INTRODUCCIÓN
El estudio de la geodiversidad y del patrimonio geológico figura entre las áreas de investigación que más recientemente se incorporó al ámbito de la Geología (Machado y Ruchkys 2015). Surge como resultado de una nueva manera de entender el papel de la humanidad en su relación con la Tierra (Kubalíková 2014).
Los elementos geológicos de singular interés son una parte importante del patrimonio natural y poseen valor por sí mismos (Carcavilla, Durán y López-Martínez 2008; Castillo y Tapia 2018). Es la razón por la que en muchos países se llevan a cabo proyectos de inventarios, diagnóstico, promoción y gestión de estos recursos (Gonggrjip 1999; López-Martínez, Valsero y Urquí 2005; Miranda y Lema 2013; Díaz-Martínez, Salazar y García-Cortés 2014; Kubalíková 2014; Machado y Ruchkys 2015; Posada-Ayala, Téllez-Duarte y García-Gastélum 2015; Montoya-Hernandez 2015; Palacio-Prieto, Sánchez-Cortez y Schilling 2016; Castillo y Tapia 2018; Duval y Campo 2018).
En los últimos años se han incrementado las acciones de identificación, conservación y difusión del patrimonio natural y cultural, lo que alcanza una importante proyección a través del Convenio para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural adoptado por UNESCO (Miranda y Lema 2013; Martínez-Corpas, Valdés-Mariño y Gutiérrez-Domech 2016; Martínez-Corpas 2017; Pereira-Romero et al. 2017; Domingos-Francisco, Valdés-Mariño y Núñez-Elías 2018; Guerra-Santisteban, Valdés-Mariño y Gutiérrez-Domech 2018; Sera-Ramos y Valdés-Mariño 2018; Desdín-Paz y Valdés-Mariño 2019; Velázquez-Rodríguez y Valdés-Mariño 2019; Francisco-Pedro y Valdés-Mariño 2020; Aldana-Aldana et al. 2021; Dunán-Avila et al. 2021).
El patrimonio geológico está constituido por los recursos naturales no renovables de valor científico, cultural o educativo y de interés paisajístico recreativo, ya sean formaciones rocosas, estructuras geológicas, formas de relieve, acumulaciones sedimentarias, ocurrencias minerales, paleontológicas y otras, que permiten reconocer, estudiar e interpretar la evolución de la historia geológica de la tierra y los procesos que la han modelado (Carcavilla, Durán y López-Martínez 2008; Montoya-Hernández 2015; Palacio-Prieto, Sánchez-Cortez y Schilling 2016; Aldana-Aldana et al. 2021).
Atendiendo al carácter no renovable de estos recursos, su preservación y mantenimiento requieren de una gestión que garantice la catalogación, divulgación y protección, y con ello su integración al contexto de desarrollo socio-económico del territorio donde se encuentren (López-Martínez, Valsero y Urquí 2005).
Las actuaciones de identificación y conservación de los recursos geológicos con valor patrimonial tributan al desarrollo sostenible, fundamentado sobre la base de la participación ciudadana y sustentado sobre dos pilares básicos: lo ecológicamente posible y lo económicamente viable (Montoya-Hernández 2015; Aldana-Aldana et al. 2021).
El valor del patrimonio geológico y geomorfológico que se expone en los afloramientos naturales o revelados por la actividad minera puede ser: científico, económico, estético y social. El valor científico está dado por lo que puede aportar al conocimiento científico un afloramiento, un paisaje o un corte en un yacimiento; el valor económico, por los recursos que aportan, tanto por la actividad extractiva de minerales como por la valorización de los mismos como patrimonio (Domínguez-González y Rodríguez-Infante 2007).
La International Union of Geological Sciences (IUGS), inicio en 1995 el proyecto Global Geosites, apoyado posteriormente por la UNESCO, considerado el de mayor importancia para el estudio del patrimonio geológico mundial y que tiene como objetivo desarrollar un inventario y una base de datos global con sitios de interés geológico (Barettino, Wimbledon y Gallego 2000; Centre 2012).
