INTRODUCCIÓN
La diabetes mellitus (DM) es uno de los problemas de salud más importantes en el mundo contemporáneo y origina una enorme carga en el aspecto social y el económico y en salud. Actualmente es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una pandemia universal de tendencia ascendente.1,2,3,4,5,6
La enfermedad nodular tiroidea (ENT), definida como la presencia de un nódulo único o múltiple dentro de la glándula tiroidea, es también un problema de salud frecuente que requiere de un manejo multidisciplinario.7,8 La prevalencia del nódulo de tiroides en el mundo depende de múltiples factores, pero sobre todo de la herramienta que se utilice para el diagnóstico: ya sea el examen físico o el examen ecográfico del cuello. En Cuba el aumento de la disponibilidad de equipos de ultrasonidos en la atención primaria ha incrementado el diagnóstico de nódulos de tiroides.9
La ENT es más frecuente en mujeres, en personas de edad avanzada, en zonas yododeficientes, tras la exposición a radiación cervical y en algunos síndromes genéticos familiares. Se calcula que en zonas yodosuficientes aproximadamente el 1% de los varones y el 5% de las mujeres presentan nódulos tiroideos a la palpación. Los nódulos tiroideos son la manifestación clínica de un amplio espectro de enfermedades, los malignos se presentan aproximadamente en un 5% y los benignos y asintomáticos representan la mayoría, sobre todo en el bocio multinodular.10,11
En diversos estudios se demuestra la relación de la DM con enfermedades tiroideas como el hipotiroidismo, específicamente el hipotiroidismo subclínico, aunque también se evidencia en menor proporción el hipertiroidismo.12,13,14,15,16
La disfunción tiroidea es una asociación frecuente con la DM, en el tipo 1 comparten una predisposición autoinmune y en el 2 su aparición es propiciada, en gran medida, por la resistencia a la insulina, la hiperglucemia, el estrés oxidativo, la activación conjunta de vías mitogénicas y la obesidad, vistas desde el papel mediador que ejerce en la inflamación crónica.12,13,14,15,16,17,18
El presente estudio se realizó con el objetivo de caracterizar a los pacientes con enfermedad nodular tiroidea y diabetes mellitus de debut atendidos en el Servicio de Endocrinología.
MÉTODOS
Se realizó una investigación observacional, descriptiva, de corte transversal, en el Hospital Universitario Clínico Quirúrgico “Arnaldo Milián Castro” de la Ciudad de Santa Clara, Provincia de Villa Clara, en el período de septiembre de 2018 a diciembre de 2019. La población del estudio incluyó 32 pacientes mayores de 18 años con DM de debut y presencia de bocio nodular, seleccionados por un muestreo no probabilístico a conveniencia.
Previo consentimiento informado se realizaron el interrogatorio médico, el examen físico minucioso del cuello y la revisión de la historia clínica individual, lo que permitió obtener los datos necesarios respecto a la edad, el sexo, el tipo de DM, las características clínicas del bocio, las causas de la ENT y la presencia de disfunción tiroidea, organizados en un formulario creado a tales efectos.
La información fue procesada con el software estadístico SPSS versión 21.0 para Windows. Los resultados se agruparon en tablas. Se determinaron las frecuencias absolutas y relativas en las distribuciones de frecuencias estudiadas. Se calcularon la media, la mediana y la desviación estándar. Se aplicó la prueba estadística t de Student para igualdad entre grupos con distribución normal y la de Chi cuadro para independencia de factores. La decisión estadística en función de la probabilidad cuando p<0,05 significativo y cuando p≥0,05 no significativo.
Aspectos éticos
El estudio se rigió por los principios éticos de la investigación biomédica establecidos en la Declaración de Helsinki. La investigación fue revisada y aprobada por el Comité de Ética de la institución antes mencionada.
RESULTADOS
En la Tabla 1 se muestra la distribución por grupo de edades y sexo. Predominaron los pacientes del grupo de 50 a 59 años, con una edad promedio de 52,9±10 años. En cuanto al sexo predominó el femenino (23, 71,9%). La presencia de enfermedad nodular tiroidea resultó independiente al sexo (p=0,212) y a la edad (p=0,1408).
