Introducción
A lo largo de la historia se ha podido evidenciar que en todas las culturas se presentan situaciones comunicativas realizadas mediante la oralidad, en ese sentido, para hablar y escuchar usamos diferentes partes de nuestro cuerpo como la lengua, los labios, las fosas nasales, los oídos, así como distintas expresiones de nuestro rostro acompañados de movimientos de nuestro cuerpo. Ello ocurre así debido a que la persona está configurada naturalmente para hablar y escuchar (Perú. Ministerio de Educación, 2013).
Por ello, el reto de la escuela es desarrollar las competencias comunicativas para que los estudiantes puedan comunicarse y socializar de manera eficaz (González, 2018) y así satisfagan sus necesidades comunicativas oralmente, tanto de manera espontánea como planificada (Araya, 2012). Del mismo modo, tienen que desarrollar la habilidad de escuchar, la cual no solo comprende la actividad de oír. Cuando una persona oye, solo percibe las vibraciones de sonidos, sin embargo, cuando alguien escucha, da sentido a lo que pueda oír, vale decir, comprendemos (Cova, 2012). Bajo esa premisa, es necesario desarrollar en los estudiantes el proceso de escucha activa para que puedan lograr la habilidad de escuchar.
Sin embargo, durante el ejercicio de nuestra práctica pedagógico hemos podido observar que algunos estudiantes del nivel inicial presentan dificultades respecto al correcto desarrollo de sus competencias comunicativas orales. En ese sentido, se pudo percibir que los niños no tienen la facilidad de poder expresar espontáneamente sus ideas, pensamientos, necesidades, sentimientos y emociones. Del mismo modo, cuando alguien les habla, no son capaces de comprender el mensaje por lo que se deduce que no construyen el significado ni interpretan el mensaje cuando dialogan con los demás. En función a lo expuesto, se percibe que no están desarrollando adecuadamente sus competencias comunicativas orales.
Las competencias comunicativas orales son un conjunto de habilidades y conocimientos que se adquieren para realizar eficazmente el proceso comunicativo, tanto hablando como escuchando y son considerados como requisito para establecer relaciones interpersonales de calidad. Asimismo, su desarrollo permite que la persona pueda utilizar y comprender el lenguaje de manera clara y coherente al enfrentar diversos contextos sociales. En ese sentido, haber desarrollado la competencia comunicativa oral involucra analizar la información recepcionada para luego ser usada de manera correcta de acuerdo a la característica de los enunciados, su intencionalidad, el contexto de interacción y otras variables que influyen en el proceso (Parra& Tabares, 2014).
Una de las formas de desarrollar las competencias comunicativas orales es mediante el juego, el cual es una actividad que se realiza constantemente en la educación inicial y tiene mucha importancia además en el desarrollo y el aprendizaje (Torres, et al., 2018). Durante los 6 primeros años de vida en el cerebro se crean millones de conexiones neuronales lo que hacen posible que puedan aprender y desarrollarse (Perú. Ministerio de Educación, 2010). Cuanto más jueguen los niños, muchas más conexiones neuronales serán creadas y de esta manera se desarrollarán y aprenderán de mejor manera.
En la presente investigación se propuso ejecutar el programa que implique la participación de los estudiantes mediante el juego libre en los sectores, el cual es un momento pedagógico que permite que los estudiantes desarrollen el juego libre usando espacios y componentes de los sectores (hogar, construcción, biblioteca, dramatización, ciencias entre otros), brindándoles la oportunidad de que interactúen con sus compañeros (Otero, 2015). Está conformada por 6 momentos: planificación, organización, ejecución, orden, socialización y representación. Durante la ejecución del mencionado momento se desarrolla principalmente el juego simbólico ya que los estudiantes transforman objetos para crear situaciones y mundos imaginarios, teniendo en cuenta su experiencia y su creatividad (Perú. Ministerio de Educación, 2010).
