Introducción
La COVID-19 es una enfermedad infecciosa producida por el virus SARS-CoV-2, una variante de coronavirus. Los primeros casos aparecieron a finales de 2019 en Wuhan (Hubei, China), pero rápidamente se extendieron por todo el mundo. Esta enfermedad fue declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como pandemia en marzo de 2020.1,2
El daño que provoca el tabaco en los pulmones favorece al desarrollo de infecciones respiratorias víricas y bacterianas. Los fumadores tienen un mayor número de resfriados al año y una mayor incidencia de gripe por virus influenza A. Enfermedades como las neumonías y la tuberculosis aparecen en consumidores habituales con una mayor frecuencia, gravedad, mortalidad y peor respuesta al tratamiento.3,4
Es conocida la asociación dosis-dependiente entre el consumo acumulado de tabaco y la mayor predisposición a desarrollar neumonía adquirida en la comunidad.4) El humo de la combustión produce cambios estructurales en el tracto respiratorio y disminuye la respuesta inmune, manifestándose con inflamación peribronquial, fibrosis y aumento de permeabilidad de las mucosas a los patógenos, alterando el epitelio mucociliar lo que genera cambios en la adherencia de los patógenos y disrupción del epitelio respiratorio. Todos estos cambios colaboran para las infecciones respiratorias bacterianas y virales y por ende el del SARS-CoV-2. Actualmente no se han encontrado estudios que estimen directamente el riesgo de hospitalización con COVID-19 entre los fumadores. Sin embargo, 27 estudios observacionales encontraron que los fumadores constituían 1,4-18,5 % de los adultos hospitalizados.5
En pacientes fumadores, la COVID-19, se asocia con un mayor desarrollo del síndrome de dificultad respiratoria aguda que constituye una complicación grave.6,7) El humo de tabaco, disminuye la inmunidad innata de las células respiratorias a rinovirus,8,9) aumenta la muerte celular y la replicación viral del Virus Sincitial Respiratorio (VSR). Por lo que se espera que los fumadores desarrollen mayor susceptibilidad a infectarse por SARS-CoV-2 o de padecer formas graves de la enfermedad.10,11
Con la dispersión del nuevo coronavirus han surgido preguntas sobre los factores de riesgo que influyen en la enfermedad que este origina. Una cuestión ampliamente debatida ha sido el efecto potencial del tabaquismo en las tasas de infección por SARS-CoV-2 y en las consecuencias clínicas la COVID-19.12) Se ha descrito que existe una correlación entre esta enfermedad y el tabaquismo13) como se ha evidenciado que en situaciones de confinamiento es probable que los comportamientos asociados a estilos de vida se modifiquen.14,15) Además, diferentes estudios que analizaron el impacto del consumo de tabaco en la enfermedad por coronavirus,16,17,18) ponen de manifiesto que el pronóstico es peor en los consumidores de tabaco o cigarrillos electrónicos.
Los datos epidemiológicos que se obtienen de revisar las poblaciones con mayor impacto en la infección por COVID-19, muestran que los fumadores parecen ser más vulnerables a efectos adversos serios. La acción de fumar mantiene activo el contacto entre los dedos, la boca y la cara, exposición continua a la saliva, que podría aumentar la posibilidad de transmisión del virus de la mano a la boca. Según los reportes recientes existen peores desenlaces en fumadores con infección por coronavirus.17,18
La COVID-19 ha llegado a afectar a 570 millones de personas de más de 185 países. En España, este virus ha infectado cerca de 12 millones de personas con una mortalidad de más de 100 mil. En América Latina y el Caribe suman más de 170 millones de casos, resultando Brasil el país más afectado en la región, con alrededor 33 millones de contagios. Cuba presenta un acumulado de aproximadamente 1 millón de infecciones sobrepasando los 8500 fallecidos, lo que constituye una letalidad de 0,77 por cada 100 mil enfermos. La provincia Camagüey hasta el 27 de marzo de 2022 había reportado 78 832 casos y 633 fallecidos (incluidos fumadores), para un índice de letalidad de 0,8 por cada 100 mil casos, comportándose por encima de la media nacional pero muy por debajo de países desarrollados.1,2,3,12,18
Varias han sido las investigaciones realizadas en esta provincia sobre la COVID-19; sin embargo, no se ha hecho referencia a las consecuencias que dicha combinación pueda causar, por lo cual se decidió llevar a cabo la siguiente investigación con el objetivo de determinar algunas características clínico-epidemiológicas del COVID-19 en trabajadores fumadores y no fumadores del Hospital Pediátrico Docente Provincial “Dr. Eduardo Agramonte Piña”.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo, transversal, comparativo, para determinar las características clínico-epidemiológicas del COVID-19 en trabajadores fumadores y no fumadores del Hospital Pediátrico de Camagüey, durante el año 2021. El universo quedó conformado por 86 pacientes; cuyas características fueron: 49 mujeres y 37 hombres con diagnóstico de COVID-19 por resultado de Reacción en Cadena a la Polimerasa (PCR); divididos en dos grupos de 43 fumadores y no fumadores; con un rango etario de entre 20 y 60 años y más, que permanecieron en aislamiento según protocolo médico. Las variables estudiadas incluyeron: grupo de edades y sexo, síntomas referidos, lugar de atención médica recibida, estadía hospitalaria, otras enfermedades asociadas, principales complicaciones presentadas y estado al egreso. La investigación fue aprobada en el Consejo Científico.
