Introducción
Un análisis de la cobertura salubrista en Cuba antes del triunfo revolucionario permite asegurar que nuestro campesinado no poseía ni un mínimo de atención, por ejemplo la mortalidad infantil alcanzaba hasta 70 por mil nacidos vivos (estadísticas no confiables). Cuando existía un sitio para la venta de medicamentos el boticario suplía en alguna medida al representante para la atención a los problemas de salud. Aparejado a todo esto no existían viales para poder trasportar a los enfermos por lo que muchos o la mayoría moría sin recibir atención médica. Se transportaba a los enfermos en camilla o hamaca a hombros hasta el lugar en que podía transportarse, en ocasiones era por vía marítima, la embarcación podía llegar tarde o no llegar. Aledaño al embarcadero se hacían enterramientos constituyéndose verdaderos cementerios en dichos lugares. Finalmente, conseguir un ingreso o una cama en una institución hospitalaria resultaba difícil y conllevaba establecer compromisos con los politiqueros de la época.1,2
Con estos antecedentes, necesariamente tenían que producirse explosiones sociales, de la que está llena nuestra República mediatizada: muertes, huelgas, levantamientos armados etc., para cambiar la realidad social imperante. No es hasta el año 1953, en el Centenario del nacimiento del Apóstol José Martí, que un grupo de jóvenes encabezados por el joven abogado Fidel Castro asaltan los cuarteles Moncada y Carlos M. de Céspedes en la provincia de Oriente. Son detenidos los sobrevivientes y Fidel en su propia defensa hace un alegato titulado La Historia me Absolverá en el que denuncia todos los horrores de que padecía el pueblo cubano, pero además establece un programa para palear y dar solución a dichos problemas, teniendo papeles protagónicos la salud y la educación. Al pasar de los años este manifiesto ha servido de Plataforma Programática para llevar a cabo los cambios económicos-sociales luego del triunfo revolucionario en 1959.1,2
Desarrollo
Como se menciona en el acápite anterior el 1ero de enero de 1959 se produce el triunfo de la Revolución y dentro de las primeras acciones que se desencadenan está la construcción de Unidades rurales de Salud: puestos médicos, dispensarios y hospitales rurales.
En el territorio de Cienfuegos se construyeron el hospital de San Blas, Crucecitas, el Naranjo y el del Nicho. Paralelamente se arreglan y crean viales, carreteras, etc., que contribuyeron a la atención y evacuación de los enfermos residentes en lugares intrincados de nuestros campos. En nuestra provincia recibió el nombre de Plan Escambray.2-4
En la medida que se creó la infraestructura necesaria de hospitales rurales, postas médicas, etc., se enfrentó la situación adversa creada al irse del país el 50 % de los médicos que existían en Cuba (6000), solo quedaron unos 3000, lo que ponía en crisis los planes de cobertura y atención de la Revolución triunfante.
En la figura del propio jefe de la Revolución, el Comandante Fidel Castro, se prioriza la formación del personal médico y de enfermería y es en el año 1960 que se instaura el Servicio Médico Rural y los médicos acuden a prestar sus servicios a nuestros campos comenzando por un periodo de 6 meses, luego 1 año y finalmente por 2 años, con el ánimo de dar asistencia médica al sector de la población más desprotegido, nuestro campesinado, a lo largo y ancho del país, aprovechando la infraestructura que con ese fin se fue creando. Se creó dicho programa con un sistema de relevo en la medida que se iban graduando nuevos profesionales, inicialmente en la Universidad de La Habana (única que lo hacía hasta ese momento) luego lo hizo Santiago de Cuba en 1962 y en 1965 la Universidad Central en la provincia de las Villas.2-5
En la medida que se van incrementando los centros formadores a lo largo del país con ¨polos de formación¨ en las antiguas provincias se produce una integración docente asistencial estableciéndose los trabajos asistenciales, a través de los mismos, los alumnos, a partir del 3er año de la carrera, aportaban un mes de trabajo y se ubicaban en postas médicas, cooperativas, unidades militares, lo que significaba un primer escalón de atención y a la vez entrenar tempranamente a nuestros estudiantes en la vinculación con la práctica médica. En la década de los años 80 se crea el contingente ¨Manuel Piti Fajardo¨ que establecía la realización del 6to año de Medicina en los Hospitales Rurales. En nuestra provincia esto se cumplió en el hospital de San Blas y en Aguada de Pasajeros formándose los mismos con el apoyo de nuestros profesores que impartían la docencia en dichos escenarios. Los internos vivían y laboraban en dichos lugares.2-7
Ya en la década de los 80 el propio Comandante en Jefe crea la Medicina Familiar y el Programa del Médico de la Familia lo que originó un cambio extraordinario para la atención médica en la Atención Primaria de Salud (APS). El primer ensayo se realiza en la barriada de Lawton (Habana) en el año 1984 y luego se va extendiendo progresivamente a todo el país, en nuestra provincia comenzó en el año 1984 con 4 médicos. Esto llevaba implícito la construcción de los CMF en los macizos montañosos y aquellos lugares de difícil acceso. En el Escambray cienfueguero se construyeron un total de 17 CMF en el año 1987, con este paso se acercaba más la atención médica al paciente incluyendo a los que siempre habían sido los más desprotegidos. Otro elemento importante, se dio cobertura a los principales Programas de atención con énfasis en el área Materno Infantil lo que definitivamente cooperó en alcanzar las cifras de mortalidad infantil que exhibe nuestro país.7,8
Luego de algunos años de experiencia se toma la decisión en nuestra provincia de Cienfuegos de formar especialistas de MGI en el Escambray, para lo que se crearon las bases necesarias e invariantes que garantizaran dicho propósito: fortalecer con el recurso humano especializado el Programa del Plan Turquino así como la constitución del Grupo Básico de Trabajo (GBT), eslabón fundamental para la formación de los especialistas. Además de los especialistas básicos se garantizó la presencia de las especialidades del segundo nivel de atención lo que aportó positivamente a la gestión docente-asistencial y benefició a los habitantes de la montaña.
Como colofón de todo lo narrado anteriormente queremos hacer énfasis en el curso recién terminado en el que se graduaron los primeros especialistas formados totalmente en los Consultorios de nuestro Plan Turquino.
El objetivo de esta nuestra presentación es que el lector tenga la posibilidad de establecer una comparación entre la realidad de nuestros campos antes de 1959 y lo alcanzado en nuestros días: de un desamparo salubrista a la cobertura médica con que cuentan nuestros campos en la actualidad. Además de una formación médica restringida solo a la capital del país hasta el momento actual en que todas las provincias cuentan con Universidades Médicas y forman profesionales para Cuba y para el mundo.