Introducción
La motivación del aprendizaje de la Historia de Cuba, es un tema recurrente en la carrera de Ingeniería de Minas de la Universidad de Moa. La necesidad de incentivar el interés del alumnado por el aprendizaje de los contenidos históricos ha impulsado al colectivo de profesores a desarrollar el proceso investigativo emprendido, del cual se han obtenido valiosas informaciones sobre las fortalezas y debilidades del proceso enseñanza-aprendizaje que en esa asignatura acontece.
El tema de la motivación, tiene, en el contexto de la Psicología, una historia de más de un siglo de discusiones en torno a su génesis y características fundamentales. Las respuestas que ha proporcionado esa disciplina a la interrogante acerca de los motivos de la actividad psíquica humana aún continúan enriqueciéndose con las diversas investigaciones, que en ese terreno se realizan en la actualidad. Los profesores de Historia de Cuba, en las universidades, tienen el reto de aplicar con creatividad los resultados de esas investigaciones, para superar las insuficiencias teóricas y metodológicas que aún limitan el aprendizaje de los estudiantes, en virtud de ello, deben concientizar el rol, que en el orden político, ético, social y cultural general desempeña esa asignatura en la formación de los jóvenes.
Materiales y métodos
El diagnóstico realizado a la enseñanza-aprendizaje de la Historia de Cuba incluyó validaciones a documentos normativos y visitas a clases. En la investigación también se aplicó la observación participante y otras técnicas que permitieron la identificación de las siguientes insuficiencias:
- En el Plan de Estudio E de la carrera se pudo constatar lo señalado por Del Toro (2018), los objetivos y modos de actuación referidos en el Modelo del Profesional, “[…] sólo reflejan las funciones técnicas que debe cumplir el egresado en el ejercicio de su profesión y no explicitan suficientemente la base histórico-cultural que este debe manifestar en su comportamiento social y en su desempeño profesional.”(pp. 3-4)
- El Plan de Estudios E reconoce que la disciplina de Historia de Cuba dota a los estudiantes de una cultura histórica sobre el proceso de formación y desarrollo de la nacionalidad, la nación y el estado nacional cubano. Sin embargo, en sus orientaciones y objetivos, no se ofrecen suficientes pautas metodológicas para que los docentes actualicen, en sus respectivos programas de asignaturas, los contenidos históricos (conocimientos, habilidades, valores y modos de actuación) para lograr un mayor acercamiento al cumplimiento de los objetivos formativos planteados en los Modelos del Profesional de cada carrera y hacer más atractiva la enseñanza de la Historia de Cuba.
-Los Programas de la disciplina Historia de Cuba y la asignatura no ofrecen suficientes orientaciones al profesor para el enriquecimiento de los contenidos históricos desde un enfoque profesional.
- Los profesores manifiestan carencias teóricas y metodológicas, que les impiden derivar correctamente los objetivos desde el Modelo del profesional, Programa de la disciplina, hasta el Programa de la asignatura. Esta insuficiencia limita la selección adecuada de los contenidos históricos e impide la determinación objetiva de los procedimientos y métodos que permiten el adecuado vínculo de la asignatura Historia de Cuba con la profesión de los estudiantes. En esta debilidad teórica y metodológica radica una de las causas de la barrera motivacional que restringe el aprendizaje de esa disciplina en los estudiantes de esa carrera.
- Los profesores plantean la necesidad de buscar soluciones desde la ciencia, para emprender las transformaciones didácticas y pedagógicas, que permitan hacer la Historia de Cuba más atractiva.
- Manifiestan debilidades en la preparación teórica y metodológica que les impiden la aplicación de la motivación del aprendizaje como un proceso.
- Manifiestan dificultades de orden teórico y metodológico para seleccionar adecuadamente los contenidos y determinar con objetividad los procedimientos y métodos que permiten el adecuado vínculo de la asignatura de Historia de Cuba con la profesión de los estudiantes.
- Manifiestan debilidades teóricas para fundamentar y elaborar procedimientos motivacionales ajustados a los intereses formativos de la carrera.
- Solo seleccionan contenidos históricos que expresan hechos de carácter político, militar y económico, al margen del enfoque profesional que estos requieren, para atender las necesidades formativas declaradas en el Modelo del Profesional de la carrera y las demandas sociales.
