El profesional de la salud formado en Cuba debe ser capaz de lograr una comunicación oral y escrita fluida en idioma inglés, empleando formas adecuadas acorde con la situación comunicativa y los interlocutores en contextos propios de la vida en general, incluyendo los de tipo ocupacional y profesional.1) De ahí que precisan conocer la lengua, disponer de todos sus recursos y ser coherentes en esa comunicación.2
Desde esta perspectiva, el proceso enseñanza aprendizaje del idioma inglés ha evolucionado y se ha transformado en la medida que se han perfeccionado los planes y programas de estudio de las especialidades en la educación médica superior, ajustándose al perfil de los graduados y a las necesidades del sistema nacional de salud.
En este sentido, adquiere singular relevancia la adquisición y dominio de los sistemas de la lengua y del habla del idioma inglés, así como del desarrollo de macrohabilidades lingüísticas; a saber: leer, escribir, escuchar y hablar adecuadamente en el idioma. Se coincide con Ávila3 al declarar que la comprensión auditiva es una de las cuatro destrezas lingüísticas tradicionales en aprendizaje y enseñanza de primeras y segundas lenguas; junto con la comprensión lectora, la expresión oral y la escrita.
Sin embargo, es importante destacar y enfatizar que el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas4 sustituye el modelo tradicional de las cuatro habilidades por nuevos modos de comunicación, a saber: recepción, producción, interacción y mediación. Asimismo, considera el desarrollo de las escalas descriptivas de niveles lingüísticos descritos en los niveles umbral, plataforma y avanzado.
Las autoras de este trabajo consideran válido y pertinente este Marco debido a la flexibilidad que lo caracteriza, en aras de lograr una intensificación de la enseñanza aprendizaje de lenguas para alcanzar el respeto a la diversidad y a la identidad y, de igual forma, una comunicación eficaz.
Para este último propósito, no se desestiman los aspectos lexicales, fonológicos y estructurales del idioma; sino también el componente sociocultural. De la misma manera, conviene insistir en las habilidades, donde la audición destaca por ser significativa.
Se considera acertada la afirmación de Cruz5 al señalar que la comprensión auditiva es de suma importancia para adquirir fluidez a la hora de expresarse oralmente. No solo ayuda a entender lo que las personas están diciendo, sino también a comunicarse claramente con otras personas, aprender a pronunciar las palabras, usar la entonación y poner el acento en palabras y frases adecuadamente.
A la luz de estos criterios, se reconoce lo plantado por Arévalo6 cuando asevera que la comprensión auditiva está involucrada en casi todas las actividades diarias, razón por la cual es fundamental para el desarrollo de una verdadera competencia comunicativa; pero en el caso particular del aprendizaje de una lengua extranjera hay pocas oportunidades de practicar esta destreza fuera del aula, debido a que esta no es el principal medio de comunicación en el entorno natural del estudiante, por lo que existen dificultades con el desarrollo de esta habilidad, que limitan la correcta comunicación en inglés.
En la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey, específicamente en la facultad de Estomatología, a partir del curso 2019-2020 se constata que existen deficiencias en la comprensión auditiva de los estudiantes. Esto se corrobora por los resultados insatisfactorios en los ejercicios de audición que se aplicaron a los grupos del ciclo de inglés general. De ahí que las autoras se dedicaran a investigar las causas. Se realizaron entrevistas grupales a los estudiantes; así como un cuestionario y se determinaron las siguientes dificultades:
En el ciclo general, algunos planes y programas de estudio enfatizan en otras habilidades y la audición no está lo suficientemente abordada.
Se presta mayor atención al resto de las habilidades lingüísticas, por tal razón la audición no se desarrolla, ni se practica adecuadamente.
Resulta difícil para los estudiantes escuchar con claridad, coherencia y lógica.
No se desconoce la existencia de algunos sonidos propios del inglés y que no se presentan en otras lenguas; así como la variedad de acentos y patrones de entonación lo que complejiza el proceso auditivo.
Los estudiantes refieren la necesidad de escuchar voces nativas para acostumbrarse y crear habilidades, en aras de realizar los ejercicios de comprensión auditiva correctamente.
Lo anterior suscita la reflexión por parte de las autoras de promover la necesidad de crear las condiciones imprescindibles para describir el lugar donde se produce la comprensión auditiva, los medios a utilizar, así como la motivación real para escuchar. Esto requiere la ejecución de procesos de decodificación y construcción de significados, en aras de comprender mensajes orales.
Realizar con éxito estos procesos requiere habilidades y estrategias que el alumno no posee, y por ende, deben ser desarrolladas en el aula. Lo anterior se efectúa con la finalidad de preparar al estudiante para que se desempeñe correctamente en situaciones reales de la vida.
Para desarrollar esta comprensión auditiva de manera óptima y eficiente, los profesores deben incentivar a los estudiantes a trabajar en el laboratorio de inglés, en la medida de las posibilidades que posea la institución educativa, ya que se convierte en una herramienta eficaz, en aras de minimizar las preocupaciones que puede generar el aprendizaje de cualquier idioma. Es tarea del profesor diseñar las actividades adecuadas teniendo en consideración los procesos relativos a la comprensión oral y otorgarles a los estudiantes las estrategias necesarias para afrontar las situaciones que exigen comprensión oral.
A tenor de lo controversial que resulta la temática, esta suscita la necesidad de promover el desarrollo de la comprensión auditiva con la finalidad de lograr nuevas vías de ayuda para la mejora de esta habilidad y, por ende, alcanzar una competencia comunicativa más efectiva.