Algunos estudios en esta temática se han desarrollado en Colombia. Molina y Mercado (2003) y Rendón-Rivera, Henao-Arroyave y Osorio-Cachaya (2017) proponen esquemas y metodologías para el estudio de los geositios y manifiestan la necesidad de iniciar su inventario, con el fin de reglamentar su protección, uso y mantenimiento. Las investigaciones sobre el patrimonio geológico y la geodiversidad de Colombia, son una base importante y una motivación en este tema, pues se han generado propuestas metodológicas útiles para su estudio y valoración (Rendón-Rivera, Henao-Arroyave y Osorio-Cachaya 2017), que deben fortalecerse con el fin de lograr un inventario sistemático de puntos de interés geológico en contexto con las bases de datos internacionales.
Cuba no está ajena a esta política ambientalista, por lo que suma los esfuerzos de distintas instituciones y profesionales a las labores de elección y conservación del patrimonio geológico. Un antecedente de este estudio lo constituye la revelación de nuevos geositios patrimoniales en la provincia de Las Tunas mediante la metodología que se emplea en el presente estudio (Pantaleón et al. 2017).
Los geositios o lugares de interés geológico no son más que áreas que forman parte del patrimonio geológico de una región natural y que muestran de manera continua en el espacio, una o varias características consideradas de importancia en la historia geológica de esa región. Dentro de la legislación cubana, el Decreto 11 del 2020, del Consejo de Ministros, en su artículo 6.1, lo define como el lugar donde pueden observarse rasgos geológicos característicos y representativos de la geodiversidad (GOC-2020-632-O69).
En el municipio de Maisí, provincia de Guantánamo, existen geositios que pueden ser gestionados por su valor patrimonial (Velázquez-Rodríguez y Valdés-Mariño 2019) pero que hasta hoy carecen de una evaluación adecuada. Con la intención de contribuir con la conservación y uso racional del patrimonio geológico cubano se realizó esta investigación para evaluar los geositios en el municipio de Maisí, a fin de determinar su valor patrimonial.
MATERIAL Y MÉTODO
La investigación se desarrolló en tres etapas. En la primera se realizó una búsqueda bibliográfica para seleccionar los geositios a ser evaluados y planificar los trabajos de campo. En la segunda, se llevaron a cabo los trabajos de campo y documentación. La última etapa se dedicó al procesamiento de la información recopilada, para evaluar y clasificar los geositios.
Selección de geositios
Los geositios se seleccionaron según criterio de expertos con apoyo en las propuestas de Gutiérrez-Domech (2007) y la legislación vigente (Resolución 87/21 2021) tomando en cuenta aquellos elementos que en Cuba se consideran herencia geológica, así como los estudios geológicos desarrollados con anterioridad en el área.
Trabajo de campo y documentación
El trabajo de campo se desarrolló en varias campañas de corta duración. El objetivo fue constatar el estado actual de los geositios para su evaluación. Se utilizó una camioneta, GPS, cámara digital, piqueta, brújula, bolsas de muestreo y agenda de trabajo de campo.
Evaluación de los geositios
Para evaluar los geositios se adoptó la metodología establecida por Gutiérrez-Domech (2007), la cual consiste en categorizar cualitativa y cuantitativamente los geositios a partir de la valoración de la calidad de 10 parámetros, a los que se le hace corresponder una puntuación ponderada sobre la base de 100 puntos (Tabla 1). Los seis primeros parámetros evalúan la verdadera importancia científica del geositio y representan las razones por las cuales deben considerarse patrimonio o herencia geológica. Los cuatro restantes resultan parámetros de mayor peso durante el diagnóstico para apreciar en qué medida debe protegerse el lugar y proponer las labores con vistas a su conservación.
Clasificación de los geositios
Al aplicar la metodología establecida y teniendo en cuenta la puntuación obtenida sobre la base de 100 puntos, se establece la clasificación de los geositios en A, B y C, teniendo en cuenta que:
Con una puntuación entre 85 y 100 puntos los geositios se consideran de clase A; estos deben tener una mayor protección y si fuera posible una categoría patrimonial, local o nacional.
Entre 70 y 84 puntos los geositios se consideran de clase B y debe establecerse para los mismos una forma de manejo y si resultara factible una categoría patrimonial local.
Entre 50 y 69 puntos los geositios se catalogan como clase C y deben recibir algún tratamiento por las autoridades locales.
