Sra. editora:
La educación universitaria contemporánea se caracteriza por profundas transformaciones orientadas a lograr una mayor calidad en el aprendizaje de los futuros profesionales, donde las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) juegan un papel fundamental en este propósito, y con ellas, los entornos virtuales centrados en la Web 2.0.
He leído con mucho interés el artículo: “Las redes sociales digitales aplicadas a la docencia y asistencia médicas” en la revista EDUMECENTRO de Marrero Pérez et al.1 y es de transcendental relevancia en los tiempos en que la COVID-19 se ha expandido por todos los continentes, originando una crisis sanitaria internacional.
Hace apenas dos décadas, las instituciones educativas discutían la pertinencia de las TIC y las redes sociales en los procesos enseñanza aprendizaje y otras actividades educativas; en sus inicios había más detractores que defensores.2 Hoy, como menciona Céspedes-Tamayo:3 “… el tema no está reducido al nivel de simpatía o antipatía, confianza o incredulidad que se tiene frente a los aparatos tecnológicos, sino que se refiere a la dicotomía entre 'conectados' y 'desconectados'”.
En Cuba la política del sistema del Ministerio de Educación Superior (MES) para el empleo de internet y luego de las redes sociales ha sido objeto de análisis desde el año 1996. La velocidad del acceso para aquel entonces no era la ideal, no obstante, ya se había creado con las tecnologías al alcance una red nacional universitaria llamada RedUniv, conformada poco a poco con el objetivo de unir los diferentes centros de educación superior de todo el país, en especial, las bibliotecas de las universidades.4. En la actualidad, las instituciones de educación superior en Cuba sumadas a la nueva Política de Comunicación Social del Estado y el Gobierno Cubanos5) fortalecen desde sus estrategias de comunicación institucional, la presencia en las redes sociales (incluyendo las científicas).
Así mismo, Álvarez-Sintes6 en análisis de las particularidades del curso 2019-2020 plantea que durante el enfrentamiento a la pandemia, en función de mejorar y hacer más eficaces los procesos formativos se recurrió a la educación a distancia, modalidad que: “… llegó para quedarse”. La utilización del aula virtual, redes sociales y plataformas educativas por estudiantes y profesores consolidó y contribuyó al fortalecimiento de la universidad virtual de salud.
La transformación de los sistemas educacionales y la incorporación de técnicas y recursos que permitan una mayor versatilidad, sin necesidad de estar anclados en un sistema carente de tecnología debe ser prioridad. Asimismo, es preciso continuar con la extensión de recursos accesibles a los estudiantes y la constante actualización de los docentes.7
Ante la situación epidemiológica mundial es vital una actualización de los planes de estudio en las ciencias médicas contextualizados a los efectos de la pandemia. Se deben generalizar nuevas formas de evaluación y propiciar el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones en el proceso de enseñanza aprendizaje para garantizar su calidad en las adversas situaciones de la actualidad.8