- No están preparados teórica y metodológicamente para seleccionar y secuenciar los contenidos históricos, desde una integración de los componentes académico, laboral e investigativo con las dimensiones instructiva, educativa y desarrolladora del proceso de formación del profesional.
- Los estudiantes manifiestan falta de interés por el contenido histórico tradicional que aporta la asignatura, el cual desconoce el significado pedagógico y la utilidad formativa de su vínculo con la historia de la profesión y el futuro desempeño laboral de los estudiantes.
- Reconocen poseer bajos índices de interés por el conocimiento de los contenidos históricos.
La motivación ha sido objeto de estudio por un grupo de investigadores foráneos y nacionales que constituyen referentes de obligada consulta, por lo valioso de sus aportes que avalan la necesidad de estudiar la motivación como un proceso didáctico. Entre los autores, que en las últimas décadas del siglo XX, aportaron resultados sobresalientes podemos encontrar a González (1987, 1997) y Bozhovich (1976).Otros autores nacionales y extranjeros como Chóliz (2004); Ospina (2006); González (2008); Carrillo, et al., (2009); Naranjo (2009); Valle, et al., (2010); Sánchez (2014); Chiecher (2017); Sellan (2017); Moneta y Tofful (2019) y Farley (2021) han enriquecido y perfeccionado la tesis, según la cual el potencial motivador contenido en el espíritu humano es inagotable y es provocado por factores internos y externos. Ese potencial motivador debe tener como antecedente una necesidad, y solo bajo la acción de un impulso, puede generar una conducta motivada.
Este trabajo también se ha basado en una revisión y análisis exhaustivo de estudios relevantes, realizados sobre la motivación como categoría de la Psicología que impacta el aprendizaje de los contenidos históricos y en particular de la Historia de Cuba en la Educación universitaria, para fundamentar el estado en que se encuentra el aprendizaje de esa asignatura en la carrera de Ingeniería de Minas de la Universidad de Moa. Para alcanzar sus propósitos, los autores realizaron un estudio exploratorio del proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia de Cuba en el centro referido, apoyados en el análisis de documentos, la observación a clases, entrevistas y encuestas.
También se analizaron críticamente los posicionamientos de diversos investigadores sobre la motivación del aprendizaje de la Historia de Cuba, como González (2010); Olivera (2012); Hernández, et al., (2014); Gracia, et al., (2015); García, et al., (2017); Caballero y López (2018); Alemán, et al., (2018); Bravo y Fabé (2018); Barrera, et al., (2019); Silva (2019); Solís y López (2020); Morera y Morera (2020); Utrera y Consuegra (2020); Navarro, et al., (2021) y Moreno y Quiñones (2009). El artículo cierra con una propuesta de acciones didácticas, como solución alternativa a los problemas detectados en la motivación de los alumnos por el aprendizaje de la Historia de Cuba en la carrera objeto de estudio.