Los datos fueron procesados mediante la hoja de cálculo de Microsoft Excel del año 2010. Se aplicó estadística descriptiva y se emplearon números absolutos y el cálculo porcentual para el total de las variables. Los resultados se presentaron en forma de textos, tablas, estadísticas de distribución de frecuencia y contingencia.
Este estudio se realizó según los principios éticos para las investigaciones médicas en seres humanos enunciados en la Declaración de Helsinki,19 donde se declara que el presente trabajo de investigación se justifica, ya que la población podrá beneficiarse de sus resultados, que orientan a ser más conscientes sobre el efecto del tabaquismo en la salud.
La investigación se realizó previo consentimiento informado y se conservó el anonimato de los pacientes, teniendo en cuenta los principios éticos de confidencialidad de estos datos y manteniendo el secreto profesional.
Resultados
El análisis de la distribución por grupo etario y sexo de los trabajadores con COVID-19 según no fumador y fumador (tabla 1) demostró que fue más frecuente la COVID-19 en el grupo etario de 30 a 39 años tanto en fumadores como en no fumadores, lo que representó el 31,3 %, seguido por el grupo de 20 a 29 años (19,7 %) y el de 40 a 49 años (18,7 %), agrupándose por debajo de 40 años el 51,0 % de los casos de COVID-19, fue más frecuente el sexo femenino, tanto entre los fumadores como los no fumadores, (25; 29,0 %) y (24; 27,9 %), respectivamente.
En relación con la sintomatología referida, se observa que el 94,2 % de los pacientes presentaron manifestaciones clínicas, mientras que 4 (5,8 %) permanecieron asintomáticos, aportando solo antecedentes epidemiológicos (tabla 2). Los principales síntomas respiratorios recogidos fueron la secreción y congestión nasal con 43,0 y 35,0 % respectivamente. Ambos síntomas resultaron más frecuentes en fumadores con 24,4 y 21,0 % que en no fumadores (18,6 y 14,0 %). En cuanto a los síntomas digestivos no hubo diferencia notable entre los grupos. En los síntomas osteomioarticulares se observaron la mialgia (26,7 %) y artralgia (15,1 %), mientras que entre los síntomas generales predominaron el malestar general (30,2 %) y fiebre (25,6 %); siendo más evidentes en fumadores. Con respecto a los síntomas neurológicos referidos, no representados en la tabla, se observó preponderancia de ageusia en el grupo de los fumadores 8 (9,3 %) mientras que en el de los no fumadores fue de 5 (5,8 %). La anosmia se comportó de forma similar con 6 (7,0 %) en los fumadores y 3 (3,5 %) en los no fumadores.
% | % | No. | % | |||
---|---|---|---|---|---|---|
Sintomáticos | 39 | 45,3 | 42 | 48,9 | 81 | 94,2 |
Asintomáticos | 4 | 4,7 | 1 | 1,1 | 5 | 5,8 |
Síntomas respiratorios | ||||||
Secreción nasal | 16 | 18,6 | 21 | 24,4 | 37 | 43,0 |
Congestión nasal | 12 | 14,0 | 18 | 21,0 | 30 | 35,0 |
Tos | 8 | 9,3 | 14 | 16,3 | 22 | 25,6 |
Disnea | 2 | 2,3 | 4 | 4,7 | 6 | 7,0 |
Síntomas digestivos | ||||||
Diarrea | 7 | 8,1 | 7 | 8,1 | 14 | 16,2 |
Vómito | 3 | 3,5 | 2 | 2,3 | 5 | 5,8 |
Síntomas osteomioarticulares | ||||||
Mialgia | 10 | 11,6 | 13 | 15,1 | 23 | 26,7 |
Artralgia | 6 | 7,0 | 7 | 8,1 | 13 | 15,1 |
Síntomas generales | ||||||
Malestar general | 10 | 11,6 | 16 | 18,6 | 26 | 30,2 |
Fiebre | 8 | 9,3 | 14 | 16,3 | 22 | 25,6 |
*Los porcentajes han sido calculados en relación con los 86 trabajadores que constituyen la muestra, aunque hubo pacientes que presentaron varios síntomas.