Sarlé (2008), menciona que, durante el juego libre en los sectores, la interacción de los estudiantes con la docente y sus compañeros interactúen con sus compañeros, logrando intercambiar recursos lingüísticos durante diferentes momentos del juego. Por otra parte, el estudiante también amplía su vocabulario, mejora su sintaxis, comprensión verbal y habilidades expresivas. “En este sentido, la expresión y comprensión oral, la comprensión lectora, la producción de textos y la expresión y apreciación artística se ven reforzadas por la práctica del juego libre en los sectores”. (Perú. Ministerio de Educación, 2010)
Como se puede observar, el momento de juego libre en los sectores coadyuva en el desarrollo de los estudiantes y por lo cual se optó aplicar dicha estrategia puesto que en muchas instituciones educativas del nivel inicial se ejecuta de manera poco pertinente.
Durante los últimos años se han realizado algunas investigaciones acerca de los tópicos abordados las cuales concluyeron que la ejecución correcta de la hora del juego libre en los sectores está asociada al desarrollo de competencias comunicativas, específicamente orales (Otero, 2015; Saldarriaga, 2019; Guevara, 2019; Ramos, 2019; Arones, 2019).
La presente investigación se justifica puesto que busca concretizar las características a lograr en los estudiantes al concluir el segundo ciclo, propuestas en el programa curricular del nivel inicial (Perú. Ministerio de Educación de Perú, 2017), las cuales promueven que los estudiantes enriquezcan su lenguaje y amplíen su vocabulario. Asimismo, es necesario que aprendan a adecuar su lenguaje según su propósito o a las personas con las cuales interactúa. Todo ello se logrará mediante el juego. Del mismo modo, permitirá que las docentes reflexionen sobre la forma cómo conducen el momento del juego libre en los sectores y valoren la importancia que tiene en el desarrollo comunicativo de los estudiantes. De esta manera podrán direccionar sus estrategias para que se dé de la manera más adecuada en beneficio de los estudiantes.
Materiales y métodos
El enfoque de investigación fue cuantitativo puesto que se recogió datos para realizar la prueba de hipótesis tomando en consideración la medición y el tratamiento estadístico, el diseño fue experimental pues la variable competencias comunicativas orales fue manipulada intencionalmente mediante el programa “Jugando en los sectores” y fue de tipo pre experimental ya que se trabajó con un solo grupo al cual se le aplicó un pretest y un postest(Hernández, et al., 2014). El siguiente diagrama detalla lo mencionado:
La población de estudio fue constituida por todos los estudiantes, tanto varones y mujeres, de las aulas de 5 años del nivel de educación inicial de la Institución Educativa Virgen del Carmen y la muestra fue conformada por 30 estudiantes, cantidad determinada a través de un muestreo no probabilístico intencional.
La técnica para realizar la recolección de datos fue la observación y el instrumento utilizado fue la Lista de Cotejo sobre el Desarrollo de Competencias Comunicativas Orales elaborado por Otero (2015). Consta de 24 ítems estructurados en una escala dicotómica (sí y no) y evalúa 2 dimensiones: competencias comunicativas para hablar y competencias comunicativas para escuchar. Para conocer las propiedades psicométricas del cuestionario se realizó la validación y se halló confiabilidad. La validación de contenido fue realizada mediante la técnica de juicio de expertos, para ello se recurrió a 3 reconocidos especialistas en educación. El coeficiente V de Aiken fue de 0,850 lo cual indica que tiene una adecuada validez de contenido. Con relación a la confiabilidad, a partir de una prueba piloto se obtuvo un coeficiente Alfa de Cronbach de 0,972 lo que significa que el cuestionario tiene buena muy confiabilidad.
La investigación se realizó en 3 etapas: en primera instancia se procedió a solicitar los permisos respectivos, para lo cual hubo coordinaciones con el equipo directivo. Una vez obtenida la autorización se aplicó el pretest. La segunda etapa estuvo enmarcada por la aplicación del programa Jugando en los sectores el cual fue diseñado por los investigadores. Fue aplicado durante 2 meses (septiembre y octubre) en los cuales se ejecutaron en total 15 sesiones de 60 minutos cada una con una metodología participativa. Finalmente, en la tercera etapa se aplicó el postest con la premisa de determinar la eficacia del programa.