Resultados y discusión
En Cuba, se han realizado numerosas publicaciones sobre el tema de la motivación, dentro de las cuales sobresale la del autor González (2008), quien resalta el rol de la motivación en el desarrollo de la personalidad, considerándola como un conjunto concatenado de procesos psíquicos que implican la actividad nerviosa superior y refleja la realidad objetiva a través de las condiciones internas de la personalidad. Sobre esa base, considera que la motivación constituye un fenómeno ideal y subjetivo, que tiene como centro rector el funcionamiento fisiológico del cerebro. De acuerdo con este autor, en la motivación intervienen procesos afectivos (emociones y sentimientos), tendencias (voluntarias e impulsivas) y los procesos cognitivos vinculados a la actividad sensorial, el pensamiento y la memoria. En ese proceso, los componentes afectivos y las tendencias ocupan la función más importante en ella. Sin embargo, al mismo tiempo, la motivación es reflejo de la realidad objetiva y una manifestación de la personalidad, en la cual los estímulos que inciden sobre el sujeto se expresan en las características internas de la personalidad; por esa causa, la motivación deviene manifestación de las características y del estado de la personalidad: del carácter, de las capacidades cognoscitivas y del temperamento, pero las características del carácter son las que ocupan en ella la función principal. Desde ese fundamento teórico, define la motivación del modo siguiente: “Por motivación se entiende la compleja integración de procesos psíquicos que efectúa la regulación inductora del comportamiento, pues determina la dirección (hacia el objeto-meta buscado o el objeto evitado), la intensidad y el sentido (de aproximación o evitación) del comportamiento.”(Gonzáles, 2008, p. 61)
En las primeras dos décadas del presente siglo, la teorización en torno a la motivación se ha vinculado más a los estudios educacionales. Por esa razón, diversos autores afirman que la misma constituye uno de los factores más influyentes en el desarrollo del aprendizaje y que cuando esta no se tiene en cuenta, los estudiantes aprenden con menos efectividad: “Uno de los aspectos más relevantes para que se dé el aprendizaje es la motivación y no hay duda alguna acerca de que cuando esta no existe, los estudiantes difícilmente aprenden.”(Ospina, 2006, p. 159)
La motivación es un proceso generador de un estado anímico muy favorable, que conduce al educando a manifestar seguridad y confianza en el cumplimiento exitoso de sus tareas durante el transcurso de la etapa escolar. Para los investigadores como Carrillo, et al., (2009), la motivación es aquella actitud interna y positiva frente al nuevo aprendizaje, al referirse a sus fundamentos psicológicos ellos expresan:
La motivación, del latín motivus (relativo al movimiento), es aquello que mueve o tiene eficacia o virtud para mover; en este sentido, es el motor de la conducta humana. El interés por una actividad es "despertado" por una necesidad, la misma que es un mecanismo que incita a la persona a la acción, y que puede ser de origen fisiológico o psicológico. Cada vez que aparece una necesidad, ésta rompe el estado de equilibrio del organismo y produce un estado de tensión, insatisfacción e inconformismo que lleva al individuo a desarrollar un comportamiento o acción capaz de descargar la tensión. Una vez satisfecha la necesidad, el organismo retorna a su estado de equilibrio anterior. (p. 21)
De acuerdo con Morera y Morera (2020), los estudios sobre motivación aportan resultados “[…] significativos que permiten tener una concepción mucho más acabada e integral de la conducta motivada, y presentar así la personalidad como portadora de esas necesidades, motivo de intereses que la mueven hacia una meta.”(p. 2). Los autores referidos, exponen una reflexión que revela la elevada complejidad pedagógica y didáctica de la motivación. De acuerdo con sus criterios, el estado motivacional de los estudiantes debe tener en consideración sus causas, como una condición indispensable para profundizar en el estudio de sus características. Por consiguiente, no se trata de alegar, de manera precipitada, que los bajos resultados en el aprendizaje de una asignatura o materia se debe a la ausencia de motivación en los estudiantes hacia el estudio. También, se alejan de las verdaderas causas aquellos docentes que desde el primer momento alegan que debido a la falta de interés y de preocupación los estudiantes no cumplen sistemáticamente la realización de las tareas docentes orientadas, cuando en realidad existen fallas en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Del mismo modo, los estudiantes, con frecuencia manifiestan que, si las clases fueran más interesantes, atractivas y emotivas, estimularían en ellos el interés por conocer más y los resultados del aprendizaje serían más elevados.
En la actualidad, el profesorado universitario enfrenta un escenario académico, constituido por estudiantes mucho más activos y creativos, que pugnan por determinar significados más allá de las orientaciones e informaciones que recibe en el recinto escolar. Este tipo de alumno se comporta con más autonomía y control consciente sobre sus procesos de aprendizaje, porque poseen: “[…] habilidades denominadas metacognitivas o meta componenciales -conocimiento sobre los propios procesos cognitivos o sobre los propios procesos de adquisición de conocimiento.”(Valle, et al, 2010)
El aprendizaje de los contenidos históricos favorece la comprensión de las causas y efectos de los fenómenos sociales. Aporta a los estudiantes habilidades intelectuales para formar criterios de valoración de los acontecimientos contemporáneos y tomar partido con criterio propio, como condición indispensable para el desarrollo de una cultura general integral en los estudiantes universitarios. Por esa causa, la motivación por el estudio de las diferentes disciplinas históricas constituye una necesidad formativa en la Educación Superior.