Prueba t de Student: comparación entre el sexo p=0,212 y comparación entre los grupos de edades p=0,1 408
Edad promedio (con ENT)=52,9 años; Desviación típica=10,3 años
Entre las características clínicas de la enfermedad nodular tiroidea identificadas en los pacientes con diabetes mellitus de debut se encontraron el bocio nodular (24, 75%) y el multinodular (6, 18,6%); solo dos presentaban nódulo único de tiroides. La consistencia fue firme en 13 (40,6%) pacientes y la superficie fue lisa en 18 casos (56,3%). Ningún paciente mostró dolor a la palpación y 22 (68,8%) presentaron tamaño del nódulo inferior a 1cm (Tabla 2).
Las causas de la enfermedad nodular tiroidea (Tabla 3) fueron, principalmente, los adenomas tiroideos (17, 53,1%) y los quistes tiroideos (8, 25%) en pacientes con DM tipo 2 y la tiroiditis crónica en seis enfermos (18,8%), cuatro con diabetes mellitus tipo 2 (12,5%) y 2 con la de tipo 1 (6,3%).
El hipotiroidismo subclínico se identificó en siete pacientes (21,9%) con diabetes mellitus de debut, un caso (3,1%) con DM 1 y seis pacientes (18,6%) con DM 2; el clínico en cinco casos y el subclínico en dos, solo se presentaron en pacientes con DM tipo 2 (Tabla 4).
DISCUSIÓN
En cuanto a los grupos de edades los resultados evidencian lo informado por otros autores sobre la aparición de la enfermedad nodular tiroidea después de los 50 años.13,15,16,17 Respecto al sexo hubo mayor frecuencia de las pacientes femeninas con diabetes mellitus tipo 2, datos que coinciden con los de otros informes.13,16 Otros estudios también hacen notoria la frecuencia del sexo femenino en las afecciones tiroideas.7,8,12,13,17,19,20,21,22
La edad y el sexo constituyen variables de importancia vital a la hora de evaluar un nódulo tiroideo porque el sexo masculino y las edades extremas constituyen señales de alarma y mal pronóstico de enfermedad maligna.
Debido a las características clínicas de la enfermedad nodular tiroidea fue predominante el bocio nodular, lo que se ajusta a otros informes nacionales7,8 e internacionales.16,17,18 La consistencia, por lo general, fue firme, la superficie lisa en su mayoría y ningún paciente mostró dolor a la palpación. El predominio de los nódulos menores de 1cm concuerda con otros trabajos10,11,23 y se justifica por la etiología benigna. También el uso de equipos de alta resolución en el diagnóstico por imagen permite informar lesiones pequeñas, incluso de manera incidental.
Un mayor número de pacientes presentaban DM tipo 2, lo que se relaciona con la insulinorresistencia, fenómeno evidente en su etiopatogenia que se vincula a los cambios morfológicos, los nódulos y el bocio según se verificó en diferentes estudios.11,12,15,18,22 Otra investigación21 reveló que la frecuencia del síndrome metabólico era mayor en pacientes con enfermedad nodular tiroidea, aproximadamente tres veces más probable que en su ausencia. Rezzonico y colaboradores23 aseveraron que a niveles más altos de insulina circulante se desarrolla una mayor proliferación tiroidea, lo que se traduce clínicamente como formación de nódulos tiroideos.
Entre las causas de enfermedad nodular tiroidea se destacaron los adenomas tiroideos y los quistes tiroideos en pacientes con DM tipo 2. Aunque en la ENT generalmente los pacientes son asintomáticos, en el grupo estudiado se identificaron disfunciones tiroideas, mayoritariamente en el tipo 2 de DM. A partir de varias investigaciones se ha podido establecer un vínculo estrecho entre la DM con disfunción en el sistema endocrino tiroideo, sobre todo la DM tipo 2.12,13,15,17 La supremacía del hipotiroidismo subclínico encontrada en este grupo coincide con otras series que lo sitúan como la alteración más frecuente de la DM tipo 2;15,16,17,24 sin embargo, discrepa de otras que publican los estados clínicos como más frecuentes.12,13,14,25
Estudios retrospectivos realizados en el mundo muestran una prevalencia de disfunción tiroidea que varía de por cientos representados entre el 10 y el 48% y que va en ascenso. Estos señalan la hipofunción, ya sea clínica o subclínica, como la disfunción tiroidea más frecuente.12,13,17,26,27
El hecho de encontrar disfunciones tiroideas en el paciente diabético constituye una alerta sobre la necesidad de realizar estudios de función tiroidea desde el debut de la DM.
En el presente estudio se consideran limitaciones como la no realización a los pacientes de anticuerpos antitiroideos: antitiroglobulina (ATG) y antiperoxidasas (ATPO) por no disponer de reactivos.