Los datos de los análisis realizados durante la ejecución del trabajo fueron procesados con Microsoft Excel, Sigma Plot 12.0 para la comparación e interpretados de cada uno de los parámetros.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Geositios seleccionados
La Tabla 2 relaciona los 17 geositios seleccionados en la geografía del municipio Maisí, a fin de evaluar su valor patrimonial.
Descripción de los geositios
Punto 1. Terraza marina Sumengue Arriba
Geositio ubicado a un kilómetro del poblado La Parada. Su génesis está relacionada con los diferentes niveles en los que se ha encontrado el mar en el pasado. En la base de los taludes frontales o escarpes aparecen evidencias de denudación en correspondencia con su edad (Mioceno Superior) llegando a presentar nichos de marea. En los niveles inferiores que son más jóvenes se encuentran mejor conservadas. La terraza presenta una potencia de 20 m aproximadamente, con pendientes abruptas. Sobre la terraza se ha desarrollado carso de tipo litoral y costero influenciado por el mar (Figura 1A).
Punto 2. Terraza marina La Italiana
Ubicada a unos 4 km del poblado La Parada. La terraza (Figura 1B) presenta varios niveles con superficies ligeramente inclinadas, ascendente desde el borde del talud inferior hasta la base de la escarpa que las separa del próximo nivel. Sobre los niveles de terraza se han incrementado suelos rojos que aumentan su espesor en correspondencia con la antigüedad. La acción del mar sobre esta terraza en tiempos pasados ha sido fuerte y ha propagado el carso, típico de zonas litorales y costeras. Las mareas también han sido responsables del desarrollo de varios nichos de mareas abandonados, en la parte alta de la terraza, donde se han desarrollado espeleotemas representados por estalactitas, estalagmitas y columnas.
Punto 3. Cueva Patana
Perteneciente al poblado Río seco; el ambiente tropical ha propiciado que sobre las secuencias carbonatadas se desarrolle el fenómeno del carso manifestándose de diferentes maneras, como dolinas y de pequeños mogotes. Esta cueva (Figura 1C) consta de varias galerías de las cuales algunas no son accesibles, además de que nunca se ha podido explorar por completo debido a su extensión y a que la temperatura en ella se torna alta después de ingresar varios metros, fenómeno del que aún se desconoce la causa.
Punto 4. Desembocadura del río Maya
El geositio (Figura 1D) se encuentra ubicado cerca del poblado de Maisí, a unos 500 m del faro. El debilitamiento del cauce del río disminuyó el aporte continuo de sedimentos arrastrados por las corrientes fluviales hacia el medio marino. Este fenómeno propició la colmatación del curso, lo que conllevó el desvió de zonas por donde este corría, dando lugar a la formación de pequeñas terrazas fluviales.
Punto 5. Estratificación horizontal conglomerado polimícticos
En el geositio se desarrollan conglomerados polimícticos (Figura 2A), caracterizados por una composición muy diversa de guijarros; se encuentran en él fragmentos de rocas paleozoicas (granitoides, cuarzo y rocas metamórficas) y guijarros de areniscas y de carbonatos. Están relativamente poco cementados por una matriz arenosa y lutítica de color rojizo.
Punto 6. Terraza marina punta de Maisí 1
El geositio se encuentra ubicado a 200 m de la carretera. Esta terraza (Figura 2B) posee una altura de 20 m, la cual hace notable la manifestación de fenómeno del carso. Los procesos erosivos marinos han dado lugar a la formación de nichos de mareas, en los que la disolución de la piedra caliza de la terraza ha propiciado la formación de cavernas en las cuales se han generado estalagmitas, estalactitas y columnas.
Punto 7. Terraza marina punta de Maisí 2
El geositio está ubicado en el límite de una terraza marina nivel I a unos 100 m de la carretera (Figura 2C). Litológicamente se compone de calizas masivas carsificadas, bien compactadas; presenta una coloración rojiza y posee un agrietamiento intenso que provoca el desprendimiento del material.
Punto 8. Cavernosidad en terraza marina 1
El geositio se encuentra a unos 5 m de la carretera y está rodeado de malezas. Se compone de calizas masivas carsificadas con pequeñas cavernas y oquedades. En su interior se observa una coloración azulada provocada por la humedad del agua que se infiltra por las grietas (Figura 2D).