García (2011), propone asumir la motivación con el sentido de despertar el interés de los estudiantes por la historia, desde su compromiso a afrontar el necesario esfuerzo que representan los estudios de esa disciplina. Asimismo, señala que la motivación supone ganar conciencia de que lo que se enseña tiene valor para la persona, para lo cual deben tenerse en cuenta tres factores: A) El valor significativo, que se expresa en el valor intrínseco que aportan los contenidos históricos a los estudiantes mediante el aprendizaje de los contenidos históricos; B) El factor atractivo, que tiene por objeto hacer más estimulante el aprendizaje del contenido histórico, priorizando las vías para lograrlo; C) El factor activo, el cual confiere confianza al estudiante como sujeto del aprendizaje, que se siente estimulado para esforzarse y cumplir sus tareas de estudio. De acuerdo con el autor analizado, los tres factores expuestos constituyen las variables macro motivadoras de su propuesta de aprendizaje de los contenidos históricos, que llevados a la práctica educativa se concretan en una serie de mecanismos de actuación o variables micro motivadoras, que permiten aplicar tales factores de un modo operativo, para alcanzar los propósitos motivadores del aprendizaje de la historia, en este sentido el articulista explica:
Estos mecanismos parten, lógicamente, de las posibilidades motivadoras que directa -pero sólo potencialmente-auspician los propios acontecimientos históricos, mediante una adecuada selección y jerarquización de los no siempre abarcables contenidos curriculares. Ello se hizo en función de su interés y su atractivo intrínseco, supeditando en torno a estos contenidos los restantes aprendizajes. En este sentido también se consideró básico que los alumnos percibieran de manera reiterada y práctica el sentido y la funcionalidad que posee aquello que se les invita a estudiar, para así justificar explícitamente su no siempre deseado aprendizaje. (p. 8)
Según Chiecher (2017), el tema de la motivación ha sido ampliamente estudiado por la Psicología Educacional, desde la cual se ha vinculado con el aprendizaje y el rendimiento académico de los estudiantes. “En tal sentido, parece haber un amplio consenso en cuanto a considerar que una orientación motivacional intrínseca -o hacia el aprendizaje- estaría relacionada con patrones de cognición y motivación adaptativos y favorecedores del aprendizaje.”(p. 62) Este autor, en su investigación comprobó que un grupo de estudiantes de diferentes carreras, en un período determinado, alcanzaron notables resultados académicos a partir de haberse planteado metas de aprendizaje. De esa tesis el autor concluyó que “[…] los estudiantes pueden tener distintos tipos de metas al afrontar una tarea académica o curso escolar, generando entonces distintos patrones motivacionales y, por lo tanto, diferentes comportamientos y actuaciones en el camino de alcanzarlas.”(p. 62)
El análisis realizado descubre que en el proceso de la motivación intervienen necesidades sociales como el deber de estudiar y la responsabilidad de prepararse para la vida. También median intereses cognitivos como la necesidad de superación intelectual, de valoración y autovaloración de la vida social. La motivación puede considerarse una necesidad significativa si está orientada al “[…] estudio para cumplir con un deber social y prepararse intelectualmente para desenvolverse en la sociedad. La motivación hacia el estudio es autónoma desde el momento en que responde a los intereses cognoscitivos, sentimientos y convicciones propias de la personalidad.” (Morera y Morera, 2020, p. 2).
Por su parte, Ospina (2006), consideran que el aprendizaje resultante de la motivación de la enseñanza genera confianza en los estudiantes, y si se aplican las debidas estrategias metodológicas, despertará un gran interés entre los alumnos por el aprendizaje, proporcionando así la asimilación de conocimientos de manera rápida y efectiva. Según los autores referidos, la motivación no debe aplicarse exclusivamente al inicio de la clase, “[…] sino que debe mantenerse antes, durante y después, y ser el punto de partida, para un aprendizaje significativo y si esta tiene éxito se podrá aplicar para nuevos procesos que fomenten una clase de forma participativa e integradora.”(p. 3)
A los criterios planteados por los autores analizados, acerca de la motivación como un fenómeno asociado al desarrollo de la personalidad en el proceso de formación de los estudiantes, es importante incorporar el criterio de que la aplicación de cualquier estrategia o procedimiento para incentivar el interés de los estudiantes por el estudio, debe estar asentada en los resultados de un diagnóstico integral que permita determinar los factores sociales, pedagógicos y psicológicos que comprometen al estudiante con el aprendizaje y favorecen la formación integral de su personalidad. Por esa causa, los profesores deben discutir con sus alumnos todos los resultados generados en el proceso formativo. Los estudiantes deben sentirse protagonistas de los éxitos alcanzados y también deben reconocer su responsabilidad en los fracasos.
