Sr. Editor:
Hemos leído con interés el artículo de Javaloyes et al1 donde se realiza una revisión sobre el nuevo estadio de insuficiencia cardíaca (IC), en función de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo: la IC con fracción de eyección intermedia (ICFEi - FEVI 40-49%), donde se concluye que probablemente se trate más de un estado transicional que una entidad nosológica en sí misma.
En la actualidad, se conoce que la IC con fracción de eyección reducida (ICFEr) y preservada (ICFEp) son entidades nosológicas bien diferenciadas2,3. La ICFEr suele ser más frecuente en varones más jóvenes con cardiopatía isquémica; por el contrario, la ICFEp es más común en mujeres de edad más avanzada con hipertensión arterial y fibrilación auricular2. De hecho, se ha comprobado que los biomarcadores presentes en la ICFEr están más relacionados con el crecimiento celular y el metabolismo, y en la ICFEp con aquellos vinculados con la inflamación y procesos de reorganización de la matriz extracelular3. Además, cuando se estudia el grado de fibrosis miocárdica mediante resonancia magnética se sabe que este varía en función de la etiología isquémica o no isquémica, y que la tipología de fibrosis miocárdica condiciona el pronóstico a largo plazo4. Por tanto, se podría conjeturar que la ICFEr es consecuencia frecuentemente de una enfermedad que afecta de manera más o menos aguda al funcionamiento del corazón como bomba (lo más frecuente la cardiopatía isquémica), y la ICFEp se desarrolla comúnmente de forma progresiva con el paso de los años por afecciones relacionadas con el envejecimiento (hipertensión arterial y fibrilación auricular), o incluso la misma senescencia5, que van generando inflamación crónica y fibrosis miocárdica o vascular, o ambas.
Por tanto, la ICFEi, más que un estado transicional, parece ser la presencia de dos procesos nosológicos concurrentes, como podría ser, por ejemplo, la existencia de cardiopatía isquémica en un corazón que ya ha iniciado un proceso de senescencia. De hecho, el grado de comorbilidad, fragilidad y discapacidad, e incluso los factores precipitantes en caso de descompensación, de los sujetos con ICFEi son similares al de los pacientes con ICFEp6-9, aunque con una frecuencia de cardiopatía isquémica similar a la ICFEr2, y probablemente sean estas variables no cardiológicas las que posiblemente condicionen los resultados a corto y largo plazo10-12.
Teniendo en cuenta lo anteriormente escrito, existe la necesidad de caracterizar fenotípicamente mejor la IC basándose en biomarcadores y técnicas de imagen, con el fin de conocer qué sustrato es el que tiene más peso en nuestro paciente, y así poder hacer un abordaje más individualizado y desarrollar futuros tratamientos personalizados.