Fuente: Encuesta epidemiológica.
Al analizar la institución en la cual recibieron atención médica, se observa que existió un predominio en los centros de aislamiento 43 (50,0 %), en su mayoría pacientes con COVID-19 no fumadores 30 (34,9 %). Hubo 20 pacientes (23,3 %) que fueron atendidos en centros de aislamiento mejor equipados, 14 de ellos (16,3 %) eran fumadores. Por último, el 26,7 % (23), requirió atención especializada en alguno de los hospitales provinciales destinados a pacientes con COVID-19, 16 de ellos resultaron ser fumadores, lo que representa el 18,6 % del total (fig. 1).
Al analizar los días de estadía hospitalaria (tabla 3), se observa que 31 pacientes (36 %) con COVID-19 permaneció hospitalizado por 6-7 días, hubo predominio de los fumadores (18; 20,9 %). En segundo lugar, se encontraron los que permanecieron 5 días de estadía hospitalaria 29 (33,7 %), con mayoría de los no fumadores (21; 24,4 %). El 30,3 % restante (26 pacientes), representa a aquellos que permanecieron hospitalizados por 8 o más días, correspondiendo el 19,8 % (17) a los fumadores (tabla 3).
% | No. | % | % | |||
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5 | 21 | 24,4 | 8 | 9,3 | 29 | 33,7 |
6-7 | 13 | 15,1 | 18 | 20,9 | 31 | 36,0 |
8-9 | 3 | 3,5 | 5 | 5,8 | 8 | 9,3 |
10-11 | 2 | 2,3 | 6 | 6,9 | 8 | 9,2 |
12-13 | 2 | 2,3 | 4 | 4,7 | 6 | 7,0 |
14-15 | 1 | 1,2 | 1 | 1,2 | 2 | 2,4 |
16 y más | 1 | 1,2 | 1 | 1,2 | 2 | 2,4 |
Total | 43 | 50,0 | 43 | 50,0 | 86 | 100,0 |
Fuente: Encuesta epidemiológica.
En la figura 2 se muestra el predominio de enfermedades asociadas, existiendo el antecedente de hipertensión arterial en el 13,9 % de los casos, resultando más frecuente en fumadores (8,1 %). La insuficiencia venosa periférica ocupó el segundo lugar con el 9,3 %, observándose preponderancia de los fumadores (5,8 %). La diabetes mellitus estuvo presente en el 8,2 % de los pacientes estudiados sin diferencia significativa entre ambos grupos.
En relación con las complicaciones, se puede apreciar en la tabla 4 que predominaron las bronconeumonías y las neumonías, ambas con el 12,8 %, resultando más numerosas en fumadores que en no fumadores.
% | No. | % | No. | % | ||
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Nada a señalar | 34 | 39,4 | 20 | 23,2 | 54 | 62,6 |
Bronconeumonía | 4 | 4,7 | 7 | 8,1 | 11 | 12,8 |
Neumonía | 3 | 3,5 | 8 | 9,3 | 11 | 12,8 |
Insuficiencia respiratoria | 1 | 1,2 | 3 | 3,5 | 4 | 4,7 |
Arritmia cardiaca | 1 | 1,2 | 3 | 3,5 | 4 | 4,7 |
Infarto agudo de miocardio | 0 | 0 | 1 | 1,2 | 1 | 1,2 |
Coagulopatía | 0 | 0 | 1 | 1,2 | 1 | 1,2 |
Total | 43 | 50 | 43 | 50 | 86 | 100 |
Fuente: Encuesta epidemiológica
Durante el período analizado no se produjo ningún deceso, egresando el 100 % de los pacientes mejorados o curados.