Según García (2011), la motivación del aprendizaje de la Historia debe pasar por la aplicación de una concepción de la enseñanza que parta de la premisa básica de que los profesores motiven a sus alumnos, cumpliendo con el requisito de poner en juego sus capacidades de razonamiento. Este autor concibe la motivación como el estímulo que despierta el interés del alumnado por el conocimiento, presentándola como la acción didáctica de “[…] dar motivos, no tanto para entretener o para lograr que la historia guste, como para comprometer al alumno a afrontar el aludido pero inevitable y necesario esfuerzo que representan los estudios, el estudio y el estudiar.”(p. 7)
La escuela es la institución social responsabilizada con la tarea de direccionar el proceso de formación de los jóvenes, para educarlos en los valores y principios que sustentan a la sociedad cubana y formar en ellos cualidades políticas, morales, laborales y culturales que respondan a las demandas del desarrollo social actual. La asignatura Historia de Cuba, que se imparte en las carreras de las universidades del país, brinda una rica variedad de contenidos, necesarios“[…]para la formación política-ideológica y de sentimientos y cualidades de la personalidad, como son: el amor a la patria, el orgullo de ser cubano, el rechazo al imperialismo, la decisión de defender y hacer avanzar la Revolución socialista[…].”(Nodal, et al., 2010, p.3) De acuerdo con estos autores, el profesor de Historia de Cuba tiene que desarrollar un proceso de enseñanza formativo, en el que el alumno viva, sienta y piense con autonomía en todas las actividades docentes planificadas, especialmente, en las clases. En este sentido, el profesor debe actuar como transformador de la enseñanza para lograr un aprendizaje desarrollador de la Historia de Cuba y hacerlos beneficiarios de la herencia cultural legada por las generaciones que forjaron la nación. Este tipo de enseñanza se apoya teóricamente “[…] en el enfoque histórico-cultural de Vigotsky, que resalta la naturaleza social del proceso de interiorización al puntualizar el papel del adulto en la relación objeto-sujeto y es portador de las formas más generales y concretas de la experiencia histórico-cultural.”(Nodal, et al., 2010, p. 4)
De acuerdo con Olivera (2012), es muy necesaria la preparación de los estudiantes desde el conocimiento profundo de la Historia de Cuba, para que expresen sus criterios y […] valoraciones a partir del trabajo con las más variadas fuentes del conocimiento utilizadas al impartir esta disciplina. Debe partirse del conocimiento que poseen los alumnos, escuchar y estimular sus opiniones, para despertar el interés de aprender desde una actitud reflexiva.
En Cuba los problemas de la falta de motivación de los estudiantes por los contenidos históricos no tienen su origen en la Educación Superior. Los estudiantes llegan a las universidades con una manifiesta predisposición hacia la Historia, por esa causa Hernández, et al, (2014), señala que, en el Pre-universitario la falta de motivación por la enseñanza de la Historia (Historia de Cuba) es un hecho real, que se revela en los resultados que ofrecen las encuestas. En ellas, los estudiantes evidencian que su interés por los estudios de los contenidos históricos se debe a la necesidad de elevar el promedio general, aprobar las pruebas de ingreso a la universidad, y porque, algunas veces, el profesor despierta el interés y le demuestra que aporta una concepción científica, cultural y moral de la sociedad. Los autores concluyen su análisis con la siguiente valoración:
Como podrá apreciarse en la lista de motivos sólo en último lugar aparece el interés por los conocimientos históricos, originado a nuestro juicio por la falta de vínculos con el presente y las proyecciones sociales futuras y por convertir al alumno en un receptor de información carente de espacios para la reflexión y la interpretación. (p. 2).
