onda a del ductus venoso, Martínez Ramírez, MA et al.,8 refiere que permite realizar un diagnóstico precoz de cardiopatías congénitas. En el estudio realizado representó el 50 % en cada uno de los grupos, estando asociada estadísticamente con la presencia o no de defectos congénitos.
La hiperecogenicidad intestinal es una variante de la normalidad, que puede relacionarse con defectos obstructivos gastrointestinales debido a la disminución del líquido amniótico en el meconio, así como en la enfermedad de Hirschsprung, donde produce aumento de la ecogenicidad intestinal por disminución de la perístasis.15)
Toledo LM, et al.,16) la encuentra como antecedente prenatal ecográfico de los fetos con fibrosis quística.
A consideración de los investigadores, que esta variable no esté asociada estadísticamente a la presencia de defectos congénitos puede deberse a la baja incidencia de anomalías del sistema digestivo en el período estudiado.
Las ectasias renales, en el estudio realizado por Souza TC, et al.,12 se asociaron con malformaciones renales, sin embargo, en su mayoría (50 - 70 %) se consideran transitorias o fisiológicas, coincidiendo con los resultados encontrados en esta investigación.
Este comportamiento puede deberse a la maduración lenta del sistema excretor, a la obstrucción del flujo en algunas de las zonas del sistema, o por reflujo vesicoureteral.11,17)
Al aplicarle las pruebas diagnósticas a los marcadores con asociación estadística significativa, para evaluar su capacidad predictiva, se encontró que la sensibilidad en la translucencia nucal y el ductus venoso fue de 61,5 % y 58 % respectivamente, lo que demuestra la capacidad que tienen para detectar en el producto de la gestación un defecto congénito. En cuanto a la especificidad también presentaron valores elevados, identificando como sanos a los que efectivamente lo son.
La TN tuvo una asociación estadística significativa con el sistema cardiovascular, osteomioarticular, y en aquellos que tuvieron afectados más de un sistema, donde predominaron los defectos osteomioarticulares.13,18
Souza TC et al.,12 plantea que aunque esta variable puede ser un hallazgo ecográfico en el 5 % de los fetos euploides, puede asociarse a cardiopatías congénitas, sin embargo, Durán Chávez JA et al.,18) reporta que el 54,4 % de los fetos con TN elevada son euploides.
A diferencia de lo planteado, Martínez Castro AA,19 refiere que aunque estos marcadores son transitorios y no brindan un diagnóstico definitivo, sí permiten identificar productos de la gestación con alto riesgo de tener una malformación cardiaca, por lo que el consenso actual es recomendar una ecocardiografía dirigida a aquellos fetos cromosómicamente normales con TN aumentada.
La inversión de la onda a del ductus venoso también tuvo asociación estadística significativa con los defectos cardiovasculares, y con los que afectaron más de un sistema.
Al realizar el análisis de los indicadores diagnósticos a la translucencia nucal elevada en los sistemas donde tuvo asociación estadística, se obtuvo valores superiores al 50 % en todos, lo que traduce que se puede considerar esta variable buena predictora de defectos congénitos para los mismos.
La capacidad predictiva de la TN para la detección de cardiopatías congénitas, presentó una sensibilidad del 100 % y especificidad del 98 %, en contradicción con el estudio realizado por Martínez Ramírez MA, et al.,8) donde tuvo una baja sensibilidad con el 47,06 %, sin embargo, Copado Mendoza DY, et al.,20 tuvo resultados similares a los encontrados en la investigación.
Todas las cardiopatías congénitas mayores diagnosticadas (bloqueos cardíacos congénitos, cierre precoz de agujero oval, y una comunicación interventricular amplia) tuvieron una TN aumentada, como respuesta, desde el punto de vista fisiopatológico a los cambios hemodinámicos provocados.
Al evaluar el comportamiento de este signo sonográfico con la presencia de defectos congénitos en el sistema osteomioarticular (displasias esqueléticas), se observó una sensibilidad y especificidad de 75 % y 97,9 % respectivamente.
En los casos que tuvieron afectados más de un sistema, también estuvo elevada esta mensuración, lo que puede explicarse por el predominio de los defectos del sistema musculo esquelético, donde la TN elevada tiene capacidad predictiva para este sistema específico.
Al analizar los indicadores diagnósticos para el ductus venoso en los sistemas de órganos en los que tuvo asociación estadística significativa, se observó valores superiores al 50 % sólo para cardiovascular, lo que traduce que se puede considerar un buen predictor de defectos congénitos en este caso.
A pesar de lo anterior, Martínez Ramírez MA, et al.,8 refiere que se han identificado embarazos que cursan sin complicación teniendo una onda reversa en el 80 % de los casos, con datos bastante similares a los de esta investigación, donde en el 50 % de los productos de la gestación no se diagnosticaron anomalías cardiacas.
En la investigación realizada, la onda a invertida del ductus venoso, estuvo presente en las mismas cardiopatías congénitas donde estuvo aumentada la translucencia nucal, esta asociación puede aumentar su capacidad predictiva.
Se puede concluir que la translucencia nucal mostró capacidad predictiva para los defectos de los sistemas cardiovascular, osteomioarticular, y para alteraciones de dos o más sistemas. El ductus venoso solo mostró valor predictivo para los defectos del sistema cardiovascular.