Punto 9. Conglomerados en caliza masivas carsificadas
El geositio se sitúa a unos 2 m de la carretera. Litológicamente está formada por calizas masivas carsificadas (Figura 3A), con intercalaciones de conglomerados de granulometría fina, además de material terrígeno de origen fluvial.
Punto 10. Corte de calizas compactadas con superficie kárstica
Este geositio está representado por un corte de calizas carsificadas de 2 m, con intercalaciones de material terrígeno de coloración rojiza; está cubierto de intensa vegetación cuyas raíces penetran las grietas de las rocas (Figura 3B).
Punto 11. Corte de calizas compactadas carretera a Maisí
Posee las mismas características que el anterior. Está representado por un corte de calizas carsificadas de 2 m, con intercalaciones de material terrígeno de coloración rojiza (Figura 3C).
Punto 12. Valle La Máquina
Se encuentra a unos 200 m de la carretera a Maisí. Se observan rocas sedimentarias carbonatadas, con presencia de margas y caolinitas; el material es deleznable y posee una coloración de blanca a gris llegando a ser de una tonalidad rosada en algunas zonas. Estos sedimentos tienen una potencia de 10 m aproximadamente (Figura 4A).
Punto 13. Valle El Cupey
Ubicado a 50 m de la carretera a Maisí. Su litología consiste de rocas sedimentarias carbonatadas y calizas fosilíferas, además de un material terrígeno deleznable con una coloración nítida gris y rojiza (Figura 4B).
Punto 14. Calizas carsificadas La Parada
Este geositio ha sido afectado por los procesos de disolución que forman mogotes, cavernas y oquedades; tiene una coloración de gris a rojiza. Las dimensiones del afloramiento son variables, oscilan entre los 3 m y 5 m de potencia y alcanza una longitud de 5 m a 10 m (Figura 5A).
Punto 15. Calizas microcristalinas
El afloramiento de estas calizas está ligeramente cubierto por vegetación. Se formó en un ambiente marino de aguas poco profundas. Su litología se compone principalmente de calizas negras microcristalinas, la coloración varía de gris oscuro a negro (Figura 5B).
Punto 16. Cueva La Parada
Esta cueva se encuentra dentro del perímetro de una casa en el poblado del mismo nombre. Su litología está representada por calizas y dolomitas que han sido disueltas por el agua que se infiltra dando lugar a la formación de estalactitas y estalagmitas (Figura 6A).
Punto 17. Cueva de Patato
Ubicada a 6 km del poblado La Parada. En el afloramiento las rocas calizas se han disuelto por la acción del agua y se evidencia la presencia de procesos de espeleogénesis que involucran la actividad química. Se desarrolla el carso manifestándose en forma de dolinas, estalactitas, y estalagmitas (Figura 6B).
Evaluación del valor patrimonial de los geositios
La Tabla 3 muestra el comportamiento numérico de los parámetros evaluados para determinar, desde el punto de vista cualitativo y cuantitativo, el valor patrimonial de cada geositio.
El 12 % de los geositios poseen un estado físico apropiado, siendo las terrazas marinas Sumengue Arriba y La Italiana los representantes de esta condición. El mayor porcentaje (88 %) corresponde a los geositios con estado físico inapropiado, debido a que reciben gran influencia antrópica. Los procesos erosivos se evidencian en los Valles de La Máquina y El Cupey. Tienen mayor afectación aquellos que se encuentran en zonas de playas, como el punto 5, donde se observa una estratificación horizontal.
El 59 % de los geositios clasifica como de alta representatividad y valor científico, dentro de los que se destacan las terrazas marinas y las cuevas. El 41 % restante obtuvo la clasificación media, pues tienen homólogos o equivalentes con mayor representatividad y en mejores condiciones en otros sectores, siendo significativos la desembocadura del río Maya y los conglomerados en calizas masivas carsificadas.
El 29 % de los geositios clasifican como de valor histórico alto, como son las cuevas de Patana y Patato y los valles de La Máquina y El Cupey. El 71 % fue evaluado como de valor histórico medio.