Los investigadores Alemán, et al., (2018), consideran que la primera herramienta didáctica que deben poseer los profesores universitarios para atraer la atención de sus estudiantes y despertar en ellos el interés por sus respectivas asignaturas, es estar motivados ellos mismos por enseñar a sus alumnos. En este sentido, estos autores reflexionan:
La enseñanza va de la mano con el método que utilice el maestro para que el conocimiento fluya en el estudiante y, este a su vez, debe ir ligado también con cuán motivado esté el profesor y que esta motivación sea transmitida a sus estudiantes. Hay que tener en cuenta que la falta de motivación intrínseca en los docentes afecta directamente al alumnado, ya que un profesor desmotivado, generalmente se muestra más controlador, menos eficiente y menos inspirador en el alcance de nuevas metas. Se considera que en el proceso de enseñanza-aprendizaje el alumno y profesor son un binomio y cuando hay un profesor con altos niveles de motivos e intereses, esto se percibe e influye en el colectivo de estudiantes.
Barrera (2019), propone que en las carreras universitarias vinculadas a la salud, la enseñanza de la Historia de Cuba se ajuste a las indicaciones metodológicas que emanan del Plan de Estudios E, acerca de la formación profesional para “[…] motivar a los alumnos a partir de demostrarle la importancia de cada una de las asignaturas para su formación profesional y futuro desempeño. Además, este elemento debe distinguir la enseñanza de la Historia en este nivel.”(p. 6).
Según Silva (2019), la enseñanza de la Historia en la escuela cubana exige una permanente renovación de los métodos de enseñanza y las estrategias de formación, lo cual impone la necesidad de perfeccionar la “[…] motivación, comprensión y aprehensión del contenido histórico, en correspondencia con las exigencias históricas, culturales, identitarias, éticas , sociales, científicas y tecnológicas actuales, en la formación inicial del profesional de la educación […].”(p. 1)
Diversos resultados de investigaciones educacionales sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia de Cuba, revelan con total transparencia el carácter reproductivo, que aún está presente en las clases de esa asignatura. Todavía se manifiesta, en todos los niveles educacionales, el viejo patrón que sitúa en el centro de la clase al profesor y coloca al estudiante en un lugar secundario.Es decir, aún subsistela tendencia a concebir el estudiante como objeto pasivo del aprendizaje y no como sujeto activo de la aprehensión de los contenidos históricos.
Los profesores de Historia de Cuba, en sus respectivos Colectivos de año académico y de disciplinas, deben planificar y desarrollar, apoyados en la información que brinda el diagnóstico de la carrera, las estrategias que favorezcan más el desarrollo de acciones motivadoras para activar la enseñanza-aprendizaje de esa asignatura. En este sentido, se recomienda el análisis del siguiente criterio, emitido por dos profesoras de la Universidad de Cienfuegos "Carlos Rafael Rodríguez":
La enseñanza de la Historia de Cuba, forma parte de la historia que nos rodea, de la que trasciende, de lo que está en el libro de texto, de la que va más allá de lo que hacemos todos los días en nuestras aulas, por lo bien que se haga; es una posibilidad de constatar que dentro de todos los recursos que interviene en el proceso de enseñanza-aprendizaje, los medios originales como los documentos históricos escritos tienen una especial atención en las clases de Historia para despertar la curiosidad del hecho o de las figura que se esté estudiando así como por desarrollar la motivación por descubrir lo nuevo mediante la lectura de los escritos que en él aparecen. (Utrera y Consuegra,2020, p. 45)
De acuerdo con Navarro, et al., (2021), en la enseñanza-aprendizaje de las carreras de ingeniería, para cumplir los propósitos formativos la Historia de Cuba es necesario hacerla más atractiva y desarrollar acciones encaminadas a lograr la motivación. Estos autores, entre otras acciones didácticas para interesar y motivar la clase de Historia de Cuba, proponen incorporar a ella contenidos históricos vinculados con el perfil del profesional de los estudiantes, para interesarlos más por su futuro desempeño laboral, para que estos puedan “[…] abordar un amplio espectro de hechos, fenómenos, personalidades que se hayan vinculado a acontecimientos históricos patrios desde diversas perspectivas, económica, política y social que pueden ser abordados como resultados de investigaciones previas o por realizar.”(p. 216)
En Cuba hasta los jóvenes reconocen la necesidad de perfeccionar la enseñanza de la historia con un espíritu creador, al respecto comenta un estudiante de periodismo: “El Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en sus encuentros con jóvenes y académicos del país, ha abogado por profundizar en la enseñanza de la historia de forma distinta, creativa, sin perder la óptica de nuestros ideales.”(Guanche, 2022, p. 2)
Propuesta de acciones didácticas para la motivación del aprendizaje de la Historia de Cuba:
- Organizar las acciones de superación profesional que permitan superar las debilidades metodológicas de los profesores, para tratar los contenidos y aplicar el enfoque profesional, lo cual afecta la motivación de los estudiantes por el aprendizaje de la Historia de Cuba.