Discusión
A pesar de la incertidumbre en cuanto a la naturaleza exacta y la magnitud de la asociación entre el tabaquismo y la COVID-19, existe una gradual demostración que respalda la posición de la OMS con relación a que los fumadores están en mayor riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad o de que esta llegue a ser mortal.12
Al analizar la distribución por grupo de edades y sexo no coincidimos con algunos autores que obtuvieron oscilación de edad entre 45,7 y 55,6 años,20,21) con una frecuencia en hombres entre 57,3 y 72,0 %.20,22) En otro estudio Díaz Lazo y otros,23) encuentran un promedio de edad de 49 años con mayor frecuencia de la enfermedad en hombres que en mujeres. La prevalencia de la COVID-19 por sexo es diferente entre los países. De igual manera se difiere de otro estudio donde el grupo de fumadores presentó mayor edad y predominio femenino.24) En España, al inicio de la pandemia fue más frecuente en los hombres y luego en las mujeres, resultando a finales de abril del 2020 la misma mortalidad en uno u otro sexo.25
Los principales síntomas recogidos en la encuesta epidemiológica, demostraron que la mayoría de los pacientes presentaron manifestaciones clínicas, siendo los principales síntomas los respiratorios y dentro de ellos la secreción y congestión nasal tanto en fumadores como en no fumadores, coincidiendo con estudios nacionales26) e internacionales;27 no obstante, en el estudio Taulant Muka, realizado en España28) la pérdida del gusto y del olfato, la fiebre y el dolor muscular se identificaron como los síntomas significativamente asociados con el SARS-CoV-2 entre los trabajadores sanitarios.
Se analizó la instancia de atención médica recibida existiendo predominio de los atendidos en centros de aislamiento, los que en su mayoría resultaron ser pacientes con COVID-19 no fumadores, mientras que los COVID-19 fumadores resultaron la minoría, requiriendo atención especializada en alguno de los hospitales provinciales destinados a pacientes con esta afección. La gran mayoría permaneció ingresada por 6-7 días, existiendo predominio de los fumadores en los que se prolongó la estadía. En el estudio realizado por Caliskan y Saylan en Turquía, se llegó a la conclusión de que el tabaquismo, junto con otras variables, fue un factor de riesgo de ingreso en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y de mortalidad en pacientes con COVID-19.29) De la misma manera, otro análisis retrospectivo demostró que el consumo del tabaco se asoció con el desarrollo de la enfermedad de manera crítica y una mayor probabilidad de muerte.30) Un metaanálisis, donde se evalúa la progresión de la enfermedad, concluye que los fumadores tienen mayor posibilidad de que la enfermedad se desarrolle y avance hasta la sintomatología grave.31
Se analizó el predominio de enfermedades asociadas, recogiéndose el antecedente de hipertensión arterial en la mayor parte de los casos, resultando más frecuente en los que consumían tabaco que en los que no consumían y al investigar las complicaciones en pacientes con COVID-19 fumadores y no fumadores, la bronconeumonía y neumonía fueron las más frecuentes, ambas con el 12,8 %, resultando más representativo en fumadores que en no fumadores. Similares resultados se recogen por Cantero, donde la evolución fue peor en estos pacientes, con una mayor tasa de ingreso en UCI (10,4 vs 8,1%), mayor mortalidad intrahospitalaria (22,5 vs. 16,4 %) y reingreso al mes (5,8 vs. 4,0 %) que el grupo sin tabaquismo.25) De igual forma se recogen en otros estudios analizados.29,31
Tabaquismo y COVID-19, son males que afectan a los individuos sin distinción de sexo, edad, color de la piel, situación socioeconómica y zona geográfica; con factores etiológicos diferentes, pero conocidos; con mayor morbimortalidad a los grupos vulnerables. Con sus características particulares y en la dimensión que lo requieren, ambas deben ser tomadas en cuenta para preservar la salud; como ha sido demostrado en esta ocasión, requieren de la acción intersectorial, poniéndose en evidencia, que la salud, es un producto social.
Conclusiones
Se concluye que la COVID-19 resultó más frecuente en trabajadores de 30 a 39 años y sexo femenino para ambos grupos (fumadores y no fumadores), mayoritariamente sintomáticos, que presentaron como manifestación principal la secreción nasal, más reiterada en fumadores, siendo atendidos en centros de aislamiento y hospitales, con cifra mayor de fumadores en este último, donde permanecieron más días, lo que pudiera asociarse a presentar antecedentes de hipertensión arterial e insuficiencia venosa y complicaciones como la neumonía y bronconeumonía, egresando el total de pacientes mejorados o curados.
Recomendaciones
Se recomienda aplicar promoción de salud, sobre las complicaciones de la COVID-19 en pacientes fumadores, desarrollando estrategias de información, educación y capacitación dirigidas principalmente a las poblaciones expuestas al tabaquismo y realizar estudios sobre el tema para mejorar el diseño de las estrategias educativas.