Con la finalidad de que se garantice, tanto la seguridad como la confidencialidad de los datos recolectados, se dio a los padres de familia y apoderados una carta de consentimiento informado en la que se puso en conocimiento el propósito del estudio. En ese sentido, los estudiantes pudieron participar en la ejecución del programa, así como en el recojo de datos, tanto en el pretest como en el postest.
Por último, el tratamiento estadístico de los datos fue realizado a través del software SPSS versión 22. Para el análisis descriptivo fueron utilizados las tablas de frecuencias y los porcentajes y para el contraste de hipótesis se recurrió a la prueba t de Student con la finalidad de determinar la diferencia de medias entre el pretest y el postest.
Resultados y discusión
Del total de estudiantes que participaron en el programa Jugando en los sectores, el 56,7% (n=17) fueron varones y el 43,3% (n=13) fueron mujeres, por lo que podemos indicar que la muestra fue heterogénea (Tabla 1).
Según los datos expuestos en la tabla 2, antes de la aplicación del programa el 66,7% de los estudiantes presentaban un bajo nivel de desarrollo de sus competencias comunicativas orales, el 20% tenía un nivel moderado y el 13,3% tenía un nivel alto. Luego de la aplicación del programa el 76,6% presentaba altos niveles de desarrollo, el 16,7% tenía un nivel moderado y el 6,7% presentaba un nivel bajo. Desde esa perspectiva se puede afirmar que uno una mejora significativa con relación al pretest (Tabla 2).
Nivel | Pretest | Postest | ||
---|---|---|---|---|
n | % | n | % | |
Bajo | 20 | 66,7 | 2 | 6,7 |
Moderado | 6 | 20,0 | 5 | 16,7 |
Alto | 4 | 13,3 | 23 | 76,6 |
Total | 30 | 100,0 | 30 | 100,0 |
De acuerdo a la tabla 3, antes de la aplicación del programa el 60% de los estudiantes participantes presentaban bajos niveles de desarrollo de sus competencias comunicativas para hablar, el 26,7% tenía un nivel moderado y el 13,3% tenía un nivel alto. Después de la aplicación del programa el 70% presentó altos niveles de desarrollo, el 20% tenía un nivel moderado y el 10% presentaba un bajo nivel. Según la información explicada también podemos afirmar que hubo un incremento de los puntajes y por ende, una mejora en las competencias comunicativas para hablar.
Nivel | Pretest | Postest | ||
---|---|---|---|---|
n | % | n | % | |
Bajo | 18 | 60,0 | 3 | 10,0 |
Moderado | 8 | 26,7 | 6 | 20,0 |
Alto | 4 | 13,3 | 21 | 70,0 |
Total | 30 | 100,0 | 30 | 100,0 |
Como se puede observar en la tabla 4, previo a la aplicación del programa el 76,7% de los estudiantes presentaban bajos niveles de desarrollo de sus competencias comunicativas para escuchar, el 16,6% tenía un nivel alto y el 6,7% tenía un nivel moderado. Posterior a la aplicación del programa el 70% presentó un nivel de desarrollo alto, el 23,3% tenía un nivel moderado y solo el 6,7% tenía un nivel bajo. Como se puede ver, hubo una mejoría significativa en el desarrollo de las habilidades para escuchar lo cual demuestra la eficacia del programa.
Nivel | Pretest | Postest | ||
---|---|---|---|---|
n | % | n | % | |
Bajo | 23 | 76,7 | 2 | 6,7 |
Moderado | 2 | 6,7 | 7 | 23,3 |
Alto | 5 | 16,6 | 21 | 70,0 |
Total | 30 | 100,0 | 30 | 100,0 |
En la tabla 5 podemos ver que el p-valor de la prueba t de Student para muestras emparejadas es inferior al nivel de significancia planteado previamente (p=0,000<0,05) por lo que rechazamos la hipótesis nula y aceptamos la hipótesis alterna que indica que las medias del pretest y el postest presentan una diferencia significativa. En ese sentido, la aplicación del programa “Jugando en los sectores” es eficaz para desarrollar las competencias comunicativas orales de los estudiantes.