- Determinar con precisión los problemas que limitan la motivación del aprendizaje de la Historia de Cuba, para organizar las vías, métodos y procedimientos que es necesario aplicar desde la investigación científica.
- Organizar y aplicar un diagnóstico integral para sustentar la efectividad de las acciones didácticas dirigidas a la motivación del aprendizaje de la Historia de Cuba en la carrera de Ingeniería de Minas.
- Profesionalización de los contenidos a tratar en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia de Cuba.
- Las acciones de motivación del aprendizaje que se realicen deben integrar los componentes académico, laboral, investigativo y de extensión universitaria a las dimensiones instructiva, educativa y desarrolladora de la formación profesional.
- Seleccionar e integrar armónicamente los contenidos de Historia de Cuba e Historia local con los contenidos escogidos de las asignaturas del ejercicio de la profesión.
-.Seleccionar e integrar armónicamente las fuentes motivacionales contenidas en las variables intrínsecas y extrínsecas del proceso motivacional, para alcanzar los más elevados índices de efectividad en el tratamiento didáctico a los contenidos profesionalizados, en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia de Cuba.
- Determinar y aplicar convenientemente las leyes y principios de la didáctica que demande cada operación del proceso motivacional emprendido.
- Enriquecer las estrategias de año académico, para que contribuyan más a la orientación metodológica del proceso motivacional de la Historia de Cuba, desde un enfoque profesional.
- Enriquecer los proyectos educativos con actividades dirigidas a orientar, a los profesores, cómo direccionar la motivación del aprendizaje de los estudiantes.
Conclusiones
El propósito formativo de las acciones didácticas, propuestas para la motivación del aprendizaje de la Historia de Cuba en la carrera de Ingeniería de Minas, debe complementarse mediante la fundamentación, diseño y aplicación de estrategias, procedimientos o métodos, que permitan seleccionar e integrar con objetividad los contenidos, fuentes motivacionales, medios de enseñanza y otros recursos que acerquen los estudiantes a sus propósitos profesionales y despierten el interés por la asignatura.
Los resultados expuestos en este artículo parten de un análisis de los fundamentos epistemológicos de la motivación educativa y su efecto en el desarrollo del aprendizaje de los estudiantes. Asimismo, expone las más significativas experiencias sobre el perfeccionamiento de la enseñanza de la Historia de Cuba para motivar el aprendizaje de los estudiantes universitarios por los contenidos históricos. El trabajo analiza el estado en que se encuentra el proceso de motivación del aprendizaje de la Historia de Cuba en la carrera de Ingeniería de Minas de la Universidad de Moa y concluye con una propuesta de acciones didácticas, que están dirigidas perfeccionar la enseñanza de la Historia de Cuba y motivar el aprendizaje de esa asignatura por los estudiantes.
En la universidad cubana actual los estudiantes no podrían entender y defender conscientemente la sociedad socialista, a la que pertenecen, si no se forman desde el desarrollo de una actitud responsable ante el cumplimiento de sus tareas de estudio. Por consiguiente, la motivación del aprendizaje de los contenidos históricos deviene necesidad formativa, y debe tener salida mediante la aplicación de la ciencia en la enseñanza-aprendizaje de la Historia de Cuba de la carrera de Ingeniería de Minas de la Universidad de Moa.