La importancia didáctica resultó alta en el 71 % de los puntos, los geositios más representativos corresponden a las terrazas marinas Sumengue Arriba y La Italiana, así como a las cuevas de Patato y Patana, ya que son la mejor evidencia de los procesos y fenómenos geológicos para el estudio de la sedimentología, la estratigrafía, la geomorfología y la petrología. El 29 % se clasifican con importancia media.
Respecto al valor estético, el 53 % clasifica con alto potencial para la enseñanza y para el turismo de naturaleza. Los geositios con mayor valor estético son las cuevas de Patana, Patato y La Parada, la desembocadura del río Maya, la estratificación horizontal y los valles de La Máquina y El Cupey. El 47 % obtuvo valor estético bajo.
El 5 % de los puntos resultó ser de notable rareza, siendo el geositio más representativo de esta variable los conglomerados en calizas masivas carsificadas. El 17 % es de escasa rareza, correspondiendo esta clasificación a la estratificación horizontal, valles de La Máquina y El Cupey, mientras que el 78 % de los geositios fue catalogado de común.
Los conglomerados en calizas masivas carsificadas (6 %) clasifican como un geositio irrepetible, mientras que el 94 % cataloga como repetible.
El 70 % de los geositios son muy vulnerables debido a la acción antrópica y los agentes erosivos. Los puntos más afectados son la desembocadura del río Maya, los valles de La Máquina y El Cupey. El 18 % clasifica como vulnerable, representados por los conglomerados en calizas masivas carsificadas, la cavernosidad en terraza marina 1 y las calizas carsificadas de La Parada, al ser lugares expuestos a la acción antrópica o de la naturaleza. El 12 % resultó poco vulnerable por sus buenas condiciones físicas (terrazas marinas de Sumengue Arriba y La Italiana).
En cuanto al tamaño, solo el 23 % clasifica como grande, representados por las terrazas marinas Sumengue Arriba y La Italiana y los valles La Máquina y El Cupey, debido a que alcanzan una longitud mayor a los 500 m. El 59 % fue evaluado de mediano y el 18 % restante de pequeño, clasificación en la que se ubican los conglomerados en calizas masivas carsificadas y las calizas carsificadas La Parada.
El análisis del parámetro accesibilidad permitió establecer que el 65 % de los sitios clasifican como muy accesibles, debido a que se encuentran cercanos a caminos y carreteras, así como en zonas rurales. Accesible es el 17 % de los geositios y poco accesible el 18 %; entre los últimos se incluyen las terrazas marinas La Italiana y Sumengue Arriba.
Según el artículo 5 del Decreto Ley 201/99 (Res 87/21 2021), los geositios pueden declararse como Parque Nacional, Reserva Natural, Reserva Ecológica, Elemento Natural y Paisaje Natural Protegido; y según el artículo 3, pueden ser áreas protegidas de significación nacional o áreas protegidas de significación local.
Conforme a esta clasificación, del total de 17 geositios evaluados, 5 son de importancia nacional, lo que representa el 29 %. Estos geosiitios son las cuevas Patana, de Patato y La Parada, y los valles de La Máquina y El Cupey, ya que cumplen con los parámetros establecidos para la variable A. Se clasificaron 9 puntos en la categoría de B, representando el 53 %, constituido por desembocadura del río Maya, Estratificación horizontal, terraza Marina Punta de Maisí, terraza Marina Punta de Maisí 1, Cavernosidad en Terraza Marina, Conglomerados en calizas masivas carsificadas, corte de Calizas compactadas con superficie cárstica, Corte de calizas compactadas carretera Maisí y las calizas microcristalinas. El 17 % clasifica como C, siendo las terrazas marinas Sumengue Arriba y la Italiana y las calizas carsificadas la Parada, los geositios en esta categoría.
CONCLUSIONES
Se propone designar como áreas protegidas de significación nacional los geositios valle de La Máquina y valle El Cupey, así como las cuevas Patana, La Parada y Patato.
Se proponen como áreas protegidas de significación local: desembocadura del río Maya, estratificación horizontal, Terraza Marina Punta de Maisí 1, Terraza Marina Punta de Maisí 2, Cavernosidad en terraza Marina, Conglomerados en calizas masivas carsificadas, Corte de calizas compactadas con superficie cárstica, Corte de calizas compactadas carretera a Maisí y las Calizas microcristalinas.