Diferencias emparejadas | t | gl | Sig. | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Media | Desviación estándar | Media de error estándar | IC 95% | |||||
Inferior | Superior | |||||||
Pretest Postest | -9,750 | 5,904 | 1,116 | -12,039 | -7,461 | -8,738 | 27 | ,000 |
El objetivo del presente trabajo de investigación fue determinar la eficacia del programa Jugando en los sectores en el desarrollo de las competencias comunicativas orales de los estudiantes de 5 años de la Institución Educativa Virgen del Carmen. Para alcanzarlo se realizaron actividades y aplicaron estrategias de juego en los sectores teniendo en cuenta las orientaciones del Ministerio de Educación (2010).
Un primer hallazgo indica que los estudiantes, antes de la ejecución del programa presentaban en su mayoría un bajo nivel de desarrollo de sus competencias comunicativas orales (66,7%), el 20% tenía un nivel moderado y el 13,3% tenía un nivel alto. Ello indica que los estudiantes se caracterizaban porque no tenían las destrezas necesarias para comunicarse eficazmente con sus compañeros, tanto al hablar como al escuchar. Sin embargo, luego de la aplicación del programa “Jugando en los sectores” se pudo evidenciar que la gran mayoría de estudiantes (76,6%) presentaban un nivel de desarrollo alto, el 16,7% tenía un nivel moderado y solo el 6,7% tenía un nivel bajo, lo cual indica que hubo mejoras significativas a partir de la ejecución del programa. Al respecto, Cassany, et al. (2008), mencionaron que la comunicación oral es necesaria para que los niños se desarrollen socialmente tanto en la familia, en la escuela, en el barrio y donde se desenvuelva. Por ello es necesario que sea estimulado desde pequeño para que pueda desarrollar dichas competencias comunicativas. Asimismo, Guarneros & Vega (2014), señalaron que un desarrollo óptimo de la oralidad en los niños es indispensable para incrementar la base comunicativa hacia lo significativo y lo expresivo, buscando la coherencia entre todos los componentes del lenguaje.
Otro hallazgo importante da cuenta que antes de iniciar el programa los estudiantes se caracterizaban por tener un bajo nivel de desarrollo de sus competencias comunicativas para hablar (60%), el 26,7% tenía un nivel moderado y el 13,3% tenía un nivel alto. Ello quiere decir que ellos no habían desarrollado la capacidad para comunicarse por medio de sonidos articulados producidos por el aparato fonador lo cual impedía que los interlocutores puedan comprender lo que trataban de decir, dificultando así el proceso de interacción con los demás. No obstante, luego de ejecutar el programa, el 70% presentó altos niveles de desarrollo, el 20% tenía un nivel moderado y el 10% presentaba un bajo nivel. Se puede ver que hubo mejoras significativas puesto que la mayoría de los estudiantes pasaron de ubicarse del nivel bajo al nivel alto. Estos resultados coinciden con los hallazgos de Otero (2015), quien determinó que la práctica del juego en los sectores del aula se asocia con el desarrollo de la habilidad comunicativa para hablar, por ello, mientras dicha estrategia se organice de mejor manera, los estudiantes desarrollarán sus habilidades para hablar. Tal como mencionaron Lafontaine & Vásquez (2018), a través de la comunicación oral con los otros niños, se pueden enfrentar a situaciones, defender y proponer ideas y opiniones, obtener y dar información variada, que los convierte en participantes activos de la competencia comunicativa. En ese sentido, estas experiencias son cruciales para los niños en el descubrimiento de su conocimiento y en la representación del mundo que les rodea.
Por otra parte, se pudo determinar, según los datos del pretest, que la mayor parte de estudiantes (76,7%) tenían bajos niveles de desarrollo de sus competencias comunicativas para escuchar, el 16,6% tenía un nivel alto y el 6,7% tenía un nivel moderado. Ello quiere decir que los estudiantes no prestaban atención cuando le hablaban lo cual dificultaba su comprensión y entendimiento de los significados que les transmitían, tanto sus compañeros sus docentes. Luego de la aplicación del programa los resultados se revirtieron puesto que el 70% pasó a tener un nivel de desarrollo alto, el 23,3% presentaba un nivel moderado y solo el 6,7% tenía un nivel bajo. Estos resultados corroboran los hallazgos de Arones (2019), quien pudo establecer la efectividad del uso del juego libre en los sectores en el desarrollo de la expresión y comprensión oral en los niños y niñas de educación inicial de cinco años. Bajo esa mirada, el juego libre garantiza que los estudiantes socialicen a través de la comunicación debido al componente lúdico que presenta, lo que permite llamar su atención e incrementar la motivación en la ejecución de las sesiones de aprendizaje. Del mismo modo, guarda relación con el estudio de Otero (2015), quien determinó estadísticamente que existe relación directa entre la ejecución del juego libre en los sectores y el correcto desarrollo de la habilidad comunicativa para escuchar, lo que posibilita que el estudiante pueda desenvolverse de mejor manera con sus pares, docentes y su familia.
Finalmente, en la tabla 5 se halló estadísticamente que la aplicación del programa Jugando en los sectores es eficaz para desarrollar las competencias comunicativas orales de los estudiantes puesto que el p-valor de la prueba t de Student es inferior al nivel de significancia (p=0,000<0,05). Por lo tanto, se puede afirmar que las medias del pretest y el postest presentan una diferencia significativa. Este resultado corrobora los hallazgos de Saldarriaga (2019), quien concluyó que el juego es una estrategia muy importante para el desarrollo de las habilidades orales, las cuales permiten que los estudiantes saber expresar con claridad y espontaneidad sus necesidades, intereses, emociones y sentimientos, sin embargo, también posibilidad que puedan saber escuchar y comprender a los demás. Del mismo modo, coincide con los resultados de Guevara (2019), quien estableció que existe una relación directa y significativa entre juego libre en los sectores y el lenguaje oral en los estudiantes de 5 años, debido a que mediante el juego libre en los sectores los niños pueden interactuar con sus compañeros, intercambiando ideas y permitiendo optimizar la expresión y construcción de significados.
Como se puede ver, durante estos últimos años se han realizado investigaciones donde fueron aplicados diversos programas en los que se ponían en práctica actividades lúdicas y estrategias vinculadas al juego libre en los sectores (hogar, construcción, biblioteca, dramatización, ciencias entre otros) los cuales han tenido efectos positivos en el desarrollo de competencias comunicativas, especialmente orales (hablar y escuchar) así como en potenciar la imaginación, la creatividad así como las relaciones socioafectivas de los estudiantes con sus compañeros. Por lo tanto, las docentes del nivel inicial deben desarrollar este tipo de estrategias cotidianamente, puesto que el nuestro país y contextos aledaños se está priorizando el desarrollo de competencias comunicativas escritas (lectura y escritura y dejando de lado el desarrollo de la oralidad(Araya, 2012).
Conclusiones
Se pudo determinar que la aplicación del programa Jugando en los sectores fue eficaz en el desarrollode las competencias comunicativas orales (hablar y escuchar) de los estudiantes de 5 años de la Institución Educativa Virgen del Carmen.
El impacto positivo del programa en los estudiantes que participaron muestra la necesidad de aplicar este tipo de estrategias en las instituciones educativas de educación inicial para fomentar el desarrollo de las competencias comunicativas de los estudiantes y prepararlos para que afronten la educación primaria con un repertorio de habilidades que les permitan comunicarse e interrelacionarse eficazmente con los demás.